jueves, marzo 17, 2016

Brasileño Pedro Longes presenta su álbum Conexión en Santiago

Pedro Longes, cantautor del sur de Brasil, presenta su álbum debut "Conexión" en Santiago, el dia 17 de marzo, a las 21h, en El Mesón Nerudiano (Calle Dominica 35, Barrio Bellavista, Santiago), junto a lo músico invitado Rafael Tejara, de España, que vivió muchos años en Índia y actualmente vive en Chile.


Cantautor, pianista y guitarrista, nacido em Porto Alegre, Brasil, Pedro abre en su álbum debut Conexión un diálogo entre la Música Popular Brasileña, la música latina y mundial, combinando ritmos, armonías, sus referencias, regionalismos y poesía, en búsqueda de un sonido contemporáneo, cuyo punto de partida es el sur de Brasil.

Comunicado de prensa

Financiado por el Programa de Incentivo a la Cultura de Canoas (Río Grande del Sur), Conexión fue grabado en 2015 en los Estudios Suminsky y Soma, contando con la producción de Tiago Suminsky y la participación de músicos como Daniel Mueller, Caio Maurente, Ariel Lopez y Dudu Barboza. Además, el álbum cuenta con la participación de la intérprete argentina Ana Clara Moltoni, con quien Pedro hace un dueto en Hermosa, y del mexicano Francisco Guzmán, que declama una estrofa de Oda al Tiempo, de Pablo Neruda, en Aurora.

Pedro Longes abrió recientemente el 5° Festival de Jazz de Canoas, evento que es un referente en América Latin, y actualmente viaja por la America divulgando su disco que fue grabado también en español y grabando episodios para su canal en YouTube llamado “Conexión na Estrada” Tiene como principales influencias artistas como Oswaldo Montenegro, Vitor Ramil, Milton Nascimento, Caetano Veloso, Pedro Aznar, Charly García, Fito Paez, Paul McCartney, Elton John, Pat Metheny, entre otros.

El disco está disponible en español y portugués de manera gratuita para ser escuchado en línea en plataformas de streaming como Spotify, Deezer, SoundCloud y Youtube, y a la venta en GooglePlay, iTunes y CDbaby. Los enlaces están publicados en la página oficial www.pedrolonges.com.br.

Pedro Longes y Rafael Tejara en El Mesón Nerudiano
17/03 - 21h
Adhesión: $ 4000.

Encuentros Corales de Semana Santa

Comunicado de prensa

- LUNES 21 DE MARZO, 19:30 hrs.
  Iglesia San Miguel Arcángel
  (Lira 125, a pasos de Diagonal Paraguay, Santiago Centro)

- MIÉRCOLES 23 DE MARZO,  20 hrs.
  Basílica del Inmaculado Corazón de María
  (Zenteno 780, entre 10 de Julio y Copiapó)

Ya están inscritos, para ambos días, Ensamble Laudus y la Capella Vocale.  Y también el Coro Fantacciro de la Maestra Miriam Alarcón, y los Coros ENAP Santiago y Coro Voces Mozartianas del Maestro Gastón Abarzúa, a quienes solicitamos por favor re-confirmen sus Coros y días en que participarán.

Seremos 5 Coros, en cada Encuentro Coral, con tiempo de participación de 15 a 20 minutos,cada uno, y con repertorio Sacro/Religioso (acorde a Semana Santa)

Pseudo FM! Nuevo espacio para la Música Chilena Emergente



Comunicado de prensa

Mucha gente habla de que en Chile no se apoya al artista, a los escritores, a los músicos…todos hablan pero nadie hace nada…Pseudo FM no es de esas personas, porque nosotros apoyamos la música Chilena y a las nuevas generaciones de Artistas.

Una nueva Radio Online nace en Noviembre del 2015 con varios propósitos, y entre ellos el más importante, apoyar y difundir la música Chilena Emergente. Subiendo lentamente peldaño a peldaño, pero con seguridad, Pseudo FM ha podido crear espacios en los que la gente puede escuchar a nuevas bandas y además conocerlos de sus propias palabras. “El Amplificador” es uno de estos espacios, un programa en el cual todos los Lunes nos visita una banda diferente que viene a conversar con nosotros, a contarnos de ellos, de su música, a reírnos un rato y pasarlo bien, pero sobre todo y lo más importante, a regalarnos un mini concierto formato acústico para terminar de convencernos de escuchar su material. Mes a mes bandas nuevas se presentan en nuestro programa y se vuelven parte de la programación musical habitual de Pseudo FM, tales como Napols, Tranquila Asesina, El Último Viaje, Método, Deaveris, Feppe Aguirre, etc… suma y sigue día a día.

