domingo, mayo 26, 2013

31 Minutos estrena nuevo show inspirado en la radio y con Guaripolo como protagonista

La Tercera


Radio Guaripolo es el espectáculo que tendrá una temporada en el Teatro Municipal de Las Condes y regiones a partir de julio.
por Claudio Vergara


Irrumpieron en la televisión, ampliaron su éxito al cine y revitalizaron su impacto en eventos de arrastre masivo. Pero el nuevo show de 31 Minutos, el mismo que los traerá de vuelta luego de su memorable debut en el último Festival de Viña del Mar, tributará a otro histórico medio de difusión: la radio.

“Los referentes iniciales de nuestros espectáculos siempre son mundos atractivos o que conocemos de nuestra niñez. No es nostalgia, es sólo porque nos parecen familiares: yo crecí con una abuela que estuvo postrada por años y con la que escuchaba radio todo el día”, explica Alvaro Díaz, uno de los mentores del desaparecido espacio, al contextualizar Radio Guaripolo, el flamante espectáculo que tendrá una temporada de vacaciones de invierno del 10 al 21 de julio, en el Teatro Municipal de Las Condes y que se extenderá en una gira regional de cuatro fechas (ver recuadro).

Tal como reza su nombre, el montaje -que mostró un adelanto en el reciente festival La rebelión de los muñecos- centra su relato en un programa radial nocturno, de esos que eran patrimonio de la AM antigua y que servía para animar los turnos de los nocheros, conducido por Guaripolo, el felpudo personaje autodenominado “favorito de los niños de 31 minutos” y que siempre batalla con el desprecio de Tulio Triviño.

Se trata de un espacio de llamados telefónicos que funciona en base a telefonazos de los personajes más insignes del noticiero y también a pitanzas impulsadas por el propio conductor, apelando a su carácter malicioso. La ambientación de la emisora responde al espíritu nocturno de la trama y parece sacada de la escena blusera de Chicago en los años 50, de aspecto arrabalero, clandestino y con guiños a los emblemas de ese sonido. Además, la historia, que se extenderá por una hora y tiene a 40 títeres en escena, ofrecerá jingles, avisos y un puñado importante de las canciones de 31 Minutos, como parte de la continuidad de la apuesta radial ficticia e incluyendo temas que, hasta ahora, no se habían interpretado en sus anteriores presentaciones.

Díaz sigue: “Es una oda a la radio antigua, donde había mucha conversación e interacción con la gente, aunque acá muchos personajes se despertarán y se molestarán con los llamados de Guaripolo. Además, muchas de las canciones estarán remozadas en base a ese lenguaje nocturno. Y en cuanto a la escenografía, es más teatral, ya no es un concierto con las reglas del show de rock, tiene más escenografía, hay más movimiento de los personajes, más contacto con el público, hay explosiones, etc. Básicamente, lo acomodamos para un lugar cerrado”.

Pese a los cambios, la puesta en escena mantendrá las mismas voces y la misma banda que integró sus aplaudidas escalas en Lollapalooza y Viña, formada por Pedropiedra, Camilo Salinas y los hermanos Pablo y Felipe Ilabaca. Eso sí, esta vez los antecedentes son categóricos: su primera vez en la Quinta Vergara marcó lo más visto del certamen (con un peak de 53 puntos de rating), lo que aumentó su público y, de paso, supone mayor interés en sus próximas presentaciones.

“Después de Viña teníamos la opción de seguir mostrando lo mismo, pero para nosotros es importante proponer algo nuevo, correr un riesgo. Es una forma de mantener vivo el mundo de 31 Minutos. Ahí al menos mi inspiración es Les Luthiers, que, pese a mostrar elementos históricos y súper reconocibles, siempre agregan detalles nuevos y van cambiando sus shows. Además, no podemos sucumbir a la presión de Viña y a lo que ya pasó. Lo tratamos de evitar, para así ir cambiando y mejorando”, sentencia Díaz en torno a un trabajo, que tiene armada su escenografía y que a mediados del próximo mes retomará los ensayos más definitivos.

En el futuro inmediato, el programa tiene agendada su nueva temporada en TVN -luego de ocho años- para 2014, con el aval de los $ 89 millones que ganó del Consejo Nacional de Televisión (CNTV). Eso sí, Díaz asegura que aún no hay contratos firmados con la red estatal y que por ahora, sólo han existido conversaciones avanzadas. Será una nueva etapa para un fenómeno que aún no piensa en bajar el telón.

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