sábado, abril 13, 2013

Robert Smith: "La música que hacemos viene del corazón"

El Mercurio


El líder de The Cure habla sobre sus planes de grabar un nuevo disco y de su primera visita al país. "Tocaremos en Chile como si fuera la última vez", asegura.

Diego Rammsy desde Río de Janeiro

Como si se tratase de una batalla campal de la que acaba de salir consumido, agotado, arrastrando los pies, pero victorioso al fin, Robert Smith ingresa al inmaculado edificio del Hotel Copacabana Palace vestido de negro de pies a cabeza, algo cabizbajo y apesadumbrado. No es para menos; aún no hace una hora que bajó del escenario del HSBC Arena, tras ofrecer un show de más de tres horas ante ocho mil asistentes en Río de Janeiro. Fue el primero de los ocho conciertos que ofrecerá en la gira latinoamericana que lo hará debutar en el Estadio Nacional de Santiago mañana domingo 14 de abril. Un día que se espera pase a la historia de los conciertos locales con casi 50 mil personas en el público, muchos de ellos, esperando desde hace tres décadas por The Cure.

Pero Smith, incluso con el cansancio evidenciado en su cuerpo cuando aparece por la puerta de la habitación a las 02:20 de la madrugada, dice que podría haber seguido tocando por otra media hora más. "Aún sigo con la emoción de estar sobre el escenario, pero creo que estaré cansado mañana. Es muy difícil. Ensayamos y ensayamos, pero nada te prepara para subir al escenario, siempre quieres hacer más estando allá arriba".

Cuarenta canciones acaban de interpretar, encerrando temas de todas sus épocas. Y como si no fuera suficiente, contaban con siete canciones más en la lista que quedó en el piso del escenario. Anoche, Smith quería hacer un último encore con tres temas de su disco "Pornography" (1982) que incluía "Cold", "A strange day" y "The hanging garden", pero la banda decidió que ya era suficiente. "Pienso que esta noche mi voz alcanzó su límite, porque no he cantado desde septiembre, y esa fue una de las razones por la que la banda decidió parar, para que yo no destrozara mi voz. Yo habría sumado otras tres canciones, pero ya cuando lleguemos a Santiago estaremos realizando un show de tres horas y media", asegura Smith mientras bebe de una botella de cerveza individual sentado en el sillón en la habitación 402 del lujoso hotel carioca.

-¿Por qué escogen hacer un show tan largo?
"Es, primariamente, por disfrutar; no solo por mí sino para toda la banda. Como grupo, mejoramos si sabemos que tenemos que tocar unas cuantas horas; si algo no sale tan bien, no importa en verdad, porque en el camino iremos mejorando. Es una extraña forma de verlo que viene desde mí, que principalmente no quiero dejar ninguna canción sin cantar. La pregunta sería, ¿por qué no tocamos más?".

Río fue el comienzo, la primera parada de la gira por siete países que los trae de regreso a Latinoamérica. Antes habían pasado por el Cono Sur en dos ocasiones (1987 y 1996), pero en Chile nunca habían puesto un pie. Y sus seguidores, esa fanaticada férrea identificada con sus letras depresivas, románticas, que vivió parte de su juventud al ritmo de sus canciones, con la sentida voz de Smith, ve al fin cumplir un sueño con el show del Estadio Nacional, que más que cualquier debut en el país, cumple con todos los requisitos para saldar esa deuda que los fanáticos desean cobrar. "Nunca hemos estado en Chile, pero cuando vayamos, tocaremos como si fuera la última vez. Si no, no habría razón para hacerlo", dice Smith con rastros de pintura roja en los labios, los ojos sombreados y el cabello enmarañado a sus 53 años.

-¿Cómo se aproximan a esta gira latinoamericana?
"Nos reunimos en enero para beber un trago en Londres y hablamos sobre nuestros planes para este año y, en resumen, la discusión fue qué deberíamos tocar en vivo cuando vayamos a Sudamérica. De hecho, pensamos la idea de hacer material raro, pero ha pasado tanto tiempo, que la pregunta es qué dejamos fuera, y no queremos dejar afuera canciones que la gente quiere oír. En Río, de "Desintegration" solo hicimos tres canciones, como encore , y ese pequeño espacio de 15 minutos fue muy intenso, fue como un mini show , y pienso que eso es suficiente. Hacemos todos los discos que podemos; se trata de alcanzar un balance, por eso el show es tan largo. Por fortuna, hay fans que se irán pensando que vieron un gran show de The Cure. No hemos cambiado nuestra actitud sobre el escenario y aún me quedan ganas de cantar como nunca muchas de las canciones que hice".

