viernes, marzo 23, 2012

Björk: "El miedo al aburrimiento mueve mucho de lo que hago"

  

Wiken

La cantante islandesa pisará suelo chileno por tercera vez y como la principal figura de Lollapalooza. Con 35 años de carrera y 46 en el cuerpo, Björk adelanta el show que montará en el Parque O'Higgins y mira atrás su vanguardista carrera musical. Esta vez regresa al país con un disco que se produjo con un iPad y el escenario más extravagante del festival. Y no es raro: a Björk no le gusta nada que huela a pasado.

Emilio Contreras
Sábado Claro/LG Stage 21.30 horas

Pasea por Coyoacán, México, y pregunta cuál es el plato más autóctono de la zona. Lo compra. Lo prueba. Y le gusta.

En el lugar es una turista más para muchos y una alucinante revelación para otros. Björk, dos acompañantes y dos pequeños moños de pelo sobre su cabeza, comparten una mesa en un restaurante del mercado de Veracruz y pasa casi desapercibida. Casi, si no fuera por los tuiteros impactados que, a metros de ella, no dejan de disparar el flash de sus teléfonos celulares y describir el minuto a minuto.

Es difícil de creer que, ahí sentada, porta 46 años en el cuerpo, 35 de carrera musical y todavía está a la vanguardia de sus pares.

Desde ese escueto disco solista que grabó a los 12 años, llamado simplemente "Björk", hasta "Biophilia" (2011), su más reciente trabajo, Björk Guðmundsdóttir ha filmado películas, masificó instrumentos de última tecnología, grabó los discos más extraños que una cantante de la industria hubiese podido grabar, protagonizó musicales, musicalizó videoclips de antología con su amigo Michel Gondry, y nunca, en ninguna de sus versiones, se dio el tiempo (ni la invitaron ) para visitar el escenario de Lollapalooza.

"Nunca he tocado ahí, así que no estoy segura (qué significa el festival). Estoy lista para sorprenderme", dice Björk, que por estos días pasea por la siempre extravagante Latinoamérica comprobando que sus hits siguen vigentes y que, a pesar de que sus nuevas canciones no suenan en la radios, los fans aún no se han olvidado de ella.

La última apuesta de la islandesa se llama "Biophilia" y fue un disco pensado y producido especialmente para (y con) un iPad. Es el primer "app disco": sus diez pistas también son diez aplicaciones para iPad, con las que se obtiene acceso a videos y juegos.

En lo musical (aunque con Björk es difícil apegarse sólo a lo musical), el álbum funcionó. Recibió críticas positivas, la etiqueta de "el disco más conceptual de su carrera" y una definición clarificadora de su propia autora: "Música folk de nuestro tiempo".

El gobierno islandés ya ha implementado un programa en el que el álbum suena en colegios al mismo tiempo que los alumnos aprenden ciencia y biología. El crédito del disco explica sus usos: fue producido en conjunto con Apple y National Geographic.

"¡Ha sido grandiosa la recepción del disco! Me siento halagada de que las personas hagan todo ese esfuerzo de escucharlo. 'Biophilia' tiene escasez de instrumentos... es muy austero. Quería que la estructura de las canciones se destacaran, y por eso lo hice", dice. La grabación del álbum demoró más de 2 años.

En la portada de "Biophilia", su melena naranja y risada se roba toda la atención, incluso más que la expresión de relajo que le inunda la cara. La cabeza inclinada y los ojos cerrados pasan desapercibidos. Su rostro de "después de 4 años sin publicar nada todavía tengo el control", también.

UN SHOW COMPLEJO
El montaje de Björk del próximo sábado 31 de marzo será el más complejo de todo el festival, y requerirá especial dedicación de los productores. Más de 40 personas darán vida al concierto de la islandesa en el Parque O'Higgins. Habrá músicos, bailarines y montajistas, todos detrás de la figura de Björk, que a las 21:30 horas en punto dará inicio a 90 minutos exactos de show.

"El concierto tendrá a los mismos músicos que han tenido los otros espectáculos de 'Biophilia'. Un coro islandés de 24 personas llamado Graduale Nobili, el percusionista Manu Delago, y el programador y tecladista Max Weisel", adelanta Björk desde México. Y aclara rumores acerca del repertorio que la acompañará en escena. "La mitad de las canciones del setlist serán de 'Biophilia', y la otra mitad, canciones antiguas", recalca.

