domingo, agosto 30, 2020

El Festival de Viña enfrenta la mayor encrucijada de su historia

El Mercurio

La alcaldesa Virginia Reginato insiste en que los canales deben presentar un plan general para la edición 2021, pero estos están de manos atadas porque las bases estipulan un certamen con competencias y un aforo en la Quinta Vergara que no podría cumplirse por la pandemia. La autoridad sanitaria tiene la última palabra, pero señala que es muy temprano para pronunciarse.
PATRICIA CERDA y JOSÉ VÁSQUEZ

Luis Fonsi, Marco Antonio Solís y Ana Torroja estarían disponibles

Pese a la incertidumbre en la industria musical producto de la pandemia, sin certeza de cuándo regresarán las giras y los conciertos, hay varias figuras internacionales que, en conversaciones preliminares, se habrían mostrado dispuestas a ser parte del Festival de Viña, si se lleva a cabo.

“Manejo varios nombres de artistas que estarían dispuestos a venir en las diferentes modalidades en que se llegara a realizar un eventual Festival”, dice Carlos Lara, director de Swing Booking & Managment, quien comenta haber conversado con Luis Fonsi, Ana Torroja, Marco Antonio Solís y el grupo sensación juvenil colombiano Morat, entre otros, y que ellos han manifestado su intención de ser parte del evento, que todavía evalúa la opción de tener o no público en las tribunas con limitación de aforo o, incluso, ser realizado solo con exponentes nacionales si las fronteras estuvieran cerradas por la crisis sanitaria.

“El otro día conversaba con Marco Antonio Solís y él decía lo importante que sería llevarle una alegría a la gente en estos momentos”, señala Lara, quien agrega que, conscientes de la contigencia, algunos están dispuestos también a bajar sus pretensiones económicas.

“Todos, mánagers, artistas y sus oficinas deberían llegar a tener flexibilidad, sobre todo en caso de que el evento no se pudiera hacer por un tema de fuerza mayor”, plantea el productor, y añade que para los artistas, la vitrina del Festival es valorada por su repercusión internacional, porque además la mayoría del retorno de las giras mundiales se proyectan para el segundo semestre de 2021.

Desde Bizarro, la productora que gestiona a los artistas del certamen, señalan que la vocería del evento está en manos de los canales. Alfredo Alonso, director de la compañía, evita referirse al caso específico de Viña del Mar, pero da su visión sobre el complejo panorama que enfrenta la industria de conciertos, y se muestra optimista frente a lo que viene. Con su banda Aleste acaba de reprogramar para el 28 de noviembre su actuación en el Teatro Nescafé de las Artes, el primer recital con público en las tribunas que ahora se vende con distanciamiento sanitario. Un modelo que en este momento no quiere relacionar con lo que ocurriría eventualmente en la Quinta Vergara, si el certamen se hiciera con restricción de aforo.

“Lo de Aleste lo programamos con todas las normas que está dando la Fase 4 del Gobierno, vendiendo solo el 25% de la capacidad del recinto y utilizando asientos por medio y con filas cruzadas”, explica Alonso. “Nosotros nos dedicamos a hacer espectáculos y tenemos que mover esta industria, por eso ya estamos trabajando en próximos shows con los aforos que vaya permitiendo cada fase”.

En el gremio de los realizadores de espectáculos siguen evaluando el futuro de los eventos pospandemia. Jorge Ramírez, gerente de la Agepec, agrupación que reúne a las principales productoras de eventos, cree que Viña del Mar no es ajeno a este panorama global. “En estos momentos no debería existir espacio para la emoción, sino que para la razón. Y si la razón está del lado de la realización de un evento como ese (el Festival), pues adelante, pero si no lo está, no debería pasar de ser una declaración de intenciones”, señala. A su juicio, “lo deseable es que exista una luz que alimente la esperanza de tener un cierto regreso de la actividad, siempre y cuando tenga consistencia para los organizadores y desde un punto de vista en que cumpla con la factibilidad de hacerse”.

“La expectativa de los artistas, y no pensando solo en Viña, ha sido la de observar la evolución y el desarrollo de la enfermedad, que cambia todos los días, por lo que es muy temerario sacar una conclusión anticipada”, manifiesta el empresario frente a un panorama que ha presentado nuevos brotes, incluso en los países que han tenido una buena respuesta en la emergencia.

Consultado sobre cómo operan los seguros que se contratan para los espectáculos, responde que estos “no existen en pandemia, por lo que el riesgo de realizar un evento se transfiere completamente al organizador”, una situación que añade más dificultades a la operación.

