sábado, septiembre 01, 2012

Aquí se vive el folclor todo el año

El Mercurio


Llega septiembre y la identidad patria asoma en cada uno de los chilenos. Recorrimos los lugares donde las tradiciones musicales se palpan durante los doce meses y descubrimos que, cada vez más, jóvenes, viejos y matrimonios se identifican con un estilo que, al parecer, no sólo está relacionado con los festejos dieciocheros.

Felipe Rodríguez

Bar Victoria:
El lugar de la cueca popular
Ana Luz Contreras fue un caso atípico. Trabajó en Lo Valledor junto a su familia, pero fue la única que siempre tuvo fanatismo por la cueca. Cuando abrió su restaurante, su idea fue involucrar al folclor. Llamó a un par de cuequeros para que fueran a cantar algunas noches y, en corto tiempo, el público respondió. "Llegaban veinte personas y después se prendió rápido. Mi hijo mayor, que es fanático de la cueca, consiguió músicos y ahora estamos a full toda las semanas", indica.
Desde hace tres años que se presentan grupos en vivo y permanentemente reciben propuestas de nuevas bandas que buscan salir del anonimato. "Acá respetamos el folclor campesino, pero nos inclinamos más por la cueca guachaca, que retrata la vida popular. Hacemos clases de cueca de jueves a sábado por mil pesos y nos entrevistaron de una revista de una línea aérea y se nos llena de turistas extranjeros. Aquí se vive la cueca", finaliza.
Av. Carlos Valdovinos 1951, Pedro Aguirre Cerda.
www.barvictoria.cl

Club Matadero:
El barrio en que nació la cueca urbana capitalina
Hasta hace cuatro años, el Club Matadero era sólo unas bodegas desocupadas de una fábrica textil. Todo cambió cuando los dueños de la empresa decidieron darle una vida cultural a la casona. Ahí entró en escena Ricardo Silva, el hombre que transformó este lugar en uno de los más concurridos por los amantes de la cueca, en el barrio que, para la mayoría, es la Meca de los sonidos tradicionales urbanos. "El barrio Matadero tiene una carga cuequera muy antigua. Es el lugar donde se reunían matarifes, en que estaban los bares y también las casas de niñas. Un germen ideal para que nacieran cuecas populares", cuenta Silva.
Aunque en un comienzo los shows se dividían entre la cumbia y la cueca -Chico Trujillo fue uno de los números principales de sus inicios-, el sitio apostó totalmente por los ritmos locales. "El público de cumbias es muy desordenado y, a veces, habían peleas. Ahora, los fines de semana son pura fiesta", cuenta y agrega que se hacen talleres de canto de cueca y encuentro de payadores. "Traemos a los de Pirque, lejos los mejores payadores de Chile".
Avda. Santa Rosa 2260
www.clubmatadero.cl

Huaso Enrique:
Los amigos de Harvard
Enrique Araya fue un trabajador que hace 60 años se vino a Santiago desde su natal Pichidegua para desempeñarse en el matadero. Al tiempo, se retiró y creó su propia pyme: el restaurante El Huaso Enrique . El lugar fue referencia nocturna de periodistas, actores y gente de radio en pleno barrio Yungay y se hizo famoso por su chilenidad.
Los años, sin embargo, fueron menguando su popularidad hasta que, a comienzos de la década pasada, Aldo Araya avizoró el negocio: le dio espacio permanente a Los Porfiados de la Cueca. "Diría que hace seis años que comenzó la explosión del lugar y, con el tiempo, nos hemos ganado un espacio. El New York Times nos citó en un artículo como recorrido obligatorio e hicimos un convenio con muchachos que vienen de Harvard a hacer pasantías a Chile. Es muy divertido verlos bailar", reconoce Marcela Sandoval, relacionadora pública del lugar.
De martes a sábado se realizan clases de cueca y, según cuenta, este mes se repleta de personas que quieren aprender a bailar. "Aumentan los alumnos en un doscientos por ciento. Es impresionante como aumenta el instinto patriótico".
Maipú 462.
www.elhuasoenrique.cl

