lunes, mayo 28, 2012

Patricio Jara: Crónicas del heavy metal chileno.


El Mercurio


Como metalero de larga data , el periodista y escritor revisa en "Pájaros negros" esta zigzagueante historia local. "Es un error hablar de fenómeno. Esto es una cultura", dice.  

IÑIGO DÍAZ

Cuando el vocalista Andrés Marchant le enumeró a Mario Kreutzberger los grupos de esta escena naciente hacia 1988 -Pentagram, Warpath, Massacre- y de pasó le indicó que su banda, Necrosis, tocaría a continuación el tema "Reino del odio" en el estudio de "Sábados gigantes", el animador le contestó "ah, puras cosas positivas".

"Puras cosas positivas", repite 25 años después el periodista, escritor y académico Patricio Jara, recordando el episodio que hoy es considerado como "una emboscada" por los músicos del grupo. "Fue la más grande burla hecha a un invitado en un programa de televisión", dice Jara. "Necrosis fue la primera banda chilena en su género en grabar un álbum y la primera en tocar fuera del país. Todavía existe y graba discos. Que levante la mano quien sepa a qué hora transmiten 'Sábados gigantes'", dice.

Este y decenas de otros capítulos de la historia del heavy metal local están narrados en "Pájaros negros" (Ediciones B, $12.000). El recuento tiene la mirada de quien observó los hechos desde fuera, pero también desde dentro, esquivando escupitajos en los conciertos del gimnasio Manuel Plaza, epicentro capitalino del heavy metal.

"Tuve el pelo largo hasta mi práctica profesional de periodista, use una polera de Slayer a la que se le llegó a disolver la tela y fui uno de los que se quedó esperando a que le levantaran a Iron Maiden la prohibición de ingresar a Chile en 1992 (acusados de satanismo). Pero he seguido mi vida adelante normalmente. Ser metalero no te impide tener isapre o llevar a tus hijos al colegio", dice Jara, para desmentir la creencia de que el fanático del metal "es un tipo perdido por la vida". "El heavy metal es una cultura que sobrepasa el fenómeno: ningún fenómeno dura 40 años", agrega.

"Pájaros negros" está dividido en secciones, en las que Jara presenta diversos puntos de acercamiento a una historia que, él dice, comenzó con un concierto de Massacre y Pentagram realizado en la sede de un sindicato de taxistas de calle El aguilucho, el 28 de diciembre de 1985. Se presentan un ensayo exploratorio, el relato del seguimiento a una banda (Nuclear), la historia del fundamental fanzine "Insanity", una entrevista de 1988 de Alberto Fuguet al chileno Tom Araya, líder de Slayer, y las conversaciones de Jara con los ingenieros de sonido Juan Pablo Donoso y José Luis Corral, quien grabó los primeros demos de Criminal en la época análoga.

"La imagen del metalero es muy oscura. Las bandas del metal nórdico han ayudado a instalar esa estética tenebrosa, pero también se puede disfrutar con alegría, con shorts y al sol, como en la onda del metal californiano: como Metallica. Sé que me voy a ganar miles de enemigos, pero yo me río mucho con esto".

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