domingo, julio 20, 2025

Un abrazo de quenas y violines: la trastienda del primer show sinfónico de Illapu

 


La Tercera

El histórico grupo chileno se alista para su primer show sinfónico este domingo 27 de julio en Movistar Arena. Una experiencia que responde a un viejo anhelo. Se ha trabajado con 4 arreglistas una veintena de canciones, en distintos formatos. En charla con Culto, Roberto Márquez y el director de orquesta Juan Pablo Aguayo trazan las claves de un encuentro entre dos universos.

Por Felipe Retamal

La primera vez que Roberto Márquez estrechó la mano del director de orquesta Juan Pablo Aguayo, ocurrió en la calle. Fue el lunes 28 de octubre de 2019. El líder de Illapu había sido convidado a cantar junto a la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile, afuera del Centro de Extensión Artística Cultural (CEAC) de la Universidad de Chile, a la salida de la estación Baquedano del Metro.

La idea era sacar a la música en la calle. Corrían los días del estallido social y Márquez, además de Nano Stern, interpretaron un repertorio que incluyó clásicos de la canción chilena como Gracias a la vida de Violeta Parra y El derecho de vivir en paz, de Víctor Jara.

“Ahí nos conocimos con Roberto”, recuerda Aguayo, quien por entonces era músico de la Sinfónica y hoy trabaja como director freelance de orquestas profesionales. “Poco tiempo después, me contactó y me dijo que quería hacer un show sinfónico. Nos pusimos a hablar, pero después quedó en nada”.

A Márquez le daba vueltas la idea de preparar una presentación sinfónica de Illapu. Pero lo más difícil era concretarlo. “En un momento teníamos la idea de armar una orquesta y hacer un concierto, pero era muy caro”, cuenta a Culto.

Pero el músico no claudicó y notó el vínculo que tenía Aguayo con la Orquesta Nacional Juvenil, en la que fue director residente durante siete años. Fue entonces que se encaminó la gestión. El mismo Márquez se lo propuso al director. “A fines del año pasado, me llamó Roberto -recuerda Aguayo-. Me dijo que estaba en conversaciones con la FOJI para tener a la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil. Así que ya podíamos ponernos a trabajar en el sinfónico, porque además ya tenían la fecha”.

Aquel fue el origen de Illapu Sinfónico, el concierto en que por primera vez el afamado grupo cultor de música popular, tocará junto a una orquesta. Una experiencia única que replica experiencias similares de músicos como Joan Manuel Serrat y Sting, que se está preparando con la producción de Bizarro con miras a presentarla el próximo domingo 27 de julio en Movistar Arena.

Para el grupo Illapu se trata de toda una aventura. En el pasado tuvieron un par de experiencias tocando junto a orquesta, pero en eventos acotados. La primera vez fue en 2010. “En Antofagasta participamos de un homenaje que se le hizo a [la poeta] Nelly Lemus -recuerda Roberto Márquez-. Ahí montamos con la Orquesta Sinfónica de Antofagasta los temas que hemos compuesto con poesía de Nelly Lemus. Después hicimos una segunda parte en el Teatro Municipal. Otra experiencia fue en el Teatro Municipal de Santiago, en ese día que tienen los trabajadores del teatro. Normalmente invitan músicos de distintas corrientes para hacer una gran gala. Y nos invitaron a nosotros. Aprovechamos de hacer El grito de la raza Sinfónico con los cuerpos de músicos, los cuerpos de baile. Son las dos experiencias que hemos tenido, pero que hemos tocado tangencialmente la música sinfónica, porque no estuvimos involucrados del todo”.

El trabajo de cara al concierto sinfónico comenzó a la altura de marzo de este año, con animadas charlas entre Roberto Márquez y Juan Pablo Aguayo. Lo primero fue definir el repertorio. “Conversamos qué temas se prestaban más para hacer arreglos sinfónicos. Ha sido un trabajo de mucho compartir. Hay canciones nuestras como Aunque los pasos toquen, que tienen un corte más clásico, mucho más fácil de llevar al mundo sinfónico. Pero por primera vez sentimos que estamos muy involucrados en un trabajo así”.

