lunes, enero 21, 2013

Providencia inicia radicales cambios en cultura

El Mercurio


La alcaldesa Josefa Errázuriz puso fin al convenio con la Corporación Cultural y creó una nueva unidad dirigida por Eugenio Llona, quien afirma: "Buscaremos la excelencia en los contenidos culturales".

Maureen Lennon e Iñigo Díaz

"Estamos ante dos concepciones totalmente distintas de hacer cultura: una estatista, como la que está implementando la actual alcaldesa Errázuriz, frente a otra que confía en la empresa privada. Acá primó una decisión política y, más en específico, una concepción vinculada a la izquierda", afirma Osvaldo Rivera Riffo, director del Instituto Cultural de Providencia desde hace doce años, y hasta ahora vicepresidente ejecutivo de la corporación cultural de la comuna.

Según un comunicado difundido ayer por la nueva administración, esta corporación dejará de ejecutar el trabajo cultural de la Municipalidad de Providencia, que se le había asignado a comienzos de los años 80. El plazo máximo para que "el término de los convenios se haga efectivo en plenitud" es de seis meses, se lee.
De esta manera, la municipalidad recuperará los inmuebles asignados en comodato a la Corporación Cultural de Providencia: el Palacio Schacht (sede del instituto), las salas y estructuras del Parque de las Esculturas, el Centro Cultural Montecarmelo y el Museo de los Tajamares. Osvaldo Rivera señaló que, si bien la sala del Parque de las Esculturas es de la municipalidad, las obras que están en el predio pertenecen a la corporación.

Cuando Josefa Errázuriz asumió la alcaldía, le pidió la renuncia a Rivera, quien se negó argumentando que se trataba de una corporación de derecho privado donde se elige un directorio. En paralelo, Errázuriz creó una unidad de cultura dependiente de la alcaldía, que está a cargo de Eugenio Llona. "Nosotros tomamos nota de la situación que encontramos al asumir: un estatuto bastante anómalo donde la municipalidad entrega una subvención importante y da en comodato todos los locales, pero no tiene ninguna injerencia sobre las actividades culturales que se realizan", explica Llona.

Osvaldo Rivera, en tanto, afirma que "no hubo una modificación estatutaria que signifique un anclaje para nadie. Mi cargo no fue un anclaje del alcalde Cristián Labbé: él sólo continuó una política que ya existía. He escuchado voces que dicen que estoy amarrado. No es así".

Y advierte respecto de la programación 2013: "Lamentablemente, suspendimos el envío de obras de 38 artistas chilenos al Museo del Mármol de San Petersburgo, porque la alcaldía nos negó los recursos que nos otorgaba anualmente. Pero lo que me parece más delicado es el futuro de la exposición de arte etrusco 'Dioses y héroes de la Antigüedad'. La tenemos que devolver a Italia, pero nos han cancelado las platas para hacerlo".

Durante la semana, la alcaldesa había subrayado que "la corporación no representa los intereses de la comuna ni la forma en que queremos gestionar la cultura abierta para todos". Poco antes del inicio del Festival Providencia Jazz, la tensión aumentó y, por primera vez en sus doce años de historia, la máxima autoridad de Providencia no asistió a la noche inaugural.

"Queremos recuperar los espacios ciudadanos para la cultura y ampliarla no sólo al arte en sí mismo, sino al debate de ideas. Queremos una comuna con premio de excelencia en los contenidos culturales. La administración anterior buscaba la excelencia en la gestión", concluyó Eugenio Llona.

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