lunes, agosto 20, 2012

Vicente Bianchi: "Se haría justicia con la música chilena si me entregan el Premio Nacional"

El Mercurio


Los Huasos Quincheros y Valentín Trujillo son parte de los artistas que mañana le rendirán un homenaje al maestro,  al cual lo han postulado 14 veces para recibir el Premio Nacional de Música. A sus 92 años, piensa que le queda poco por hacer.

MACARENA CASANOVA

Su casa tiene nombre: "La Tonada". Cuenta que le puso así porque quería que fuera un lugar bien chileno. La construyó junto a su mujer, Hely Murúa, en base a un diseño que incluye chimenea, muebles antiguos, patio grande y horno de barro. "Mi hogar tenía que reunir los elementos tradicionales de nuestra cultura. Y si Pablo Neruda le puso 'La Chascona' o 'La Sebastiana' a sus casas, ¿por qué yo no?", comenta Vicente Bianchi (92).

Tiene historias, composiciones y premios por montones. Empezó a tocar el piano cuando era muy niño: "Lo hacía como un juego que mi mamá siempre estimuló". A los 14 años comenzó su formación clásica en las aulas del Conservatorio. "Vivía en Ñuñoa. Mis padres me dejaron tomar clases porque ya estaba más grande y podía ir solo. Me iba en el tranvía, que costaba 40 centavos de ida y vuelta. Mi papá me daba 60 para que me comprara algo", recuerda.

Así fue su rutina por ocho años, hasta que se aburrió. "Un día pensé: 'Hay tantos pianistas talentosos que se están formando en el extranjero, como Claudio Arrau. Yo estoy puro perdiendo el tiempo'. Ahí me retiré".
En ese momento, su vida dio un giro: se dedicó a la música popular y se convirtió en el pianista con más repertorio del país. Su obra es innumerable. En 1964, cuando el Concilio Vaticano II permitió celebrar la misa en el idioma de cada país, Bianchi compuso las "Misas a la chilena". Antes había musicalizado versos escritos por su amigo Pablo Neruda en canciones como "Tonadas de Manuel Rodríguez" o "Romance de los Carrera". Aún antes, había participado en radio, TV y espectáculos masivos.

Mañana, a las 19:00 horas, en el auditorio de la Fundación Telefónica, se hará un reconocimiento a su trayectoria liderado por músicos nacionales. Los Huasos Quincheros, Valentín Trujillo, Ginette Acevedo y José Alfredo Fuentes, entre otros, interpretarán parte del repertorio de Bianchi, en un espectáculo donde él mismo participará. "Llevo más de un mes ensayando. Voy a tocar las tres canciones a las que más les tengo cariño. Una de ellas es 'Amanecer', de la película dirigida por Miguel Frank", adelanta.

-¿Cómo se siente al reencontrarse con el público?
"Yo no puedo vivir sin el aplauso y nunca he estado lejos de él. Siempre estoy yendo a eventos donde me hacen homenajes y la gente se pone de pie a aplaudirme. Ellos reconocen mi trabajo, que recoge lo medular de las tradiciones chilenas. La última vez que estuve en público fue para el lanzamiento de mi biografía. Fue muy bonito".

-Normalmente, ¿cuál es su rutina diaria?
"Todos los días me levanto a las 8:00 de la mañana. Ya estoy viejo, me despierto temprano. Tomo desayuno, leo el diario y toco el piano. Todos los días toco el piano y ordeno las cosas de mi casa. Le muestro a mi hija mis pertenencias y le digo cuánto valen. No quiero que la hagan lesa cuando yo me muera".

-¿Piensa frecuentemente en la muerte?
"Desde que murió mi mujer, hace dos años, sí. Le compuse una canción romántica llamada 'No está, pero está' y le hice caso en grabar el disco que siempre me sugirió. Me gustaría estar con ella, esa es la verdad".

-Usted se ha ganado el reconocimiento del público. ¿Qué le falta antes de morir?
"El Premio Nacional. La gente lo pide. Siempre llegan a mi casa montones de papeles firmados para elevar mi candidatura, pero eso no sirve. Es la gente del Gobierno la que tiene que darse cuenta. Ellos le han dado el premio a artistas cuya música nadie conoce ni identifica. La única forma de irme tranquilo es si me entregan el Premio Nacional. Así se haría justicia con la música chilena".

El arte según el maestro

Bianchi dice que la música es la forma en que se expresan las culturas. Según su parecer, la tonada y la cueca son las voces de Chile. Pero cree que, actualmente, en el país no se respeta nada. "Se ha ido perdiendo totalmente el gusto. La música popular está en bajada. El repertorio tradicional se lo está comiendo un montón de canciones de gente que aparece y desaparece de un día para otro. Ya no hay música de calidad. Todo es ver y pasar", argumenta.

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