Pero Pseudo FM no es pura música chilena, no quisimos limitarnos a eso (aun cuando es lo que más se escucha en nuestra radio), ya que a nosotros nos gusta música de muchas partes y estilos diferentes, así que creamos Entre Micrófonos, un espacio donde disfrutará de una conversación sobre actualidad musical, nuevos discos, singles, lanzamientos, conciertos, y más, todo lo que un amante de la música puede querer, acompañado siempre de la mejor música.

Humor y entretención son otros tópicos importantes en nuestra radio, Chuch3tas y Las Chanchiwawi se encargan de llenar tus tardes con actualidad, anécdotas, tragedias, risas, y buena música, al estilo de cada programa, todo para pasar un buen rato escuchando nuestra señal.

Pseudo FM es una radio como las bandas que vienen, “Emergente”, nos falta mucho que recorrer y mucha gente a la que llegar, pero si nos escucha no se va a arrepentir. Comparta y difunda para apoyar a esta radio, y así seguir luchando para que se conozca nueva música de nuestro propio país, que aunque no lo crea la mayoría de la gente, estamos a la altura y más que muchos otros grandes países.

Valentín Trujillo grabará DVD con su nuevo proyecto, Cuatro para el bolero

El Mercurio

El conjunto se presentará este sábado en la Sala SCD de Mall Plaza Vespucio, con un repertorio dedicado a los principales compositores del género.

José Vásquez

La idea maduró mientras buscaban instancias para llegar a un nuevo público. El último proyecto de Valentín Trujillo, Cuatro para el bolero, intentará posicionarlo ahora en las plataformas virtuales y para ello, piensa Omar Lavadié, una de las voces del conjunto, era fundamental tener un registro audiovisual.

Por eso, su próxima presentación del sábado en la Sala SCD de Mall Plaza Vespucio será grabada íntegramente para la posterior edición en formato de DVD. "Lo pensamos como un enganche, una prueba para ver cómo nos resultaba. Necesitamos tener este material, algo muy necesario para la música que hacemos, porque queremos situarnos en las redes sociales", se proyecta Lavadié, quien fue parte de la Flor de Orquesta en 2009, año en que se homenajeó la trayectoria del pianista en el Festival del Huaso de Olmué.

En esa ocasión, y tras interpretar "Bésame mucho" juntos en el escenario, comenzaron a afianzar una relación que recién el año pasado germinó como un conjunto de manera formal: Cuatro para el bolero.

"Inicialmente éramos cuatro: Valentín al piano, Carmen Prieto (cantante), Jorge Lobos (trompetista y percusionista) y yo. Pero luego del accidente que Valentín tuvo en Miami el año pasado sumamos a Fernando Otárola para que apoyara con su guitarra. Él es un gran guitarrista, en algún momento hasta Manzanero se lo quiso llevar para trabajar con él", cuenta el artista.

Este 19 de marzo el repertorio estará centrado en los boleros más reconocidos del cancionero latino. Ahí, al piano, el eterno compañero de Don Francisco en "Sábado Gigante" presentará cada composición, como solía hacerlo en el programa. Temas del mismo Armando Manzanero, "Noche callada" de Jaime Atria y "Amor por ti" de Marco Aurelio -dentro del listado de obras chilenas- animarán una presentación que debería superar la hora y veinte minutos.

"Todo será muy dinámico y con mucha interacción con la gente", anticipa Lavadié. "Esperamos que esto sirva para que también se conozca más de su carrera, en Chile se sabe muy poco de la historia de Valentín Trujillo, él fue director de orquesta por cuarenta años y acompañó a todos los grandes artistas de América".