Por su lado, Juan Pablo Aguayo también propuso un listado de canciones para trabajar en formato sinfónico. “Mi lista coincidió bastante con las propuestas de Roberto y de José Miguel, a mí me gusta mucho Illapu -comenta-. Estoy muy contento porque la gran mayoría de las canciones a mí me encantan, hubo bastante coincidencia. Pero para mí, había tres canciones que eran muy importantes que estén; Arrurrú la faena, Condorcanqui y Aunque los pasos toquen. A mí me han marcado, sobre todo en mi vida universitaria”.

Luego hubo que trabajar los arreglos. Ahí Aguayo se encontró con una dificultad. “Illapu es un grupo muy completo, lleno de instrumentos, cuya música está ya muy completa. Distinto es cuando un cantautor hace un experimento sinfónico, por ejemplo, Serrat Sinfónico, o cuando Sting hizo su sinfónico, él modifica su banda y se pone a cantar arriba de la orquesta. Pero en este caso, es el grupo completo el que toca sus canciones y sobre eso había que pensar”.

Aguayo tiene sobrada experiencia en cruzar música popular y docta. Participó en la orquesta que acompañó a Sting en su aclamada presentación sinfónica en el Festival de Viña 2011 y por lo mismo, deseaba que la orquesta tuviera protagonismo. “Conozco muchas iniciativas de colaboración sinfónica. En las experiencias que he tenido con grupos populares, muchas veces se hace a la rápida, se encargan mal los arreglos y la orquesta no se luce. Entonces, yo siento que el gran desafío de todo este proceso, ha sido relevar la sonoridad de una orquesta sinfónica y que realmente haya una colaboración”.

Por lo mismo, entre Márquez y Aguayo dedicaron algunas tardes a escuchar otras experiencias; los shows sinfónicos de Joan Manuel Serrat, el trabajo de Sting, e incluso el afamado concierto S&M de Metallica junto a la Sinfónica de San Francisco. “Escuché todas esas -dice el líder de Illapu, quien asimismo, recordó su gusto por el rock-. Hay una versión de Blanca palidez [A Whiter Shade of Pale, de Procol Harum] que es increíble. Fue en un concierto al aire libre, donde están los músicos originales tocando con una orquesta sinfónica y el tema tomó un vuelo que es increíble. Estuve escarbando mucho de cosas que me gustan”.

Ya con las ideas más claras, se decidió contratar a cuatro arreglistas; Simón González, Rodrigo Santa María, Jimmy Beas y Giuliano Bertetti. “Llegaron por recomendación, por el lado de Roberto o por mi lado, conocíamos el trabajo de estos arreglistas”, dice Aguayo. Cada uno abordó un formato sinfónico distinto; canciones en que la orquesta acompaña a Illapu; otras en que la orquesta toma el protagonismo e Illapu solo interpretará sus características armonías vocales; temas instrumentales tocados por la orquesta; y otros en que se combinan el ensamble sinfónico con algún solista del conjunto. “Hay una diversidad que permite un concierto muy dinámico, va a ir sorprendiendo muchísimo”, apunta Roberto Márquez.

Con el paso de las semanas, se imponía probar el encuentro entre las quenas y el charango, con el violín y el cello. Se pudo escuchar por primera vez el pasado lunes 28 de abril. A eso de las 10 de la mañana, los transeúntes que se desplazaban por la estación Baquedano de la L1 del Metro, se encontraron con una sorpresiva presentación de Illapu, acompañados por 20 músicos de orquesta. Se trató de una prueba a pequeña escala, en que se escuchó Lejos del amor, Sobreviviendo y Morena esperanza.

