El Mercurio
El único espacio cultural que sobrevivió al terremoto de 1960 pasó más de 10 años en desuso. La recuperación realizada por el MOP finalizará en agosto, con una inversión total de $6.200 millones.
IÑIGO DÍAZ
Es un conjunto de 240 butacas dispuestas ahora en las primeras filas de la platea, las mismas que algunos antiguos valdivianos reconocieron la semana pasada al visitar los avances de la recuperación del Teatro Cervantes. "De niño yo me sentaba ahí", comentó un integrante del Consejo de la Sociedad Civil, ese órgano asesor del municipio que vela por la participación de la ciudadanía en diversos proyectos locales.
De las más de mil butacas históricas del aforo con que, en diciembre de 1935, se inauguró esa gran sala en Valdivia, apenas una cuarta parte de las aposentadurías pudo ser rescatada por los equipos técnicos para su reincorporación al sembrado del teatro. El resto son piezas nuevas, incluidas ocho localidades para personas con discapacidad.
"Las butacas se fabricaron con un diseño distinto, pero mantuvimos las originales como un símbolo de la memoria del teatro. Así era entonces, así es ahora", señala Adolfo Quiroz, director de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas (MOP) en Los Ríos. La capacidad del Teatro Cervantes será ahora de 819 localidades, pues así lo definen los nuevos estándares de seguridad.
La recuperación de 2.113 m {+2} pertenecientes al edificio es impulsada por el MOP. Se encuentra hoy en 95 por ciento, y la fecha final está estipulada para los inicios de agosto. Consideró un financiamiento de $5.937 millones, entregados por el Gobierno Regional de Los Ríos, propietario de la sala. Pero esa cifra corresponde solo a las obras civiles. Este año se aprobó, además, la inyección de otros $275 millones destinados a la optimización de la escenotecnia del teatro; vale decir, espacios, tecnologías y usos artísticos para el escenario. Estas obras, ya en marcha, finalizarán en febrero del próximo año.
"Estamos recuperando un espacio cultural de gran tradición y relevancia para Valdivia, que facilitará el desarrollo de las artes escénicas. La restauración de este teatro será un aporte a la cultura de la Región de Los Ríos. También del país", dice el ministro de Obras Públicas, Juan Andrés Fontaine. Esto porque en lo escenotécnico, aseguran en el MOP, el Cervantes quedará "entre los teatros mejor dotados del país".
Hace más de una década que este teatro se encontraba en desuso. Diseñado en una mezcla de estilos por los arquitectos Carlos Swinburn Izquierdo y Eduardo Secchi, y construido en hormigón armado, el teatro es parte de un gran edificio en calle Chacabuco y Bernardo O'Higgins. Allí convive con locales comerciales, oficinas e incluso viviendas.
En su origen fue ideado como un "teatro a la italiana", espacio abierto a óperas, ballets, obras de teatro y festivales corales, pero conforme avanzaron los tiempos su uso se fue modificando. En los 90 llegó a proyectar películas, lo que generó un nuevo público, y también fue escenario para ceremonias y actos. De hecho, se lo recuerda como sede del Festival de Cine de Valdivia.
"Este nuevo Cervantes podrá funcionar como escenario para conciertos de música clásica y popular, así como para danza y teatro. Incluso está contemplado implementar tecnología audiovisual", dice Quiroz.
Si bien vivió el gran terremoto valdiviano de 1960, el principal deterioro del teatro ha sido la falta de mantención. Eso llevó al colapso de su techumbre y del revestimiento interior del cielo. La cúpula de madera, que se encontraba a doce metros del piso, se rompió en varias partes. Su recuperación consideró ahora una estructura metálica.
Se han recuperado estucos, ornamentos y sus espléndidas lámparas. También la jerarquía de sus accesos, como el foyer , y sistemas eléctricos y de iluminación. La fachada por calle Chacabuco, con sus tres puertas, cinco plantas, marquesina y letras en sobrerrelieve, fue pintada de un blanco crema, con detalles en color ladrillo.
"Aquí, la característica central es que se puso en valor el edificio, realzando los elementos naturales de este teatro. Así tendrá una vida nueva en Valdivia", cierra Adolfo Quiroz.
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