Cuatro para el bolero ya piensa en el futuro y se proyecta con nuevas presentaciones, cuenta su cantante, quien aspira a llevar su música próximamente a todo Chile. Las entradas para la función del sábado se pueden conseguir a través de Ticketek a un valor de $5.000.

La Fonda Permanente llega ahora al Movistar Arena

El Mercurio

La octava edición del evento se realizará el 30 de abril y estará comandada por Chancho en Piedra, Villa Cariño y Sol y Lluvia.

José Vásquez

Cuando comenzó fue un fracaso, cuenta Eduardo López, el director de la Fonda Permanente. "Partimos haciendo una fonda en el sindicato de trabajadores de la construcción de alcantarilleros, con motivo del Día del Trabajador, y solo llegaron 108 personas", recuerda sobre un traspié que, a pesar de haber ocurrido hace solo 8 años, hoy parece muy lejano.

La Fonda Permanente rápidamente desbordó sus márgenes de público que creció de la mano con la popularización de la cumbia al ritmo de nombres como los de Chico Trujillo o la Banda Conmoción. Hoy sus eventos superan las 40 mil personas, como las que asistieron en enero al Hipódromo Chile este verano o las 30 mil que fueron al Espacio Broadway para las Fiestas Patrias pasadas. El concepto no se reduce a un solo evento anual, sino que a tres grandes shows durante el año.

"Lo nuestro es una fiesta de ritmos latinos, más que de rescatar el nombre de 'fonda' de manera chovinista relacionada con el Copihue o el rodeo. Esto es un movimiento urbano, una neofonda".
Este año será el octavo aniversario del espectáculo con motivo del Día del Trabajador, y solo para esta fecha han convocado a unas 60 mil personas en sus ediciones anteriores.

El próximo 30 de abril este colectivo se trasladará hasta el Movistar Arena, para un espectáculo que será animado por Chancho en Piedra, Sol y Lluvia, Villa Cariño, Santa Feria y La Combo Tortuga, entre otros. "Siempre tuvimos la inquietud de realizar esto en un buen espacio y este es el de mejor calidad en cuanto a infraestructura que tenemos", explica el director.

Las cifras alentadoras con las que cuenta, admite, lo llevan a pensar en ampliar aún más sus márgenes, incluso sin descartar agregar una segunda fecha en el recinto del Parque O'Higgins. "Apenas subimos un preafiche de este nuevo evento logramos más de 400 mil interacciones en Facebook en solo 24 horas. Cada evento para nosotros es el más grande y el más importante, pero ya estamos pensando en llevar todo esto a regiones y salir de Chile. Desde Perú, Argentina y México nos han manifestado el interés por tenernos".

Los desafíos de Lollapalooza 2016: entre la logística de un festival simultáneo y el reencantamiento del público

El Mercurio

Cuando comience el evento de Santiago se iniciará la despedida del de Buenos Aires. Aviones chárter están reservados ante eventuales problemas para el traslado de la avalancha de músicos. Pese a la ausencia de un gran artista convocante, se espera una asistencia de 140 mil personas durante el próximo fin de semana en el Parque O'Higgins, 20 mil más respecto de 2015.

José Vásquez

La maquinaria de Lollapalooza comenzó a operar en terreno el pasado lunes. Los esqueletos de los cinco escenarios exteriores ya se comienzan a imponer en el Parque O'Higgins, que el fin de semana abrirá sus puertas a la sexta edición en Chile del evento importado desde Chicago, la versión más compleja en cuanto a logística que ha enfrentado el festival.

Por primera vez desde que la fiesta de Perry Farrell conquistó Sudamérica -después de Chile llegó a Brasil, luego a Argentina, y ahora también a Colombia-, se desarrollará en dos países simultáneamente.

El sábado, a las 12:30, cuando Ases Falsos dé inicio al evento en Santiago, en Buenos Aires, a la misma hora, Juan Ingaramo comenzará la jornada del cierre trasandino que destaca ese día los shows de Florence + The Machine, Mumford & Sons y Alabama Shakes, los mismos que actuarán el domingo en nuestro país. Algunos de ellos deberán abordar un avión casi bajándose del escenario, repitiendo una mecánica que comenzará el viernes en la tarde con bandas como los Eagles of Death Metal.