La sorpresa fue mayúscula. En Lejos del amor, la clásica canción del disco En estos días, la orquesta arranca con una introducción, y luego se suma el conjunto. “Son canciones que tú tienes muy integradas y de repente sentirlas así, sentir violines, sentir instrumentos que tienen como otra sonoridad, te emociona profundamente. Nos permite ir redescubriendo las canciones”, recuerda Roberto Márquez.

Esa intervención se preparó con solo un ensayo de hora y media. “Sabíamos que en ese espacio del metro donde está todo el mundo pasando, lo importante era sonar, pese a todas las limitantes que tiene el lugar -cuenta Juan Pablo Aguayo, quien esa mañana llevó la batuta-. Fue una experiencia muy acotada, pero muy entretenida también, porque el grupo estaba muy sorprendido de cómo sonaban acompañados por una orquesta”.

En mayo pasado, Aguayo y Márquez asistieron a un ensayo de la Sinfónica Nacional Juvenil. “Fuimos a dar el vamos de manera oficial, y para que los chicos conocieran a Roberto -dice el director de orquesta-. Estaban súper felices, se querían sacar fotos con Roberto. En este concierto yo soy director invitado, pero conozco a los chicos porque fui parte de su proceso formativo, así que es como volver a casa. De hecho, los chicos me cantaban el Vuelvo. Estaban bien eufóricos de hacer esto”.

Hasta ahora, los músicos de Illapu solo han escuchado maquetas de los arreglos. Roberto Márquez se encarga de apuntar algunas observaciones para los arreglistas. “Las escucho y digo, ‘mira, aquí a lo mejor sería bueno que estos violines fueran más bien haciendo una suerte de acompañamiento o que en un momento los violines sean los que lleven la voz cantante’. Hemos estado haciendo ese ejercicio, nos involucramos”.

La hora de la verdad llegará este lunes 21 de julio, cuando arranque una serie de cinco ensayos en la sede de la FOJI. En total, están preparando 22 temas que recorren toda su carrera, incluyendo instrumentales. “En el mundo orquestal, como uno trabaja con partitura, se hacen solo cinco ensayos, luego se hacen los conciertos y después viene un nuevo repertorio. Ese es el funcionamiento habitual de una orquesta. Entonces, lo planteamos así”, explica Aguayo. Solo harán un ensayo en el Movistar Arena, el mismo día del show, el domingo 27, pues este ocurrirá entre la serie de siete conciertos sold out de Kidd Voodoo, en el mismo lugar.

En esos ensayos, Illapu podrá tocar junto a la orquesta completa, de 68 músicos. “Eso nos va a permitir esa intercomunicación que no tuvimos antes, de estar con los músicos, compartir con ellos, ver lo que pasa. Hay canciones que yo siento que para los músicos clásicos deben ser más complicadas, por ejemplo, los waynos o los ritmos más folclóricos que normalmente no son tan cuadrados. Va a ser una dinámica bien especial”.

Tras el show sinfónico, Illapu seguirá en la carretera con su gira En esos días de los 90, que inició el 31 de mayo en Temuco. Un tour en que repasan lo mejor del material que publicaron en esa década, que resultó exitosa para la agrupación, con discos como Vuelvo amor...vuelvo vida (1991), En estos días (1993), Multitudes (1995) y Morena Esperanza (1998). “Tomamos esos temas y armamos un concierto en que tú vas escuchando todos los temas que has querido siempre escuchar, pero todos juntos, de una vez”, apunta Márquez.

Este tour permite a Illapu repasar en el escenario temas asentados en el cancionero popular como Sincero Positivo, Volarás o Tres versos para una historia, pero también los llevarán nuevamente al estudio. El grupo se apresta a lanzar el álbum En esos días de los 90, en que regrabaron 12 temas de aquel tiempo, pero con su alineación actual y con un tratamiento de sonido envolvente Dolby Atmos, a cargo de Christopher Manhey en Omni Soundlab. “Estas cosas nos permiten actualizarnos, te vas enamorando de nuevo de las canciones. Es increíble”.