sábado, noviembre 21, 2020

El Latin Grammy siguió ignorando a la música urbana

 El Mercurio


Fue una ceremonia atípica por las restricciones de la pandemia, aunque con un desenlace esperado, pese a las señales previas que habían alimentado en los músicos urbanos la obtención de reconocimiento en la última entrega del Latin Grammy.


En 2019 desde Daddy Yankee a Maluma alzaron la voz reclamando la poca presencia en el evento del género que domina el streaming mundial, una demanda que la cita este año acogió dándole a J Balvin 13 nominaciones, con lo que obtuvo incluso un Record Guinness por este hito al ser el artista con mayor número de postulaciones en un año.


Al colombiano le siguieron Bad Bunny (9) y Ozuna (8), pero sus resultados no fueron los esperados, porque popularidad no es sinónimo de excelencia para la Academia Latina de Grabación. J Balvin fue el gran perdedor la noche del jueves logrando solo el premio a Mejor Álbum de Música Urbana. A Bad Bunny no le fue mejor, solo ganó Mejor Interpretación de Reggaetón.


Ozuna obtuvo dos premios por su colaboración con Rosalía y la española sumó un tercero que la ubicó como una de las figuras de la noche junto a Carlos Vives y Natalia Lafourcade, también con tres gramófonos. La mexicana triunfó en Álbum del Año y la Grabación del Año fue para Alejandro Sanz, nombres con historia en la ceremonia que sigue valorando la tradición y el valor del cantautor, dejando de lado al género urbano en sus principales categorías.

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