domingo, abril 21, 2019

Algunas ceremonias datan de la Colonia: Alto Loa revive tradiciones religiosas en Semana Santa

Claudio Cerda Santander
Nacional
El Mercurio

"Fabriqueras" y "esclavas de la Virgen" cumplen rol central en actividades de Semana Santa en el norte, incluyendo procesión con Cristo descendido de la cruz.



Las antiguas labores de "esclavas de la Virgen" y "fabriqueras", a cargo del cuidado de las pequeñas parroquias y santuarios en el denominado Alto El Loa, resurgen con profunda entrega popular durante Semana Santa a lo largo del desierto de Atacama, en la Región de Antofagasta.

Se trata de ritos cristianos cuyos orígenes se hallarían vinculados al sincretismo cultural surgido tras la llegada de las primeras avanzadas de conquistadores españoles, un intercambio que se profundizó durante el período de la Colonia.

En el llamado Alto El Loa, la iglesia San Francisco de Chiu Chiu concentra gran parte de estas actividades religiosas.

En el templo, considerado Monumento Histórico y data de antes de 1611, Cristina Hrepic (70) cumple la labor de "fabriquera" en la iglesia desde 1975. Su misión va desde el cambio de "ropita" de los antiquísimos santos hasta el cuidado de la capilla. "Creo que esta fiesta de la Semana Santa en Chiu Chiu es la única que hemos mantenido desde la llegada de los españoles", comenta la descendiente de antiguos yugoslavos.

"El día viernes es el más importante en el pueblo. Hacemos el descendimiento de Cristo, se saca su corona, clavos y se le entrega a la Virgen de Dolores, que es articulada. Lo toma en sus manos y lo besa", describe Hrepic el momento previo en que se deposita la figura de Jesús en una urna de vidrio para llevarlo en procesión por las calles del pueblo.

Mientras que el sacerdote de la iglesia de San Pedro de Atacama, Néstor Veneros, valora la preservación de viejas ceremonias religiosas en las comunidades locales. "Como la procesión entre la Virgen y San Juan, que se hace solo en Chiu Chiu y San Pedro de Atacama. Ambos salen por lados distintos de la iglesia, en andas de los fieles, y se juntan en una esquina del pueblo. Ahí Juan le comenta a la Virgen que tomaron preso a Jesús", detalla.

En el santuario de Coska, en tanto, pequeño poblado ubicado próximo a Ollagüe, comuna a pasos de Bolivia, Carmen Arancibia (51) cumple la labor de "esclava de la Virgen".

Se trata de una tradición heredada por generaciones. "Estamos al servicio de la Virgen para todo lo que ella necesite en su fiesta y también durante el año", comenta la mujer, orgullosa de participar en el rito.

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