jueves, noviembre 17, 2022

Fundación Neruda se alía con la U. de Chile y cambia su directorio

 El Mercurio


Asumió la presidencia la académica de este plantel Kemy Oyarzún y adelanta, junto al director ejecutivo, Fernando Sáez, que la situación financiera sigue siendo crítica, que hay que descentralizar el patrimonio y que no está por cancelar el legado del premio Nobel.

Maureen Lennon Zaninovic

Hace unos meses en este diario, Fernando Sáez, director ejecutivo de la Fundación Pablo Neruda, explicaba que estaban agotando todas las instancias para salir a flote y pagar los sueldos de 58 personas que forman parte de esta entidad, quienes desde que se decretó la emergencia sanitaria aceptaron reducir sus honorarios.


Entre otras medidas, postularon a un crédito de la banca ética Doble Impacto y enviaron la documentación necesaria para entrar en la glosa del Ministerio de las Culturas.


“El crédito ya está operando, lo que nos permitió regularizar las remuneraciones en un 70 por ciento. Eso es un avance, pero la situación económica sigue siendo crítica”, explica el ejecutivo. Añade que, a solicitud de la propia ministra Julieta Brodsky, prepararon un expediente para acceder a recursos de la cartera. “Cumplimos con todo lo que el ministerio y el Servicio del Patrimonio nos pidieron, pero no recibimos ninguna respuesta. Curioso, por decir lo menos”, dice.


También comenta que, antes del estallido social y el covid-19, las tres casas de Neruda —Santiago (La Chascona), Isla Negra y Valparaíso (La Sebastiana)— recibían 300 mil personas al año. “Pese a que estamos sin restricciones y ha aumentado el flujo de turistas, hasta la fecha estamos con un 50 por ciento de las visitas, si nos comparamos con un año normal”.


En otro frente relevante, Fernando Sáez anuncia que cambió la configuración del directorio que, hasta hace unos días, estuvo presidido por Raúl Bulnes, Enrique Inda (primer vicepresidente) y el poeta Raúl Zurita, entre otros. “Según nuestros estatutos el directorio era vitalicio, pero eso cambió el 2014, cuando se decretó que durarían en sus cargos ocho años y el período finalizaba en 2022”, explica. De esta manera, asumió una nueva conformación, que incluye, como presidenta, a la académica de la Universidad de Chile Kemy Oyarzún; al médico Álvaro Insunza como primer vicepresidente (hijo de Aída Figueroa, gran amiga del poeta); el científico de la U. de Chile Eduardo Vera (segundo vicepresidente); el abogado Claudio Herrera; Alejandra Araya, directora del Archivo Central Andrés Bello; el premio nacional de Arquitectura Miguel Lawner y la gestora cultural Morgana Rodríguez.


Sáez asegura que firmaron un convenio de asociación con la Universidad de Chile y que, por ello, sumaron a profesionales de la Casa de Bello. “Siguiendo el espíritu de Neruda, que estudió en este plantel y regaló todas sus caracolas y su biblioteca”, dice. El director ejecutivo de la Fundación Neruda comenta que “con esta alianza podemos levantar proyectos y buscar soluciones para los problemas financieros que permanecen”.


La rectora Rosa Devés complementa que para esta universidad el resguardo del patrimonio cultural es parte importante de su misión y que en 1954 el plantel recibió la biblioteca personal del poeta, la que hoy es Monumento Histórico Nacional. “En el marco de nuestro aniversario 180 nos enorgullecemos de anunciar esta alianza entre la Fundación Neruda y la U. de Chile”, manifiesta.


Mayor aporte del Estado


Kemy Oyarzún Vaccaro es Ph.D. en Filosofía de la Universidad de California y especialista en temas de género y cultura de la U. de Chile. Es la primera vez que una mujer asume la presidencia del directorio de la Fundación Neruda. Desde Estados Unidos, expresa que esta designación fue una sorpresa y rememora que su abuela “era profesora de Castellano, así que me formé con Neruda y con Gabriela Mistral. Me formé con Neruda no tanto por su poesía de amor, sino más bien con sus versos de Latinoamérica y de España y, sobre todo, con ‘Alturas de Machu Picchu'”. Agrega que “he sido parte de los movimientos feministas y tengo muy claro las críticas que se le han hecho al premio Nobel. No voy a esquivar esa realidad, pero tampoco estoy por cancelar la poesía nerudiana y su enorme contribución a América y el mundo”.


Oyarzún explica que en la primera reunión de directorio se abordó la delicada situación económica de la fundación y “de la posibilidad de descentralizar las actividades que realiza. Tenemos que replantear nuestra vocación de museo y requerimos mayor apoyo del Estado. Por otro lado, que la Universidad de Chile se sume es un tremendo aporte”.


La presidenta del directorio concluye que espera poder contribuir a levantar Cantalao (Punta de Tralca), el anhelado proyecto del autor de “Canto General”, y que buscará profundizar en la virtualidad. “No nos podemos quedar solo en la presencialidad. Hay que explorar otros medios”, cierra.

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