domingo, marzo 16, 2014

Los nuevos desafíos de la Biblioteca Nacional frente a la digitalización

El Mercurio

El máximo archivo nacional estrenó un Laboratorio Digital de última tecnología a fines de 2013. Está compuesto por el Kabis I, una máquina robotizada que funciona delicadamente, y un Suprascan que digitaliza grandes formatos. No solo permiten contar con imágenes de excelente calidad en menos tiempo, también marcan nuevas metas para el equipo. Aquí hablan los entendidos.

Daniela Silva Astorga

Un trabajo editorial todavía más cuidadoso

El robot Kabis I y el Suprascan A0 permitirán que el equipo de Memoria Chilena tenga más tiempo para trabajar en la edición del sitio, en la investigación y en la confección de contenidos propios. Una situación óptima, dicen. "Estamos haciendo un trabajo más fino en ese sentido. Contamos con condiciones para buscar obras inéditas, quizás olvidadas, por ejemplo, de autores de crónicas de inicios del siglo XX", dice la editora Macarena Dölz. Y así, actualmente, el énfasis está puesto -más que en digitalizar incunables, porque ya se hizo- en poner a disposición del usuario materiales sobre la historia y el patrimonio local. "Nos dimos cuenta de que hay un auge en la investigación de temas que no son parte de la historiografía oficial, se han abierto otras líneas, como la historia del deporte", agrega la editora.

En efecto, por estos días Memoria Chilena presenta joyas como un micrositio dedicado a la historia del boxeo local -con fotos recuperadas de sus máximos exponentes- y otro sobre las revistas temáticas de la primera mitad del siglo XX. Están Sucesos, Zig-Zag y algunas revistas femeninas, como Margarita. Y por estos días, el equipo que comanda Zegers se dedica, asimismo, a digitalizar más revistas.

Prensa periódica del siglo xix a solo un clic

Fue un anhelo pospuesto durante la primera década del sitio MemoriaChilena.cl. Pero, ahora, gracias al arribo del Digibook Suprascan A0 -un escáner francés de última tecnología-, comenzará la titánica tarea de digitalizar prensa periódica de fines del siglo XIX e inicios del XX. "Antes no podíamos, porque no contábamos con la tecnología adecuada", dice María Paz Zegers, coordinadora del área.

Con eso se refiere a que antes buena parte de la digitalización se desarrollaba tomando varias fotos con una cámara semiprofesional, y uniéndolas luego con Photoshop. Así, era casi imposible trabajar con periódicos decimonónicos que miden, en promedio, más de 80 centímetros de alto. "Si con los mapas podíamos tardar un día en uno solo, hay que imaginar lo que hubiese pasado al intentar trabajar con la colección completa de 'El Ferrocarril', que mide casi un metro", enfatiza Daniela Schütte, coordinadora general del sitio web.

No obstante, gracias al nuevo equipo, actualmente se desarrolla un plan para abordar esa publicación y seguir -en los próximos años- con El Mercurio de Valparaíso y el de Santiago, además de El Diario Ilustrado. "Diría que a fines de 2014, quizás, podría estar lista una pequeña parte de estas colecciones de diarios, porque son kilómetros y kilómetros", enfatiza Zegers.

100% de imágenes con calidad insuperable

Las dos nuevas máquinas logran archivos de excelente resolución: la Suprascan, por ejemplo, incluso plasma con gran claridad los bordes agrietados de volúmenes antiguos. Y junto con eso, son aparatos "capaces de captar de mejor forma los colores, la tonalidad, la trama... Tienen mejor respuesta, así que resulta una imagen sumamente fiel a la original. Antes, como ocupábamos una cámara semiprofesional, las fotos tenían todo el ruido de la luz exterior. Estas máquinas logran aislar todo eso y hacer una captura perfecta", comenta María Paz Zegers. Y con eso, su equipo -compuesto por tres fotógrafos- se ahorra pasos de edición posterior, y tiene una cadena de trabajo fluida.

Como los sistemas han evolucionado sobremanera desde que la Biblioteca Nacional empezó a digitalizar, en el año 2000, hoy en el sitio hay archivos que no tienen tan buena calidad. "Los usuarios nos reclaman a veces. Nos dicen: 'Esto está feo' o 'está en blanco y negro, quizás podrían digitalizarlo de nuevo'", revela Zegers. Así que ahora, según dice Dölz, "eventualmente volverán a digitalizar algunas cosas. Antes de tener estas máquinas, jamás se habría podido: nuestro presupuesto y tiempo estaban demasiado justos".

La mapoteca perfectamente conservada

El Suprascan puede digitalizar documentos de hasta 1,2 metros por 85 centímetros, y con una resolución perfecta. Por eso, una de las nuevas misiones del laboratorio es "digitalizar, entre 2014 y 2015, toda la colección de mapas. Es bien ambiciosa la meta, porque también incluye atlas. Empezamos y vamos bien encaminados, así que imagino que el objetivo será alcanzable", dice Zegers. La colección de mapas supera las 6.800 piezas: piensan digitalizar 400 al mes. Una tarea prioritaria, pues se trata de documentos sumamente consultados, pero también por la necesidad urgente de conservarlos: el más viejo es del siglo XVIII.

Una vez listo, cada archivo se envía al departamento de catalogación, lo que puede demorar un mes más, y recién en aquel momento se sube el archivo al sitio. "Algo paradójico es que la digitalización es lo que menos tiempo nos toma ahora. Entonces, la gente se pregunta: '¿Por qué no están los archivos en línea al otro día?'. Es que no se sabe que también debemos catalogar, crear fichas electrónicas y documentar todos los datos de cada documento. No podemos tener archivos sin información, esa es una garantía para los usuarios. Al final, es un proceso más largo de lo que parece", especifica Macarena Dölz.

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