lunes, septiembre 10, 2007

Rubén Nouzeilles:El argentino que le dio voz a la música chilena

Rubén Nouzeilles no quiere tomarse fotos. Por eso aquí hay una de Violeta Parra, su contrato más querido. Ella llegó al sello en octubre de 1954 -la llevó un amigo uruguayo- y en enero de 1955 firmaba con Emi Odeón. Al principio sus discos sólo los compraban los turistas.Foto:Archivo Zig Zag


El Mercurio

Óscar Contardo

El sello Emi lanza esta semana una edición de discos que marcaron la música popular chilena. La mayor parte de ellos existen gracias a Rubén Nouzeilles. Un argentino que apostó por el folclor chileno y no por la moda. Si no fuera por Nouzeilles, tendríamos menos para darle gracias a la vida este 18.

Esta historia comienza con un aviso de empleo en El Mercurio. Uno que apareció a mediados de 1954 y que decía: "Empresa internacional necesita auxiliar de oficina, ojalá con conocimientos de música". Rubén Nouzeilles lo vio y mandó su curriculum que contenía entre otros datos su nacionalidad (argentino) su edad (25 años) y su profesión (autodidacta). El gerente lo llamó "leí sus antecedentes y el puesto es suyo", recuerda que le dijo Enrique Epple, el alemán que tenía la dirección de Emi Odeón. Nouzeilles se instaló con la seguridad de quien nunca supo de reglamentos ni le importaba aprenderlos. "Nadie me había dicho que había cosas que no se podían hacer".

Nieto de inmigrantes franceses instalados en la Patagonia argentina, tuvo una infancia dura pero productiva. Llegó hasta sexto grado, aprendió francés de oído y comenzó a leer. "Esa es mi universidad", dice apuntando los libros de parte de su biblioteca. Luego se radicó en Mendoza, trabajó en la Universidad de Cuyo, estudió piano y violoncello y se vino a Santiago. Venía de paso y se quedó. Hoy está jubilado "y estudiando alemán y griego clásico".

Nouzeilles fue durante más de dos décadas director artístico de EMI. A partir de 1955 la industria discográfica chilena tomaría su mayor impulso. Si bien Lucho Gatica se había consolidado con un portentoso éxito en Chile y en gran parte de América Latina Nouzeilles, a partir de 1954, contrató sistemáticamente a decenas de artistas. Él contrató a Neruda para grabar su producción poética, a Cuncumén, a Víctor Jara, a los Chileneros y a Lucho Barrios. Él produjo cerca de 30 álbumes de música romántica y folclórica con Los Quincheros y grabó con Vicente Bianchi su Misa a la chilena. Nouzeilles fue quien un día de octubre de 1954 recibió en su oficina a una campesina de calcetas de colores y cabeza gacha con la que se quedó conversando por tres horas: "La única fecha de un contrato que recuerdo claramente entre los cientos de músicos que contraté fue el día en que firmamos con Violeta Parra. Ese día fue el 5 de enero de 1955".

Rubén Nouzeilles no quiere fotos, porque se encuentra viejo y se siente joven. Tampoco le gustan las entrevistas y reconoce que siempre lo llaman en septiembre. Esta vez no es distinto. Emi, la disquera donde trabajó toda una vida, lanzará 18 discos reeditados. No se trata de compilaciones, sino de las versiones en CD de álbumes publicados originalmente en vinilo. Álbumes que fueron descontinuados. Se trata de hitos de la música popular chilena de los que ya no existían discos. La mayoría de ese repertorio no hubiera sido registrado si no fuera por Nouzeilles, quien reivindicando su derecho a la amnesia no quiso trabajar en el dificil proceso de rearmar los álbumes (ver nota al final de la entrevista). Tampoco quiso hablar con ningún periodista, hasta ahora.

"Una vez alguien me dijo antes de empezar a trabajar en esto que en Chile no había folclor, que lo unico que existía eran unas tonadas de mal gusto y un montón de cuecas de borracho".

-¿Cómo era el ambiente musical en el momento que usted asumió como director artístico de Emi Odeon en 1954?"

