jueves, agosto 15, 2013

Los Jaivas cuentan su historia a través de cinco hitos de su carrera

Foto:FELIPE GONZÁLEZ
El Mercurio

La banda, que hoy 15 de agosto celebra sus 50 años de vida, repasa los principales hechos que le dieron forma al principal referente del rock chileno.

José Vásquez

1 En búsqueda de un sonido propio

El 15 de agosto de 1963 se fijó en la bitácora del grupo -entonces llamado High Bass- como el inicio de su historia, cuando tocaron en el Teatro Municipal de Viña del Mar. Fue el primer concierto que dieron en público con un repertorio totalmente alejado del que sería su marca característica: la fusión del rock experimental con el folclor latinoamericano, un sonido al que tardarían seis años en llegar.

Al comienzo animaban fiestas vestidos de traje y peinados como si fuera su primer día de colegio. El pelo les fue creciendo junto con sus deseos de experimentar. Ya en 1969 de despeinaron completamente. "Empezamos a tocar de forma libre, sin problemas de tiempo, sin instrumentos fijos. Hasta el público podía incorporarse si quería; era una de las características de los conciertos de esa época", recuerda Mario Mutis. "La improvisación era instrumental, la voz era muy primitiva, y recién comienza a aparecer al final de esta etapa con textos improvisados también. Cuando grabamos 'El volantín' (1971, el primer álbum del grupo, ya como Los Jaivas), aparece una línea melódica definida y textos más estructurados. Nuestras primeras 'canciones', por llamarlo de alguna manera, vinieron luego con 'Todos juntos' y 'Mira niñita' (1973)", dice Claudio Parra sobre la génesis del sonido único de la banda.

2 El no a la música disco

El golpe de Estado en Chile coincidió con una gira a Argentina que la banda tenía programada con antelación. Era un viaje de dos semanas que se prorrogó por cuatro años. "Estando allá nos hicieron ver que para qué íbamos a volver. Además, estábamos sorprendidos de conocer Buenos Aires, la gran capital cultural de la región que nos deslumbró", cuenta Parra. Y fue un período prolífico para la banda. Se hicieron conocidos en esas tierras y grabaron tres discos ('Los sueños de América', 'El indio' y 'Canción del sur') antes de volver a emigrar por el ahora golpe de Estado argentino. El siguiente destino fue Europa. "América Latina estaba muy convulsionada", recuerda Mutis.

Pidieron ayuda a su casa discográfica (EMI) para seguir trabajando, y llegaron a Francia. Como necesitaban un productor, su sello les envió a Eddy Owens, quien llegó con la idea -y con sus canciones- de transformar a la banda en un nuevo referente de la música disco. "Quería que tocáramos esa música bailable en nuestro lenguaje musical. Grabamos dos canciones ('Bebida mágica' y 'Sueño del Inca'), porque estaba todo convenido", dice Parra. La presión de los ejecutivos de EMI se hizo presente cuando la banda debió tocar en vivo. "Nos insistieron en que presentáramos esas canciones, pero no lo hicimos, lo que nos costó la relación con ellos. Lo simpático es que una de ellas terminó siendo la canción oficial del famoso Tour de Francia de esa época", rememora Claudio Parra.

3 La dinastía Jaivas

"Son sorpresas inevitables, encuentros con el destino que hay que asumir de manera muy fuerte. Primero se nos fue Gabriel, en el 88, y Gato en 2003. Eso fue tremendo para el grupo. Nos formamos todos juntos desde niños, construimos un lenguaje musical entre todos, y de repente estar sin ellos en un escenario era absurdo. ¿Cómo estar sin Gabriel, que diseñó la batería de la banda? ¿Qué hacemos? Ahí fue fundamental el apoyo del público que nos dio la energía y las ganas para seguir", dice Mario Mutis.

