domingo, abril 22, 2018

Cómo se hizo Peces, el primer disco de Lucybell

La Tercera

El director Carlos Moena estrenó en In-Edit un documental que bucea en la intimidad y los inicios del grupo, en medio de una época completamente análoga.

Por Alejandro Jofré

Lucybell llevaba tres años como banda cuando se enfrentó a la grabación de Peces (1995), un disco que marcaría el debut del grupo que se conoció estudiando Licenciatura en Sonido en la U. de Chile y que coqueteaba con el noise y el shoegaze británico.

Impacientes por despertar el interés de alguna compañía disquera, para 1993 comenzaron las sesiones de manera independiente junto al guitarrista fundador de La Ley, Andrés Bobe, pero su accidentada muerte modificó los planes de la banda formada entonces por el bajista Marcelo Muñoz, el tecladista Gabriel Vigliensoni, el baterista Francisco González y el cantante y guitarrista Claudio Valenzuela.

Para agosto del año siguiente, ahora de la mano de EMI y su “Proyecto de Rock Nacional”, Lucybell se hizo del productor argentino Mario Breuer para retomar el impulso y grabar diez canciones en el desaparecido estudio Sonus de Bellavista (más adelante agregarían los temas “De sudor y ternura” y “Grito otoñal”).

Allí se instalaron en ocho intensas jornadas junto al productor de buena parte del rock argentino de la década anterior, “cuando la onda era —según dice el propio Breuer— faltarle el respeto a los instrumentos”.

El director Carlos Moena —colaborador habitual de la banda— explora esos lejanos días en Cuando respiro en tu boca: la creación de Peces (2018), el documental estrenado en In-Edit y que llegará a salas durante el segundo semestre, que recrea un mundo completamente analógico, sacado de cintas hi-8 y sintetizadores vintage (como el sampler Ensoniq ASR-10 de Vigliensoni), entre gente contestando teléfonos fijos y fumando en espacios cerrados.

A contrapelo de la media en documentales musicales —más vinculados a la alta definición y las formas breves y ágiles—, Cuando respiro en tu boca: la creación de Peces observa con paciencia la intimidad de una banda cargada de talento y ansiedad juvenil.

El registro se extiende generosamente en lo instrumental —desde exigentes sesiones de ensayo, grabación y jams— y recrea el humor y la contención de Breuer, pieza clave en la dinámica del disco, además del entusiasmo y las negociaciones de una banda que sobrevivió a la alta rotación de sus integrantes.

Moena pone a la vista las primeras influencias de Lucybell, algunos trucos de la grabación y esa artesanía de escribir y producir canciones claves en la discografia del grupo, como “De sudor y ternura”, “Vete” y “Que no me vengan con paraísos”.

Acá Lucybell todavía no es Lucybell, sino una banda agazapada, preparándose para el éxito que vendría gracias a la rotación de sencillos como “Lunas” y “Cuando respiro en tu boca”.

“Es el primer disco”, dice en algún momento del registro Claudio Valenzuela, acaso el único integrante de esa formación que sigue dando vida a la banda. Allí mismo sentencia: “Para nosotros no es la conclusión, es el comienzo”.


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