Estaba marcado por el éxito que comenzó a tener Lucho Gatica por el inicio de las grabaciones en cinta magnética y la aparición del disco de 45 Rpm y del Long Play. Todo eso fue como una gran explosión. A todo eso había que ponerle contenido, talento porque los discos vacíos no valían nada. Y ese contenido era la música. Ahí fue cuando yo sin tener ninguna noción de los límites sobre los cuales tenía derecho a moverme, me 'tomé' la EMI: y se empezó a correr la voz de que estaban grabando a folcloristas. Porque Santiago era un pueblo chico. Un día llega un amigo uruguayo , entró a mi oficina, y me dijo: "le traigo una amiga que quiero que conozca". Y era Violeta Parra. En esa época en Santiago la gente que tenía poder dedicaba el 50 por ciento de sus esfuerzos a que nadie más lograra tener poder. Todo lo que era considerado propio de rotos era intocable en el sentido hindú de la expresión. Incluso se burlaron de mí por la radio, dijeron algo así como "el argentino loco y la campesina mal vestida

".-¿Y cómo lograba convencer al sello de grabar discos de música que no se sabía si vendería?"

La verdad nunca tuve alguien que me dijera 'tienes que grabar esto'; siempre seleccioné a los artistas, les elegí el repertorio, les armé los acompañamientos. Los llevé al estudio y dirigí siempre personalmente las grabaciones. Jamás hice uso de "productores". Tal vez el punto en donde dejé una marca registrada fue que me las ingenié para levantar el nivel del trabajo de grabar la música popular. De un nivel de mero instrumento de diversión barata y ordinaria a su verdadera cualidad de ser el disco recolector, conservador, y difusor del talento humano. No sé si debería decirlo pero durante los 21 años que fui director artístico nunca pasé un presupuesto, y ojo que grabábamos con grandes orquestas. Llegué a tener más de 100 artistas bajo contrato activo, contraté a directores de orquesta en exclusividad: Vicente Bianchi, Valentin Trujillo, Luis Barragán, Pedro Mesías

".-¿Y eso era comercialmente exitoso?"

Lo que yo concebía lo pensaba de aquí para siempre. No trabajaba para salir a pelear el mercado por 15 días o por un mes contra la competencia que estaba haciendo tal cosa. Tuve peleas homéricas con otros gerentes que querían que yo sacara la cabeza afuera para ver qué hacían en el otro sello. Estar en esa pelea mezquina, pequeña, no. Yo le tenía grabados tres Long Plays a Violeta Parra cuando empezó a vender. Y quienes compraron sus discos al principio fueron los turistas, porque resulta que la cueca y la música del campo era música de rotos. Siempre trabajé como si no existiera nadie más. Pero lo hice en todos los campos: para respuestas inmediatas grabábamos música bailable y paralelamente buscábamos artistas que tuvieran un sello inimitable: Lucho Barrios, Lucho Gatica , Leo Marini, Cecilia. ¿Quién puede discutir que Cecilia fue única e inimitable? Lo que yo hacía quedaba y pasaba a ser catálogo. O sea entraba en un templo que se llamaba "catálogo", que era todo ese repertorio inmortal. Ese fue mi trabajo. Y resulta que cuando estaba re contra amortizado seguía vendiendo. El catálogo salvó económicamente a la compañía muchos años".-

¿Cómo fue que decidió grabar poesía?

"Y bueno, porque era sonido. Yo podría jurar que jamás salí a buscar a los artistas a ninguna parte. Era tal la atracción que ejercía Emi Odeón con esa política que yo tenía que la gente llegaba. Mi decisión de contratar artistas se resolvía siempre dentro de la oficina

".-¿Y así fue Neruda?"

Fue lo mismo con Neruda. Vino con otra persona, después me llamó por teléfono y me mandó alguna carta. Tuvimos muy buena relación con Neruda. Y le grabé dos veces los 20 poemas de amor, porque me llamó dos años después. Grabé mucha poesía. Con Neruda grabé cerca de cinco LP

".-Del total de las ventas de esa época. ¿Qué porcentaje era música chilena?

"Siempre fue inferior a lo importado. Muy inferior a lo importado, pero había un sector del público fiel. Chile en esos comienzos era un ratoncito al lado de Argentina, Brasil y México. Aunque para el año 68 los royalties que nos remitieron del exterior revelaron un crecimiento fenomenal. Superamos la suma de esa misma producción de derechos recibidos ese mismo año por Argentina, Brasil y México".

