miércoles, julio 28, 2010

Quilapayún multiplicado



Foto: sitio oficial de Quilapayún.
Rodolfo Parada (voz, zampoña, cuatro y percusión).
Fotos: Christian McManus.
Patricio Wang (voz, piano, guitarra, teclados, zampoña).
Patricio Castillo (voz y bajo).
Mario Contreras (voz, charango y guitarra).
Álvaro Pinto (voz, quena, guitarra, tiple, teclados).
Rodrigo González (voz, guitarra, charango, tiple, quena, zampoña, teclado).



http://www.lamusica.emol.com/detalle/index.asp?idnoticia=427491

No es sólo que haya dos alineaciones paralelas en pugna por el nombre de Quilapayún. El grupo que dirigen Parada y Wang en París se multiplica con diversos invitados para conmemorar este 30 de julio los 45 años del conjunto, con un concierto en el Teatro Caupolicán. "Hay en este concierto una gran dosis de audacia", dicen.
David Ponce

Es la primera visita que hacen a Chile desde la gira nacional con que en 2007 presentaron el disco de Quilapayún Cantata popular Santa María de Iquique (1970), y en esta vuelta el grupo que dirigen Rodolfo Parada y Patricio Wang ha venido de nuevo a recorrer el país. Este 30 de julio tocan en el Teatro Caupolicán de Santiago, y el pasado 17 de julio ya estuvieron en el Festival de la Patagonia, en Punta Arenas.


-Era un sueño nuestro estar ahí, además porque tenemos a un patagón en el grupo -dice Patricio Wang, a propósito de Mario Contreras, uno de los recientes integrantes del conjunto y nacido en Porvenir-. Es un gran festival y no entendemos muy bien por qué no tiene tanto eco acá.


Acá es Santiago, donde el grupo ultima los preparativos del concierto con que este viernes 30 conmemorarán los 45 años de trayectoria de Quilapayún en el Caupolicán. Ahí, la formación que integran Rodolfo Parada, Patricio Wang, Patricio Castillo y los más nuevos Álvaro Pinto, Mario Contreras y Rodrigo González será acompañada por ocho músicos y grupos chilenos sobre el escenario.


-Para nosotros es un gran experimento tener tantos invitados -dice Wang. Y la nómina completa consiste en Los Jaivas, Illapu (quienes acompañarán al grupo en "Chacarilla"), Sol Domínguez, ex cantante de Sol y Medianoche (en una versión de "El gavilán", de Violeta Parra), los conjuntos Napalé (en la canción "Es el colmo que no dejen entrar a la Chavela") y Newen (en "Las obreras"), los solistas Vasti Michel y Francisco Villa y la banda de rock Crisálida, con quienes recrearán la canción "Alharaca". 


-Los Crisálida enfrentaron esta canción desde su perspectiva, que es la de un grupo rock -toma por ejemplo Rodolfo Parada-. Nosotros la enfrentamos desde el punto de vista del arreglo de Quilapayún. Va a ser una experiencia bastante original, de concesiones mutuas. Tengo mucho en la cabeza lo que hizo Víctor Jara con los Blops, en "El derecho de vivir en paz", porque ahí estuvo el sello de los Blops y de Víctor también, una fusión interesante que identifique a los dos. Hay en este concierto una gran dosis de audacia de nuestra parte.
Francia, Holanda, Chile
El arribo del grupo reactivó la larga discrepancia por el uso del nombre de Quilapayún que sostienen esta formación con la que dirige en Chile uno de los fundadores del conjunto, Eduardo Carrasco. Esta última fue respaldada por el fallo de la justicia francesa que en 2007 prohibió al grupo de Parada y Wang usar el nombre de Quilapayún, sobre la base de un supuesto que estos últimos han cuestionado.


-El sustento de la sentencia es que el grupo supuestamente en 1988 se vino para acá y siguió con el proyecto en Chile -dice Wang. En los hechos, Eduardo Carrasco se separó del grupo en 1988, otros diversos integrantes históricos del conjunto también se desvincularon en los años siguiente y la mayoría de ellos se reagrupó en 2003 en la formación contraria, dirigida por Carrasco en paralelo a la de Parada y Wang.


-¿Esperaban que se reflotara la pugna en esta visita?

-Desgraciadamente estamos acostumbrados a que a cada paso que damos van ellos siguiendo atrás lo que hacemos -dice Wang-. Lo que hacemos es explicar que detrás de todo esto hay un error jurídico gigantesco que sucedió en Francia, un lugar muy puntual. Y esto lo explotan en cualquier parte.


-Hemos estado en Palestina, en Túnez, en México, en Suecia -enumera Parada-, y escriben cartas a Palestina, a Túnez, diciendo que somos un grupo falso, que la determinación en Francia les da el derecho, como si Francia fuera el imperio Napoleónico.


Al respecto los abogados del la alineación de Parada y Wang han citado el caso de una reciente resolución en Holanda, que esta vez les permitió usar el nombre de Quilapayún, al contrario de lo resuelto en Francia.


-La decisión francesa era grave a nivel de la Comunidad Europea, porque hay acuerdos entre esos países, pero lo que pasó en Holanda demostró los límites de la decisión francesa -dice Parada-. Ahí descubrimos que tiene un alcance territorial. Que el tribunal en cada país es independiente. Pero tengo guardados recortes de prensa de los diarios chilenos que ya en 2004 daban la razón a Carrasco, aunque ése era recién un tribunal de primera instancia. Después venía la segunda instancia, la casación...


-A ustedes les fue mal en todas esas instancias.
-Sí, en todas, las tres. Pero hay una situación en Holanda, otra en Chile, otra en Francia. No existe una decisión universal, y creo que va a ser muy difícil lograrla. Nosotros vamos con frecuencia a los países árabes, donde les importa un carajo la ley francesa, y así con otros países latinoamericanos.


-Si es Francia el único país donde prima este fallo, ¿cómo se llama este grupo en Francia?

-Guillatún -dice Parada.
-Estamos poniendo ese nombre -agrega Wang-: Guillatún, con miembros de Quilapayún.


