Indicaciones corrigen seria omisión en proyecto de ley de artes escénicas

El Mercurio

Ópera, ballet clásico y actividad coral no se incorporaban en el texto original, presentado en 2017. Todas ellas han sido añadidas recientemente. 

Por Carlos Carrasco Peguero

"¿Alguien puede pensar que la ópera, el ballet clásico o un oratorio escenificado como Carmina Burana no son artes escénicas?". Con estas palabras --publicadas ayer en una carta a "El Mercurio"-- expresaba el primer vicepresidente de la organización Ópera Latinoamericana y ex director del Teatro Municipal de Santiago, Andrés Rodríguez, su preocupación respecto de la exclusión de estas disciplinas en el proyecto de Ley de Fomento a las Artes Escénicas que se discute en el Congreso.

Ingresado el año pasado, el cuerpo legal no consideraba a ninguna de estas artes dentro de los planes de reconocimiento, promoción y protección que establece. Entre ellos están la creación del Consejo Nacional de las Artes Escénicas, el Fondo Nacional de Fomento y Desarrollo de las Artes Escénicas y el Premio "Presidente de la República".

Sin embargo, el pasado lunes 4 de junio esta exclusión fue corregida por las indicaciones presentadas al proyecto por el gobierno de Sebastián Piñera. Así, la iniciativa legal, levantada en su momento por la agrupación gremial Plataforma de Artes Escénicas, deja de incluir únicamente a los gremios que representan (teatro, danza, circo, titiriteros y narradores orales) y agrega a la ópera, el ballet y la actividad coral.

La ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Alejandra Pérez, señala que también se preocuparon de que "la ley desmitifique que estas áreas son de élite y que se encuentran únicamente en Santiago". Por eso en las indicaciones presentadas también se suman medidas que buscan la descentralización: al menos dos tercios de los integrantes del Consejo deben ser de regiones distintas a la Metropolitana y el 60% de los proyectos que se adjudiquen financiamiento desde el nuevo fondo -que repartirá unos $3.200 millones- deben proceder de regiones. Este fondo recibirá dineros traspasados desde el Fondart.

Las nuevas medidas no han estado exentas de disenso. Por ejemplo, Andrés Rodríguez comenta que "no es correcto forzar las asignaciones regionales con proporciones obligatorias. Eso es no conocer la realidad de las artes escénicas en el país, porque la producción en la Región Metropolitana es mucho mayor. Dicha indicación arriesga que se bajen buenos proyectos en detrimento de aquellos menos buenos solo por cumplir la cuota".

La subdirectora del Ballet de Santiago, Luz Lorca, hace mención a otro punto del proyecto. En la redacción original se premiaba a la danza en dos categorías, interpretación y creación. En la indicación esto se cambió por un premio a la danza moderna o contemporánea y al ballet. "La distinción de bailarín clásico y moderno o contemporáneo -como se expresa en el proyecto- no debe ser. Son estilos, pero un bailarín es un profesional integral", señala Lorca, y agrega que cree que es mejor la diferenciación anterior.