-¿Cuándo y cómo conoció a Víctor Jara?"

Lo conocí con el grupo Cuncumén. Además vino con Quilapayún. Para cuando vino la politización del país, que estaba convertido en un elemento más del aire que se respira, ahí también se presentó un elemento difícil de manejar porque acercándonos al año 70 se había instalado la productora del Partido Comunista, la Dicap que daba preferencia a la grabación de repertorios de contenido político.

"¿Y cómo se manejó usted en ese momento?"

Para mí cualquier tema es válido en música, pero no figuraba en mis convicciones ni en mis facultades la idea de grabar repertorio al servicio de fines políticos. Grabé mucha música de contenido social pero que tenía un valor intrínseco. Si los artistas estaban interesados en grabar algo más comprometido y querían hacerlo en Dicap no tuve inconvenientes en que así lo hicieran

"-¿Por eso Víctor Jara y Quilapayún grababan también en Dicap?"

Claro, yo les decía que no había problema para eso. Eso no fue motivo de grandes discusiones. Siempre se hizo en total armonía.Todos los que querían ir a grabar cosas por razones políticas lo hacían. Era de tal peso el tema, que lo abarcaba todo".

-¿Por qué cree usted que esto discos perduran?"

Ha sobrevivido por una conjunción de esfuerzos no muy poderosos pero persistentes, de gente que tuvo la misma mística que yo. Por eso me mantengo en el pasado, no en el sentido de anticuado sino porque en los valores culturales prefiero estar próximo a lo germinal, lo originario, no a las imitaciones".

EN INTERNET

Enciclopedia Música Popular Chilena
 www.musicapopular.cl

Discos para el bicentenario

Esta semana se lanzan los 18 discos reeditados por el sello EMI. Se trata de clásicos de la música popular chilena grabados entre 1953 y 1988 que estaban descontinuados y, por lo tanto, imposibles de encontrar. Recopilarlos fue un trabajo de cinco meses. Desde Lucho Gatica cantando canciones de Agustín Lara hasta Pablo Neruda declamando Alturas de Machu Pichu.

Hubo que rastrear información, carátulas, rearmar las listas de canciones de un material del que no había registro exhaustivo. Ni siquiera en el sello existen anuarios, y el único archivo fue elaborado en 1990 y contenía errores en el ingreso de información según cuenta Patricia Leppe, la periodista que buceó en los masters de EMI. "Esto es un aporte al patrimonio cultural del país y será una serie que continuará hasta el Bicentenario. Esperamos completar sesenta títulos", explica Tulio Bagnara, gerente de marketing del sello.

El trabajo de investigación estuvo a cargo de los periodistas de Musicapopular.cl, una enciclopedia en internet que reúne información, entrevistas y referencias de música chilena. El grupo -formado por Marisol García, Íñigo Urrutia, Jorge Leiva y David Ponce- reconstruyó los registros y la historia.

 Aquí, detalles de alguno de los discos:

Violeta Parra, Carpa de la Reina: En 1965, Violeta Parra regresa a Chile después de una estadía en Europa. Llegó con la ilusión de crear un espacio para difundir el folclore chileno. Finalmente se concretó en diciembre de ese año con la inauguración de la Carpa de La Reina. Marisol García explica: "El disco fue grabado por turnos en los estudios que Odeon mantenía en calle San Antonio. Carpa de La Reina es un disco que registra fielmente el espíritu de ese proyecto. Violeta se hace cargo de cuatro nuevos temas suyos -nunca antes grabados por ella en disco-, pero el resto es un paseo por el acervo folclórico a cargo de algunos de los músicos que ella sentía más cerca en esos momentos, incluyendo a sus hermanos Lautaro y Roberto", puntualiza Marisol García.Víctor Jara: Eran los días previos a la elección de Salvador Allende, y hacía menos de un año que

Víctor Jara había presentado el álbum "Pongo en tus manos abiertas" bajo etiqueta Dicap, la compañía discográfica del Partido Comunista que en los años siguientes concentró a casi todas las voces de la Nueva Canción Chilena. Jorge Leiva explica que "en medio de ese tiempo intenso y polarizado, Víctor Jara registró su Canto libre, cuarto trabajo de su carrera en solitario y una de las piezas más desconocidas de su discografía. Allí incluyó un mini recorrido musical por el folclore latinoamericano, grabado junto a Inti-Illimani. Es un disco que hasta hoy demuestra que la música de aquellos años trascendía a la contingencia y vivía su propia intensidad".

