domingo, abril 14, 2013

Lang Lang: "He crecido musicalmente con Mozart y Chopin"

El Mercurio


La megaestrella del piano se prepara para debutar el lunes 27 de mayo en el Teatro Municipal de Santiago. Auspiciado por Telefónica, el concierto ya tiene sus localidades casi agotadas. El músico chino habla con "Artes y Letras" del estado actual de su imparable carrera.

Maureen Lennon Zaninovic

Los historiadores musicales suelen dividir a los pianistas en dos grandes grupos: los que privilegian la modestia artística y la introversión, versus los que han desarrollado una carrera marcada por un carácter extravertido y la afirmación enfática del intérprete. Si se aceptara esta ambivalencia -aunque concediendo que sea un tanto estereotipada y sin muchos matices-, sin duda Lang Lang (1982) pertenecería al segundo grupo.

Lo cierto es que el pianista chino ha sabido deslumbrar -como pocos- a públicos multitudinarios, con su talento, pero también con su particular puesta en escena. La BBC lo tildó de "el rockstar del piano", fundamentalmente por su producido look que incluye pelo desordenado, chaqueta de cuero y una mirada desenfadada que causa furor, especialmente en las audiencias jóvenes. Pero Lang Lang también es un músico clásico consolidado, y como tal ha protagonizado varios hitos irrepetibles.

Uno de ellos ocurrió el 8 de agosto de 2008, en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Beijing. Si sumamos la transmisión televisiva, en total cerca de cinco mil millones de personas lo vieron tocar un majestuoso piano blanco.

¿Que cuál es su opinión sobre tal acontecimiento? Lang Lang lo resume con estas palabras. "Ha sido uno de los momentos más inolvidables de mi carrera. Me fascinan los deportes y cumplí un sueño: combinar el maravilloso espíritu de la música con las Olimpiadas", cuenta a Artes y Letras.

Tom y Jerry

Casi con majadería, sus principales biógrafos suelen definirlo como un niño prodigio. Mal que mal, a los tres años empezó con clases de piano, a los cinco ganó su primer concurso y a los 17 ya tocaba con la Sinfónica de Chicago. Se ha escrito también, y con justa razón, que Lang Lang actualmente ostenta un sitial de estrella que -hasta el momento- no ha dejado de brillar por lo más alto. ¿La razón? Ha grabado casi 30 discos bajo las casas discográficas más importantes, como Deutsche Grammophon, Sony Classical y Telarc. Varios de ellos -ha grabado, sobre todo a Beethoven, Chopin y Liszt- han debutado en el primer lugar de los rankings. Toca con regularidad con las mejores orquestas del mundo, entre otras la Filarmónica de Berlín, y, además, lo suelen dirigir legendarias batutas: el argentino Daniel Barenboim, el indio Zubin Mehta o el ruso Valery Gergiev. Suma y sigue, porque la revista Time lo ubicó en 2009 entre las 100 personas más influyentes del mundo junto al fallecido Steve Jobs.

También en numerosas entrevistas y perfiles se resaltan sus orígenes esforzados y la influencia de sus padres. Hijo de Lang Guoren -quien ha dedicado su vida al folclor chino- y de una madre técnico-telefonista, sus progenitores habrían ahorrado la mitad de sus sueldos durante dos años para poder comprarle un piano a su hijo.

Desde que ese instrumento llegó a su casa, Lang Lang ha pasado miles y miles de horas frente a un teclado. Y no siempre con ganas. En la primera parte de su biografía, llamada "Una infancia a medias", explica cómo su progenitor programó cada día de su vida para que pudiera dedicar unas seis horas diarias a practicar y cómo, si las cosas no salían bien, su papá era capaz de tirarle por la ventana su preciada colección de juguetes Transformers. También en ella se revive el dramático episodio que tuvo lugar cuando Lang Lang, con nueve años, y su padre se trasladaron a Pekín. Una tarde, el pequeño pianista llegó tarde a las prácticas, y su papá, fuera de sí, lo llevó casi al borde del suicidio.

"Nuestra unión era fuerte y profunda, aunque también peligrosa; un amor mezclado con una ambición implacable y arrolladora, capaz de convertir el juego de un niño en una obsesión", relata Lang Lang en su autobiografía, refiriéndose a su progenitor.

También se ha resaltado la relevancia que tuvieron los monitos animados en el desarrollo de su carrera. "La culpa es de Tom y Jerry. Ellos fueron mis primeros profesores de música", ha comentado en entrevistas. Y es que, cuando apenas sabía hablar, sintió el impulso irresistible de imitar a esta célebre pareja de dibujos animados y en especial la Rapsodia Húngara N° 2 de Liszt: la banda sonora de una inolvidable trifulca entre el ratón y el gato.

El tema social ha sido otra de sus preocupaciones clave y -fundamentalmente- abogar por oportunidades para quienes tienen talentos. De hecho, la Unicef lo declaró embajador de buena voluntad, y cuando cumplió 26 años, él mismo lanzó la Lang Lang International Music Foundation en Nueva York. Los números avalan este esfuerzo por cautivar y acercar a los jóvenes a la música clásica: gracias a su empuje, 40 millones de niños hoy estudian piano en su país.