El grupo tocó por primera bajo esa denominación en el concierto en solidaridad con Chile tras el terremoto de febrero que fue celebrado en la Maison de l'Unesco el 25 de marzo pasado, junto a músicos como Ángel Parra. "La gente mal que mal sabe que somos nosotros y que se ha cometido un gran error y una gran injusticia porque nos han visto todos estos años mantener el nombre de Quilapayún. Sabiendo que no tener el nombre es un handicap para el mercado, de todos modos tenemos una programación para 2011 que empieza a despegar un poquito para Guillatún en Francia. Y tenemos todas las apuestas para solucionar el conflicto en una nueva creación y un nuevo disco. Eso es lo definitivo".
De dónde venimos
-¿Están de acuerdo en que se echa de menos un disco nuevo de parte de ustedes? Es algo que argumenta el grupo de Eduardo Carrasco, que ha sacado varios discos en este tiempo.
-Es verdad. Eso nos pena a nosotros también, porque somos los primeros impacientes -admite Wang-.- Hacemos un gran sacrificio para venir, y el disco tiene los mismos problemas. Podemos dedicar tiempo al Quilapayún, mantener el trabajo del conjunto, la creación, pero no podemos crear una casa de disco o pagarnos un estudio para grabarlo, necesitamos una distribución. Y contamos sólo con lo que nosotros mismos podemos invertir en el grupo. Lo vemos un poco como un sacerdocio, porque antes los miembros de Quilapayún vivían del conjunto, y ahora el conjunto vive de nosotros (risas).


-Las casas de discos en general financian a los grandes vendedores cuando hay un retorno rápido –agrega Parada-, pero el retorno que podemos aportar a una casa de discos actualmente es incierto. Lo más probable es que hagamos música un poco académica y elaborada que no va a vender demasiado.


-Hay que decir que fue el caso de los dos discos anteriores también -comenta Wang, el referencia a los álbumes Latitudes y Al horizonte-. Salieron por relación personal con las casas (disqueras), porque no éramos un negocio para nadie y se han jugado un poco por esto.


-¿Más allá de la idea del sello disquero que protege al músico no ven opciones nuevas en Internet, por ejemplo? ¿Quilapayún no es un grupo tan flexible como lanzar un disco por Internet, por ejemplo?

-Lo hemos conversado, pero no es una alternativa -descarta Wang-. La vieja escuela para nosotros desapareció hace muchos años, ya cuando quedamos abandonados por (el sello) EMI Pathé Francia, en 1986. El disco Survarío ya salió con otra historia, y los siguiente sellos no se hicieron cargo de nuestra carrera ni nuestra promoción.


-Eso no está mucho en nuestros libros porque un grupo que tiene 45 años no puede tener la misma dinámica de un joven que comienza y mete la cosa en Internet -complementa Parada-. No está excluido, pero por el momento nuestro empeño es producir un disco capital en nuestra carrera, que marque no sólo por la música sino por los medios de comunicación. Un disco importante, capital, que sea un hito. 


El plazo tentativo de edición para ese disco que considera el grupo es 2011, y ya hay varias canciones grabadas de ese futuro repertorio, dicen ambos músicos. En vivo ya ha  tocado composiciones como "Preludio y Según el favor del viento", sobre Violeta Parra, "Por ellos canto", de Daniel Viglietti, la más festivalera "Aquí estamos", "Santiago 1946", dedicada a Ramona Parra, la joven muerta en una manifestación política ese año que inspirió a la muralista Brigada Ramona Parra, y otras más nuevas como "Rosa de los vientos", con aportes de nuevos integrantes como Mario Contreras y Álvaro Pinto.


-Es interesante cómo el disco se va construyendo -dice Parada-. Va naciendo a medida que vamos teniendo experiencia.


-Perdón, es como se han construido todos los discos en realidad. Es lo que pasó con Al horizonte, que también es un disco que tomó siete años, en los que juntamos material. O incluso con Latitudes: la canción "Allende" la hicimos después de nuestra primera venida a Chile en 1988. En Al horizonte nos dimos otras exigencias. En los discos de los años '60, '70 se hacía todo muy rápido, con mucha reverberancia, entonces salía una masa de sonido, y era bonito también, el color de la época. Pero en Al horizonte quisimos que fuera al revés, que se distinguieran los timbres individuales.


-¿Qué evolución o qué diferencias creen que está marcando el nuevo repertorio en relación a la historia del grupo?

-La canción "Aquí estamos" tiene que ver con de dónde venimos, con todo lo que ha pasado, cosas que hemos vivido, muertes, amores, vida, agua bajo el puente: aquí estamos. En las otras canciones hay cierta solemnidad, y es probable que este disco evolucione hacia cosas menos solemnes, con otras búsquedas, otras síntesis, sean´colorísticas, de arreglos, instrumentales o del tipo de canción. Porque no todo está hecho. Tenemos que dejarnos llevar por lo que vamos experimentando.


www.quilapayun.info



Aniversario e invitados

"Quilapayún, que 45 años no es nada!" es el nombre del espectáculo con que el conjunto celebrará este viernes su aniversario en el Teatro Caupolicán de la capital.


Quilapayún e invitados: Los Jaivas, Illapu, Napalé, Sol Domínguez, Francisco Villa, Newen, Vasti Michel y Crisálida.- Viernes 30 de julio, 21.00 horas. Teatro Caupolicán, San Diego 850, Santiago (699 1556, 697 3883). 


Palco (numerada) $25.000, preferencial (numerada) $15.000, platea alta (numerada) $12.000, tribuna general $6.000. Boletos en venta en el sistema Ticketmaster.cl, que aplica un recargo sobre estos precios.