"La logística de este festival implica un mayor esfuerzo que en años anteriores, pero todo lo que se puede controlar lo tenemos controlado. Entonces en ese sentido estamos tranquilos", dice Maximiliano del Río, director de márketing de Lotus, la productora a cargo de Lollapalooza en Chile. "Tenemos diferentes planes de contingencia, estamos preparados para reaccionar; por ejemplo, reservamos algunos aviones charter ante algún imprevisto. Por suerte la distancia entre Santiago y Buenos Aires es corta, entonces ante una eventualidad hay un margen para reaccionar", cuenta Del Río.

Sube la asistencia

Este fin de semana la avalancha de artistas que llegarán por Lollapalooza a Santiago se repartirá en seis hoteles capitalinos. Son más de 500 habitaciones reservadas para el contingente que animará esta sexta versión del evento, que, por lo menos en las temperamentales redes sociales, ha generado más cuestionamientos que aceptación.

La ausencia de nombres convocantes como lo fueron Pearl Jam en 2013 y Red Hot Chili Peppers en 2014, bandas que en Chile llenan estadios y que con los dueños de "Give it away" lograron el récord de asistencia del festival con 160 mil personas, resultan como una de las explicaciones para la baja de público que tuvo Lollapalooza el año pasado. Jack White y Kings of Leon, entre otros, convocaron a 120 mil personas volteando entonces la curva ascendente de popularidad que tenía el evento.

"El público se ha vuelto más exigente en cuanto a los carteles de artistas, pero la oferta sigue siendo muy buena y variada. El público joven es el que va creciendo, y hoy gran parte de ellos viene por el concepto de festival, y no por algún artista en particular. Cada año vendemos más entradas en verde -sin conocer el cartel de artistas-. Para este año estuvimos muy cerca del 70% del total", dice Del Río, cuya expectativa es convocar a 140 mil personas durante este fin de semana, 20 mil más que en 2015.
"Lollapalooza está en un muy buen momento. En las próximas ediciones volveremos a traer bandas de estadios, y seguramente aumentará la cantidad de gente, pero hoy, en asistencia, estamos al mismo nivel que Brasil, que tiene un mercado mucho más grande que el nuestro", comenta Del Río.

6.000
personas trabajarán durante Lollapalooza.

7
escenarios tendrá a disposición el festival.

500
habitaciones de hotel usarán los artistas del evento.

14
días dura el montaje del evento en el Parque O'Higgins.

Cambio
Una baja inesperada en el cartel fue la de Snoop Dogg. En su reemplazo se consiguió la participación del líder de The Killers, Brandon Flowers.

La precaria realidad de los "amigos del arte" en Chile

El Mercurio

Bastante desconocido es el aporte de las agrupaciones que apoyan a las distintas instituciones culturales del país, y muy lejano a la realidad filantrópica de otros países. Aquí revisamos algunos ejemplos y conversamos con sus actores principales.

Maite Manzanares

Hace algunos días, el Museo Nacional del Prado adquirió para su colección una obra de Fra Angelico. Costó 18 millones de euros -unos $13.300 millones- y fue producto de la gestión de la Fundación Amigos del Prado, que reunió 4 millones de euros (el Estado español aportó 10 millones y el museo los otros 4).

Esta agrupación tiene como objetivo promover, apoyar y desarrollar acciones para la actividad del museo, y cuenta con más de 29.000 amigos que donan desde 25 euros hasta cuatro mil al año.
En Chile existen agrupaciones que ayudan a distintas instituciones culturales, pero su trabajo es bastante desconocido. Estamos lejos de lo que ocurre en Estados Unidos, España y otros países de Europa, donde estos grupos son un apoyo fundamental al quehacer cultural.

Amigos sin web

En el Museo Nacional de Bellas Artes existe, desde 1985, la Fundación Bellas Artes, organización privada sin fines de lucro que funciona a través de la Ley de Donaciones Culturales. Desde sus inicios, su presidente es Mario Arnello, quien comenta que en los 31 años de existencia "se ha conseguido aportar tres o cuatro obras, no más". Para el director del museo, Roberto Farriol, esta fundación "ha sido un pilar fundamental para exposiciones".

