lunes, octubre 10, 2016

Los Rolling Stones se rieron de la vejez, tributaron a los Beatles y mostraron un adelanto de su nuevo disco

El Mercurio

Jagger y compañía cerraron la primera noche del Desert Trip con una pirotecnia que también se disparó desde el escenario. Un show eléctrico que incluyó una versión de "Come together" de sus colegas de Liverpool y la presentación de "Ride 'Em on down", que no tocaban hace 54 años y que estará en "Blue & lonesome". Además, se defendieron con ironía ante el calificativo de "Oldchella".  

José Vásquez 

California La fiesta de la generación dorada del rock terminó su jornada inaugural celebrando con fuegos artificiales. Los Rolling Stones cerraron el primer día del Desert Trip con un show memorable, disparando una inyección eléctrica que ofreció momentos inéditos como la interpretación de "Come together". El cover de los Beatles, una rareza en el recorrido del grupo -que Jagger anunció como "un tema de una desconocida banda beat"-, se leyó también como un desafío para que Paul McCartney, que anoche tomaba la posta dejada por sus colegas, devolviera la gentileza durante su show.

Las postales comienzan a aparecer y timbrar momentos imborrables de esta reunión de viejos estandartes de la música que, según se ha promocionado, se realizará solo "una vez en la vida". Esto ya se inició, independiente de si la voz de "Live and let die" -en su show programado para anoche, a la 1:15 de la mañana hora de Chile- responde interpretando la música de sus compañeros de liga. Cada presentación ha resultado única.

Bob Dylan comenzó todo con un sorpresivo set dedicado principalmente a su repertorio de la década del sesenta, el período en que se convirtió en el faro del resto de sus colegas de cartel. La concesión de Dylan, aunque no fue total, ya que dejó afuera éxitos como "Blowin' in the wind" y "Like a rolling stone", ofreció un cambio radical a lo que venía mostrando en vivo en los últimos años: un repertorio más dedicado a sus últimas obras y la interpretación a su antojo de su catálogo más venerado.

El arisco cantautor -que no realizó ningún comentario durante su presentación- incluso se acercó a la fidelidad de estas grabaciones y olvidó la dureza de su voz, su rúbrica en esta etapa de su carrera, fraseando con claridad, algo que agradeció un público dominado ampliamente por aquellos que fueron jóvenes en Woodstock o crecieron con esas historias.

Fina casa de retiro

Mucho se ha hablado acerca del factor edad de la cita, calificado burlonamente como "Oldchella" -en relación al mismo lugar donde se levanta Coachella, un festival consagrado a las nuevas tendencias-, un tema que Mick Jagger no pudo dejar pasar. Primero, diciendo que no haría chistes sobre eso, para luego dar la bienvenida "a la fina casa de retiro para músicos de Palm Springs".

La ironía le resultó graciosa, ya que a pesar de las arrugas en su rostro, sus 73 años no son un factor para pensar en el retiro aún. Jagger es un maratonista del rock. Incansable, el cantante recorrió innumerables veces de punta a punta todos los rincones de un escenario realmente monumental con unas pantallas gigantes cuyo nombre, quizás, nunca antes se había representado de forma tan literal.

Las guitarras filosas de Keith Richards y Ronnie Wood comenzaron a dialogar fuerte de entrada con "Start me up", encendiendo a un público que por su perfil estaba lejos de explotar como lo hacen los fans en Sudamérica. Los decibeles continuaron altísimos con la atronadora "You got me rocking" y las guitarras volvieron a batirse a duelo en "Out of control", con un Jagger convertido en un torbellino.

De ahí, la banda tiñó de azul su insignia para presentar "Ride 'Em on down", un cover de Jimmy Reed con el que alucinaban a comienzos de los 60, que llevaban 54 años sin interpretar en vivo y que ahora será parte de su próximo álbum "Blue & lonesome", que lanzarán el 2 de diciembre. Un estreno exclusivo para el Desert Trip.

Más adelante, "Gimme shelter" le abrió el camino a Sasha Allen para lograr protagonismo con su desgarradora y desbordante ejecución vocal. Un tema oscuro, donde Jagger termina abrazando por su talento a la corista que se integró a la banda en la gira latina que hicieron este año.

Para el final, el cierre que se ha vuelto habitual en sus últimas presentaciones: la entrada del coro de voces celestiales del USC Chamber Thornton, para "You can't always get what you want" y una versión extendida de "(I can't get no) Satisfaction", para una despedida con una pirotecnia descomunal.


El cancionero de la noche
 Start me up
 You got me rocking
 Out of control
 Ride 'Em on down
 Mixed emotions
 Wild horses
 It's only rock and roll (but I like it)
 Come together
 Tumbling dice
 Honky tonk women
 Slipping away
 Little T&A
 Midnight rambler
 Miss you
 Gimme shelter
 Sympathy for the devil
 Brown sugar
 Jumpin' Jack flash
 You can't always get what you want
 (I can't get no) Satisfaction

Neil Young no transó su consecuencia

La ostentación tecnológica que se impone en el Desert Trip, con su pantalla gigante de dimensiones monumentales, ayer fue cubierta con lienzos a la vieja usanza de los conciertos de rock. Neil Young, que abrió la segunda jornada a las 18:40 horas, no abandonó su discurso ambientalista mostrando una línea editorial en la que le canta a la "madre naturaleza", decorando el escenario con carpas de nativos norteamericanos. Hace unas semanas manifestó su total respaldo a los Sioux, tribu a la que apoya en sus demandas contra la construcción de un oleoducto que pone en peligro sus tierras sagradas. El "agua es vida" promueve tanto en su polera como en las tiendas indias. "After the gold rush", lanzada hace 46 años fue la elegida para abrir una presentación que continuó con "Heart gold", también de los tempranos setenta. Luego de esto, le dio la bienvenida a la banda que lo ha acompañado en esta última temporada, Promise of the Real.

No hay comentarios.: