domingo, marzo 04, 2018

Alejandra Pérez "El gran desafío es darle coherencia al nuevo ministerio"

El Mercurio

NUEVA MINISTRA DE CULTURA Sus primeras definiciones.
Todavía tiene algo de cojera por una reciente operación, pero sabe que deberá caminar firme en la senda llena de obstáculos que implica armar la nueva institucionalidad cultural. "Esto puede ser un nuevo comienzo. La posibilidad de superar rencillas, dobles funciones o 'campos minados'. Y si hay algo que corregir, se va a hacer", comenta. 

Por ELENA IRARRÁZABAL SÁNCHEZ

Su nombramiento fue sorpresivo y para muchos constituye la gran incógnita del gabinete del nuevo gobierno. Otros señalan que se trata de una "apuesta personal" del Presidente Piñera. Alejandra Pérez (54) viene del mundo de las comunicaciones y se enfrenta al gran desafío de armar la nueva institucionalidad cultural, que ahora pasa a cobijar, bajo el mismo paraguas, un complejo rompecabezas de instituciones (ver recuadro), cuyas piezas no necesariamente ajustan bien.

La nueva institucionalidad cultural, largamente tramitada en el Congreso, ha generado recelos e incertidumbre, pero también muchas expectativas. La responsabilidad de levantar esta estructura ahora cae sobre los hombros de una mujer menuda y espontanea, que ha trabajado en el mundo público y privado.

-Muchos se sorprendieron con su designación. ¿Usted también?

"Me sorprendió, sí. Pero diría que sobre todo me emocionó, me honró. Lo siento como un reconocimiento a lo que uno ha hecho en distintos ámbitos. Lo veo como un nuevo impulso y tengo muchas ganas de hacerlo bien ".

-Hoy está a cargo de la repartición que tiene uno de los nombres más largos de todo el gabinete: el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. ¿Se siente cómoda con el plural de "culturas", que causó debate en el Parlamento?

"Creo que en este caso se trata de un gesto. Cuando hablas de 'las culturas' valorizas el patrimonio de cada pueblo, región, comunidad. Lo siento como guiño positivo en un momento determinado".

-¿Dónde va a instalar su escritorio? ¿En Valparaíso o Santiago?

"Hoy en día el concepto de escritorio existe cada vez menos. Con un laptop y un celular el escritorio puede estar en todas partes. Estar en Valparaíso es una señal de que el ministerio está atento a la cultura en las regiones, espero viajar a ellas y conocerlas mejor".

-Su nombramiento generó críticas por su falta de vinculación con el área cultural.

"Una de las cosas que me criticaron es que no era artista ni venía de ese mundo. Pero mi labor como ministra es promover la creación, el acceso y la experiencia de la cultura. No necesariamente hay que ser artista para preparar las condiciones para que más personas puedan tener experiencias culturales y para que surjan nuevos creadores, dándoles más facilidades".

Premios nacionales

-¿Armar el nuevo ministerio fusionando la Dibam con el Consejo de la Cultura será su principal desafío? El académico Pablo Chiuminatto calificó este proceso como "la fusión más grande desde la vuelta a la democracia".

"Uff, qué tremenda definición (sonríe). Por supuesto, esa tarea va a ser parte de mi función. El desafío del gobierno de Piñera de darle coherencia al ministerio, más allá del 'deber ser'. Corregir imperfecciones heredadas, en un clima de armonía y consenso. Hay una señal muy importante, de poner la cultura como una política de Estado. Para eso se necesita diálogo, y la idea es ir adecuando, hacerlo con criterio, ir redactando los reglamentos".

-El nuevo subsecretario tiene un perfil ligado al trámite legislativo, labor que realizó junto al ministro Cruz-Coke.

"Creo que su perfil es muy apropiado, además de que conoce las ideas y valores detrás del ministerio, al haber trabajado en el Consejo de la Cultura. Tiene grandes cualidades humanas y además de sus conocimientos legales, él estudió Estética. Es decir, aprecia el mundo cultural en que va a estar trabajando, no le es indiferente".

-En el marco de los cambios que trae la nueva ley, le va a tocar ser jurado del Premio Nacional de Literatura y Música. ¿Se siente preparada?