De acuerdo a Arnello, recaudan unos $330 millones al año, de unas 20 empresas y de algunos particulares. Sin embargo, no existe una página web donde se den a conocer sus aportes -en 1985 colaboraron con la restauración del museo-, y Arnello dice que no les interesa tener una: "Viste mucho, pero no se traduce en resultados. No nos interesa ser más conocidos; nos interesa poder ayudar al museo, no más".

Por otro lado, el Museo de Arte Contemporáneo tiene su Corporación Amigos MAC desde 1997. La presidenta del directorio, Pabla Ugarte, destaca la adquisición de casi la totalidad de las obras de Lautaro Labbé. Esta corporación tampoco cuenta con sitio web.

En el mundo de la música la situación es un poco más favorable. Una de las más exitosas es la Corporación Amigos del Teatro Municipal, que desde 1982 fomenta los nuevos talentos musicales. Tiene cerca de 140 socios que pagan hasta 500 UF anuales. Recaudan cerca de $150 millones al año con la ayuda, además, de unas 12 empresas, para becas que entregan a jóvenes músicos. De acá han salido famosos artistas, como el pianista Gustavo Miranda.

También activo es el Círculo Mundial de Amigos (CMA) del Teatro del Lago, impulsado por la familia Schiess. Actualmente el CMA cuenta con unos 200 integrantes. Nicolás Bär, gerente general del teatro, dice que en 2015 sus miembros se triplicaron, y aspira llegar este año a un total de 500.
¿Para qué colaborar? Los Amigos del Prado tienen la siguiente respuesta: "Para cumplir con la responsabilidad social del mundo empresarial de ejercer y fomentar el mecenazgo cultural". Pero Francisco Brugnoli, director del MAC, señala que nuestro país está muy distante a esos ejemplos: "En el mundo privado se mantiene la imagen de un Estado muy rico, entonces se preguntan por qué apoyar a sus instituciones".

"Chile es un país que tiene muy poca cultura filantrópica", afirma Bär. "Estos espacios siempre van a tener un déficit, entonces el aporte privado es clave. Las instituciones tenemos un deber de mostrarles a las personas que es importante que aporten", añade.

María Eliana Simian, presidenta del directorio de la Corporación Amigos del Teatro Municipal, comenta que cuesta mucho conseguir donaciones, porque "la gente duda del destino de sus dineros".
"Tenemos la impresión de que los instrumentos existen, como la Ley de Donaciones Culturales, Fondart y otros, pero las personas que están tras las iniciativas culturales a veces no tienen disponibilidad de tiempo ni de recursos para dedicarse en pleno a la gestión que requiere la producción de un evento cultural de calidad", comenta la directora de la Corporación Cultural "Semanas Musicales" de Frutillar, Harriet Eeles.

Cecilia García-Huidobro, presidenta de la Federación Chilena Amigos de Museos, dice: "Imagínate cuánta gente está interesada en cooperar, y no se le ha abierto el espacio. Lo importante es que existan estas instancias".

Publican retrato de Arnold Schoenberg construido con sus propias cartas

El Mercurio

El carácter, la inteligencia y la pasión del influyente compositor austríaco se van desplegando en 260 misivas que escribió a destinatarios muy disímiles.

Romina de la Sotta Donoso

Arnold Schoenberg (1874-1951) es uno de los músicos más importantes del siglo XX: hizo viable que el lenguaje musical siguiera desarrollándose, con su revolucionario dodecafonismo. Y ahora se puede dimensionar su honestidad intelectual y artística, la perspicacia de sus argumentos y su humor sagaz, en "Arnold Schoenberg. Cartas" (Turner, 332 páginas). El libro reúne 260 cartas seleccionadas por su ex alumno Erwin Stein. Las escribió desde los 35 años, en 1910, hasta pocas semanas antes de morir, a los 76, en 1951. En la última felicita al violinista Tibor Varga, por como interpretó su Concierto para violín: "Nunca había conocido una ejecución tan buena, en la que no hubiera colaborado yo en cada detalle (...). Querría ser más joven para producir para usted más material de esta clase".

Igualmente, cuando aplaude la versión de Artur Nikisch de su Sinfonía de Cámara, en 1941, destaca su comprensión del tejido contrapuntístico y también el "gran amor y cálido interés" que parece haberle puesto a la obra.