"Con el tiempo entendí por qué debía ser yo quien tomara el lugar de mi padre en la batería. No solo porque era su hija, sino porque no venía con ninguna influencia musical. Ellos me podían formar de la manera más parecida a lo que querían. Crecí con ellos", cuenta Juanita Parra. Dice que al principio se convenció rápido de aceptar el desafío, pero a poco avanzar entró en pánico. "Dije, no puedo. Esto es muy fuerte para mí. Tenía 17 años, y recién estaba enfrentando la vida sin mi papá. Pasaron dos años, hasta que me sentí capacitada. Al principio solo hacía una canción, 'Corre que te pillo'. Ellos se iban al escenario, y yo tenía que esperar mi turno en el camarín. Una vez, incluso, no me atreví a hacerlo, y salí arrancando en un concierto en el Estadio Chile. Para mi primer concierto como baterista oficial del grupo, recuerdo que aparecí con una tenida muy estrafalaria que sentó precedentes: sentía que aferrándome a un montón de cuestiones externas se me facilitaría el trabajo. Finalmente, lo único que me apoyó fueron ellos, Los Jaivas, y el cariño de la gente", dice Juanita. Luego de la muerte de "Gato" Alquinta, tres de sus hijos, Aurora, Eloy y Ankatu, se integraron a la banda. Pero la tragedia no los abandonó, y en 2004 también sufrieron la muerte de Eloy. Aurora se retiró del grupo y Ankatu fue despedido este año.

4 El regreso a Chile

"Los noventa empiezan con la Juanita y el 'Hijos de la tierra' del 95. Con él parte nuestro retorno a Chile", dice Mario Mutis. La banda radicada en el extranjero iniciaba su plan de regreso, donde llegan a una nación "que estaba floreciendo con la vuelta a la democracia", dice el bajista. Ya instalados en Santiago, deciden mirar al resto del país y tocar no solo en las principales ciudades, sino que también en los lugares más recónditos. "Hemos completado shows en 271 localidades distintas", cuenta con orgullo el músico.

Además, la banda llega a la celebración de sus 50 años en plena vigencia. El año pasado totalizaron 82 conciertos. "Desde que regresamos nos encontramos con un público muy cariñoso. Sentimos que fuimos muy bien aceptados. Además, vino 'El reencuentro' (un disco triple editado en 1997 en que vuelven a grabar sus canciones con distintos músicos latinoamericanos), que fue un remezón que necesitábamos, logrando el apoyo de la gente y de nuestros hermanos músicos", dice Mutis.

5 Pensando en un próximo disco

Este es un año de aniversarios para Los Jaivas. En enero de 2013 se conmemoró la primera década sin "Gato" Alquinta, su voz característica, y ahora el 15 de agosto el hito que marcó el nacimiento de la banda. Hoy  también se celebrará "El día del rock chileno", y Los Jaivas encabezarán todo con un concierto gratuito en el frontis del Museo de Bellas Artes, donde en su interior, durante todo el mes, se exhibe una exposición con la historia de la banda. Y la celebración no terminará ahí. Porque en la próxima edición del Festival del Huaso de Olmué también se les rendirá tributo, ya que la competencia del certamen incluirá solo versiones de sus canciones.

Los Jaivas también estarán presentes en el espectáculo, ya que serán el número de cierre del festival. Por ahora el futuro discográfico de la banda es incierto. "Tenemos material nuevo, pero no está editado", dice Mario Mutis. "Hay un tema de fondo", señala Claudio Parra: "La creación siempre fue colectiva, todo era firmado por Los Jaivas. Después de la muerte de Gabriel pudimos seguir con Juanita, pero ahora sin "Gato" y sin Eduardo (Parra), que por su enfermedad no puede participar activamente de la banda; casi no se puede". "Para nosotros es complejo cuando nos preguntan cuándo vamos a sacar nuevo material. Siento que eso es como preguntarle a un velocista de 100 metros planos al que le cortaron una pierna y luego un brazo cuándo va a volver a competir", dice Mutis, que, sin embargo, se abre a otras alternativas: "Tenemos material, por ahora; lo que nos falta es el tiempo".

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