La buena revancha de los contrabajos

Después de estudiar en Austria y Francia, Marco Reyes y Marcelo Córdova ahora lideran conjuntos, y componen sus propias piezas.  
Iñigo Díaz 
En el último rincón del escenario del club Thelonious se ubican para tocar cada noche los contrabajistas. Desde esa posición secundaria suenan las pulsaciones del contrabajo y los aplausos se los lleva el solista. "Es un instrumento al que no se le da bola, pero debiera ser lo contrario. Todos los músicos deben escuchar el contrabajo porque da la nota de la armonía y además marca el ritmo básico. Y eso corre para una orquesta sinfónica, de tango o de jazz", dice el profesor Roberto Lecaros.
Sobre esos fundamentos, los chilenos Marco Reyes (38) y Marcelo Córdova (37) completaron sus estudios en Europa, pero han dado un paso extra al regresar a Chile: lideran conjuntos y componen. Hoy, no sólo los pianistas o los saxofonistas de jazz escriben con soltura para conjuntos de diversa geometría. También los contrabajistas.
"Eso no es tan común a lo largo de la historia. Yo compongo cosas simples, sin entramados armónicos ni basados en ritmos complejos. Prefiero lo melódico", comenta Marco Reyes, hijo de un histórico contrabajista clásico chileno, José Miguel Reyes, y hermano menor del primer contrabajo de la Sinfónica. Estudió en Viena y en Rotterdam el nexo entre la música clásica y el jazz a través del solismo de su instrumento.
"Cuando llegué a Chile en 2008 no conocía a nadie. Me fui a jamear (improvisar) al Club de Jazz y descubrí que aquí se toca visceralmente. Era lo que a mí me faltaba". Su cuarteto toca el sábado en Thelonious sus piezas "Chichi", "Ya" y "Untitulado".
"No creo que el contrabajo tenga que conducir un grupo a partir de solos vistosos. Es más bien un trabajo de ensamble. Esta música tiene que ver con el conjunto. Por eso me metí mucho en los tríos de Bill Evans, estudiando a todos sus contrabajistas", dice Marcelo Córdova, quien era bajista eléctrico en Viña del Mar y en París comenzó desde cero en la técnica clásica.
Su trío en Chile explora este camino, y sus composiciones "Lost waltz", "Jazzy siete" o "El derecho de Víctor", podrán proceder desde sus cuatro cuerdas pero desembocan en un cuerpo completo a tres instrumentos.
¿Y quiénes son sus referentes en Chile, y fuera? "El históricoAdolfo Flores y Marc Johnson", responde Córdova. Reyes agrega: "Mi padre, José Miguel Reyes, y Larry Grenadier, que es pura paz interior".
 La ruta de un Lecaros
"El contrabajo es fundamental, por eso se lo enseñé a mis hermanos y a mi hijo Roberto Carlos", cuenta Roberto Lecaros. "Es un contrabajista-líder silencioso", dice el saxofonista Andrés Pérez sobre Roberto hijo, con quien toca en el grupo Contracuarteto, y agrega: "Es un hombre reservado y melancólico, y sus composiciones llevan esa emoción". "'Ocaso de un amor', ésa es la más bella de las suyas", opina su padre Roberto.
El otro bajo continuo
FELIPE CHACÓN (41)
Uno de los contrabajistas mejor evaluados del jazz straight ahead . Desde 2003 prueba con tríos sin piano.RENÉ SANDOVAL (43)
Radicado en Suecia desde 1986, es un real embajador jazzístico. Su primer disco se llama "Action / reaction".RODRIGO ÁLVAREZ (32)

El penquista presentó en marzo su primer disco, con composiciones para quinteto con saxo y vibráfono: "Creciente".
RODRIGO GALARCE (35)
Es el contrabajista del Ensamble Quintessence y por su gestión el conjunto llegó a tocar en el Teatro Municipal.


http://diario.elmercurio.com/2010/07/28/actividad_cultural/actividad_cultural/noticias/0542B8F5-DEE4-42F1-8C49-6CC9ACDED540.htm?id={0542B8F5-DEE4-42F1-8C49-6CC9ACDED540}

domingo, julio 25, 2010

El alto voltaje de Hendrix en Chile

A 40 años de su muerte La influencia del guitarrista en el rock chileno


Aguaturbia en 1973 De arriba a abajo: Carlos Corales (guitarra), Sergio del Rio (bajo), Fernando López (bateria) y Denisse (voz).
Su electrizante y revolucionario sonido no llegó a las radios chilenas, sino que viajó en formato de disco de mano en mano entre los "coléricos", la generación rebelde de la época. A 40 años de su muerte, músicos chilenos recuerdan cómo lo conocieron -algunos en persona- y cómo los impactó.