-Esta será su primera vez en Chile, donde hay toda una generación que se identifica con su música. ¿Qué piensa de eso?
"Pienso que el hecho de que seguimos haciendo lo que hacemos es tan importante como la música hoy. Es raro... La manera como afectamos a otros artistas es algo que he notado; mucha gente se ha puesto en contacto con nosotros, muy inspirados en cómo hacemos lo que hacemos. Para mí, como artista, es algo muy bueno que otros se inspiren no solo en nuestras canciones sino en cómo hacemos lo que hacemos. Creo que nuestra música viene del corazón; no podría cantar algo que realmente no siento, tan simple como eso, y creo que la gente es a eso a lo que responde. La gente que admiro canta desde el corazón y esa es también mi forma favorita de cantar, siempre ha sido así".

-¿Qué sintieron en sus pasos anteriores por Sudamérica?
"Cuando fuimos por primera vez, en 1987, no teníamos idea de si nos conocían. Y cuando llegamos fue insano... en todos los lugares que visitamos fue escalofriante, dondequiera que íbamos nos asustábamos por la cálida reacción de la gente. En esa gira me di cuenta de que éramos una banda famosa, lo que es atemorizante. Cuando volvimos en los 90, solo tocamos en Brasil porque yo estaba en un estado mental extraño. La respuesta al porqué no hemos estado más en Sudamérica está más allá de mí persona. Fuimos a Rusia por primera vez el año pasado... Y no sé cómo explicar eso pues nos aman en Rusia y nunca hemos tocado allá. No tengo idea de por qué no habíamos tocado antes en Chile. Soy un maldito idiota, es la manera fácil de decirlo".

-¿Tienen planes de grabar nuevo material?
"Mientras avanzamos en esta gira, hemos hablado en camarines que deseamos sacar cosas en limpio. Me encantaría hacer música nueva, con Reeves como el guitarrista de The Cure. Sería asombroso. Lo que nos detiene todo el tiempo, soy yo. Mis letras y sobre lo que quiero cantar. No he escrito mucho en los últimos tres años. Encuentro difícil encontrar algo sobre lo que cantar al envejecer; comienzo y luego me detengo. No quiero solo hacerlo porque es lo que hago y por lo que me gano la vida, sería injusto con lo que hemos hecho hasta ahora. Soy mi peor crítico cuando se trata de letras, no pienso que hay nada bueno en lo que he escrito, así de simple, y no se trata de hacer un disco instrumental. Puedo escribir palabras, pero no son tan buenas. Espero que este tour latinoamericano me inspire... Para mí es muy bueno estar sobre el escenario, espero que salga algo nuevo, toda la banda quiere hacerlo, pero no pueden hacerlo sin mí cantando".

-En esta gira apoyan a Amnistía Internacional...
"Siempre ha habido una tensión con lo que hacemos cuando se trata de apoyar alguna causa públicamente. Como individuo, apoyo la causa de la mejor manera que puedo. De hecho, hay algunas cosas políticas en las que no coincidimos en la banda, pero no quiero jerarquizar el grupo y crear un mundo entero a partir de lo que yo pienso. Escribí muy pocas canciones sobre lo que le pasa a la gente, porque es muy difícil de hacer. Es muy difícil ponerse en medio de un mensaje político sin sonar cliché y es muy fácil ridiculizar un grupo pop diciéndole a la gente cómo cambiar el mundo. Así que hemos creado otro mundo sobre el escenario, completamente divorciado de las visiones políticas. Además, no estoy seguro de ser yo la persona ideal para hacer esa labor; ni siquiera amo a la raza humana lo suficiente como para hacerlo. En el fondo, pienso que todos son unos malditos... Lo diré de manera bonita: miro a mi alrededor y veo todo lo que hemos hecho y pienso que no estamos tan lejos de los monos, la mayor parte del tiempo. También, mientras el grupo envejece, nos damos cuenta de lo correcto, de que la campaña de Amnistía está correcta. A mi edad pienso que es tan obvio que no debería decir nada. Nos gusta la idea de estar afiliados y pienso que cualquiera que asiste a un show de The Cure ha pensado las mismas cosas", dice Smith para luego lucir un tatuaje en su antebrazo izquierdo con un corazón con el lema "My body my rights" .

Antes de abandonar la habitación para acompañar al resto de la banda que se encontraba en el bar del hotel, dice sin ir más lejos: "De los países que visitaré, uno de los que más me interesa conocer es Chile, culturalmente...".

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