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sábado, julio 30, 2011
Sobre Autobiografías: "Conversaciones Conmigo Mismo" -Eduardo Carrasco. "Encuentros, Visiones y Repasos"- Juan Orrego Salas
Casa Central.
Por Víctor Tapia
Es la idea comentar un par de libros autobiográficos relacionados con la música chilena, que casualmente fueron leídos uno tras otro, el primero el libro “Conversaciones Conmigo mismo” de Eduardo Carrasco, y el libro “Encuentros, Visiones y repasos” de Juan Orrego Salas. Me acerqué a este libro solo por el hecho de que he escuchado una sola obra del autor, una que se incluye en el disco la Revolución y Las Estrellas de Quilapayún del año 1982, y si bien había visto varias veces este libro con un valor por sobre los $13.000, en esta feria del libro del Parque Forestal del año 2011 lo encontré a un precio de $4.000.
Fue una vuelta a la feria y la decisión ya estaba tomada.
Pues bien… el Libro "Conversaciones conmigo mismo" de Eduardo Carrasco viene a cubrir dos ámbitos dentro de su creación escrita, primero un ejemplar mas dentro de los ya editados bajo el concepto de Conversaciones, 2 ejemplares con Roberto Matta y uno con Toretti han pasado por mis manos… y por otro lado vienen a ser una especia de memoria de este creador nacional, músico, filosofo y poeta. Tal vez muy a pesar suyo quedará registrado en la historia cultural chilena por su aporte a la música y la poesía mas que por la filosofía; esto último no se explica por la calidad de esta, sino por su escasa difusión dentro del medio chileno. Y tal vez por lo mismo una gran cantidad de lectores llegarán a este libro por la primera vía más que por la segunda.
Si bien es un libro de conversaciones, esta es una especie de monologo a dos voces. Si en los otros libros había un descubrirse de ambos interlocutores en cada intercambio de ideas y relatos, acá se trata de hacer algo parecido, pero se deja al olvido avanzando el libro, porque de serlo hubiera sonado francamente falso.
Como unas buenas memorias estas avanzan de manera cronológica, en donde el autor demuestra el conocimiento de sus antepasados, de su origen noble, y de cómo éste ha llegado hasta él, su familia, su época, como era Chile, y como de a poco fue adentrándose en la filosofía, un tiempo en la sicología, su encuentro furtivo y permanente con la música, sus amores, sus pasiones, sus engaños, toda su verdad y mentira, el Quilapayún y el estado actual de la sociedad chilena.
Termina siendo un libro valiente, transparente, pero también incómodo. Cuando compré el libro no quería saber tanto sobre las minucias de la vida de Eduardo Carrasco, si bien un gran porcentaje del libro es rescatable en relación a sus puntos de vista, su aporte a completar la historia de la música popular, y del aporte de la filosofía en la vida actual, los pequeños escandalillos mencionados enturbian la buena lectura.
Es duro saber que su primer hijo sobrevivió a la idea del aborto, que se casó con su primera esposa solo por su hijo, que la engañó constantemente y que su vida fue tranquila hasta que la esposa lo engañó con su mejor amigo, que la vida del Quilapayún y por extensión de la Nueva Canción Chilena podría tener el slogan de “Sexo, drogas y Nueva Canción”, pero no comentando nada sobre drogas, quedando al debe de un tema que ha sido escasamente tratado en la historia de la música popular chilena.
Creo que ahí algo faltó… si vamos a contar todo, lo bueno, lo mas miserable, las cosas tal como son , la verdad pura, ¿cuál fue la razón para dejar el tema de la droga al lado?, ¿tal vez para no opacar su aporte en la filosofía?.
Este libro también descubre ciertos sucesos, como este es un sitio de música y no de filosofía, deja a la luz pública un dato que era comentado a voces dentro del medio cultural chileno: La homosexualidad de Luis Advis. Y es un buen ejemplo de la apertura del medio musical chileno, en especial de la Nueva Canción, muy ligado en sus orígenes al PC, en una época en que el Partido Comunista no aceptaba en sus filas a participantes con esta opción sexual, razón por la cual quedaron fuera Rolando Alarcón y Luis Advis del Partido… y tal vez cuantos otros mas que poco a poco irán apareciendo en los recuentos de esos años en la vida.
También sobre los detalles nada apropiados que tienen connotados políticos nacionales, el asco por la política frente a su vida de filósofo. Además no deja de sorprender la mirada aristocrática de Eduardo Carrasco sobre las clases populares, sobre la educación pública, en donde expresa tal vez de manera inconsciente, una idea que se asoma sobre la “enrotización” de Cartagena, o sobre lo traumático que significó su estadía en la educación pública durante su etapa escolar.
No creo que este libro se lea durante una noche, como lo comentaban por ahí, se lee en mucho mas tiempo, con mas dureza, tal vez con ganas de saltarse paginas, pero ahí esta escrita con ansias una vida, sólo él sabe que tan cierta es lo que nos cuenta, tal vez no se da cuenta que tanto distorsiona este espejo al revisar su existencia.