Evelyn Erlij
"Fue un 18 de septiembre. Estábamos tocando en las fondas de La Reina, en un cerro, donde creo que el mismo día un camión que estaba arriba se soltó y empezó a atropellar y matar gente. En esa época me acuerdo que fue que Jimi Hendrix murió", recuerda 40 años después el músico chileno Carlos Corales, llamado "el primer héroe de la guitarra eléctrica local" y creador del grupo de rock, psicodelia y blues Aguaturbia. La noticia lo impactó como a cualquier seguidor de Hendrix alrededor del mundo, pero en particular porque en esos días él era uno de los principales discípulos de su revolución sonora en Chile.
Casi un año antes, en 1969, Corales había sido espectador de uno de sus legendarios shows en el Madison Square Garden de Nueva York. "Lo vi en las últimas, era la época en que tocaba con la Band of Gypsies. Estaba muy reventado, porque no fue una actuación buena. Tocó lo que quiso, no le hizo caso a la banda, estaba mal. Musicalmente no vi nada, se escuchaba un despelote. Pero era Jimi Hendrix. Era ver en vivo a un artista que admiraba", cuenta el músico.
El impacto del sonido de la guitarra y la puesta en escena de Hendrix en Aguaturbia serían esenciales. "Para mí, después de él no hay nadie más ni en el blues ni el rock ni en el estilo que sea", dictamina Denise, la cantante de Aguaturbia, en un tono de voz que revela la admiración y la desbordante pasión que siente por el guitarrista. "Transmitía su alma a través de su instrumento. Ninguno de los que aparecieron tras él logró eso, porque todos tenían un manejo de escenario consciente. Él tenía esa cosa inconsciente, animal, de hacer lo que se le viniera en ganas y además transmitirlo, hacer que la gente lo sintiera. Su proyección de emoción era mágica". Y no lo dice sólo con conocimiento de frontwoman , sino también como profesora de interpretación de la Universidad de Chile.
Aguaturbia, sin embargo, nunca grabó en estudio alguna de sus canciones como sí lo hicieron, entre otros, Pat Henry y los Diablos Azules con "Hey Joe" y el grupo chileno de rock Escombros con "Stone free", aunque este cover no es la única ni la más notable conexión entre esta banda y el músico nacido en Seattle. Su bajista, José Rosenblüt, vivió por azar un encuentro con el propio Hendrix durante un viaje a Estados Unidos, justo antes de la formación de su banda en Chile.
Fue en enero de 1968, en un vuelo local casi vacío entre Nueva York y San Francisco. "Venía un gallo con unas pieles encima, y motudo, y lleno de gente al lado", recuerda el músico en el libro "Prueba de sonido" del periodista David Ponce. Venían junto a él también el bajista Noel Redding y el baterista Mitch Mitchell, los otros dos miembros del trío de Hendrix.
"Conversé más con Noel Redding, hablamos de qué equipos tenían ellos. Le decía que acá en Chile conectábamos los instrumentos hasta a la radio de la casa y él se reía. Yo no tenía idea de la existencia de ellos, incluso cuando hablamos", reconoce Rosenblüt al otro lado del teléfono. Durante el vuelo, Hendrix no sólo se entretuvo filmando el viaje con una cámara. También pasó el rato debajo de unas frazadas de avión junto a una mujer que lo acompañaba. Un rockstar en la tierra y en las alturas.
Aterrizaje en Chile
Rosenblüt recuerda haber escuchado por primera vez discos de Hendrix en ese viaje. Por entonces, el guitarrista no era conocido a gran escala en Chile. "Los Beatles coparon todo desde el año 62. Los grupos de ese tiempo siempre eran de cuatro integrantes. Tríos no había, el de Hendrix fue el primero que vimos. Eso fue muy atractivo. Era un rock muy fuerte", afirma el ex bajista de Escombros, donde sólo se cantaba en inglés.
En las radios, saturadas de Raphael y Nino Bravo, no había cabida para Hendrix, según Carlos Corales. Cuenta que su música se difundió en el medio musical chileno de finales de los años 60 de mano en mano, gracias a los préstamos de discos que hacían quienes tenían los medios para viajar y comprar material en Estados Unidos e Inglaterra.
"Cuando hacíamos festivales de rock se juntaba gente de diferentes estratos sociales y siempre llegaba alguien con un disco. En esa época no se podían copiar, tenían que prestártelo. Lo ponías una y otra vez hasta que sacabas la canción", cuenta el guitarrista, quien aprendió a tocar de oído todos los discos de Hendrix que se editaron.
El músico Wladimir Groppas también pertenece a esa generación. Hoy académico de la Escuela Moderna de Música y guitarrista de jazz y rock con grupos como Mandrácula y Arena Movediza desde fines de los años 70, era un quinceañero en 1969 cuando se filmó "Woodstock". Para él y para muchos chilenos, esa película fue el primer contacto con el sonido de Hendrix. "Me impactó de tal forma que determiné que iba a ser guitarrista", revela. La cinta se estrenó en Chile poco tiempo después de la muerte de Hendrix.
Pelos escarmenados
José Rosenblüt no fue el único chileno afortunado en conocer en persona al proclamado -según las revistas Rolling Stone y Time- mejor guitarrista de todos los tiempos. Sergio del Río, la guitarra del grupo Los Jockers, impulsores en hacer sonar el rock de los Rolling Stones en Chile, también tiene una historia para contar: en 1969, junto a Alan Ferreira, cantante de la banda, consiguieron trabajo en Estados Unidos como asistentes de Hendrix.
"Lo conocimos, le dijimos que éramos de Chile y le cargamos equipos en una gira de tres fechas", ha contado el músico chileno, quien tiene como evidencia una auténtica fotografía enmarcada donde figura al lado del rockstar. Quienes lo recuerdan en esa época, afirman que Del Río era una "copia desaforada" de Hendrix y que incluso rompía guitarras y tocaba con los dientes como él.
"Nos influenciábamos por el look de Hendrix. Éramos una mezcla de él y Santana. Nos amarrábamos un pañuelo en el brazo y usábamos patas de elefante, que en esa época se llevaban de color naranja. Incluso una vez nos escarmenamos y nos sacamos unas fotos", recuerda Carlos Corales.
La influencia sobre músicos posteriores es otro signo de la importancia de Hendrix a escala local, con grupos chilenos como Sol y Medianoche, Tumulto y Arena Movediza. Wladimir Groppas recuerda que a pesar de que existían por entonces muchos guitarristas notables, Hendrix tenía otro valor. "Había escuchado a Tommy Iomi en Black Sabbath, a Eric Clapton con los Cream. Con Jimmy Page en Led Zeppelin quedé para adentro. Pero con Jimi Hendrix no escuchabas sólo a un guitarrista. Notabas que estabas delante de un fenómeno".


http://diario.elmercurio.com/2010/07/25/artes_y_letras/_portada/noticias/18BFE7D2-F5DE-4C3E-B9EB-5908F03E9C36.htm?id={18BFE7D2-F5DE-4C3E-B9EB-5908F03E9C36}

“Me gustaría que los músicos de hoy tuvieran la capacidad de escucharse”

Mauricio Redolés fue el encargado de realizar la primera clase magistral en la Escuela de Rock donde 18 bandas y solistas buscan aprender nuevos sonidos

TALCA.- El destacado músico chileno, Mauricio Rodelés, fue el encargado de dictar la primera clase magistral realizada el jueves 22 de julio, a las 18 bandas y solistas seleccionadas para participar en las Escuelas de Rock que se están desarrollando en el auditorio de la Escuela de Medicina de la Universidad de Talca.
Diario “El Centro” conversó con el músico que se mostró bastante entusiasmado con el hecho de venir a entregar su experiencia musical a los jóvenes maulinos.
Mauricio Rodelés en junio cumplió 57 años y a pesar que el tiempo pasa rápidamente, siente la música más viva que nunca en su vida. “De hecho para mi cumpleaños lo que se escuchó fue música en vivo. Todos los que iban llegando tenían que hacerme un regalo y era cantar un par de canciones sobre un escenario que se instaló en mi casa”, confesó Rodelés.
La clase fue una buena oportunidad para conversar sobre su basta experiencia musical, que partió en época de revoluciones, con canciones que comenzaban citando a grandes autores y principalmente con temas realizados “primero para mí y luego para el resto”, reflexionó el músico.