La producción del Festival de Viña 2021 se está transformando en un dolor de cabeza para TVN y Canal 13, los canales socios, y para la Municipalidad de Viña del Mar. La petición a través de una carta de los respectivos directores ejecutivos de las señales, Francisco Guijón y Max Luksic, de cancelar la próxima edición del evento por razones sanitarias fue desestimada por la alcaldesa Virginia Reginato. El director de Concesiones del municipio, Mario Araya, contestó en otra misiva: “No existe claridad ni los fundamentos para acceder a tal petición”. Y sigue: “Existe un tiempo prudente aún para lograr la realización de la versión 2021 de nuestro Festival Internacional”.

La alcaldesa Reginato plantea a “El Mercurio” que su rol como autoridad es hacer valer el contrato que se adjudicaron las televisoras por una licitación pública. “Mientras yo no reciba una propuesta formal de los canales, como es su obligación hacerla, no me corresponde referirme a las condiciones sanitarias que existan en el mes de febrero”, sostiene. Y añade que el Festival de Viña es un importante activo para la comuna y “fundamental para la recuperación económica y de empleos de nuestra ciudad”.

Suspender Viña 2021, evento que cumple 62 años en febrero próximo, implicaría cambiar el contrato con Canal 13 y TVN, que originalmente era entre las ediciones 2019 y 2022. Pero si no se realizara esta versión, y el contrato se ampliara hasta 2023, el municipio dejaría de percibir recursos por el evento ese último año, a no ser que se acordara alguna compensación entre las partes.

Las televisoras están de manos atadas y, por lo mismo, ya analizan el tema con sus abogados. Una fuente conocedora de las negociaciones comenta que “el Festival de Viña con una gala, seis noches y artistas internacionales está estipulado por bases. No se puede presentar un proyecto que no se ajuste a ellas, como proponer un festival virtual. El año pasado, por ejemplo, se suspendió la gala por un decreto que emanó de la Gobernación y debido a que no estaban las condiciones de seguridad para realizarla”.

En esta oportunidad, es el Ministerio de Salud el encargado de decidir si se puede o no efectuar el evento. No obstante, el organismo señala a este diario que, por ahora, no se referirán al tema. Sí lo hace el seremi de Salud de Valparaíso, Francisco Álvarez, aunque sin respuesta definitiva: “Es muy prematuro, desde el punto de vista sanitario, confirmar si se puede llevar a cabo el Festival en las que fechas en que normalmente se realiza”, dice, junto con agregar que se seguirá evaluando el desarrollo de la pandemia.

Mientras, el tiempo pasa y los plazos vencen. El año pasado en esta fecha Martín Cárcamo y María Luisa Godoy ya habían sido confirmados como animadores, se había nombrado a Felipe Morales como el nuevo director de televisión del evento y lanzado las bases de las competencias, que sin estas normativas en 2021 ya no se podrían desarrollar.

Hoy, en cambio, ni siquiera ha habido una reunión en la Comisión Festival para evaluar el evento 2020. Todo esto provocó un quiebre interno y la renuncia de Pamela Hodar a esa entidad, aunque ella alude a “motivos personales”. Y añade: “Como concejales estamos a la espera de que se nos informe de las reuniones que han tenido con los canales y las decisiones que tomarán”.

El concejal Sandro Puebla, otro miembro de la comisión, pidió al municipio multar a los canales por no presentar aún una propuesta y poner como plazo las próximas dos semanas para hacerlo. “Entre las obligaciones de los canales está presentar un plan general del evento 2021 en marzo, por lo que llevarían más de 125 días de atraso y una multa de unos $160 millones (por el cobro de 25 UTM diarias)”. A esto se agregarían multas por el retraso en la presentación de una parrilla tentativa de artistas en el mes de julio, argumenta.

Desde los canales no se refieren oficialmente al tema, aunque señalan que no se pueden mantener los plazos en situación de pandemia. “Es imposible cerrar contratos con artistas si no puedes asegurarles en qué condiciones y por cuántos días debieran venir, porque también está la posibilidad de que tengan que hacer cuarentena”, dice una fuente.

Esta misma agrega que se espera un pronto pronunciamiento de la autoridad, porque no se sostiene hacer un Festival de Viña en las actuales condiciones. “Se estima que con la pandemia y la baja inversión publicitaria, las pérdidas podrían superar los $2.800 millones”, afirma.

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