Coinciden en la escena el rescate de la banda sonora que tuvo la Reforma Protestante hace 500 años y la versión 100% histórica de las "Vísperas" de Monteverdi, a 450 años de su natalicio.
Por Romina de la Sotta Donoso
Lo religioso y lo profano hace 500 años
El impacto cultural de la Reforma que lideró Martín Lutero hace 500 años tuvo también consecuencias musicales. "Antes el pueblo no podía cantar, la Iglesia Católica lo restringía a los hombres eruditos. Y, tal como Lutero tradujo la Biblia del latín al alemán, para que todos pudieran participar en el culto, pasó lo mismo con la música, ahora toda la gente podía cantar en los oficios", asegura Octavio Tenorio.
Flautista dulce y violista da gamba, Tenorio es uno de los fundadores de The Broken Consort. Este conjunto, con financiamiento de la Liga Chileno-Alemana y un Fondo de la Música, estrena este domingo en el Club Manquehue, al mediodía, el programa "Música en el tiempo de Lutero".
El grueso del repertorio será música luterana e incluirá un himno que él mismo tradujo al alemán. "Es una obra tipo gregoriana que marca el paso del catolicismo al protestantismo y que consiste en una línea melódica vocal, sin acompañamiento instrumental", cuenta Tenorio. Se destacan también corales como aquel apodado "Castillo fuerte", de la Cantata 80, de Bach, y "Von Himmel hoch, da komm ich her", que tiene letra de Lutero y música de Eccard.
Pero también interpretarán piezas profanas, como "Un joven monje", de Di Lasso. "Es música de cantina y habla del amor prohibido de un monje y una monja", dice Tenorio.
The Broken Consort ofrece una interpretación históricamente informada: tocan en instrumentos de época y con temperamento histórico, es decir, el 415 Hz.
Tras itinerar por iglesias luteranas de Los Lagos, volverán a presentar "Música en el tiempo de Lutero" en Santiago, en la Iglesia Luterana de Providencia (domingo 8, 19:30 horas) y en la Fundación Cristo Vive, de Recoleta (lunes 9, 12 horas).
La más monumental obra sacra de Monteverdi
Cincuenta años después de la Reforma nació Claudio Monteverdi, uno los grandes genios de la música. Él también le devolvió la inmensidad de la palabra a la gente, pues le dio la misma importancia que a la música. Y además, reveló el sentido dramático de la música: por primera vez las voces igualaron en protagonismo a los instrumentos.
Su obra sacra más monumental son las "Vísperas de la Santísima Virgen", creación que marca el paso del Renacimiento al Barroco y que por primera vez será presentada en nuestro país en su versión histórica, exclusivamente con instrumentos de época.
Así, la Orquesta Barroca Nuevo Mundo celebra los 450 años del natalicio de Monteverdi, con cuatro conciertos gratuitos. Hoy, en Malloa; mañana y el sábado en Rengo, y el domingo en Santiago, en la Universidad San Sebastián, sede Los Leones (19 horas).
Con la dirección del famoso violinista barroco Raúl Orellana, se suman nueve cantantes, entre ellos Rodrigo del Pozo, Nora Miranda, Claudia Godoy y Patricio Sabaté, en un acontecimiento que marca el debut de un quinteto de vientos antiguos íntegramente conformado por músicos chilenos, y liderado por Francisco Alaniz. Lo integran dos sacabuches tenor y uno bajo, además de dos cornettos.
Alaniz explica que el sacabuche fue inventado entre 1450 y 1470, y que sus sonidos son "más dúctiles y suaves" que los del bronce más antiguo, la trompeta. Y que los cornettos funcionan como una flauta dulce, pero con boquilla parecida a la de trompeta.
Aclara que en "Vísperas" el quinteto de bronces tiene un rol protagónico en algunos movimientos, y en otros, un rol solamente armónico, es decir, doblan las voces humanas. Uno de los momentos de mayor figuración, en todo caso, es la famosa fanfarria inicial. La misma que Monteverdi ya había usado en "Orfeo", ópera que la Nuevo Mundo presentó el año pasado con Les Sacqueboutiers de Toulouse. Ahora, en cambio, esa fanfarria será hecha por bronces chilenos.