¿Cómo ha sido la experiencia de dictar clases en las Escuelas de Rock?
“La experiencia de hacer clases en las Escuelas de Rock ha sido una experiencia cien por ciento gratificante puesto que los alumnos son personas que hace poco tiempo están haciendo canciones, es por esto que ellos tienen muchas inquietudes y preguntas que son las mismas que uno se hizo en el comienzo de su carrera. Eso te obliga a refrescarte y pensar ¿qué les digo?, ¿Qué me dije a mí en ese minuto? ó ¿Dónde busqué respuestas?”.

¿Cuál es su impresión de la nueva generación de músicos que está surgiendo?
“Cada generación trae un nuevo mensaje. Se creen y se sienten dueños de la verdad absoluta. A mi no me pasó eso porque me tocó hacer música en una época muy convulsionada, en la revolución y habían muchos exponentes a quién seguir. Hoy no hay nada de eso. Es una sociedad plana por eso los músicos emergentes se sienten dueños de una verdad absoluta”.

¿Muchas bandas y poco talento?
“Hay un gran numero de personas que se están dedicando a la música y a lo mejor no son de mucha calidad, pero en la época de mis inicios también habían varias personas dedicada a la música, tal vez menos que ahora porque era difícil conseguir instrumentos, pero tenían más que decir. La música en Chile no es como en otros pueblos donde la sienten como parte de la vida de la gente”.

¿Las escuelas de rock son una buena instancia para mejorar la calidad musical?
“Afortunadamente tengo un buen recuerdo de mi experiencia. De repente se acercan personas para agradecerme lo que les comenté en la escuela de rock. Un día escuche a alguien decir: ‘gracias a que Rodolés dijo que mis canciones valían callampa me puse hacer otro tipo de música’. Puedo calificar una canción de ‘callampa’ cuando no dice nada y repite los conceptos”.

¿Cuál es el talento que le gustaría dejar a los jóvenes?
“Me gustaría que los músicos de hoy tuvieran la capacidad de escucharse. Vivimos en un país que no acostumbra a saber qué le pasa al otro o cómo es lo que hace el otro. Me impresionó mucho como Pascuala Ilabaca, joven cantautora de Valparaíso, después de su actuación en un recital se sentó junto al público a ver el show de los otros artistas”.

Erupción chilena en Pompeya

/ La Nación Domingo Por Gabriela García
El concierto se llama “Hecho en Chile” y es un regalo bicentenario que se convertirá en disco y DVD. Junto a la orquesta y coro del Teatro San Carlo de Nápoles, se realizará en las ruinas el 30 y 31 de julio. Aquí, Claudia Acuña, Beto Cuevas y Francisca Valenzuela adelantan cómo se preparan para el desafío.