Quilapayún y Paloma San Basilio, Los tres tiempos de América: La idea de juntar a Quilapayún y Paloma San Basilio fue de la Junta de Extremadura (España), afirma Jorge Leiva. "Pese a sus diferencias -en estilo, en origen geográfico y en inspiraciones-, la curiosa sociedad musical se presentó a tablero vuelto en el Teatro Romano de la ciudad de Mérida, cuando por primera y única vez montó en vivo esta Sinfonía de los tres tiempos de América, de Luis Advis". Esa sola función del 5 de agosto de 1988 fue parte de las celebraciones por el quinto centenario del descubrimiento de América.

Los Quincheros, Nosotros. En la casa de una polola de Benjamín Mackenna, con ella como modelo, se reunieron Los Quincheros para tomar la fotografia que ilustra "Nosotros", su primer disco larga duración con boleros registrados en 1961. "Hacía diecisiete años -explica Jorge Leiva- que el cuarteto folclórico incluía en su repertorio ese género romántico, pero era ésta su primera vez con una orquesta".Según registra la biografía oficial de Los Quincheros (escrita por Cristián Guerra), fueron ellos, junto a Los Cuatro Huasos, quienes primero registraron boleros en Chile: en 1944, el quinchero Raúl Velasco recibió un disco con el tema "Nosotros", del cubano Pedro Junco, y a partir de entonces el cuarteto amplió su repertorio folclórico para incluir boleros, sobre todo en sus presentaciones radiales.

Los Chileneros, La Cueca Brava.:Fue doña Margot Loyola/Y con don Héctor Pavez/Y con don Rubén Nouzeilles/Nuestros primeros long-plays. Con este verso, Nano Núñez explica en el libro "Mi gran cueca" (2004) cómo la cueca urbana llegó a los estudios de grabación. El disco original es de 1967. Actualmente la cueca brava tiene un gran número de cultores inspirados en Los Chileneros.

Vicente Bianchi, Misa a la Chilena. Luego de los cambios surgidos en el Concilio Vaticano II Vicente Bianchi comenzó a componer su Misa a la chilena (1965), seguida cinco años más tarde por la Misa sudamericana (1970), también llamada Misa de la Cruz del Sur. "Si en la primera asoció ritmos folclóricos chilenos a los diversos momentos de la eucaristía, en la segunda abrió aún más los márgenes para sumar diez géneros tradicionales de otros tantos países sudamericanos", indica David Ponce.

Presentan libro biográfico sobre Violeta Parra editado por Radio U. de Chile

"La vida intranquila. Violeta Parra. Biografía esencial" es la publicación en la que Fernando Sáez invita a recorrer los rincones de la existencia de la recordada artista chilena.
"La belleza, elemento atrapado por la sensibilidad profunda de una mujer que se siente fea, es buscada con afán, rescatada y puesta en su lugar, aprisionada en su trabajo. La belleza es lo que conmueve de sus palabras anotadas en canciones, versos y cartas, en el colorido de los trazos de sus tapices y pinturas, en los volúmenes y líneas de los objetos fabricados en barro, alambre y papel". Con estas palabras, Fernando Sáez da inicio a la biografía de Violeta Parra, denominada "La vida intranquila. Violeta Parra. Biografía esencial", que cumple con Ediciones Radio Universidad de Chile su tercera versión, luego de haber sido publicada por primera vez en el año 1999, ocasión en que Ángel Parra señaló del volumen que se trata de "lo mejor que se ha escrito sobre mi madre". En el prólogo de esta nueva entrega, Juan Pablo Cárdenas, Premio Nacional de Periodismo 2005 y director de la Radio, apunta que "el legado de un artista debe hablar por sí mismo. Allí están ‘Gracias a la vida’, ‘Volver a los 17’, ‘Casamiento de negros’, y otras notables creaciones de Violeta. Sin embargo es su propia existencia la que provoca también la atención de los historiadores y toda suerte de indagadores". Complementa que éste es el caso de Fernando Sáez "quien nos entrega con seguridad la más sólida y documentada biografía de esta 'vida intranquila', pero de verdad terriblemente tormentosa, agitada e impredecible". Fernando Sáez es también autor de "El aire visible" (novela), "La novela de Amanda Roma" (novela), "Abandonada" (teatro), y "Todo debe ser demasiado" (biografía de Delia del Carril); volúmenes en los que ha dado cuenta de su gran trabajo literario e investigativo. La presentación del libro se realizará este miércoles 12 de septiembre a las 19:30 horas en la Sala Master de Radio Universidad de Chile. En la ocasión se referirá al volumen el académico de la Casa de Bello, Manuel Dannemann. Edición: Universia / EU

