jueves, noviembre 15, 2018

Reloj no marques las horas: el último adiós a Lucho Gatica en México



La Tercera

Una ceremonia sencilla y privada despidió al cantante chileno en México, donde sus restos fueron cremados; a fin de mes, una vez completado su núcleo familiar, será el funeral definitivo.

Juan San Cristóbal

La lluvia se instaló temprano sobre Ciudad de México, un miércoles gris para despedir a Lucho Gatica, el chileno que llegó hace 60 años para convertirse aquí en la voz internacional del bolero. Su partida marca las esquinas de la capital azteca, radios y titulares tributan a quien llaman “uno de los suyos”, situado entre los grandes.

Afuera, el mundo llora a un ícono de la canción, adentro el bolero se desliza sereno entre familiares y amigos, un pequeño grupo que en silencio lo despide en el Panteón Francés. Flores a nombre de Armando Manzanero, Alejandro Sanz o la familia Castro, entre otras voces que manifestaron su pesar. Julio Iglesias dice adiós a su “queridísimo compadre”, y sus hijos esbozan una cercanía con Rancagua, la ciudad que hoy vive duelo oficial.

“En la intimidad cantaba siempre, siempre, ‘La cueca del viento’, no puedo hablar en público de esa canción, pero sí su significado está enraizado con su faceta chilena”, señala Juan Campo, compadre y de sus más cercanos: “Luego se viene a México y su primer gran éxito fue No me platiques más, de ahí se abre una historia que ya es leyenda”.

Su hijo: “Lucho Gatica hay solo uno”
Fue Luis Gatica Mercado el hijo que prosigue ligado al espectáculo, actor mexicano quien hoy toma la voz familiar. “Lucho Gatica hay solo uno”, aclara, “cuando comencé mi carrera él puso atención a mantener mi nombre por delante. Y así será”, señala, no sin tomar la posta artística: “Trataremos de llevar el apellido lo mejor posible”.

“Como padre era un desmadroso”, sonríe, “reunirse cada vez con él siempre fue no menos de diez botellas, no paraba con los chistes y el sacerdote dijo que mi padre estaría con San Pedro brindando con ron, pero sin duda que estaría bebiendo un vino tinto. Si bien Cuba lo erige en el bolero, mi papá es chileno y elegiría un vino”.

Entre las anécdotas, Gatica Mercado recuerda que “una de las princesas de España, que es no vidente (N. de la R. Margarita, hermana menor del rey Juan Carlos), pedía acercarle el rostro para tocarle su cara, fue parte de las amistades en ese país que más tiempo extendió. Siempre que pasamos por España, pasó su rostro por las manos de la princesa”. El recuerdo ibérico también incluye a Rafael, Alejandro Sanz y Julio Iglesias como sus cercanos en Europa.

–¿Cómo esboza la figura de Lucho Gatica?

-Fue considerado el rey del bolero en todo el mundo, cantó en lugares donde nadie soñó que podría pegar. Hasta hoy su difusión en Japón es muy amplia y querida. El primer disco de boleros de Luis Miguel ya incluye varios temas suyos y el bolero hoy aspira a ser Patrimonio de la Humanidad. Es lo primero que se puede ver.

–El bolero se mantuvo presente hasta hoy…

-Si, es la música que quisimos para este momento. El bolero es romántico y triste, habla de extrañar a la persona amada. Así como hay boleros hay historias, y sería extraordinario un bolero que hablara de mi padre.

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