El factor Barenboim

"Él es un fiel representante de la escuela china, que dedica especial atención al trabajo con los dedos. Todo lo que toca Lang Lang transcurre sin fallas", publicó Pablo Gianera, crítico y periodista de La Nación de Buenos Aires, a propósito de su debut el año pasado, en el Teatro Colón. El experto trasandino agrega, en referencia a sus inicios musicales, que su déficit era estilístico, y fue en este punto en el que la influencia de Daniel Barenboim resultó decisiva para el pianista chino. "Tal vez muchos recuerden esa master class de Barenboim con Lang Lang repetida tantas veces en televisión. A propósito de la Sonata Appasionata de Beethoven, Barenboim lo instaba a que tuviera una idea clara de la estructura. 'No debes manipular la música, pero tampoco ser manipulado por ella'", rememora Gianera.

El mismo Lang Lang ha señalado en varias ocasiones que Barenboim le enseñó mucho sobre la estructura de las obras y le ayudó a tener una visión de la totalidad de las piezas.

Su esperado debut en Chile

En estos días, el músico realiza una gira mundial que lo traerá por primera vez a Chile. Tocará el lunes 27 de mayo en el Teatro Municipal de Santiago, con el auspicio de Telefónica. El recital incluirá las sonatas KV. 283, KV. 282 y KV. 310 de Mozart, y las Cuatro Baladas de Chopin.

"Es muy emocionante contar en nuestro país con la presencia de un pianista tan importante en el peak de su carrera. Respecto del programa, las sonatas de Mozart, de particular belleza y encanto, requieren de una sensibilidad que pocos intérpretes jóvenes poseen y las baladas de Chopin, sin perjuicio de ser muy conocidas, son de gran complejidad técnica, donde el pianista debe demostrar fuerza y dinamismo. El programa escogido por Lang Lang nos permitirá apreciar la genialidad que lo ha hecho famoso en todo el mundo", comenta con entusiasmo Thomas Jaksic, coordinador artístico del Teatro Municipal de Santiago.
"Es un sueño hecho realidad poder actuar en Chile. Estoy ansioso ante este debut", agrega Lang Lang a Artes y Letras.

-¿Qué enfatizaría del repertorio que ofrecerá en nuestro país?
"Interpretaré a Chopin y Mozart: dos compositores con los que he crecido musicalmente. Ambos tienen melodías extremadamente tiernas y bellas. Parece que fuera una música fácil de interpretar, pero las apariencias engañan. Al abordar sus creaciones hay que conseguir un balance perfecto".

-Su padre, también músico, fue muy estricto en los inicios de su carrera. ¿Agradece esa presión?
"No puedo negar que él fue estricto, pero lo más importante para mí ha sido fomentar una fuerte motivación que me permitió salir adelante, más allá de la figura de mi padre. Por otro lado, soy un convencido de que los niños necesitan una presión inicial, sobre todo cuando están partiendo en los estudios. Con el correr de los años, si hay perseverancia, irán descubriendo la belleza del instrumento y el camino será más fácil de recorrer".

-¿Qué lo motiva al intentar cautivar a los jóvenes con la música?
"Lo que me mueve es el amor y el poder transmitir esa pasión a las próximas generaciones. La música clásica es un arte que se ha extendido por mucho tiempo. Todavía tiene muchos seguidores y si entregamos a los jóvenes más oportunidades para acercarse a ella, estoy seguro de que la seguirán amando. Por esa razón estoy haciendo un importante esfuerzo para llegar a nuevas audiencias".

"Por otro lado, me ilusiona muchísimo el trabajo que estoy emprendiendo con mi fundación. Gracias a ella, muchos talentos están cumpliendo sus sueños de dedicarse a la música".

-¿Existe un equivalente en China del exitoso sistema de orquestas juveniles que se ha desarrollado en Venezuela y en nuestro país?
"Está recién partiendo un proyecto bien similar. Estoy muy feliz de que así sea y estoy seguro de que no pasará tanto tiempo antes de ver los primeros frutos".

-En su autobiografía escribió que ser competitivo es parte de sus genes y que generalmente se ha comparado con los tenistas...
"Es cierto. Cuando era niño, eso sí, mi meta era llegar al puesto número 1. Hoy, en cambio, mi foco está en interpretar la música de la mejor manera posible".

 Programarse Lang Lang
Lugar: Teatro Municipal de Santiago
Fecha y hora: 27 de mayo. 19.00 horas
Entradas: Entre $14.000 y $110.000
Programa: Sonatas KV. 283, KV. 282 y KV. 310 de Mozart; y las Cuatro Baladas de Chopin.

Sus vínculos con nuestro país

La presentación de Lang Lang en el Teatro Municipal corresponde a la segunda etapa de un proyecto vinculado con nuestro país. Esto porque en 2012, en Chile, Telefónica estuvo a cargo del concurso online "Toca con Lang Lang en Berlín". Participaron 60 niños de entre 7 y 14 años de edad, y un jurado presidido por Roberto Bravo preseleccionó a cinco menores. El propio Lang Lang eligió a tres: Felipe Vidal (14), de Rancagua; Eloysa Zelada (14), de Santiago, y Catalina Jara (13), de Puerto Montt. Todos ellos tuvieron el privilegio de actuar el 15 de junio, en el marco de las celebraciones de los 30 años del artista. En esa cita, el pianista chino actuó en el espacio O2 World de Berlín, ante diez mil personas.

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