sábado, marzo 30, 2019

Problemas técnicos opacan show de Lenny Kravitz en Lollapalooza

B. CASTRO, R. FLORES y J. VÁSQUEZ
Espectáculos
El Mercurio

El músico norteamericano era una de las figuras más esperadas de la primera jornada del festival y tuvo que abandonar el escenario al segundo tema y tras media hora recién pudo volver.



Los saltos en el sonido aparecieron prácticamente apenas se dejó ver en el escenario. Lenny Kravitz -una de las figuras más esperadas de ayer, la primera jornada del festival Lollapalooza 2019- rasgueaba fuerte las cuerdas de su guitarra para iniciar su presentación, pasadas las 20 horas, con una poderosa versión de "Fly away", pero los riffs crudos y sensuales de la canción se vieron opacados por fallos técnicos que se hicieron todavía más evidentes en el segundo tema, "Dig in".

El sonido se interrumpía por segundos. Iba y venía y el público y el artista se comenzaron a impacientar. Tras finalizar la canción, Kravitz se descolgó la guitarra, se acercó a un costado del escenario y luego volvió directo al micrófono para entregar la mala noticia: "Me dijeron que parara por problemas técnicos". Y se fue.

La producción comenzó de inmediato a trabajar y por los monitores pedían por una paciencia que se estiró por media hora, cuando Lenny Kravitz regresó por fin al escenario, lanzó un "vamos a ver qué pasa" y arrancó con su versión de "American woman", original de The Guess Who. Ya todo estaba solucionado y el mal rato casi enterrado. Los problemas se habrían generado desde el mismo equipo del músico.

"No sé cuánto vamos a poder tocar por el problema", dijo Kravitz, que debió acortar su generosa batería de éxitos y solo entregar temas como "It ain't over 'til it's over", "Believe", "Always on the run", una extendida versión de "Let love rule" -que tuvo otro salto en el sonido que estuvo a punto de traer de vuelta el impasse técnico- y dejar para la despedida "Are you gonna go my way", prometiendo que para la próxima "iba a tocar por tres horas".

Las fallas técnicas en la presentación de Kravitz retrasaron casi media hora la aparición de Kendrick Lamar, el encargado de cerrar la jornada. Finalmente y ante la impaciencia de varios seguidores, el rapero californiano saltó al escenario entre fuego y un potente juego de luces interpretando "DNA".

Lamar mostró en su debut en Santiago un recorrido por su carrera, en el que combinó la exhibición de sus dotes como rapero y algunas de sus canciones más cargadas al contenido social, las mismas que lo convirtieron en el primer artista de música popular en llevarse el Premio Pulitzer de Música. Acompañado por una banda que apenas se hizo notar, Lamar se adueñó del escenario y desató una activa respuesta del público con éxitos como "Swimming pools", "Humble" y "All the stars" (la canción que lo tuvo nominado a un Oscar), con la que finalizó el show.

Temprano, el Parque O'Higgins se pobló con los más fanáticos que aguardaron pacientes la apertura de puertas del recinto al mediodía. La banda de chicas Frank's White Canvas fue la encargada de iniciar la jornada cuando los asistentes, en su mayoría jóvenes sub 25, recién comenzaban a instalarse.

Los números nacionales fueron quienes dieron la partida al evento. Al trío capitalino le siguieron Playa Gótica, Drefquila y Bronko Yotte y entre ellos la gran performance de los franceses de The Inspector Cluzo. La masividad llegó en los primeros turnos con una Francisca Valenzuela que dio una muestra de su crecimiento en el escenario.

La voz de "Muérdete la lengua" se sumó a las coreografías de su cuerpo de baile en una sólida presentación que le entregó la posta a Los Tres, que con un recuperadísimo Álvaro Henríquez, quien en mayo del año pasado se sometió a un trasplante de hígado, dieron un repaso por sus principales éxitos en una hora de presentación.

Al caer la tarde, Snow Patrol (ver entrevista) presentaba con éxito sus baladas rock, un intermedio anglo tras varias horas en las que predominaba la música en español y que luego otra vez volvió a los sonidos latinos con el argentino Vicentico.

En el exterior, y tomando en cuenta que se trataba de un día hábil, el flujo de asistentes se mantuvo de forma interrumpida desde la mañana, con el público juvenil arribando más temprano, y con una importante mayoría disfrutando de las actividades y amenidades del parque a la espera de los números principales programados para el anochecer.

Al caer el sol, el público despertó con el estruendo de Greta Van Fleet y los rugidos de su vocalista, un llamado que hizo que los asistentes, en especial los más jovenes, acudieran en masa hasta el VTR Stage para dejarse enloquecer por las guitarras que volvieron a sonar fuerte en una era dominada por la música urbana.

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