Hay un par de Hugo Lagos dentro de la música chilena, uno es el integrante de los Hermanos Lagos, folclorista profundo de nuestra música y que entregó su vida y su obra sobre los escenarios de Chile, tan así que nos dejó sobre el escenario de Chile Ríe y Canta, mientras Rene Largo Farías no podía entender como se le iba un amigo en frente de sus ojos.
El otro Hugo Lagos es aquel que hemos conocido como integrante del Quilapayún, y que ha estado en su formación desde el año 1972, encargado de las cuerdas, de las quenas y de una voz sencilla pero hermosa, que vino a tomar mas protagonismo dentro del repertorio del Q a partir de la década de los ochenta.
Actualmente radicado en Francia Hugo Lagos editó el año 2006 el CD Guitare de Andes. Y lo primero que llama la atención en este CD es la pulcritud de su interpretación, y como los arreglos de cada uno de las obras esta hecho para que la guitarra muestre todas sus capacidades melódicas y armónicas.
Este tipo de interpretación está mucho más cercano al mundo del conservatorio, con un repertorio popular y folclórico bajo interpretaciones finas, hermosas. Esto lo hizo hace bastantes décadas don Atahualpa Yupanqui, que dejó una estela de admiración en algunos intérpretes de la Nueva Canción Chilena, como Víctor Jara, Ángel Parra, Horacio Salinas, Pedro Yañez; que incorporaron de una u otra forma dentro de sus obras esta guitarra pulsada con precisión, con menos rasgueo, con limpieza en cada una de sus notas. Tomando esto en cuenta no es extraño que dentro de las 14 pistas del CD, 5 sean de la autoría de Don Atahualpa. Además se consideran 4 temas que cuentan con la autoría de Hugo Lagos, una de las cuales ya conocíamos en la versión del Q..
Las obras instrumentales deben tener ciertos cánones de desarrollo armónico y melódico que deben atraer y mantener la atención del oyente durante toda su extensión; en este caso Hugo Lagos desarrolla unos arreglos que cumplen con su misión de hacer permanecer al oyente atento a sus interpretaciones; por cierto que son arreglos que no arriesgan en disonancias ni en complejidades rítmicas, son melodías con buenos arreglos al servicio de una guitarra excelentemente interpretada. Estos arreglos e interpretaciones me parecen precisas y correctas en todas los temas, excepto en el par de obras que son versiones de temas de Violeta Parra y Víctor Jara. La obra de Violeta Parra es el Gavilán, a la cual le falta esa fuerza y brutalidad que la Violeta inculcó en la sangre de esa obra, por lo cual encontramos pobre la coda y el calderón que adornan los últimos compases de ese arreglo; algo parecido ocurre con Ventolera de Víctor Jara, que llega solo a Viento. El resto, excelente. Extrañamos que Hugo no muestre mas de sus capacidades interpretativas dentro de su grupo, si bien era algo que intuíamos, recién ahora podemos dimensionar en su total amplitud la fuerza artística de Hugo Lagos.
"Atacama y los Andes, desierto y cordillera, transparencia de cielo, silencio de la montaña y de la tierra".
Santiago, 21 de abril de 2007.
http://purochile.podomatic.com/
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