martes, agosto 31, 2010

Periodista chilena presentará libro sobre cantautora Violeta Parra

La periodista chilena y Premio Nacional de Periodismo 2007, Faride Zerán, presentará el 7 de septiembre el libro "Yo, Violeta", de la profesora de Literatura Mónica Echeverría.
"Yo Violeta" es el relato de una mujer que se salvó de ser analfabeta y que logró desarrollar su fuerza artística y componer canciones como "Gracias a la vida"o "Volver a los diecisiete", informó hoy la casa editorial Ramdom House Mondadori.
La presentación del libro se realizará en recién inaugurado Centro Cultural Gabriela Mistral a las 19:00 horas (2300 GMT) con la participación de Zerán y del Premio Nacional de Historia 2006, Gabriel Zalazar.
El libro forma parte de las actividades programadas con motivo del bicentenario, con la intención de rescatar las raíces de Chile y el verdadero genio de una de las artistas chilenas más universales.
Echeverría conoció y compartió junto a Violeta Parra en más de una ocasión, pues su marido, el entonces alcalde de La Reina, Fernando Castillo Velasco, dio a concesión el terreno para instalar la famosa "Carpa de La Reina", un espacio que utilizó la artista para difundir la cultura local.
En la novela, donde la historia es contada en primera persona, la propia Violeta Parra habla de sus orígenes, de su pobreza, del ímpetu que la llevó siempre a dar un paso adelante, de cómo llegó sola a Santiago todavía siendo una niña.
También narra la ayuda incondicional que recibió de su hermano Nicanor, de sus amigos, de los viajes al extranjero, del éxito y el fracaso, de la felicidad y el desconsuelo, pero, sobre todo de sus amores y de la locura infinita por el suizo Gilbert, pues la pasión para Violeta fue la luz con la cual imprimió todo lo que hacía.
En su novela, la autora consigue darle una voz real a Violeta Parra al narrar el increíble devenir de una mujer campesina y pegada a la tierra de Chillán que llegó a ser la primera artista en el mundo en exponer individualmente su obra en el museo de Louvre, en París, Francia.
Mónica Echeverría realizó un arduo trabajo de investigación y de obtención de información al tomar contacto con numerosas personas que fueron claves en la reconstrucción de la vida de Violeta en su círculo familiar, artístico e íntimo.
Para averiguar más sobre el legado artístico de Violeta, Mónica conversó con personas claves en el desarrollo musical contemporáneo nacional, como la folclorista chilena Margot Loyola, los cantantes Paz Undurraga y Patricio Manns.
Además desarrolló un gran trabajo en conjunto con los músicos chilenos Gastón Soublette y Miguel Letelier, que le dieron una mano a Violeta Parra transcribiendo musicalmente sus obras, en especial "El Gavilán".
Mónica Echeverría Yáñez es profesora de Literatura y realizó estudios en la Escuela de Teatro participó en la fundación del Teatro Ictus, en el que trabajó como actriz, directora y autora de varias obras dramáticas, en especial infantiles.
Al regreso de un autoexilio de cuatro años en el Reino Unido escribió varias biografías y novelas, "Antihistoria de un luchador" (1993), "Agonía de una irreverente" (1996), "Crónicas vedadas" (1999), "Difícil envoltorio" (2000), "El vuelo de la memoria" (2002), "Cara y sello de una dinastía" (2005), "Krassnoff", "Arrastrado por su destino" (2008).
También incursionó en radioteatro con "La última epopeya de Salvador Allende" (2003) y en la obra dramática "Todas y ninguno".