"Me siento preparada y, como dicen los españoles, 'me hace ilusión' participar en el jurado. Por supuesto, voy a estar rodeada de gente preparada que puede asesorarme. Este año hay candidatos interesantes".

-¿Le parece bien que se incorporen creadores al jurado?

"Es muy positivo, pues finalmente son autores que conocen el área y premian a sus pares, junto con los otros integrantes del jurado. Le da más fuerza y argumentación al premio".

Patrimonio e identidad

-El proceso de gestación de la ley ministerial generó protestas y hasta un paro en la Dibam. ¿Se recuperarán las confianzas?

"La cultura y el patrimonio son de todos. El patrimonio no es lo que fue, sino que su puesta en valor hoy, que sirve para construir el mañana. Por eso es bueno que cultura y patrimonio estén juntos en una sola institucionalidad. Además, existirá una sola mano, que va a velar con celo por las dos partes, el patrimonio y las artes. La estructura se va a modificar, pero va a cambiar para bien. Esto puede ser un nuevo comienzo. Es la oportunidad para no perder tiempo en rencillas, dobles funciones o 'campos minados' . Y si hay algo que corregir, se va a hacer".

-Eligió ser retratada para esta entrevista en la Biblioteca Nacional, tal vez el 'corazón' de la antigua Dibam. ¿Quiere dar una señal?

"Creo que el patrimonio, material e inmaterial, es lo que nos da identidad como persona, como sociedad, como país. Admiro mucho toda la historia y labor que ha desarrollado la Dibam. Es un capital de gran relevancia para el país".

-La Dibam se ha caracterizado por tener presupuestos paupérrimos en relación con otras instituciones culturales, por ejemplo en la división de museos. ¿Esa situación algún día va a cambiar?

"Ha existido un tema de recursos, pero creo que vamos a avanzar. Se va a generar una sinergia, que va a abrir nuevas posibilidades. Esta nueva institucionalidad es una gran oportunidad para la Dibam, hay que saber cómo aprovecharla. Hacer su trabajo más visible para que pueda ser apreciado por más personas".

"La demanda no ha gritado lo suficiente"

A juicio de Alejandra Pérez, "calidad de vida y cultura van muy de la mano. Cuando los países se desarrollan la cultura crece y se valoriza más. Aumenta la producción, la diversidad cultural, la demanda por mayor entretención y cultura. Chile va en esa dirección, pero hay que cambiar hábitos. Hoy en día son los jóvenes de entre 15 y 29 años los que más aprovechan todo tipo de ofertas y espacios culturales. Y los que menos acceso tienen son la gente mayor de 60, con menos educación e ingresos. También a ellos queremos llegar. Creo que hay un hambre de cultura, pero que no siempre se expresa".

-¿En qué sentido?

"Entre las preocupaciones que plantea la gente en las encuestas, aparece la delincuencia, la salud, el transporte, distintos aspectos antes que la cultura. Pero eso no significa que no necesite o no quiera acceder a más cultura. Creo que la demanda no ha gritado lo suficiente".

-En Chile el porcentaje de actividad cultural financiada por el mundo privado es baja. ¿Cree que hay un espacio pendiente ahí?

"Hay un universo de posibilidades. Tal como en un momento cundió la idea de la responsabilidad social empresarial, ahora se debiera incluir el concepto de responsabilidad cultural empresarial. Existe un aporte, pero puede crecer mucho".

-¿Instrumentos como la Ley de Donaciones son insuficientes?

"Creo que sí. Pero para generar las alianzas con las empresas debe haber una solicitud más firme y explícita de la demanda, hay que fortalecerla para que el mundo privado sienta la obligación de estar ahí y se junten los mundos".

-¿Tiene alguna iniciativa concreta?

"Me encantaría que nos pudiéramos inspirar en una política que ha existido en países como Italia y Holanda. En Italia, cuando un joven cumple 18 años, se le entrega una tarjeta de 500 euros, sea estudiante o no, para que acceda a la oferta cultural y así tenga experiencias culturales que vayan generando hábitos".

GAM, canal cultural y Fondart

-En materia de nuevas leyes, ¿cuáles son sus prioridades? Hay un proyecto para reformar la Ley de Monumentos Nacionales que duerme en el Congreso.