http://www.universia.cl/portada/actualidad/noticia_actualidad.jsp?noticia=123075

jueves, septiembre 06, 2007

Quilapayún en el Caupolicán.

25 de agosto de 2007

El conjunto Quilapayún se presentaba en el Caupolicán, si bien el grupo después del exilio lo hizo cuando aun no se separaban, después de separado, el quilapayún dirigido por Parada se presentó en un teatro que estaba casi vacío a media hora antes del recital, y que se llenó gracias a las poderosas fauces económicas, sociales y de congregación del partido comunista, que contradictorio no!, aquellos que se separaron del PC por términos de principios, por estar mas cercano al instinto de libertad que del partido, volvieron a sus filas para poder contar con conciertos organizados y llenos. Se regalaron entradas por montones, y tal vez esa imagen me hizo crecer el temor que ahora las noticias iban a ser similares. Pensaba que se iba a vender poco, que no iba a llegar tanta gente, que lo que pasaba en provincias se debía a que en provincias el quila no se presenta tan seguido; pero lo que leí en el portal de yahoo me lleno de entusiasmo: casi vendido total a 2 días. Pensaba llegar una hora antes por lo menos, pero eso de pasar a buscar a mi hermano a un lugar que yo no conocía, de bajarme una estación antes, de querer hacer parar la micro justo en la esquina dejándome dos cuadras mas abajo me hicieron llegar 30 minutos antes del recital, y a esa hora el teatro estaba al 70%, que diferencia!!!, lo lograron sin partidos, sin regalar entradas por miles, aunque como dice don Manuel: la cantata siempre lleva mas gente; pero el cuadro era hermoso.
El recital empezó en punto, quien es ese compadre que presentó los recitales de la pintana y este?, será el nuevo manager?, no se, tiene pinta de terrateniente, o de patrón de los terrenos amazónicos, como esos que aparecían en pantanal, con ese sombrerito, no sé, no me gusta esa pinta, tiene pinta de mafioso, puede que sea un santo el tipo, y que le prendan velas las generaciones futuras.

La primera parte estuvo hecho principalmente por canciones del nuevo disco siempre, mas algunas canciones esenciales, eso como que me colocó nervioso un poco, ya que me temía que la gente estuviera ansiosa, pero la gente fue respetuosa, disfrutó de los nuevos temas, los escuchó con respeto, tal vez faltó una alternancia, en mostrar uno y uno, pero funcionó. Las interpretaciones estuvieron perfectas, los juegos de luces precisos, las intervenciones de Hernán Gómez fueron delirantes, es preciso señalar que él es la llave que hoy tiene el quila para comunicarse con el publico, si antes lo fue willy, ahora lo es Hernán, y se nos vino a demostrar ahora de vuelta con Carrasco, ya que con Parada se mantenía ahí, solo hacía lo suyo.
Lo emotivo fue el homenaje al warren, y a través de él a todas las personas que ayudan y han ayudado a que el quila se pueda presentar, y que nosotros podamos disfrutarlo. Aunque no lo queramos, el quilapayún es una empresa y puede que la empresa haya sido pequeña en una época , y que ahora puede que sea una gran empresa, pero al fin la empresa quilapayún esta hecha por mas que los presentes arriba del escenario, y a los invisibles de esa empresa estuvieron dirigidas las palabras de Hernán.