http://spanish.china.org.cn/international/txt/2010-08/31/content_20830981.htm

lunes, agosto 30, 2010

Óscar “Canarito” Parra se toma el Bar The Clinic

Óscar Parra Sandoval, más conocido como “Canarito Parra”, prepara para este martes 31 de agosto una intervención cargada con sus 80 años de vida, y su valiosa experiencia artística desde el payaseo, las coplas populares, las cuecas e infinita chilenidad.
Óscar Parra es el hermano menor de la eterna Violeta, de Roberto, el gran chucheta, de LautaroLalo,HildaElba Nicanor. Hijo del amor y primo cercano de un vaso. Cuenta que de niño cantaba en góndolas junto a su hermano Lautaro, y ya siendo el año 1952 inicia en tierra derecha su aventura en el circo.
Para algunos es el payaso punk, el cantor-payaso, el Parra “low perfil”,  el más marginal del Parra Clan. Independientemente a la óptica particular con que se le mire, lo cierto es que Óscar Parra Sandoval, “el payaso canarito” representa, en la cultural chilena, medio siglo y más, de gran vida artística de tony, de malabarista, de hombre de circo, de teatro, del comics, del folcklore, de los monólogos, de las canciones, de las coplas populares y que ha registrado en tres discos de larga duración.
Es por eso que esta es una oportunidad única, donde Óscar Parra se toma el bar The Clinic, para plasmar todos sus años de vida artística y chilenidad. Para poner bajo la óptica su oficio que se arma desde los márgenes del gran espectáculo, sin las luces y comentarios que destellan sobre algunos de sus hermanos, ni homenajes masivos, ni ediciones de lujo y ni grandes postulaciones, pero marcado por su  labor autodidacta, que celebra y recrea lo más espontáneo del hacer popular.
Bajo todo este contexto, Óscar “Canarito” Parra, está armando su festejo que sucederá este martes 31 de agosto, en el bar The Clinic, que contará con entrada liberada.
Óscar Parra Sandoval
Martes 31 de agosto
Bar The Clinic
Monjitas 578
ENTRADA LIBERADA
19 horas
Onda Corta
El Ciudadan

domingo, agosto 29, 2010

Roberto Bravo: "Toqué con el alma para que la música traspasara estas piedras"

El destacado pianista chileno llegó hasta el campamento Esperanza a entregar su música a los familiares de los 33 mineros atrapados en el yacimiento San José.
29/08/2010 - 15:59





El destacado pianista chileno Roberto Bravo, llegó hasta el campamento Esperanza en Copiapó, donde ofreció un concierto a las familias de los 33 mineros atrapados en el yacimiento San José.


Unas 150 personas apreciaron la interpretación en piano de temas como "Gracias a la Vida" de Violeta Parra y la "Cantata de Santa María de Iquique".


El músico señaló emocionado en el canal 24 Horas que su interpretación fue "con toda la fuerza, la alegría y el amor necesario para que la música traspase esta tierra y le llegue al corazón. De este corazón, de vuestro corazón, a los mineros que están abajo y a su familia".


Asimismo reconoció haber sentido "un tremendo impacto, sobre todo al tocar la Cantata de Santa María de Iquique. La toqué con todo el alma, como nunca, para que realmente la música traspasara estas piedras".


"El amor puede traspasar y mover las montañas y las familias que están aquí están dando un ejemplo. Yo los saludo a los mineros y a sus familias con todo el respeto que me merecen y que son un ejemplo para nosotros los chilenos y para el mundo en general en este momento", añadió Bravo.


Este es el segundo concierto que tiene lugar en el campamento Esperanza, ya que la agrupación Inti Illimani Histórico se presentó ayer ante los familiares de los trabajadores.


http://www.latercera.com/noticia/cultura/2010/08/1453-287657-9-roberto-bravo-toque-con-el-alma-para-que-la-musica-traspasara-estas-piedras.shtml

Redolés: “Vivimos en un país engrupido por la tele y el show”

Por Sergio Sepúlveda / La Nación Domingo
El músico y poeta realizará un íntimo concierto en el Puerto, mientras que en octubre presentará el tema inédito “El hombre es un saqueador” junto con su banda Simellaman Boys en la sala SCD en Santiago.
Redolés: “Vivimos en un país engrupido por la tele y el show”


Domingo 29 de agosto de 2010 | | LND Cultura
Fotos


La voz de una generación perdida, de un lamento expresado a través de las palabras y la música, de aquellas frases irónicas que esconden la tristeza de un destierro obligado. Su temple mantiene la fuerza de su prosa, esa que ocupa y desarma al estilo de Parra, con el poder de lo simple y cotidiano. Este es Mauricio Redolés (57), que vuelve a Valparaíso el primero de septiembre a eso de la medianoche (Bar El Abasto), para luego en octubre presentar en la sala SCD “El hombre es un saqueador”, su nuevo tema junto a Simellaman Boys.


