viernes, noviembre 25, 2011

Valentín Trujillo apadrina a las nuevas figuras del jazz chileno



La Tercera

por Jorge Letelier.

Es miércoles, y Valentín Trujillo está sentado en el living de su acogedora casa de Ñuñoa junto a dos jóvenes músicos. Los conoce hace poco y nunca ha tocado con ellos. Está esperando que llegue el cantante Rodrigo González para comenzar el ensayo de su presentación que tuvo el día de hoy en la apertura del primer Festival Jazz a La Vega, pero adelanta que sólo tendrán un ensayo.

¿Improvisación artística o falta de tiempo? Ninguna de las dos. Cuando el legendario pianista y sus músicos (Cristóbal Massis en batería y Cristián Orellana en contrabajo) se ponen a tocar versiones de clásicos de Gershwin, Cole Porter y Errol Garner, entre otros, el feeling surge automáticamente, como si fueran compañeros de toda la vida.

Trujillo gira la cabeza, le lanza una mirada al cantante y sonríe. Ni siquiera necesita detenerse para hacer correcciones. Los clásicos del swing son como respirar para él. "Cuando Andrés Pérez (saxofonista y productor del festival) me envió a estos jóvenes, estaba garantizado. El sabe qué músicos me van a convenir y que van a funcionar en el repertorio que se me ocurra", dice.

De música variada

A los 78 años, Valentín Trujillo no para. Fiel a su máxima de que un músico popular debe saber de todo, acepta cada proposición que le sugieren. Hace pocas semanas acompañó a Gloria Simonetti, la noche de esta entrevista ensayará con el cantante de tangos Carlos Vázquez y prepara un concierto con Amaya Forch. Ha grabado con Chancho en Piedra y con la faceta cuequera del actor Daniel Muñoz. Y esta noche hará un repertorio de swing en la Vega Central.

¿Ha pensado en su jubilación musical?

La vida la quiero estrujar hasta el máximo, quiero sacarle astillas. El final será cuando me encajonen. Imagínate, estoy en la música todo el día.

Trujillo comenzó a tocar a los cuatro años. A los siete entró al Conservatorio y a los nueve ya tocaba en diferentes radios de Santiago. En 1955 grabó su primer disco y en 1962 se convierte en el Director Orquestal de Canal 13, y, por consiguiente, comienza su dúo con Don Francisco en Sábados Gigantes. Paralelamente, tocó con casi todos los músicos imaginables, desde Buddy Richard a Elis Regina. Y grabó muchos discos. "Más de trescientos", calcula.

"Yo me defino como un músico popular de baile, y ahí tienes que tocar de todo. Cueca, foxtrot, bolero, swing. Todo eso tiene que estar en un músico popular", sostiene.

Admirado por su versatilidad, memoria y prodigioso oído, el pianista siempre ha flirteado con el jazz. Admirador de Gershwin y Cole Porter, una de sus primeras composiciones originales fue un tributo al legendario pianista George Shearing, A lo Shearing (1958), la primera partitura que aparece en el Real Book of Jazz, ambiciosa recopilación musical chilena que lanzará el próximo año el saxofonista Andrés Pérez.

"Es una excelente idea, el único trabajo que hay de recopilación. Le entregué la partitura, y creo que Andrés la va a acompañar con una grabación. Es una composición mía que ha dado vueltas por muchos años. Hace poco la grabé con Cristián Cuturrufo", dice.

Mientras conversa, se resiste a estar sentado. Se para al piano para ejemplificar alguna idea y es como un deja vu de Sábados Gigantes o El Show del Profesor Rossa. "Yo tocaba de todo, pero en 1955 llegó a Chile un bombardero cubano: Dámaso Pérez Prado, y nos revolucionó a todos con el mambo. Y de repente, Pérez Prado compuso un mambo a la memoria de Stan Kenton, un gran músico de jazz. Yo estuve felizmente bombardeado con esa mezcla", dice.

Además, hace un año interpretó ópera junto a Verónica Villarroel en la inauguración del Teatro del Lago, en Frutillar.

"Fue un gran honor", dice. "Allá me encontré con Paquito d'Rivera (célebre saxofonista cubano de latin-jazz), que había conocido en Miami. Me vio y me dijo: 'Hola, cómo estás. Sigues tocando bien, ah. Cuídate, mira que los buenos vamos quedando pocos'".

Los números del encuentro de dos días
A desarrollarse hoy y mañana, el Festival Jazz a la Vega, tiene un amplio programa que va desde el swing hasta la fusión jazz-pop. Hoy Valentín Trujillo y banda dará paso a Jazz Killer, y a la Locomotora del Swing, del trombonista "Parquímetro" Briceño. Mañana sábado, será el turno de Andrés Pérez Quinteto, la Conchalí Big Band (cuna de grandes jazzistas actuales), y el cierre correrá por cuenta del electro pop-jazz de Jazzimodo. De 18.00 a 21.00 hrs. Gratis.

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