Domingo 25 de julio de 2010 | | LND Cultura
 La primera vez que Claudia Acuña se sentó en las graderías del Teatro Grande de Pompeya, vio emerger a Cleopatra desde las ruinas. Con la mente ida y una mochila al hombro, imaginó cómo sería la vida cotidiana en el siglo II a.C., época en que la tierra de trovadores y romanos se erigía con animales y hombres cargando toneladas de piedra sobre la espalda.
Amante de la arquitectura, la osa mayor del jazz chileno en el extranjero ficcionó también en su cabeza antiguos conciertos a capella y pensó en las miles de almas que sepultó la erupción del Vesubio y que hoy penan como fantasmas comidos por la lava y recreados cargando sacos de monedas.
“Lo que más me impresiona es la perfección de la construcción. La acústica e historia que encierran esas infraestructuras. Entonces se leían las noticias en la calle, se daban sentencias, se dictaban los mandatos del emperador. Es increíble como pensaron todo para que un pelado se parara ahí y anunciara: el rey dice que hoy no se come choclo”, bromea horas antes de subirse al avión que la llevará desde Nueva York de regreso a Pompeya, pero esta vez no como espectadora, sino como protagonista de un multitudinario concierto que el 30 y 31 de julio próximo homenajeará a Víctor Jara y Violeta Parra como los gladiadores de nuestro bicentenario en Italia.
TÍO BONACHÓN
No es la única exponente nacional que subirá al escenario donde tocó Pink Floyd en 1971. En el evento que celebrará la Fundación Teatro a Mil en conjunto con la orquesta y coro del Teatro San Carlo de Nápoles además se presentarán Inti Illimani Histórico, Beto Cuevas, Jorge González, Isabel Parra, Francisca Valenzuela y Denisse Malebrán. En dúos o shows corales, la elección de los artistas y el repertorio fue un trabajo de Horacio Salinas.
Fijado a las 21 horas (15 horas chilenas), será un show telúrico dividido en dos actos que dirigirá el maestro italiano Massimiliano Stefanelli. Y que comenzará con los temas del clásico disco “Canto para una semilla” de Luis Advis, para luego desempolvar letras como “Arriba quemando el sol” o “Deja la vida volar”. Esta última entonada por el ex líder de La Ley y el conjunto liderado porHoracio Salinas. “Va a ser buenísimo, porque aparte se va a grabar un disco y un DVD. Será un acercamiento diferente al escenario del que tengo normalmente, porque no sé si convenga que comience a correr por todos lados. Guardando las proporciones, actuaré como uno de los grandes tenores, como un crooner”, expresa entusiasmado desde Los Ángeles el hombre que en mayo reunió a estrellas como Shakira, Juanes y Michael Bublé en una versión de “Gracias a la vida”, que se grabó a beneficio de los afectados por el terremoto del 27 de febrero en Chile.
Cantando en la ducha y en la carretera los temas de la Viola y Víctor, Beto Cuevasensaya y recuerda cuando tenía tres años y se fue con sus padres al extranjero. “Viví siete años en Caracas y en la época de los corruptos, de los que se robaron el país, nos fuimos a vivir a Canadá. Mi papá era un activista que estaba en contra de la dictadura chilena y figuraba en una lista negra. Me acuerdo que todos los sábados mi casa se transformaba en un estudio de radio, porque él y una periodista exiliada llamada Eliana Cielos hacían un programa envasado llamado ‘Cinco minutos con Chile’, donde daban información de los abusos de los derechos humanos, de los desaparecidos y ponían música de Quilapayún, Víctor Jara, Inti Illimani y Violeta Parra”, confiesa.
Sin parlantes ni perillas de por medio, sino en rutas de tierra sureña sonó la Viola por primera vez en la vida de Claudia Acuña. Oriunda de Concepción, la mujer que interpretará “Santiago penando estás” en Pompeya, además de joyas menos populares como “El compromiso” y “Los parientes”, revela que “ésta apareció entre paseos de playa, montañas y caminatas con mi abuelo a recoger moras y maquis”. Y que la primera canción que aprendió fue “Volver a los diecisiete”, cuando ésta tenía quince y ya formaba parte de un grupo folclórico amparado por su profesora de castellano.
“La Violeta fue la primera mujer músico que conocí. No en persona lamentablemente, pero me pegó mucho porque además era artista plástica y componía como yo soñaba componer. Aún así, creo que con los años he sentido más sus letras y su historia. La música chilena suena incluso más en mi casa de Nueva York que cuando vivía en Chile. Y es que aunque esté radicada en Estados Unidos, al final del día mi lengua es el español y qué mejor que la inspiración venga de la tierra de uno, porque una humita, una tostada con palta, sólo lo entiende una persona que ha respirado Chile”, expresa emocionada Acuña.
Sobre el cantautor asesinado de Lonquén, en tanto, la jazzera conserva la imagen del “tío querendón”. “Siempre he tenido la sensación de que Víctor era muy gentil. Como ese tío que sienta al lado de la parrilla y puede cantarte canciones, con mucho sentido del humor”, agrega quien ya ha tributado a ambos emblemas en su último disco “At this moment”.
CANTO VALIENTE
Ya en el bello y caluroso Nápoles, en cambio, la joven Francisca Valenzuela intercambia correos con Jorge González afinando lo que será su próximo dúo de “Arriba quemando el sol” con el ex Prisionero. Luego, la chilena de “Muérdete la lengua” correrá por cuenta propia con “Run-run se fue pa’l norte” en el escenario donde también ha tocado Elton John y en el que recién tendrán ensayos generales mañana. “Tomar temas clásicos, sólidos y conmovedores y reversionarlos de una manera propia, sólo puede contribuir y enriquecer tu capacidad como compositor, arreglador o productor. Porque uno debe vestir de otra manera la canción, con autenticidad, sencillez, humildad”, afirma quien ya ha refrescado temas como “Gracias a la vida” y últimamente “Tu nombre me sabe a yerba” en un reciente disco tributo a Joan Manuel Serrat.
Emocionada, reconoce que pese a haber crecido en Estados Unidos, las figuras de Violeta y Víctor las lleva en la sangre. “Sin duda son referencias e íconos importantísimos para mí. Son poetas, son rockeros, son músicos, son artistas, pero además son valientes. Solos con sus guitarras o charangos, dicen lo que piensan, lo que quieren y de un modo vulnerable, hermoso y fuerte. Atienden problemáticas íntimas, sociales, que hoy en día siguen vigentes y es necesario manifestar. Interpretar su música es un gran honor y desafío. Son melancólicos, solitarios, sólidos... todas características que quisiera yo también invocar a la hora de presentarme sola o acompañada en el escenario”, dice Valenzuela halagada de poder participar en el concierto que celebra los 200 años de independencia de la república. Excusa para llenar copas con el mejor vino, pero también, y según los artistas, para ponerle urgencia a algunas promesas por las que la Viola como Víctor murieron cantando.
“Mis amigos gringos ven a Chile como un país próspero, como el primer mundo de Latinoamérica, pero yo creo que una cosa es la macroeconomía y la otra, las deudas sociales que todavía siguen ahí, latentes”, acusa desde la tierra de los rascacielos Beto Cuevas. “Y es que para la gente que tiene dinero o pertenece a la industria del cobre, Chile ha crecido inmensamente, pero todavía se le debe mucho al pueblo. No sólo un royalty decente, sino un cambio inteligente respecto a la ecología. Porque si bien los gobernantes ponen en el altar del sacrificio a la naturaleza, si da plata, entonces se hace nomás la represa. El país está en estado de coma como Cerati y sólo podremos revivirlo si dejamos de chuparle la sangre, sólo y porque le conviene a los grupos económicos que son la minoría del mundo”, arremete el músico que ve en los cantores homenajeados la oportunidad de reinventar la historia. “Es insólito que haya gente en Chile que todavía piense que Pinochet fue un héroe, un padre de la patria, cuando Allende fue el primer socialista elegido democráticamente. Y fue completamente incorrecto sacarlo como sucedió. Pero eso es educación. Y, lamentablemente, en los colegios nosotros hemos aprendido la versión de los que han ganado las guerras”, concluye.
Su colega Claudia Acuña celebra el movimiento de la cueca brava que ha surgido en los últimos años en Chile, pero también ve en Víctor Jara y Violeta la posibilidad de reinventar la historia y destaca lo visionarios que fueron ambos compositores en advertir hace más de treinta años amenazas que hoy son palpables en el alicaído planeta. “Ojalá tomemos las letras de nuestros cantores, las voces de nuestra gente y seamos consecuentes con esos discursos. No sólo para que la cultura y las artes tomen más fuerza, sino para que en lugar de apurarnos en ser una sociedad moderna, seamos conscientes de nuestra educación y como comunidad cuidemos nuestras riquezas. Me encantaría ver el reciclaje, por ejemplo, para que por último el trabajo de la persona que vive del cartón y de la lata sea un poco más digno y no tenga que hurguetear en la basura”, comenta Acuña.
La artista hace balances mientras suma a su equipaje ropas para luego de Pompeya volar hasta el Festival Latino de Queens, donde compartirá escenario con nombres como León Gieco. Entre el cambalache, sueña con la Viola. “Cuando canté en la Estación Mapocho el ‘Violeta Parra Sinfónico’, no sé si eran los nervios o la emoción, pero le dije a Ángel Parra hijo: ‘te juro que sentí que la Violeta estaba aquí y me estaba abrazando. Así que ni me imagino qué me pasará en Pompeya. Siempre he pensado que nos sentaríamos a tomar mate y conversar”, cuenta.
-¿Y qué le preguntarías?
-Tal vez si le ha enseñado a bailar cueca a Miles Davis y a Coltrane. LCD