En Santiago, Björk brillará en el marco de la gira 2012 de su último disco y después de una serie de presentaciones en Nueva York y una especial en el tradicional festival de Veracruz, México, Cumbre Tajín. El tercer recital de Björk en Chile contará con tres pantallas: una a sus espaldas y dos laterales, que mostrarán imágenes referidas al disco y que pondrán en contexto su vestimenta metálica y brillante. El escenario, con todos los requerimientos técnicos que necesita, comenzará a montarse el jueves 29 de marzo, dos días antes del inicio del Lollapalooza.

-¿Regresa a Chile en el momento más importante de su carrera?
-No pienso que hacer música sea una "carrera". Creo que tienes que sacar el máximo de cada etapa. Cada período para cada músico tiene distintas fortalezas y distintas debilidades.
"En general, en mi caso, todo ha sido muy parejo. Cada álbum ha sido igual de entretenido y todos han sido igual de difíciles para mí", dice.

Su paso por Santiago será rápido, pero planea un viaje a Isla de Pascua por varios días, para pasar vacaciones en familia. Ella, su esposo (el artista estadounidense Matthew Barney), y su hija Isadora viajarán apenas termine el show del Lollapalooza: el fin de ese concierto marcará el término de la primera etapa de la gira 2012 de "Biophilia".

ANIVERSARIO NÚMERO 35
2012 es un año especial para Björk. No sólo porque se cumplen 35 años de ese primer disco que grabó en Islandia, sino también porque 20 años atrás fue anunciado el fin de la banda que marcó un hito en su carrera: The Sugar Cubes, el grupo que le dio notoriedad en el Reino Unido y Estados Unidos a los 25 años y donde ya anticipaba su histrionismo tímido, con cabelleras tan anaranjadas como las que suele ocupar hoy.

-¿Está preparando algo especial con motivo del aniversario?
-No, en realidad no. A ellos los veo todo el tiempo, en Reykjavik. Nuestra relación no es sólo estar en la banda -dice Björk. Y es que las reminiscencias al pasado nunca han sido lo suyo.

En el afán innovador que siempre ha perseguido, destaca su acercamiento a las artes audiovisuales y a directores de cine como Lars von Trier, en "Dancer in the dark", y Michel Gondry, en uno de los videoclips más recordados de su carrera: "Human Behavior". "Con Michel tenemos más cosas en común, infancias parecidas, creo. Madres parecidas", dice la islandesa.

-Por su obra, uno infiere que no quiere convertirse sólo en una compositora de música. ¿Cómo le gustaría que la recordaran?
-No lo sé, siento que aún estoy buscando esa buena canción. La curiosidad y el miedo al aburrimiento mueven mucho de lo que hago.

-¿Cree que se ha dejado de experimentar en la música europea?
-No, sólo tienes que buscar bien a esos músicos. Pero creo que sé a lo que te refieres: hay mucha gente que está "citando" música más vieja. En ese sentido, hay muchas referencias a lo antiguo.

Björk llevó la vanguardia al pop, y el pop a la vanguardia. En 7 discos de estudio como solista y dos bandas sonoras, la heroína de la musi-tecnología y los nuevos códigos cimentó una carrera mucho más grande que la alcanzada cuando se hizo acompañar por The Sugar Cubes o el músico de turno. Sola, siempre innovó. Y un signo de ello será el uso de otro de los fetiches tech que siempre le gusta lucir, el Tesla coil: un transformador que a través de dos torres laterales lanzará efectos láser al público mientras ella, en escena, despliegue el talento y la voz espacial que la hizo famosa en Oriente y Occidente.

Aquello ocurrirá el sábado 30 de marzo. Por mientras, Björk espera. Espera esos días en que en familia pise Isla de Pascua, y antes de eso, el segundo previo al único show que hará en Santiago, el instante en que las luces se apaguen y el último nuevo concepto que creó en su cabeza se convierte en un producto popular. Para las masas.

Cuando a Björk se le pregunta por el secreto de esa mezcla, entre lo avant-garde y el pop, por la razón de la fidelidad de su público, por la explicación de su búsqueda incesante, y por un mensaje suyo a las solistas que dan sus primeros pasos en la música, Björk, la cantante de 46 años, no duda la respuesta y con siete palabras simples se define y aconseja:
-Encuentra tu voz y apégate a ella.

"Biophilia' tiene escasez de instrumentos... es muy austero. Quería que la estructura de las canciones se destacara, y por eso lo hice".
Björk

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