domingo, julio 20, 2014

Candidatos al Premio Nacional de Música: Sus méritos y vigencia

El Mercurio

Hasta ahora se conocen nueve postulantes al máximo galardón musical del país, que entrega $19 millones más una pensión vitalicia de 20 UTM ($844.400).

Romina de la Sotta Donoso

El Premio Nacional de Artes Musicales siempre ha sido entregado a músicos de la tradición escrita, con una sola excepción: Margot Loyola. Pero esta intérprete y recopiladora del folclor estudió en el Conservatorio Nacional, al igual que 21 de los 24 premiados. Solo tres no lo hicieron: los compositores autodidactas Próspero Bisquertt y Acario Cotapos, y Claudio Arrau, quien a los cinco años ya estudiaba en Alemania. El virtuoso pianista es también la excepción a una tradición que durante 70 años ha otorgado el premio a músicos que han formado a nuevas generaciones de músicos. El 70% han sido compositores y profesores de composición.

¿Cuánto pesará la tradición este año? La decisión está en manos de un jurado integrado por el último premiado, el director Juan Pablo Izquierdo; el ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, y el rector de la U. de Chile, Ennio Vivaldi, más Nibaldo Avilés, rector de la U. de La Serena, y Elisa Alsina (por el CRUCh y la Academia Chilena de Bellas Artes, respectivamente).

El jurado se constituirá entre el 23 y el 25 de julo, día en que cierra la recepción de postulaciones. La decisión será comunicada a mediados de agosto.


 Hernán Ramírez
"Tengo escritas 160 obras, de las cuales 78 han sido estrenadas", cuenta Hernán Ramírez (1941). "Escribir 29 obras sinfónicas es un gran trabajo, pero lograr que se estrenen 11 es un logro inmenso. Sobre todo que 9 de ellas han sido estrenadas por ganar un concurso, ante un jurado y bajo estricto anonimato", aclara.
En noviembre, la Sinfónica U. de Concepción estrenará "Concepción 2012", y recientemente ha escrito por encargo para la Sinfónica de La Serena y la Camerata U. de los Andes.
Lo postulan la Facultad de Arte de la U. de Playa Ancha y la Corporación Cultural de la Quinta Región. Es miembro correspondiente de la Academia de Bellas Artes, ha escrito música tonal y atonal; de cámara y sinfónica. Su mentor fue Gustavo Becerra, y estudió también con Carlos Botto y Fernando García.
Destaca, en su catálogo, "Música sinfónica con cello solista"; la ópera de cámara "La corista"; "Trío número dos para cello , clarinete y piano"; "El corazón de Pedro de Valdivia" para percusiones, orquesta de instrumentos mapuches y coro masculino, y "Misa de réquiem". Fue por diez años profesor en las universidades de Playa Ancha y Católica de Valparaíso.



Gabriel Brncic
Cuando aún era alumno de Gustavo Becerra en el Conservatorio, Gabriel Brncic (1942) empezó a hacer clases en la escuela vespertina de la U. de Chile. Continuó con la docencia y la investigación en el Instituto Di Tella de Buenos Aires, y en 1974 en el Laboratorio PHONOS, de Barcelona, donde trabajó hasta 2000, cuando cofundó la Escuela Superior de Música de Cataluña, de la que acaba de jubilar.
Lo postula, en un hecho inédito, la Asociación Nacional de Compositores, que lo eligió por votación. "Si no hubiera sido así de democrático, no me hubiera presentado", dice Brncic, desde Barcelona.
Su catálogo supera las 200 composiciones, entre acústicas, electroacústicas y mixtas. En solo tres años se han presentado una decena de obras. El estreno, en enero, de "Volveremos a las montañas", por la Sinfónica, fue ovacionado, y en 2012 se interpretaron las emblemáticas "La casa del viento" y "Chile Fértil Provincia". En noviembre, Jorge Rotter y la Orquesta de Cámara de Chile estrenarán en Chile su Concierto para violín.
¿Su pieza más interpretada? "'Cielo', para viola y electrónica. La he tocado como 50 veces en público. La última vez, en Valdivia, en 2012", responde. Actualmente está preparando un nuevo CD y trabajando en su ópera sobre Camilo Henríquez, "La Aurora de Chile".