Y, cuando quiere ser sarcástico, es igual de asertivo. A una tesista le responde que "el compositor de Pierrot Lunaire y otras obras que han cambiado la historia de la música le agradece su honrosa invitación a participar en una tesis doctoral. Pero él considera que es más importante escribir estas obras". Y al director Otto Klemperer, que "aprecio su talento lo bastante para atacarle con medios mucho más agresivos".

El propio Schoenberg se sitúa muy lejos de ser un rupturista. "¡No doy tanta importancia a ser un cerebro musical, sino mucho más a ser un continuador de la vieja y buena tradición bien comprendida!", escribe en 1923. "No hay nada que desee más ardientemente (si es que puedo hacerlo) que ser tenido por una suerte de Tchaikovsky un poco mejor -¡válgame Dios!- un poco mejor, y eso es todo. A lo sumo, aún, que se conozcan y se tarareen mis melodías", confiesa el genio austríaco en 1935.

Muchos de los asuntos sobre los que polemizó aún están vigentes. Discutiendo con un crítico de The New York Times, demuestra que el gusto es banal en el arte. Gusto, dice, "en mi vocabulario significa 'arrogancia y complejo de superioridad de los mediocres' (...). El gusto es estéril, no puede crear nada. El gusto es solo aplicable a los dominios más bajos del sentir humano, a los físicos". También denuesta a quienes creen que un concierto es un evento social para ver estrellas, no para oír música. Se necesita, dice, "gente que al leer el programa, primero no miren 'quién toca, quién dirige o quién canta', sino 'qué tocan'. En tanto una parte significativa del público no sea atraída por la obra ejecutada, será difícil llenar las salas de conciertos".

Con la música como centro, Schoenberg es un humanista. Denuncia los peligros del antisemitismo e intercede por todo artista maltratado por el nazismo y él mismo es expulsado de la Academia de Arte de Berlín en 1933. También ayuda a los colegas en peor situación que él.

No pudo, eso sí, dejar de hacer clases ni jubilado. En 1945 le pide una beca a la Fundación Guggenheim, para poder concentrarse en completar la ópera "Moisés y Aarón", el oratorio "La escala de Jacob", y tres manuales teóricos. La solicitud fue desestimada, y en los ratos libres de los seis años que le quedaban, solo alcanzó a terminar uno de los manuales.

George Martin, el sonidista más famoso del mundo

El Mercurio

Difícil encontrar un ingeniero de sonido que haya alcanzado la popularidad y fama del "quinto Beatle", quien además fue productor, compositor y arreglista. Lo ayudó no solo su talento y creatividad, sino también su capacidad de congeniar con los más diversos personajes del mundo de la música pop y entregar soluciones musicales casi siempre originales que abrían nuevos caminos.

  Su era Beatle: Un músico clásico

Nunca tocó el piano como le habría gustado.
A los seis años había convencido a sus papás de que le pusieran una profesora. En el colegio fantaseaba con la idea de ser un concertista e incluso había estudiado composición y arreglos en una academia; pero hasta que conoció en persona a los Beatles, un 6 de junio de 1962, el presente (y el futuro) de George Martin no estaba plenamente en la música, sino en la comedia. En serio.
Por entonces, la mayor parte de las ganancias del sello Parlophone -una pequeña subsidiaria de EMI que Martin gerenteaba- venía de los singles grabados con Peter Sellers, Spike Milligan y otros titanes del humor británico. En realidad, no había accedido a escuchar a esa bandita de Liverpool por una corazonada genial, sino porque todas las otras compañías estaban grabando canciones pop. Era sólo otra moda como tantas. Lo que de verdad le interesaba era continuar usando el estudio como si fuese un teatro, crear nuevos efectos de sonido, transportar a los auditores a un escenario con sólo poner la aguja sobre el disco, usar la voz humana como el más plástico de los instrumentos.