sábado, julio 24, 2010

ENTREVISTA CON HORACIO SALINAS, DIRECTOR DEL INTI-ILLIMANI HISTÓRICO

«La solución que planteé fue cerrar el boliche»

Inti-Illimani trajo la lluvia Santiaguina del invierno meridional al verano septentrional de Lanuza (Huesca, España). Ayer actuó en el Festival Pirineos Sur, único concierto español antes de partir para Italia en esta gira europea. Conversamos con Horacio Salinas unas horas antes de ese concierto.
23/07/2010


Horacio Salinas
© Xavier Pintanel
"Por favor no la vayas a escribir" me pidió entre cómico y avergonzado Horacio Salinas al utilizar esa manida frase futbolística en aplicación a su grupo: "Hay Inti-Illimani para rato". Yo sé que me disculpará por haberlo hecho porque la tentación periodística puede más que la discreción.

Mucho menos tópico y más profundo se mostró cuando me dijo: "Nosotros nos juntamos para hacer música. Ni siquiera para tener ideas políticas. E independientemente de estos problemas que hemos tenido, se nos reconocerá en tanto que músicos".

Horacio Salinas (Lautaro, Chile 1951) fue director musical del Inti-Illimani entre 1967 y 2001 y es actualmente director musical del Inti-Illimani Histórico desde 2004.

Acaban de editar nuevo disco, Travesura, que presentaron hace dos semanas en Chile. Ahora hacen lo propio en Europa, en medio del conflicto que enfrenta a los dos "Inti-Illimani".

Travesura es un disco que vosotros definís como "visto desde la cosmología de un niño".

Nosotros partimos muy motivados por una serie de señales de familiares y amistades que veían en el Inti-Illimani una música predilecta para sus hijos hasta el punto de una amiga nuestra que quiso ver nacer a su hijo escuchando El Mercado de Testaccio.

Los niños son los receptores más inteligentes y más abiertos sobretodo a toda la poesía que tiene la música. La libertad de un niño es incomparable con respecto a todas las formalidades que se van adquiriendo con el tiempo.

Eso nos hizo pensar en un primer momento de hacer un disco con canciones infantiles y a poco andar nos dimos cuenta que era muy complicado entre otras cosas porque los textos tienen que ser tremendamente poéticos.

Yo tenía muy en mente un disco que conocí en Hungría de Béla Bartók titulado Canciones para niños y empezamos a movernos con esta idea, pero al tiempo nos dimos cuenta que en realidad lo que nos interesaba más era el espacio del mundo de la infancia: canciones que hablan de niños, canciones para hacer dormir a los niños, en fin, todas las temáticas que tengan que ver con la infancia.

Al final, como dijo mi hijo Camilo, nos quedó un disco "para niños que fuman".

Y hay una canción Cinco veces, cuyo texto corresponde a un niño de nueve años.

Parece increíble pero es una de las canciones más bellas de este disco. Es una canción de una enorme ternura que José Seves con mucho arte sumó una música esencial. Es un texto muy profundo que habla de la ternura que él siente hacia sus padres.

Me da la sensación que es también un disco cargado de homenajes: Aquiles NazoaGabriela MistralFederico García LorcaLuis Advis… nombres que además han sido constantes en la carrera de Inti-Illimani.

Sin duda. Nosotros no tenemos demasiados aliados en materia de textos. Uno de ellos es Patricio Manns que es un histórico en nuestra vida. Y Aquiles Nazoa siempre deambula y lo más increíble que con un librito de ochenta páginas que yo tengo en mi poder desde el año 1983. En el caso de García Lorca en mi casa siempre se cantó La Tarara.

Y luego apareció El Cigala en Santiago cuando estábamos grabando, y apareció Eva Ayllón; cosas fortuitas que se sumaron a este disco que como bien dices es también un homenaje a las cosas que a nosotros nos interesan.

Ahora os encontráis en Lanuza en Aragón para actuar en el Festival Pirineos Sur. ¿Presentaréis algunos temas del disco?

Vamos a tocar unos cinco o seis temas de este disco y los vamos a fundir con clásicos de nuestro repertorio y con cosas de Esencial.

CHILE

¿Cómo está Chile con Piñera?

Estamos todos muy perplejos porque se ha ido aceptado algo que nosotros ya sospechábamos y que es esa imposibilidad de los chilenos de ver en nuestro Presidente la figura de un estadista. Más bien se nos transforma en una especie de caricatura.

De momento en la cultura han sido más bien cautos aunque aflora —especialmente en la educación— una visión terriblemente tradicional, de derechas, de Opus Dei.

Piñera ¿es un fracaso de la Concertación o es un triunfo de la derecha?

