Miguel Gutiérrez: "En Chile no hay compasión por la tradición"

El Mercurio

El músico lleva 50 de sus 70 años de vida dedicado a rescatar la identidad nacional con sus grupos Conjunto Graneros y Los Grillitos.

Valentina Collao

Como si fuera una coreografía, niños de 3 a 15 años se ordenan para seguir sus instrucciones. Ese día son 23, pero generalmente son 30 los que participan del conjunto Los Grillitos, la agrupación formada por Miguel Gutiérrez en 1968 y que, tras el paso de varias generaciones, sigue vigente.

"Mi papá siempre me decía que si nos íbamos a dedicar a la música, no sería por plata; tenía que ser por amor a ella. Así ha sido siempre, y eso intento inculcarles a los muchachos", relata el hombre detrás del conjunto infantil que funciona al alero del colegio Graneros, del que es sostenedor.

En el trabajo con la comunidad, Gutiérrez ve la posibilidad de impregnar a los niños ese cariño por la tradición chilena: "Si les mostramos los bailes, las cuecas, la música y los instrumentos desde pequeños, lógicamente van a estar más interesados. Esta generación es hija del cemento; no entiende qué es Chile, porque no ha visto su verdadera esencia. Hoy hay tantos estímulos que desconcentran a los niños de lo verdaderamente importante: la necesidad de tener definida una identidad nacional".

Sus antepasados siempre estuvieron ligados al campo y a la tradición cantora. Miguel y sus 10 hermanos desde pequeños siguieron los pasos de su familia.

Pero el también concejal de Graneros desarrolló interés por la educación y la investigación. Esta última lo hizo recopilar el trabajo de más de 83 cantoras, de las cuales solo tres siguen vivas. "He dedicado mi vida a rescatar los cantos y la historia de las antiguas cantoras. Legaron en mí cosas invaluables. Esa fue mi mayor escuela".

Nada ha sido fácil. En sus 50 años de carrera ha tenido que lidiar con un cambio generacional que ha ido dificultando su trabajo. "La gran deuda que tiene el Estado chileno es con su propia tradición", explica. Aclara que esta frase no tiene tintes políticos. "Se han ido cerrando las puertas. Antes había una sensibilidad distinta por el folclor nacional. No sólo Inti Illimani, Víctor Jara o Quilapayún deberían ser considerados como tales; nosotros también necesitamos un espacio".

Tiene más de 70 producciones musicales, divididas entre su Conjunto Graneros y Los Grillitos. Todas han salido de su propia productora, Maconfe, que surgió por el rechazo de las disqueras de promocionar su material: "Nos dijeron: 'el folclor no es negocio'".

-A su juicio, ¿qué es lo que pierde el país cuando no hay espacios para las tradiciones?
"Básicamente, la identidad. Cada niño debe saber y conocer los orígenes y tradiciones de su pueblo, sea de donde sea".

-¿Qué propone para fortalecer la identidad nacional?
"La formación de un Instituto Chileno del Folclor, que regule, fomente y registre el trabajo que se hace de Arica a Punta Arenas. No hay cuidado por el trabajo que hacemos y tampoco un fondo especial. En este país no hay compasión por la propia tradición. El folclor es vida, y la vida campesina está llena de rituales hermosos, heredables. Lo chileno no es solo lo que pasa el 18 de septiembre".

Abril

En Semana Santa, Miguel Gutiérrez efectuará varios eventos en su pueblo, Graneros; entre ellos, las dos Misas a la Chilena. El 12 de abril intervendrá en la fiesta de Cuasimodo.

 Talento heredado

El trabajo de su padre caló hondo en María Azucena Gutiérrez, Azzu. Estuvo 15 años en Los Grillitos, y paralelamente estudió ballet clásico, canto, hip hop, malambo argentino y festejo peruano.

Tras el paso de la artista por la competencia internacional del Festival de Viña del Mar, en 2013, con el tema "Ven, ven, bésame", Azzu hoy promociona su nuevo single, "Chicas lindas". Además, su disco "Folclor rosado" contó con la colaboración del ingeniero en sonido Eduardo Bergallo, que estuvo tras la placa de Shakira "Sale el sol". La joven se prepara para la gira de promoción que la tendrá recorriendo el país, además de Buenos Aires y Lima.