Pub La Máquina:
Baile típico en pleno Providencia
Alex Lister, el capo del pub La Máquina , cree que la razón más importante porque las personas aman la cueca es por su facilidad para formar parejas. "Debe ser de los pocos bailes en que la timidez se rompe de inmediato. Tú tienes que acercarte a la niña y seducirla sí o sí. Es un baile que fomenta mucho el coqueteo", justifica.
Reconocido como un sitio de música latinoamericana, su menú musical cambió hace veinte meses. Lister, quien venía de Valparaíso, sintió que en Providencia faltaba cueca. Y el negocio fue un éxito. Durante este mes, además, se realizan clases de este baile -además de shows en vivo los miércoles y viernes- y el público se triplica por sobre otras temporadas. "Lo que más nos impresiona es que la juventud está súper prendida con la cueca", dice y agrega que cuentan con la agenda copada de bandas hasta noviembre. "Nos llegan demos todas las semanas", cierra.
Seminario 65.
www.publamaquina.cl

Restaurante Catedral:
La cueca ABC1
Para Jean Pierre Rengifo, uno de los administradores del restaurante Catedral , el alza de la cueca en Chile se debe a los movimientos sociales de los últimos años. "La idea de imponer sus derechos, la adhesión al patriotismo y las marchas han desembocado en que el chileno joven sienta la música original del país como propia. Y eso ha desarrollado mucho la cueca", señala. En su bar, todos los martes en la noche tocan bandas del estilo y en el escenario se mezclan bandas emergentes con consagrados como Pepe Fuentes, María Esther Zamora o "El Baucha". "Es una auténtica fiesta popular", añade.
José Miguel de la Barra esquina Merced.
www.operacatedral.cl

Costa Azul:
El referente de Quilicura
Se abrió en 1936 y nunca más cerró. "Esos eran otros tiempos en Quilicura. Una época en que todo era realmente campestre", afirma Fernando Larenas, dueño de Costa Azul . El negocio familiar pasó por varias etapas hasta que hace cuatro años decidieron darle un aire de chilenidad. "Nos dimos cuenta de que las nuevas generaciones se están reencantando con la patria, con lo que significa ser chilenos y nos jugamos por la cueca", sostiene. El giro fue redondo. Si antes el local se llenaba de viejos que se tomaban su caña de vino, ahora el público es transversal. Los fines de semana, cuando actúan bandas, se repleta de familias con hijos y abuelos, además de universitarios. "Es como estar en un septiembre eterno. Además, yo hago arrollados y prietas, y viernes y sábados son una fiesta. La gente baila y se ríe. Fue un acierto", concluye Larenas.
José Francisco Vergara 243, Quilicura.
www.restaurantcostaazul.cl

La Casa de la Cueca:
Los fans de Álvaro Henríquez
María Esther Zamora lo cuenta con orgullo. "En mi casa se vive un 18 eterno". Hija y esposa de cuequero, la mujer de 65 años encarna la popularidad de la cueca en una sola persona: el líder de Los Tres, Álvaro Henríquez. "Sé que ahora se llenan los lugares donde toca Daniel Muñoz y aunque lo quiero harto, él recién participó en los últimos cinco años en la cueca. En cambio, el Alvarito lo hizo a mediados de los noventa. En esos años a nadie le interesaba", indica.
Para Zamora, la cueca representa las tradiciones más antiguas del ser nacional: tomarse una caña de vino, ir trajeado a una fiesta y, fundamentalmente, conservar valores familiares. "La cueca se asocia a la gente que da las gracias, que te dice buen provecho. Eso es la chilenidad: respetar los valores familiares. No me gusta la gente que dice garabatos o insulta", reclama.
Como cuequera que grabó su primer disco a los 13 años, la mujer asegura estar dichosa con el presente del estilo. "Hay 350 bandas de este estilo de jóvenes en Chile. Me enorgullece porque he tenido a varios y les doy consejos. Durante la dictadura, los cuequeros se murieron y yo tuve que ganarme la vida desgranando porotos en La Vega, pero ahora el movimiento reapareció y estoy feliz. Una vez vino Pina Bausch y lloró de emoción al entender la cueca", dice. Desde miércoles a sábado a las 20:00 horas se hacen clases de cueca. "La vida tiene que ser una fiesta", finaliza.
Av. Matta 483.

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