El Listado estuvo compuesto por los sgtes temas :

Plegaria a un Labrador
Siempre
A California me voy
Rumba por la paz
Que dira el santo padre
Quita Hurpillay
Te recuerdo Amanda
Ventolera
Cueca Larga de la Nueva Canción Chilena (Larga y lenta como fue presentada por Hernán)
Donde esta la que quiero
La Muralla
Malembe.

Pausa, en donde nos garrotean $1000 por unas galletas que cuestan $ 200 en la calle.
Y a la vuelta.

La cantata, con la orquesta juvenil de Talca, arreglos de Guillermo Riffo, nacido y criado en la comuna de san Miguel, y relatos de Jorge Gajardo.
La ecualización de esta parte estuvo un poco baja para la orquesta, se escuchaba muy por debajo de lo que hacía el Quilapayún, eso faltó, mas wattaje para la orquesta, la interpretación del quila estuvo perfecta, el relato de Gajardo no fue relato, relatar es contar, es como contar un cuento creo yo, acá lo que hizo fue una personificación del relato, yo creo que fue demasiado para un relato, y no se si cuando se retiraron 4 personas que estaban en primera fila frente a Gajardo en la mitad de un relato suyo fue una acción de protesta contra alguien, pero no creo que alguien se vaya por nada a la mitad de la cantata pagando la media entrada para estar en primera fila.

Los mas puristas deben desgarrarse sus camisas de fuerza, ya que el arreglo para cuerdas ya es una alteración, además este arreglo modificó algo que venía en la cantata, la participación del Contrabajo y del violoncello, que fueron alterados, ya que si el arreglo no consideraba la participación de la orquesta en una sección, era toda la orquesta que no tocaba, dejando sin violoncello ni contrabajo secciones que originalmente si lo llevaban. Pero el arreglo fue hermoso.
Fue una entrega contundente, de peso.
Para terminar el pueblo unido y la batea, en una versión 2007-MADE IN CHILE, para escribir ese texto se debe estar viviendo en Chile, ch’ba puta la guea…
El transantiago, el famoso transantiago..
Salimos pasado las 23.30 hrs del teatro, llegamos caminando a la alameda, esperamos la 210, pasaron como 20 301, y ninguna 210, paso una, no paró, caminamos hacia el poniente hasta encontrar un paradero en donde apareciera el numero de nuestra famosa micro, llegamos cerca de 18, paso, la tomamos, en santa rosa se lleno, se subió gente por todos lados, doblamos por vicuña mackenna , se fue lento esperando que diera las verdes, lo hicieron parar, no paro, un chico con skate golpeo los vidrios de la segunda puerta, los quebró, hizo lo mismo con la tercera puerta, no cachó que detrás de la micro venían los pacos, y ahí mismo lo agarraron, tuvimos que bajarnos de la oruga, y entre todos, putas que le echamos chuchadas al cabro culiao, no se sabe ni limpiar el poto y anda haciendo huevadas el chuchasumadre, esperamos unos veinte minutos y otra 210 nos llevó, nos bajamos en el 24 donde se supone que siempre hay taxis, habían como 10 personas esperando y ni un taxi se asomó, nos fuimos corriendo hasta el paradero 23 en donde si habían taxis, lo tomamos y llegamos a la casa, eran las 2.00am.

Grande QuilaA la chucha el transantiago y el cabro culiao.

