Hace un par de semanas salió al mercado la nueva producción del conjunto Quilapayún (bajo la dirección de Eduardo Carrasco), llamado “Solistas”. Lo primero que se agradece de esta agrupación es que se mantenga viva, y que haga nuevas propuestas en forma regular dejando atrás la imagen de un conjunto casi sin propuestas que conocimos en la década del 90. Este punto, creo yo, es valioso por si mismo, y es independiente al valor que le puede otorgar cada auditor al disco en sí. Un grupo que se mantiene vivo, que respira de esta forma, ya a casi 45 años de su fundación, es algo que debe agradecerse sin siquiera escuchar el disco.
Pero los discos no son textualmente fotografías, por lo cual es preciso abrirlo y escucharlo. En la primera audición es un disco que descoloca, por que?, creo yo por un orden de los temas que no es consistente con el sentido final del disco El sentido del disco se aprecia mejor al escuchar el orden de los temas de forma aleatoria; es un disco de música popular, con una óptica mas cercana a Chile, con arreglos mas directos, con ritmos y armonías mas tradicionales, mas de acuerdo al oído del público nacional. Este conjunto ya no está dirigido a convencer al público francés, es un grupo que hace música popular para la población de Chile.
Es un disco que toca temas profundos, como el amor de padre representado en padre eterno y en canción de cuna; toca también el paso del tiempo en “Todo se borra”, hay temas que tratan con cierto humor aspectos sociales de integración como “Las Cuecas Cuicas” y el “Yambú de los viejos”; también hay una recuperación de temas tradicionales de la canción chilena como es el caso de Todo Cambia, Manifiesto y Miren como sonríen. En esta ultima canción pasa algo curioso, esta obra había sido recuperada hace un año en las presentaciones de Patricio Castillo en Chile, mientras por otro lado sus ex compañeros rescataban el mismo tema para incluirlo en este disco… como lo llamaría Jung… una muestra de sincronía dentro del inconsciente colectivo de la música nacional; (también podemos nombrar por otro lado que la agrupación dirigida por Parada y Wang rescató brevemente el tema Todo Cambia sin saber que la agrupación dirigida por Carrasco lo había incluido dentro del proyecto del disco Siempre, para concretarlo finalmente en este CD).
El gran tema del disco, y que está a la altura de las composiciones históricas del Quilapayún, es el Tango del Willy; esta canción ya era un buen tema cuando lo escuché hace mas de un año interpretado solamente por Guitarra y la voz de Ismael Oddó en el evento de amor de padre; ahora esta preciosamente arreglado, justo, preciso, una gran obra.
También hay temas sabrosos, como Juana La Cubana, y la Kumbia Inka, que hace un original propuesta entre música bailable e instrumentos andinos
En esta época el Quilapayún se acompaña y re acompaña con músicos invitados, y en algunos casos se escuchan mas los invitados que el grupo mismo; por lo cual es imprescindible saber como van a ser interpretados estos temas en vivo, el Quilapayún es un grupo de presentaciones, y es ahí como escucharemos la entrega final de muchas de estas canciones.
Un punto aparte es el sonido del disco o como fue grabado, me queda la impresión que en el caso de muchas tomas de voces no se trabajo profundamente en el registro de ellas, hay varias voces que se escuchan gastadas, con pequeñas imperfecciones en la entrega, que hubiera dado para una toma mas una semana después, sé que los tiempos actuales no están para estar semanas grabando las voces como lo hicieron los Beatles en su época, pero tengo que reconocer que a los Quilapayún se le debe exigir de la misma forma que se le exigió a los británicos, y como se le exige y nos sorprende actualmente P Mccartney, deben estar a la misma altura. Otro detalle es el rango de volumenes de la grabación, acepto que tengo conocimientos básicos de sonido, pero al revisar el grafico del sonido del disco se ve primero que este esta a un volumen limite menor que los discos anteriores del grupo, pero este menor volumen se produjo por una compresión del volumen final, se puede ver que todo el disco se mantiene en un mismo rango de volumen, hay pocos temas que están por debajo, o por lo alto; esto también produce que se da un énfasis en el volumen a todos los instrumentos, lo que deja afuera ciertas capas de volumen de instrumentos ( es como si en un cuadro todos los colores tuvieran la misma intensidad), y también de deja fuera que haya cierto guión de énfasis de volumen a lo largo del CD. Un CD con un volumen constante (o con pequeñas variaciones) puede inconscientemente saturar la audición del CD completo, y estas estrategias son óptimas para competir dentro de las selecciones de temas dentro de un IPOD, pero no dentro de un álbum. Esto será un nuevo horizonte que desea desarrollar el grupo en forma conciente, o fue algo que quedo fuera de sus manos?, veremos como será las próximas propuestas de la agrupación.
En resumen, un buen disco, consecuente con la nueva propuesta que le quiere dar Eduardo Carrasco a su agrupación, que nos sacude con nuevos sonidos (como por ejemplo con las participaciones de Jimmy Fernández), y que nos deja con la impresión que la música popular chilena respira en estos discos con una frescura desde el fondo de la historia.
Ok, creo que la critica es un tanto mediocre pues no es una critica basada en la objetividad. Aparte, aunque sepas lo basico de sonido, bien sabrias que tus oidos son los que mandan...Es facil juzgar o criticar un disco por la forma de onda que muestra en el editor. Tu postura es de avalar entonces la guerra del volumen ?....Te cuadra un disco de Quilapayun sonando en el mismo rango dinamico que uno de Pop ???....
ResponderBorrarPorque no es una critica objetiva?, que significa objetivo en tu caso?.
ResponderBorrarEn el relativo de la onda de sonido, los oídos mandan, y en este disco he detectado solo por oído que por lo menos hay un par de temas en que las voces se saturan, y eso no lo ví en el cool pro.
A pesar de eso considero que es un buen disco, para la próxima solo tienen que cambiar la forma en que masterizan el disco