martes, marzo 19, 2013

Rescatan el cancionero de amor gozoso de nuestra patria

El Mercurio

Libro "Para amar a quien yo quiero".En 136 tonadas recopiladas por Rodolfo Lenz las cantoras populares demuestran que el amor no tiene por qué ser trágico.

Romina de la Sotta Donoso

Rodolfo Lenz vino a Chile a enseñar idiomas. Pero, deslumbrado con nuestras tradiciones orales, terminó construyendo un invaluable archivo que hoy conserva la Biblioteca Nacional.

"Él es quien primero advierte el valor de la poesía en décimas que muchos de nuestros poetas populares publicaban en pliegos sueltos", dice Micaela Navarrete, coautora con Maximiliano Salinas del libro "Para amar a quien yo quiero. Canciones femeninas de la tradición oral chilena recogidas por Rodolfo Lenz" (220 páginas).

El volumen incluye 136 tonadas recopiladas por el alemán, cancionero que da cuenta del oficio de las cantoras.

"Ellas se incorporaron a la sociabilidad popular chilena en las chinganas y en las fondas, donde podían expresar con desenvoltura la libertad, la sabiduría y la magia de sus sentimientos amorosos", dice Salinas. "Entre 1532 y 1549, llegaron a Perú por lo menos trescientas mujeres calificadas de moriscas. De ellas se heredó el oficio de cantora, donde destacaba la lírica amorosa. El canto arábigo-andaluz supo enriquecerse con una cultura y una sensibilidad indígenas que no eran ni absolutamente distintas ni opuestas".

El historiador asegura que este cancionero tiene corazón sufí. "Y en el misterio del amor, del estar juntos, como horizonte vital, donde no caben las pesadeces instituidas por los poderes de este mundo, sino la realización 'gustosa' del 'corazón' 'amante'".

Un ejemplo: "Ciegos, mudos, cojos, sordos/ Toditos me han de celar/ ¡Ay corazón!/ Para amar a quien yo quiero/ Del matrimonio me privo/ Yo tengo el ojo muy vivo".

En estos versos Salinas identifica la sabiduría de los misticismos orientales "donde la vida se define por la plenitud amorosa, y no por sus amarguras trágicas".

En el libro, hay tonadas de amor constante, como "Me aconsejan de que te olvide/ Yo no te puedo olvidar/ Las que no saben de amor/ Se ponen a aconsejar".

Lo interpreta Salinas: "Saber de amor y no saber de amor; ahí está la cosa. El buen consejo solo puede proceder de la experiencia amorosa, y el olvido es recurso de los desamorados, ¡y de los ignorantes!".
También hay quejas de amor. Por ejemplo: "Para despedir a un hombre/ No es preciso malos modos/ Con decirle que se vaya/ Así se compone todo".

Al recorrer las tonadas se van reconociendo versos que ya son parte del subconsciente colectivo. "El 'Casamiento de negros' viene de un extenso romance burlesco de Quevedo del siglo XVII, y parte de sus versos los conocimos en la clásica interpretación de Violeta Parra. Y el tema del zapatero, que lo encontramos en la 'Negra Ester' de Roberto Parra, yo lo he escuchado como cueca en Chiloé", cuenta Navarrete.

El libro es publicado por el Centro de Investigaciones Diego Barros Arana y el Archivo de Literatura Oral, y en él también tiene un rol fundamental Patricia Chavarría, fundadora del Archivo de Cultura Tradicional de Concepción, quien confirma cuáles tonadas siguen vigentes. Ella, la cantora de Cunco Rosita Alarcón y el musicólogo Gastón Soublette, lanzarán el volumen mañana, a las 19:00 horas, en la Sala América.

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