Ese impulso e inventiva es evidente en sus proyectos con Sellers -basta escucharlos en youtube, para darse cuenta-, pero es increíble comprobar la prodigiosa facilidad con que ese ingenio se traspasó a sus grabaciones con The Beatles. ¿Qué las hizo tan perfectas, tan mágicas? No era la técnica: casi todas las bandas de la época grababan en mono y cuatro pistas. Tampoco el espacio: el estudio 2 de Abbey Road había sido diseñado para alojar orquestas, y quizás era demasiado amplio para un grupo de rock. Fue el oído de Martin, aguzado al máximo por su trabajo con los comediantes, el que lo motivó a intentar recrear la atmósfera "en vivo" que el cuarteto generaba en sus shows. Grabarlos en directo, en tomas maestras, sin cortes. Fue su curiosidad por escuchar nuevos sonidos la que contagió a esos chicos que comenzaron a jugar con disonancias ("She Loves You"), acordes imposibles ("A Hard Day's Night"), feedback ("I Feel Fine") y meter nuevos instrumentos al estudio (timbales en "Every Little Thing", una caja de cartón en "What You're Doing"). Para cuando Martin le sugirió a Paul McCartney usar un cuarteto de cuerdas en "Yesterday", el desafiar las expectativas ya no era un juego, era un mecanismo de trabajo, un proceso asimilado de la que se había transformado en la agrupación más popular del mundo.

Tal vez es por eso que, a medio siglo de distancia de esas históricas sesiones, la forma más bella de escuchar a los Beatles aún es la cronológica: ir melodía a melodía, de arreglo en arreglo, asistir -aunque sea de manera virtual- a un proceso de transformación que se desenvuelve y se expande por tus oídos, mientras la banda y su productor van descubriendo nuevos terrenos , atravesando y reconociendo nuevos parajes sonoros al mismo tiempo que son creados: George Martin componiendo los arreglos de cuerda para Eleanor Rigby, mezclando la voz de McCartney con el corno de Alan Civil en For No One, ralentizando la voz de John en la primera sección de Strawberry Fields Forever y luego acelerándola en la segunda, transcribiendo en partitura el barroco solo de trompeta para que David Mason la grabe en el master de Penny Lane. Por momentos, las rutas transitadas por Martin y los Beatles en casi 200 canciones parecen no tener fin, al extremo que él mismo acabó por convertirse en una celebridad pop; él que no iba a ninguna parte sin su traje oscuro, sin peinarse religiosamente a la gomina.

Nunca le gustó el mote de "quinto Beatle". Salvo Paul, rara vez veía a los otros fuera del estudio. Su vida junto al cuarteto ocurría al interior de Abbey Road y ni siquiera era exclusiva: trabajando para Cilla Black, Billy J. Kramer y la BBC, a veces perdía el hilo de lo que estaba haciendo el grupo, pero cuando en enero del 67 McCartney le comentó que Sgt. Pepper, el siguiente disco, sería una mezcla de música, nostalgia y teatro -una obra concebida con principio, desarrollo y final-, se ganó su completa atención. ¿Acaso los Beatles se habían convertido en algo más que cantantes? La certeza de Martin, que acabó dirigiendo una orquesta sinfónica en los majestuosos crescendos atonales de "A Day in the Life", último tema del álbum, ya era absoluta: los chicos iban camino a transformarse en clásicos. Él también.

El productor que todos querían tener

Luego de que Paul McCartney anunciara en una rueda de prensa por el lanzamiento de su primer disco solista, "McCartney", que dejaba a los Beatles, todo el mundo lloró el fin de la banda más importante del siglo pasado. Todos salvo George Martin. A pesar de haber colaborado en la creación de varios de los discos fundamentales en la historia de la música popular-entre ellos "Revolver", "Sgt Peppers Lonely Hearts Club Band" y "Abbey Road"-, trabajo por el que siempre se declaró muy orgulloso, el productor de los Fab Four también deseaba poder hacer otras cosas. El tiempo que los Beatles empezaron a dedicar a su trabajo de estudio desde que se retiraran de los escenarios en 1966 comenzó a ser cada vez más demandante: si "Please Please Me" fue grabado en 10 horas, para el "White Album" ya estaban grabando por cerca de seis meses, y eso sin contar las sesiones de post producción que le tocaban a Martin con sus ingenieros. Es por esto que la serie de producciones que hizo con otros artistas a lo largo de sus próximos 30 años de carrera le resultaron de lo más refrescantes; él mismo lo describió una vez como "una serie de relaciones de una noche luego de haber estado casado con la misma mujer por toda tu vida".