Si el libro de Carrasco te deja un gusto a que está escrito desde la “crudeza”, por otra parte el libro de Juan Orrego Salas está escrito desde la sabiduría, es un libro que avanza como el río Valdivia, es decir raudamente pero con ese volumen, esa inmensidad que parece que te bendice en cada palabra. Es un libro luminoso, generoso, asumiendo desde un principio ciertas limitantes que puede tener el relato mirando la vida desde hace tanto tiempo.
Este libro de adentra en varios pasajes sobre lo que podríamos llamar ciertas teorías o ideas sobre el procese compositivo, sobre como esto se vio influenciado por sus estudios en Arquitectura. El libro en varios pasajes se adentra sobre el génesis de varias de sus obras, lo cual daría el marco perfecto para una audición más acabada; pero acá nos encontramos con un “disparate”. Es más accesible leer el libro autobiográfico de este compositor, que poder escuchar su música. Es un cosmos que queda cojo; y esto por cierto no es culpa de don Juan Orrego Salas, es culpa del medio podríamos decir, del mundo cultural en que globalmente nos desenvolvemos, porque incluso al revisar por Internet la disponibilidad de esta obra en otros mercados también es casi nula, considerando que un gran porcentaje de su vida este compositor chileno la vivió en Estados Unidos.
Un libro que pasa por sus interpretaciones obre la educación de composición, por su interés de mejorar la condición de la música chilena, la incomprensión por parte del medio, su oportunidad de abrir nuevos horizontes en Estados Unidos, la nula entrega de conocimientos en las escuelas de música chilena sobre el universo y las historia de la creación musical de nuestro continente, su constantes dudas y recriminaciones por dejar sola a su familia, la temporal separación que tuvo, los cruces con figuras históricas, sus viajes a nuevos mundos, los nuevos sonidos, y como siempre tenía a Chile en mente, a pesar de la lejanía, a pesar de que era mejor recibido en otras universidades que en su alma matter.
Si el libro de Carrasco está escrito desde una mirada personal, desde una bestia solitaria gritando sus verdades, con un desarrollo personal, que no necesariamente puede generar una complicidad con el lector; el libro de Don Juan Orrego Salas está generado desde una visión social, como un maestro que nos lleva de la mano a descubrir su vida, a iluminar conjuntamente ciertas ideas, conceptos y críticas sobre los que aún nos toca vivir.
¿Como es posible que en Chile no se enseñe formalmente en las escuelas de música la historia o el desarrollo de la música de nuestro continente?, ¿por qué es mas natural saber de los Clásicos europeos que de los latinoamericanos?, ¿por qué esa diferenciación entre lo popular y lo clásico?, ¿por qué tuvo una mejor recepción sus ponencias en la Católica de Valparaíso que en la Católica de Santiago?, ¿será por el tipo de principio que guía la enseñanza de cada una de estas escuelas, una que respeta, valora y educa desde lo popular, mientras la otra se basa desde Europa y lo docto?.
Este es un libro esencial para cualquier interesado en la música chilena, en la historia de Chile del Siglo XX, o para cualquier estudiante de composición musical, acá encontrará tanto o mas luz que en los largos libros llenos de técnica o de pentagramas….
Solo un fragmente de este libro… con el cual me sentí totalmente de acuerdo, después de asistir a tanto concierto de música contemporánea, a los que cada vez mas difícil es acercarme:
“Después de escuchar estas obras (de compositores chilenos nacidos a partir de 1960)… uno queda con la impresión de haber asistido a la repetición de la misma obra, en diferentes transcripciones, una cantidad lastimosa de veces.
Al término de mis charlas decidí dirigirme a los jóvenes que habían asistido a estas y darles mi opinión al respecto, como también a los profesores, incitándolos a revisar sus métodos de enseñanza, a examinar si no estaban enseñando recursos en lugar de abrir caminos a otros, limitando el desarrollo de expresiones individuales, si el dogma no era lo que estaba prevaleciendo sobre la observación de las percepciones de cada uno de sus discípulos. Lo hice, porque sentí que se lo debía al país donde me inicié como músico y al lugar en que me encontraba.”
No sé si este libro habrá llegado a los maestros de composición de la actual música chilena, o a los estudiantes de ella; pero por una obligación ética, conceptual, de enseñanza, deberían tenerlo: Es introducirse a un mar de sabiduría, recorriendo la fructífera vida de este compositor chileno.
Ambos libros, cada uno dentro de sus particulares perspectivas de vida, son fundamentales para comprender de mejor forma la evolución histórica y conceptual de la música chilena.
Conversaciones Conmigo Mismo- Eduardo Carrasco. Editorial Catalonia.2010
Encuentros, Visiones y Repasos- Juan Orrego Salas. Fundación Andes. Ediciones Universidad Católica de Chile.2005
Muy buenos los comentarios que realizas, Víctor. Tomas a dos grandes de la música chilena pero desde la autobiografía, en un formato poco tradicional. Me gustaría invitarte a escribir en la página de Vuelan las Plumas que estaré lanzando próximamente, que se vincula con el programa de Radio Universidad de Chile del mismo nombre. Espero tus noticias en vlp@uchile.cl
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