"Poner la Ley de Monumentos a la altura de los tiempos es absolutamente una prioridad. Estamos estudiando cómo reimpulsar ese proyecto. También está en trámite el proyecto de ley de fomento de las artes escénicas".

-¿Partidaria del canal cultural?

"No me gusta la televisión con apellidos, creo en la buena televisión. Hacer un canal cultural que llegue a un nicho muy pequeño me parece que no tiene mucho sentido".

-También se ha planteado la idea de un centro cultural o museo vinculado a los pueblos originarios.

"Creo que museos tenemos y hay que potenciarlos. También hay una tarea grande en dotar de contenidos y programación a los centros culturales levantados en ciudades de más de 50 mil habitantes. Más que hacer más museos, hay que dotar lo que existe".

-¿Le tocará a usted inaugurar el GAM?

"Ojalá, aunque entiendo que está bastante atrasado. No hay claridad de plazos para la inauguración".

-¿Cómo ve la situación del Fondart?

"Creo que los recursos que se otorgan se deben mantener y ojalá aumentar, porque me parece una iniciativa valiosa, en la que se ha avanzado a través de distintos gobiernos. Quiero estudiar cómo se pueden simplificar y unificar las postulaciones. Sería interesante tener una auditoría de cómo está funcionando el sistema, quiénes están siendo premiados y quiénes no han logrado acceder, para poder gestionarlo mejor. Además, en ocasiones estas obras y creaciones no llegan bien al público. Vincular más el Fondart con la programación de la red de centros culturales puede ser una opción provechosa".

-Finalmente, ¿con qué concepto englobaría su tarea a partir del 12 de marzo?

"Unidad. Es lo que a mí me han encargado: poder unir estos mundos distintos para contribuir al desarrollo de la cultura en Chile".

 Los distintos mundos de la ministra

Periodista de la Universidad Católica, Alejandra Pérez se desempeñó en sus inicios profesionales en varios medios de comunicación, entre ellos las revistas Mundo Diners y Master Card y fue asesora de Comunicaciones del ministro José Pablo Arellano en el Ministerio de Educación, durante el gobierno de Eduardo Frei.

Durante el primer gobierno de Michelle Bachelet, Pérez acompañó a Arellano a trabajar en Codelco y luego asesoró a René Cortázar en el Ministerio de Transportes. Después trabaja en Comunicaciones en el grupo Telefónica, donde tuvo una relación cercana con Bruno Philippi y jugó un rol importante en el desarrollo de la revista Fibra. "Fue una experiencia muy interesante, contábamos con recursos, buenos columnistas y libertad editorial. En Telefónica además estuve muy involucrada en su fundación, que en ese momento trajo a artistas tan relevantes como Miró, Jesús Soto y Alfredo Jaar. "

A Canal 13 entró como directora de Comunicaciones en 2010, luego de que Andrónico Luksic adquiriera este medio de comunicación y en 2016 asumió como directora ejecutiva, rol que cumplió hasta noviembre de 2017.

-El mundo de la cultura se suele vincular más a la sensibilidad de izquierda.

"La cultura tiene distintos planos. Uno de ellos tiene que ver con romper esquemas, crear algo más allá de lo establecido. Estos son conceptos valorados por la izquierda. Pero el mundo de la cultura también requiere una gran capacidad de gestión, de creatividad y de emprendimiento, valores que son importantes para la derecha. Finalmente, la cultura no tiene que ver con ser de derecha o de izquierda, son estereotipos".

Rompecabezas institucional

Con la entrada en vigencia del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio -algunos lo han comenzado a llamar "Mincap"- se crean la Subsecretaría de las Culturas y las Artes, la Subsecretaría del Patrimonio Cultural (que absorberá a la Dibam) y el Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, que cobija al Consejo de Monumentos Nacionales. A su vez, se da origen a 15 secretarías regionales ministeriales de las Culturas, que trabajarán en coordinación con las 15 direcciones regionales del Patrimonio. Se cuenta con 18 mil millones de presupuesto para armar la nueva planta (a ocho años plazo) y hay cerca de 390 nuevos cargos por completar. "Lo importante es elegir en cada cargo a la persona adecuada. No es fácil, pero está lejos de ser imposible. El Presidente es un hombre con sentido de urgencia; esta ministra no será menos. Y la idea es destrabar cualquier nudo burocrático", comenta Pérez.

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