El cierre del capítulo de los Beatles a principios de los 70 no significó el fin de la relación de George Martin con la banda. Mientras John Lennon y George Harrison se aliaban con el infame Phil Spector, y McCartney se alzaba sin saberlo como el abuelo de la música Indie al producir él mismo sus aventuras como multiinstrumentalista, Ringo Starr prefirió dejar su primer disco solista, "Sentimental Journey" en manos conocidas. Cuatro años después, McCartney volvería a llamarlo para que produjera "Live and Let Die", que iba a ser usada como la canción principal de la película de James Bond del mismo nombre, para la que Martin también terminó por escribir la banda sonora. Luego de esta buena experiencia, Macca no dudaría en llamar a su antiguo productor cuando sintiera que su música necesitaba un guía, contratando a Martin para sus discos "Tugo of War" y "Pipes of Peace".
Con el prestigio que había acumulado a lo largo de la década de los 60, George Martin se había convertido en una figura reverenciada dentro de la música popular. Fue por esto que cuando una banda quería que su trabajo sonara profesional y claro, no dudaban en llamarlo. Demostrando su capacidad para conectar el pasado con el presente, guió la colaboración entre la Mahavishnu Orchestra de John McLaughlin con la Orquesta Sinfónica de Londres para el disco "Apocalypse", aunando sin problemas el jazz fusión con la música clásica. Otra banda que recurrió a Martin en busca de un mentor fueron America, quienes venían perdiendo vuelo luego de que canciones como "A horse with no name" los lanzaran a la fama. Al notar que la banda se estaba alejando de sus raíces folk-rock a favor de efectos y tecnologías de moda, el productor los ordenó, enfatizando su lado acústico y añadiendo leves acompañamientos orquestales cuando lo encontrara necesario.

A pesar de estas colaboraciones, quizás el proyecto más importante que dirigió fue el disco "Blow by Blow" (1974), del guitarrista inglés Jeff Beck. Luminaria del rock pesado y la innovación, Beck jugaba en las mismas ligas que coetáneos como Eric Clapton o Jimmy Page, pero su estilo lírico e íntimo de tocar había complicado su colaboración con bandas de rock más tradicionales. Tras haber disuelto su Jeff Beck Group-que incluía a un en ese entonces desconocido Rod Stewart como cantante-, el guitarrista acudió a George Martin para que guiara su nueva y arriesgada apuesta: un disco instrumental de jazz rock. Martin no solo se enfocó en lograr un sonido limpio y ordenado, sino que también animó a Jeff Beck a asumir el rol de líder, con su guitarra interpretando las melodías de la manera en que lo haría un vocalista. "Blow by Blow" obtuvo un inesperado éxito, que abriría las puertas a futuros virtuosos como Joe Satriani o Steve Vai, al demostrar que un buen guitarrista podía prescindir de las voces.

George Martin decidió oficializar su retiro de la música luego de producir la reedición del single "Candle in the Wind" de Elton John en 1997, el que rompería todos los records de ventas. Sin embargo, su lealtad al material de los Beatles resultaría más fuerte que cualquier otra cosa. Fue Giles Martin, su hijo y sucesor como productor musical, quien lo convenció de trabajar juntos en la puesta en escena que el Cirque du Soleil iba a montar usando la música del cuarteto de Liverpool. El resultado fue el disco "Love", donde algunas canciones fueron mezcladas con otras o se les añadieron nuevas partes orquestales, todo bajo la supervisión del hombre que las vio nacer.

Vicente Bianchi celebrará los 50 años del estreno de su "Misa a la chilena"

El Mercurio

En la Capilla San José  del Instituto Nacional de Geriatría (José Manuel Infante 370, Providencia) un coro de catorce voces interpretará mañana, a las 11:00 horas, la "Misa a la chilena" (1964) de Vicente Bianchi. A sus 96 años, el autor -que dirigirá desde el órgano-, conmemorará así las cinco décadas del estreno de su emblemática obra, que se cumplieron en 2015. Y en mayo próximo, Bianchi festejará también las seis décadas de las "Tonadas de Manuel Rodríguez" (1955), otra de sus composiciones más conocidas, que cuenta con textos de Neruda.