Siempre

El Quilapayún se fracturó entre el año 2000 y el 2002, Guillermo García- Hugo Lagos y Hernán Gómez salieron en esa época del Quilapayún, que venía siendo dirigido desde finales de 1989 por Rodolfo Parada. En más de 10 años la dirección de Parada mostraba 2 trabajos en estudio y esporádicas presentaciones en Chile. Guillermo, Hugo y Hernán se unieron con Eduardo Carrasco (Integrante del Quilapayún desde su fundación hasta 1989- director del conjunto desde finales de los 60 hasta su salida del conjunto), Carlos Quezada (integrante desde 1966 a 1991), Rubén Escudero (Integrante desde 1971-1974); Ricardo Venegas (Integrante desde 1979-1991), mas a Ismael Oddó ( hijo de Guillermo Oddo quien fue integrante del conjunto desde 1967 a 1988) para continuar con el Quilapayún. Por otra parte Rodolfo Parada continuaba con Patricio Wang (Integrante desde 1982) y Patricio Castillo (que se reintegró al conjunto en 1991 después de mas de 20 años estando fuera de la agrupación), sumando a gente joven chilena ligada a la música que vivía en Europa, para dar vida al Quilapayún.
Mientras los dos grupos rasgan vestiduras frente a la continuidad que pudiera tener el otro conjunto, el público chileno a podido ver a partir de 2003 presentaciones regulares del Quilapayún dirigido por Eduardo Carrasco, es así como en ese año se presento en un homenaje a Salvador Allende, mas hicieron una pequeña gira presentando la Cantata mas canciones fundamentales, el 2004-2005 hicieron el espectáculo Música en la historia junto al Inti Illimani histórico, el 2005 repusieron la cantata mas canciones fundamentales. El 2006 vino el Quilapayún de Parada a presentarse a Chile, y ahora el 2007 el Quilapayún de Carrasco presenta una nueva producción: Siempre. Viene a ser la primera producción en estudio del Quilapayún en mas de 8 años, la primera de este nuevo milenio.
La edición chilena parte con el tema Siempre, una canción con letra música de Eduardo Carrasco, en ritmo de pericona. En este tema Carrasco desarrolla en un formato lírico de pie forzado (que ha tomado muchas veces en su canciones) , los fundamentos que llevan los hombres de negro bajo sus ponchos. Un tema que cuenta con las armonizaciones vocales tradicionales del Quilapayún , y ya desde este primer tema viene a aparecer un rasgo fundamental de esta producción , la presencia de músicos invitados , que amplia en todas las dimensiones los rasgos tímbricos del Quilapayún. Es así como en este disco se pueden escuchar saxos, violines, acordeones, trompetas, sintetizadores, contrabajos, junto al sonido tradicional del Quilapayún. Algo interesante a destacar en este track es la línea de bajo que se desarrolla de manera magistral, en el cual se pueden escuchar glisandos, intervalos y paseos melódicos por todo el registro del instrumento.
El segundo tema corresponde a las creaciones que el Quilapayún desarrollo en la década de los 70 para musicalizar los versos de Neruda sobre Joaquín Murieta, se trata de A california me voy, acá se hacen presente ya un canto mas individual de los integrantes. En este tema sobresale el desarrollo percusivo, algo ya utilizado en el primer tema del disco.
El tercer tema es Rumba por la paz, de Sebastián Quezada, una canción simple, de buenas intenciones, pero que acompañada por la guitarra de Hugo Lagos puede alcanzar un nivel armónico interesante que hace olvidar la monótono que podría alcanzar en un arreglo más simple.
El disco continúa con Donde esta la que quiero, extraída de la Sinfonía de los tres tiempos de América que el Conjunto Grabó en 1988 junto a Paloma San Basilio, y que en Chile solo conoció una edición en casete realizada en su época por el sello odeón. Esta versión el Quilapayún la hace suya en 100%, no hay rasgos de que pudo haber otra persona en la voz de la versión original. Una versión muy hermosa.
Canción del Padre solo. Este tema ya lo conocíamos de los temas inéditos del Quilapayún, y era uno de los tres temas infantiles que correspondían a esas audiciones. El arreglo instrumental respeta fielmente esa toma, agregando un contrabajo ( o violoncello?), pero la interpretación de Hugo Lagos me suena un poco destemplada, la versión inédita contaba con una vocalización mas maciza, acá el tema permanece hermoso, pero cae en una fragilidad excesiva.
Quita Hurpillay. Hace años que el Quilapayún no incluía un tema tan folclórico dentro de su discografía, una hermosa tonada recopilada y reconstruida por Osvaldo Torres, en un arreglo hermoso en donde se lucen las voces macizas del Quila.
Un final feliz, un tema de Leo Maslia que el quila mostró en sus recitales del 2005, toma la vertiente mas contemporánea del Quila, esa que siempre estuvo presente en su discografía a partir de 1978, un aire distinto, pero necesario y al cual el Quila nunca podrá renunciar.
Lo que pido es amor, una de las más hermosas canciones del disco, solo con la letra y la partitura es un gran tema, la entrega del quila no hace mas que corresponder a un hermoso tema. Pertenece a un formato de canción bastante tradicional A-B-A-A-B-B, pero no hay correlación necesaria de hermosura entre el formato de las canciones y su resultado final.
El sgte tema es Palabras de amor, música de Ismael Oddó sobre textos de Eduardo Carrasco, en los textos del disco aparece que es un homenaje al bolero; a pesar de lo que se diga es el track mas débil del disco, no es por la música, ni por la letra, ni por arreglos separadamente, es porque la sinergia entre los tres factores que no da un buen resultado. La letra esta formada de nuevo por un pie forzado que se suman a rimas forzadas, un ejercicio lírico que musicalizado no necesariamente produce buenos resultados, las música esta correcta, pero el arreglo vocal hace que las armonizaciones escapen del formato que uno asocia naturalmente con un bolero. Chile es cuna de grandes boleristas, de grandes croners que hicieron del bolero su repertorio de presentación, y si seguimos los lineamientos que explotaron Lucho Gatica y Antonio Prieto, no veo por donde se llegó a un desarrollo que plantea el Quila en este surco. No creo que sea homenaje, puede que sea solo una entrega irónica sobre el bolero, o una experimentación sónica que termina siendo algo nuevo, no necesariamente lo que se pensaba que era.
Los moteles, corresponde a una sonoridad mas cercana al CD Carrasco, mas que a una sonoridad Quila, aunque no hay que olvidar que el q lo ha experimentado todo. Una letra puramente chilena, y en donde es necesario agradecer que el quila en sí pueda incorporar esas visiones personales a una visión de conjunto.
La gordiflónica: Una buena creación de Advis, frente a un genial texto de Carrasco, hilarante, como hace décadas lo hacía el Q, o como lo hace en el escenario, pero ahora lo hace en un disco, para que uno se ría con los ojos cerrados.
Son de la Co-razón, también corresponde a la secuencia de los inéditos del Quila, pertenece a las salsas que hacía el q, esas canciones con ritmo, bien entregada, bien arreglada.
Chacao, después de escuchar vivencias allá por el 2000, realmente esperaba alguna cancioncita de Guillermo García en este disco, pero nos sorprende con el único tema instrumental del disco, melódicamente bien desarrollado, con un arreglo certero.
El disco termina con la cueca larga de la nueva canción chilena, con texto de carrasco y música de advis. La lírica de la canción mantiene ese espíritu de la cueca larga de sacar al baile a todos los presentes en la celebración, y si la finalidad es celebrar a la nueva canción, no hay compositor ni interprete que se quede sentado, todos salen al baile.

