El Mercurio
Los pianistas ofrecerán un concierto solidario para las personas sin hogar el miércoles en la Catedral de Santiago. Y el viernes tocarán y harán juegos con los niños internados en el Hospital Sótero del Río.
Romina de la Sotta Donoso
No es la primera vez que Roberto Bravo y Victoria Foust ofrecen un concierto solidario en la Catedral de Santiago. En 2007, reunieron un importante volumen de ayuda para los damnificados por el terremoto de Tocopilla. Y ahora vuelven a protagonizar una cruzada solidaria.
El miércoles, a las 20:00 horas, ofrecerán en ese templo de la Plaza de Armas un concierto para recolectar alimentos no perecibles, que serán luego distribuidos, como canastas de Navidad, entre las personas sin casa de la capital. El evento está organizado por la Comunidad San Egidio y por la Pastoral Universitaria de Santiago.
"Nosotros compartimos nuestro arte, la música de piano, con otras personas que aportarán alimentos no perecibles. Pero aparte de los objetos físicos, lo que cada uno entregará en realidad es un poco de su corazón, de su alma", dice Victoria Foust, y adelanta: "Nos pidieron que tocáramos mucho Bach y música sacra. Dentro de eso, haremos un repertorio muy variado".
Ella interpretará obras de Rachmaninov, Liszt y Brahms; y Roberto Bravo, de Chopin y de Benedetto Marcello. Cerrarán el evento tocando a cuatro manos piezas de Dvorak y Tchaikovsky.
"El artista tiene un compromiso con los que sufren y con quienes tienen menos, sobre todo si tomas tu arte como un apostolado. Esta es la única manera de devolver las cosas buenas que te da la vida", declara Bravo. "Cuando uno toca en una iglesia se vive una emoción única, porque hay una energía de otro mundo, y se produce un reencuentro con el ser divino que tiene cada persona", agrega.
Pero el espíritu navideño se extenderá hasta el viernes, cuando ambos se presenten en el Hospital Sótero del Río, al mediodía. "La madre de una alumna trabaja en ese hospital y nos ha contado los sueños de esos niños. Algunos nunca han ido a un concierto, otros anhelan ir a ver un ballet en el Municipal. Queremos levantarles el ánimo a los niños. Haremos un programa muy especial, inventamos juegos con las notas musicales, por ejemplo. Será un concierto interactivo, y nuestro regalo de Navidad", cuenta Foust.
Y revela que los niños internados en ese recinto ya están preparando manualidades para adornar el patio donde actuarán. Participarán nueve alumnos de Foust, que tienen entre siete y 28 años de edad, y el repertorio será alegre, e incluirá desde la "Marcha Turca", de Mozart, hasta jazz, pasando por piezas infantiles de Schumann y Tchaikovsky. Incluso tocarán ragtime de Scott Joplin como música de fondo, para que una niña internada haga realidad su mayor sueño: convertirse en bailarina.
La Rusa Victoria le debe mucha plata a Roberto Bravo, lo estafo y no cumple con los compromisos financieros,,,,,,,,,es Estafadora....
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