domingo, junio 10, 2018

Rescate en Tierra del Fuego: un cine, el alma de todo un pueblo


El Mercurio

El Cinema Porvenir, creado en 1926 y cerrado en 1966, se restauró gracias al impulso de Ronnie Radonich, Fundación ProCultura y Enap. Ahora requieren fondos para reabrirlo definitivamente. 

Por Marilú Ortiz de Rozas Porvenir, Tierra del Fuego

Armanda Sánchez era una niña cuando sus padres comenzaron a llevarla al Cinema Teatro Porvenir a ver películas. "Abajo del escenario se colocaba el canasto leñero; cuando empezaba a helar, uno mismo se paraba y echaba un tronco a la salamandra", recuerda. Luego, allí fue donde tomó clases de teatro, y más adelante, "cuando señorita", donde fue a sus primeros bailes. "Nos gustaba el paso doble, el corrido, el foxtrot", revela.

El cine fue el lugar de encuentro de Porvenir durante 40 años, y hace más de medio siglo que cerró. Doña Armanda, que pronto cumplirá 83 años, no disimula las lágrimas cuando sube al escenario, tras todo este tiempo, a interpretar un monólogo ante una foto del creador de este biógrafo, el cineasta magallánico Antonio Radonich, el día de la inauguración del cinematógrafo restaurado. "Antonio, ¿hubieras imaginado que 50 años más tarde un sobrino nieto tuyo reabriría tu cine?", le dice, ante una audiencia igual de emocionada que ella.

A su costado, a cargo de la producción del evento, Ronnie Radonich, callado, observa lo que está sucediendo. Él también es cineasta y haciendo un documental sobre el biógrafo y la gente de Porvenir tomó conciencia de la necesidad de recuperar este lugar emblemático creado por su tío abuelo en la casa colindante a aquella donde vivía su hermana -abuela de Ronnie-.

Un día él coincidió en un avión con la senadora Carolina Goic, quien se entusiasmó con la idea de revivir este sitio que todos los magallánicos recuerdan, el primer cine de la región y tercero de Chile, según la investigación de Ronnie Radonich. Goic lo contactó con Fundación ProCultura y ellos crearon este proyecto de restauración, en 2016, consiguiendo fondos del entonces Consejo de la Cultura ($60 millones) y de Enap ($90 millones). A comienzos de este año empezaron las obras.

No fue fácil. "El abandono es más destructivo que un tsunami. Va, lentamente, matando todo", manifiesta Mabel Briceño, fundadora de la constructora que vino a rescatar esta edificación de su avanzado estado de deterioro. "Pasaba un verdadero río, una napa subterránea entre el escenario y la sala, tuvimos que implementar un sistema de drenaje. En cuanto a la estructura, el arquitecto Raúl Irarrázabal Sánchez la reforzó para durar cien años más", sostiene Briceño.

La primera piedra

Al iniciar las obras de restauración descubrieron debajo del escenario, plantadas en la tierra, cientos de botellas. Ramiro Parra, gerente de Enap Magallanes, bromea: "En este proyecto no se puso una primera piedra sino una primera botella". Pero al investigar su origen, se llevaron una sorpresa. "Una ingeniera en sonido chileno-alemana nos reveló que la instalación de cientos de botellas alineadas bajo el escenario perseguía absorber frecuencias bajas que no son bienvenidas en una sala de teatro", explica Briceño. Por lo que estos resonadores se dejaron e incluso se creó una ventana para observar el ingenioso procedimiento.

A la vez, se reprodujo el papel mural que se usó en el interior del cine que Antonio Radonich (1899-1971) inauguró en 1926, y se dejó una muestra del original en un muro del acceso. El mismo frente al cual Pedro Aguilera, antiguo boletero del biógrafo, se instaló a entregar entradas a quienes llegaron a la reinauguración del cine. Son los boletos originales; también las sillas originales.

Sobre el escenario estuvo todo el tiempo la filmadora Pathé Frères que perteneciera a Antonio Radonich, y arriba, en la sala de proyección, reluce la misma antigua máquina con la que se pasaban esos rollos de películas. "Cuando se cortaban, la gente se ponía a pifiar", recuerda Armanda Sánchez, mientras todos los que participan de este viaje al pasado sonríen con ella.

Antes de finalizar los discursos, representaciones, cantos y cortes de cinta se proyectaron películas de Antonio Radonich, imágenes tipo noticieros de esta austral región, que fueron restauradas en la Cineteca Nacional y luego digitalizadas en alta definición. "Las 'Actualidades magallánicas' son las películas más antiguas con formato de noticiero producidas en regiones que hoy se conservan. Aparecen vapores, aviones y trenes, imágenes vinculadas al progreso y desarrollo productivo", comenta Mónica Villarroel, directora de la Cineteca Nacional de Chile.

En tanto, Ronnie Radonich explica que encontraron un valioso material inédito de él, que incluirá en su documental. "Antonio y su obra son el motor de mi largometraje", recalca. Contribuir al documental en proceso de Ronnie Radonich también forma parte del proyecto impulsado por ProCultura.

La comunidad está contenta por la restauración del cine, pero consciente de que se trata de un primer paso, pues queda por conseguir fondos para su funcionamiento y reapertura como centro cultural. Porvenir, capital de la provincia de Tierra del Fuego, ya no vive los años esplendorosos de la época de la fiebre del oro, pero aún es habitada por unas 8 mil esforzadas personas. La alcaldesa de Porvenir, Marisol Andrade, lo expreso así: "A pesar de estar en el fin del mundo, no rendirse jamás es la fuerza de nuestro pueblo. Como Antonio Radonich, un visionario que luchó para construir este cine, ese es el espíritu del fueguino".

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