León Schidlowsky
Estudió en el Conservatorio con Juan Allende-Blin y Fré Focke. En 1956 León Schidlowsky (1931) compuso "Nacimiento", primera obra electroacústica de América Latina. Ha trabajado el serialismo, la atonalidad, la aleatoriedad y la notación gráfica. En 1969 se radicó en Israel y comenzó a enseñar en la Academia de Música de Tel Aviv. En los últimos años, la Orquesta de Cámara de Chile le estrenó "Lautaro" y la Sinfónica U. de Concepción, "Mahleriana". En 2013 la Academia de Bellas Artes lanzó un CD con sus obras sinfónicas.
"La iniciativa de postularme fue privada y carecía de información al respecto hasta hace pocos días", dice desde Tel Aviv. Y enumera sus últimas obras de cámara con voz solista: "Soledad", "Desierto" (con texto de Neruda), "Y álzase el hombre" (con texto de Vallejo) y "Monólogo" (con texto de Guillén).
Su catálogo contiene unas 290 obras. "Elegir una puede ser doloroso, pero si tomamos la perspectiva chilena y latinoamericana, resaltan 'Amereida', estrenada en Frankfurt; 'Amerindia' (con textos de Vallejo y Neruda), estrenada en partes en Alemania y Chile, y 'Missa sine Nomine (in Memoriam Víctor Jara)', obra gráfico-musical ejecutada en Hamburgo y Berlín", aclara. "Nunca he dejado de inspirarme en Chile, su destino, historia, fauna; como también en la poesía de Neruda, Huidobro y De Rokha".


Sylvia Soublette
Estudió canto en la Academia Santa Cecilia y, siendo aún escolar, Sylvia Soublette (1922) creó el Coro Femenino Viña del Mar. Después cofundó el famoso Conjunto de Música Antigua de la U. Católica -el segundo en el continente-, y la Camerata Juvenil de Caracas.
En 2012 estrenó sus últimas obras, "Misa Romana" y Stabat Mater, y lanzó un CD monográfico. La postulan las universidades Católica, Mayor y Alberto Hurtado.
"Me interesa mi trabajo como compositora y directora, pero tengo una gran vocación de maestra, y he formado cantantes muy buenos. Muchos están en Europa. Creo que aquí no toman en cuenta eso cuando dan el premio, como si no tuviera importancia el trabajo que uno hace por el país", dice. Dedicó 17 años a formar jóvenes en el Instituto de Música de Santiago, armando elencos que estrenaron en Chile varias óperas de los siglos XVII y XVIII.
"Tengo muchas obras corales que me gustan mucho; especialmente una que he oído en Alemania, y otra que interpretó en Chile un grupo mexicano", comenta. Y aclara que sigue trabajando: "Le acabo de preparar un recital a una alumna mía que es buenísima, Jeanette Pérez, de lieder , canciones francesas y arias. Y estoy en conversaciones para retomar el próximo año el programa de pequeñas óperas para la formación de gente joven".



Roberto Bravo
Estudió piano en el Conservatorio con Rudolf Lehmann y se siguió formando en el Conservatorio Tchaikovsky de Moscú. Roberto Bravo (1943) actuó en el Carnegie Hall de Nueva York, la Salle Gaveau de París, y grabó con la Royal Philharmonic de Londres. Pero en vez de seguir la tradicional carrera de pianista, abordó música popular -como arreglos de Violeta Parra y Víctor Jara- tocándola junto a clásicos en plazas e iglesias de la periferia.
"Ya me siento premiado con el amor que recibo a lo largo de Chile", dice. Lo postula la U. de la Frontera, de Temuco. "Hemos hecho muchos trabajos juntos, he tocado con poetas mapuches en toda La Araucanía", comenta.
Bravo da entre seis y ocho recitales al mes, combinando repertorio docto y popular, con énfasis en lo chileno y latinoamericano: "Me emocionaron los recientes homenajes a Nelson Mandela, en la Catedral de Santiago, y al padre Pierre Dubois, en La Victoria".
Además, ha intensificado su veta gestora a través del ciclo "El arte del piano", donde programa intérpretes famosos, emergentes y talentos locales. Ya va en la segunda versión en Puerto Montt, y en las primeras de Rancagua y Quilpué. Y en 2015 debutará una en Talca.