Yo diría que es un fracaso de la Concertación. Los gobiernos de la Concertación despertaron apetitos muy fuertes en cuanto a política social, esta tremenda lucha por limar las tremendas diferencias sociales y yo creo que la gente de una manera ingenua creyó que un hombre "tan lleno de ideas" como Piñera podría solucionar estas cosas. Pero me temo que la gente ya está repensando su decisión…

EL CONFLICTO

En junio de 2004, Horacio Salinas junto con Horacio Durán y José Seves deciden reagruparse bajo el nombre Inti-Illimani. Una decisión arbitral dicta en noviembre de 2005 un laudo por el que este nuevo grupo deberá presentarse como Inti-Illimani Histórico y el grupo liderado por Jorge Coulón, Inti-Illimani Nuevo. Éste último rechaza la decisión arbitral y todo ello degenera en una escalada de recursos y apelaciones

El pasado mes de mayo, Jorge Coulón decía literalmente en una entrevista concedida a CANCIONEROS.COM: "Hay que hacer lo posible para llegar a un acuerdo".

Es lo que nosotros hemos estado haciendo todo este tiempo, lo que pasa es que ahora algo ha sucedido en la historia autónoma de los dos grupos que ha hecho pensar a Jorge que hay que llegar súbitamente a un acuerdo.

De hecho ya hay un acuerdo: el de un arbitraje que tomó la decisión que mientras no se disolviera en términos jurídicos la sociedad, debíamos llamarnos de diversos modos. Eso (Jorge) nunca lo ha respetado. Y nosotros, a sabiendas de que este es un conflicto tremendamente antipático para la gente —y para nosotros—, tampoco hemos hecho mucho ruido respecto a la irregularidad de su conducta.

Yo creo que ha sido bastante útil que ambos grupos hayan existido aunque Jorge se deshace en tratar de boicotear nuestros conciertos. Debería de explicar él un poco más qué es lo que quiere.

Jorge comentó en la citada entrevista que él estaba dispuesto a aceptar una propuesta vuestra y que retirasteis inmediatamente en la cual vosotros os llamaríais "Inti Histórico" o cualquier nombre relacionado con la historia del grupo.

Sí, pero nosotros nos dimos cuenta que esta idea, buscando una solución, chocaba con la decisión del árbitro. Lo más increíble es que (la decisión del árbitro) era una idea de Max Berrú (componente histórico alineado con el Inti-Illimani de Jorge Coulón). Él se lo sugirió al árbitro y le pareció una cosa sensata.

Y por otro lado la antipatía enorme que ha desatado en nosotros el hecho de que haya inscrito la marca en el extranjero que es lo que están blandiendo en Europa para putear nuestros conciertos.

Pero ahí también se ha alineado la Fundación Víctor Jaradesmarcándose del homenaje que haréis al trovador chileno en Pompeya a finales de julio.

Algo debe haber influido que Jorge es muy protagonista de la Fundación. Yo hablé con Joan Jara hace pocos días y me aseguró que no había nada con el Inti-Illimani Histórico y que eso era cosa de la Fundación. Yo me reservo mi total escepticismo respecto a esas palabras de Joan pero no me cabe la menor duda de que se ha inducido una propuesta que en el fondo era boicotear esta presentación.

Es inexplicable, no tiene un asidero, que la Fundación se reste a un espectáculo de tal magnitud y de tal importancia, que es lo que le dije a Joan.

Sin embargo puedo sospechar que ahí hay algún gato encerrado.

Siendo realistas y pragmáticos ¿cuál crees tú que sería la solución al conflicto?

La solución que yo planteé —de la cual estuvo absolutamente de acuerdo Jorge Coulón, y absolutamente de acuerdo Horacio Durán, y absolutamente de acuerdo José Seves— antes del año 2000 fue que, como venían vientos tormentosos muy propio de los patrimonios que cumplen una etapa, cerremos el boliche en Gloria Majestad y cada uno para su casa. Y mirada desde la distancia de diez o doce años absolutamente correcta.

Pero nuestro amigo Jorge Coulón reculó y pretendió que él tenía que decidir qué es lo era el Inti-Illimani. Y si alguien dijo, "bueno… el Inti-Illimani puede seguir", el resultado es este.

La solución a estas alturas se ha ido dando sin que nosotros lo hayamos pensado —y creo que tampoco Jorge— y es el hecho de que la gente ha ido viendo en nuestro grupo un filón que no se ha perdido de una manera de hacer música.

Pensando en este acuerdo inminente que con cierta ansiedad busca Jorge, yo creo que tiene que contemplar esta realidad que se ha ido decantando muy consistentemente en los últimos tiempos y es que se reconoce lo que el árbitro vislumbraba y es que nuestro grupo es un grupo histórico. Y en el caso del grupo de Jorge se trata también de integrantes del Inti-Illimani, incluso históricos y que hay la realidad de otro grupo.

EL FUTURO

¿Cómo ves le futuro del Inti-Illimani Histórico por encima de los conflictos?

Si tú escuchas este nuevo disco verás que se está reforzando en nuestro grupo una cierta búsqueda timbrística pero más o menos coherente con lo que ha sido la historia del conjunto. Y hoy día esta batería de instrumentos que tenemos nos permite una mayor posibilidad de expresión. Este disco —como siempre nos ha sucedido con todos los discos— nos va abriendo otras ventanas y nos vamos entusiasmando en la búsqueda y en el ensanchamiento del camino del Inti-Illimani.

Estamos haciendo música muy entusiasta, hemos ido perfeccionando algo sobre lo que nunca nos preguntan mucho que es el sonido de la sala y eso nos tiene muy felices.

Algunos de los seguidores del Inti —entre lo cuales me incluyo— cuando nos enteramos de la formación del Inti-Illimani Histórico creímos que ese reencuentro sería puntual y circunstancial.

Nosotros tenemos mucha actividad. Yo incluso he tenido que dejar algunas responsabilidades que tenía en la Universidad porque nuestro calendario en los últimos dos años se ha visto muy intensificado. Por ejemplo, ahora llegando de Italia tenemos una serie de conciertos en Estados Unidos, México y Canadá. Tenemos que regresar por Europa en abril. Estamos pensando ya en otro trabajo discográfico. En fin, yo creo que se ha ido apretando la relación entre nosotros.

Estamos absortos con nuestro trabajo y nunca nos reagrupamos con un fin instrumental, sino con la idea de reivindicar qué es lo que nosotros pensamos del Inti.