viernes, marzo 15, 2013

El histórico aterrizaje de The Cure

El Mercurio


Después de dos décadas y media de conciertos de rock internacionales a gran escala en Chile, pocas visitas eran tan esperadas como la de la banda de Robert Smith. Y es mucho lo que el grupo tiene pendiente para ponerse al día con el público local, como parte de un intenso inicio de la temporada de conciertos 2013.  

Por David Ponce

Era un Perry Farrell en especial locuaz el que se dedicó a hablar con la televisión y la prensa locales hace dos años, para incrementar la expectación sobre la noticia de la temporada de conciertos de 2011 en Chile: el debut en Santiago de Lollapalooza, el festival rockero estadounidense que Farrell inventó en 1991. Pero aún con todo su entusiasmo, el cantante de Jane's Addiction tenía una mala noticia que dar, frente al deseo de la audiencia de tener a The Cure en ese festival. Lo intentó, pero...

A Robert Smith, el cantante de la banda, no le gustan los aviones, confidenció Perry en un noticiero. Era información de primera fuente, The Cure estaba descartado. Solo una fuente mejor podía desmentirla, y es lo que ocurrió dos años más tarde, cuando en enero de 2013 el anuncio de la gira sudamericana apareció actualizado en las noticias del sitio oficial del grupo. Y con un párrafo suscrito por el propio Robert Smith: "Estamos delirantemente felices de volver a Sudamérica por fin. ¡Hemos estado lejos por demasiado tiempo! Vamos a tocar un show de más de tres horas, y tenemos la intención de hacer de esta la gira más memorable de The Cure".

Más de tres horas puede parecer mucho tiempo para la duración promedio de un show. Pero si va a durar eso, cada minuto del concierto de The Cure estará justificado por el tiempo mucho mayor que el público local pasó esperando esa noticia. En una época en que la gran mayoría de los nombres de primera línea del mercado musical pop internacional ya han venido a Chile, desde Michael Jackson a Madonna, desde Paul McCartney a los Rolling Stones, desde Dylan a Bowie, desde Serrat a Silvio Rodríguez, desde Roger Waters a U2, desde Björk a Radiohead, desde R.E.M hasta Pearl Jam, son pocos los nombres de esta liga que falta por ver: Nirvana, salvo que Cobain resucitara; Pink Floyd, salvo que Gilmour y Waters se reconciliaran; The Cure, salvo que Robert Smith se subiera a un avión.

Cuando Smith se baje de un avión el mes próximo en Santiago, serán generaciones las que estarán esperando en el Estadio Nacional para ver a su banda en vivo. Es demográfico: pocos grupos tienen una audiencia más transversal. Empezaron a grabar en 1979 y sus discos circularon incipientes por el underground de los 80 en Chile, pero hubo que esperar a la segunda mitad de la década para ver por primera vez un videoclip suyo en "Magnetoscopio musical" mientras salía a la venta un casete llamado "Con la cabeza en la puerta", versión de fabricación local de "The head on the door" (1985). Y fue el inicio de una lista de éxitos demoledora, desde "Boys don't cry" (1980), "In between days" y "Close to me" (1985), "Why can't I be you", "Catch", "Just like heaven" y "Hot, hot, hot!!!" (1987), "Lullaby" y "Lovesong" (1989), "Never enough" (1990), "High" y "Friday I'm in love" (1992) o "Mint car" (1996) hasta discos recientes como "Bloodflowers" (2000), "The Cure" (2004) y "4:31 dream" (2008).

Todo está sembrado ahora, con años de influencia. The Cure es relevante hoy para los pocos enterados en tiempo real de la new wave y el post punk de los 80 en Chile, para esas legiones de colegiales que se aprendieron "Boys don't cry" a fines de la misma década, para las generaciones completas que los han venido consumiendo en radios de adulto joven desde los 90 a la fecha, para el mismo público indie juvenil que hoy está terminando de redescubrir a otro grupo transversal como Los Prisioneros. Para cerrar la fórmula, este es ahora un país donde toda esa gente tiene poder adquisitivo y donde además es sabido que el público compra sin chistar y con gran disciplina algunas de las entradas más caras del mundo por ver conciertos. Aquí The Cure hoy son una liga en sí mismos: de lo poco que realmente faltaba por ver en vivo.
14 de abril. Estadio Nacional. Desde $23.000 a $150.000 por Puntoticket.com.


Los otros elegidos de la agenda musical

Aznavour:No te despidas nunca
La última vez que aterrizó en Chile fue en 2008 y el aviso era que se trataba de su gira de despedida. Pero está todo bien con que no haya sido así: la ocasión de volver a ver en acción a Charles Aznavour siempre será una buena noticia. Volverá apenas unos días antes de cumplir 89, a mostrar una vez más por qué, mucho más que un cantante, es una leyenda viva. Con una orquesta de diez músicos a sus espaldas y el oficio de siete décadas de carrera, Aznavour es un actor y un anfitrión consumado de sus canciones en escena, y ellas son un repertorio impagable. 18 de mayo. Movistar Arena. Desde $13.700 a $182.400 por Puntoticket.com.

En gran escenario:Ángel Parra
Parra se mantiene en movimiento entre Chile y Francia, donde vivió en el exilio, y en marzo va a brindar la ocasión de verlo como pocas veces aquí: sobre el escenario de un gran teatro. Un cancionero con base en la discografía de cinco décadas que tiene a su haber será su argumento, a solas con la guitarra, pero también con invitados como sus hijos Ángel y Javiera Parra. 23 de marzo. Nescafé de las Artes. Desde $8.000 por Ticketek.

Rock and roll yo:Chuck Berry
Astro máximo en la primera fila de agitadores juveniles que inventaron esa fiebre llamada rock and roll en los años 50, es responsable de haber prendido fuego a ese quiebre no solo musical sino generacional, con impactos del calado de "Johnny B. Goode" o "Roll over Beethoven". Esto es una clase de rock and roll y de música popular. 16 de abril. Movistar Arena. Desde $13.700 por Puntoticket.com.

Trío de solistas: Anneke, Rufus y Regina
La cantante holandesa Anneke Van Giersbergen llega a comprobar la fidelidad de sus fans, válida desde que era la cantante de The Gathering.  Más amplias son las coordenadas del canadiense Rufus Wainwright: desde la canción melódica y la influencia del cabaret hasta el pop de cámara, los arreglos orquestales y hasta la ópera son elementos que han hecho de él uno de los cantantes con mayor carácter en su tiempo. Y por segunda vez viene Regina Spektor, destacada con nitidez entre las autoras más personales de la década pasada hasta la fecha.
Anneke Van Giersbergen. 20 de marzo, Teatro Nescafé de las Artes// Rufus Wainwright. 13 de mayo. Nescafé de las Artes// Regina Spektor. 3 de abril. Movistar Arena.

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