Luis Merino
"Preferiría no hacer comentarios desde el momento en que existe un jurado que esgrime", dice el musicólogo Luis Merino (1943), quien está siendo postulado por un grupo de colegas del mundo de la investigación musical.
Se formó como pianista y compositor en el Conservatorio -de hecho, la Sinfónica le estrenó una sinfonía en 1969-, pero el rigor intelectual de su maestro Gustavo Becerra lo hizo decidirse por la musicología. Ha sido director de la Revista Musical Chilena -la más importante y longeva de América Latina- por 40 años. Su sello ha sido difundir el estudio de la música chilena, tanto docta como de los pueblos originarios y tradicional campesina. Sobrepasa las 160 publicaciones en diversos medios y países, muchas monográficas sobre las mayores figuras musicales chilenas, pero también sobre la vinculación, en el país, entre la poesía y la composición, o la relación entre figuras como Andrés Bello con la música. Hace medio siglo es profesor de historia de la música y musicología en la Facultad de Artes de la U. de Chile y miembro de número de la Academia de Bellas Artes.



Vicente Bianchi
Será la decimosexta vez que postulen a Vicente Bianchi (1920) al premio. Esta vez lo patrocina la municipalidad de La Reina. Estudió en el Conservatorio con Alberto Spikin. Trabajó en radio en Perú y grabó para Odeón. La SCD lo nombró Figura Fundamental de la Música Chilena en 1992 y recibió en 2002 el premio Presidente de la República, en la categoría de música popular.
"Tengo más de cien obras estrenadas", asegura. Todos los años alguien presenta en el país "Misa a la chilena" (1964), su obra más famosa. "Fue un golpe de gracia, muy diferente de lo que se hacía en ese tiempo", aclara. Desde 1970, y durante 30 años, presentó con su coro Santa Marta en la Catedral de Santiago el Te Deum que compuso por encargo de monseñor Silva Henríquez. Sus "Tonadas de Manuel Rodríguez" y el "Romance de los Carrera" los compuso sobre textos de Neruda, igual que "La noche de Chillán", primer lugar folclórico en el Festival de Viña del Mar de 1998.
"Tengo catorce obras para grabar; hay un homenaje a La Quintrala, otro a Arturo Prat, y el 'Farewell' de Neruda. Quiero hacerlas antes de que me llamen de más arriba", cierra.



Patricio Manns
La U. de Playa Ancha está postulando a Patricio Manns (1937) a dos premios nacionales: Música y Literatura. Figura de la Nueva Canción Chilena, ya había causado gran impacto con "Bandido" (1959), que popularizaron Los Cuatro Cuartos. Aunque la obra que más fama le ha dado es "Arriba en la cordillera" (1965), y su catálogo supera las 200 creaciones con texto y música propios.
"Es muy difícil elegir una. 'Arriba en la cordillera' ha ganado todos los premios y sigue vigente, pero no es mi mejor composición. 'Valdivia en la niebla' es de mayor refinamiento, igual que 'La dignidad se convierte en costumbre' y 'Cuando me acuerdo de mi país', que grabé acompañado por la Orquesta Sinfónica de Cuba bajo la dirección de Toni Taño", comenta Manns, quien trabaja su decimonoveno cedé de estudio, "Concierto de los pueblos en invierno". "Es una obra de largo alcance. Terminar de componer la música, que será grabada con una orquesta sinfónica, tomará por lo menos un año más", revela.
En 2006 la SCD lo nombró Figura Fundamental de la Música Chilena, y en 2009 recibió el Premio Presidente de la República en la categoría de folclor. Ese mismo año, la Sinfónica U. Concepción estrenó "Patricio Manns Sinfónico", con arreglos orquestales de su amplia obra. En 2011, sumó un Altazor, y ganó el Festival de Viña, en folclor, por "De Pascua Lama".



Horacio Salinas
Estudió acordeón desde niño y guitarra en el Conservatorio. Allí Horacio Salinas (1951) estudió composición con Celso Garrido-Lecca y Fernando García, y más tarde con Cirilo Vila y Luis Advis. Tenía 16 años cuando cofundó Inti-Illimani, y hoy es director musical de Inti-Illimani Histórico. "Sensemayá, canto para matar a una culebra", "El mercado de Testaccio" y "Danza di Cala luna" son algunas de sus composiciones emblemáticas.
"Me está postulando un grupo de funcionarios de la Universidad Técnica del Estado, hoy Usach", cuenta. Sucede justo cuando su obra está agarrando vuelo en el mundo clásico. Si en 2008 José Antonio Escobar grabó una pieza suya en su disco para Naxos de música chilena, ahora es el turno de "Danzas peregrinas", que grabó el famoso guitarrista John Williams con la English Chamber Orchestra. "En eso hay un reconocimiento a mí en cuanto músico de un movimiento clave: la Nueva Canción Chilena, que tiene que ver con una identidad nacional", comenta, y agrega: "Se ha corrido la noticia, y ahora me la pidió una orquesta de Dakota. Estoy feliz y lleno de ideas".

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