En términos generales es un buen disco, no es el mejor, pero le entrega una serie de elementos que hacen pensar en un desarrollo musical paralelo a partir del disco survarío. Este disco no es la continuidad lineal del Al horizonte, en donde el Quilapayún se había convertido en un grupo de interpretes, que se centraba principalmente en un buen desarrollo musical, acá el Quila vuelve a ser un conjunto de Cantautores y en donde la presencia vocal es tan importante como la música, principalmente considerando que el Quila se ha dado a conocer por la conjunción de su voz con su entrega musical. Este disco al ser grabado en Francia y Chile paralelamente, es en sí un disco de estudio, tal vez nunca podrá ser entregado tan ricamente como en estas versiones, pero en vivo ya el Quila nos ha hecho olvidar las versiones del disco, con entregas bastante hermosas y apegadas a la marca del conjunto. El booklet que acompaña el disco es hermoso, tal vez falta información en relación a los arreglos de los temas, algo que si se incluía en las ediciones en CD. Y para los que no se hayan dado cuenta, en la contratapa de cartón, en donde aparecen en la fotografía solo 8 de los 9 Quila ( no aparece Ismael Oddo), si ustedes miran a contraluz esa fotografía, verán que aparece la silueta del Willy (sobre/entre Sebastián y Hugo), esa silueta que aparecía en La vida contra la muerte.
Con este disco esperamos dos cosas: La respuesta de Wang, y el nuevo disco del quilapayún de Carrasco en cuantos años será?, en 1, 2,3, o como nos tenía mal acostumbrado Parada: uno a la quinientas