Para Redolés siempre es un acontecimiento volver a Valparaíso: “tocaré yo con mi guitarra todos los clásicos de mis discos y los mezclaré con poemas -que siempre me pide la gente- todo en un ambiente lo más íntimo posible, casi de lectura con amigos”, asegura, mientras señala que sus dos referentes musicales actuales son Víctor Jara y Mario Waters.


Sobre la gran industria musical, dice “no sentirse presionado” e incluso se dará el lujo de regalar el single “El hombre es un saqueador”, que grabó con Simellaman Boys, en el mes de octubre en la sala SCD y cuyo video ya se encuentra disponible en su página web (www.mauricioredoles.cl). “La idea es que la gente reciba el disco con la entrada, que lo escuche en vivo, que lo tenga y se lo lleve pa´ la casa, así de simple”, cuenta.


Redolés no se anda con eufemismos. Si algo le desagrada, aumenta sus palabras por minuto y eleva su voz. Respecto a las celebraciones del bicentenario, afirma tajantemente que “estamos en un país adormecido y engrupido por lo que dice la televisión. Es puro show, porque al final se siguen olvidando los verdaderos temas como los derechos de los trabajadores”.


Imagen
La dualidad de discursos respecto al “cumpleaños” de Chile parece tener un escenario particular, entre los que defienden la festividad por tratarse de un acto patriota y aquellos que son más críticos: “La mayor mentira de las celebraciones de este bicentenario es que somos una nación independiente y libre”, afirma el poeta.


Pero sus pensamientos regresan a la nostalgia y al paraíso perdido del puerto, “ya no tengo sentimientos encontrados por regresar a Valparaíso, los tuve antes, pero los he ido superando con el tiempo”, dice en referencia al Año Nuevo que pasó encarcelado en la década de los setenta. Aunque guarda cierta melancolía, que se filtra al despedirse: “No puedo negar que siempre me da nostalgia y una tristeza extraña pensar en caminar por Pedro Montt un domingo a las tres de la tarde”.


http://www.lanacion.cl/redoles-vivimos-en-un-pais-engrupido-por-la-tele-y-el-show-/noticias/2010-08-28/134429.html

viernes, agosto 27, 2010

La Orquesta Sinfónica vuelve a grabar música chilena

En el Bicentenario, la agrupación se compromete con nuestro repertorio con un nuevo disco al año; actuará en la Estación Mapocho e inaugurará el Teatro del Lago. Su director titular, Michal Nesterowicz, comenta además el rumor de que los "bajaron" del Gabriela Mistral.


Romina de la Sotta Donoso
Una muy buena noticia tiene Michal Nesterowicz (1974), director titular de la Orquesta Sinfónica de Chile. Retomarán la iniciativa conjunta que tenían con la Academia Chilena de Bellas Artes y el sello SVR, y que había sido suspendida tras la salida de David del Pino como director titular (en 2006): la Colección Bicentenario de la Música Sinfónica Chilena.
"Haremos un disco de música chilena ahora, y al menos un CD más cada año", confirma. "Hemos elegido obras muy conocidas: 'El huaso y el indio' de Juan Casanova Vicuña, que es graciosa, querible, y la 'Suite Latinoamericana' de Luis Advis, que es muy interesante, pues Advis reunió la música folclórica y la clásica, muy en la línea de Bartok. Tiene muchos temas hermosos e ideas bellas; está escrita para una orquesta sinfónica, y sin embargo sigue siendo muy camerística, tiene un sonido bien delicado. También, 'Sinfonietta' de Federico Heinlein, que es un poco más contemporánea y que será más desafiante. Quería que en este CD hubiera varios Chiles, y mostrar las conexiones de la música chilena con el mundo".
El público podrá escuchar un adelanto de este disco -que según confirman en SVR estará en el mercado antes de fin de año- en los conciertos que la Sinfónica dará el 3 y 4 de septiembre en el Teatro Universidad de Chile.
Pero hay más novedades en la temporada, dice Nesterowicz: "Tendremos fantásticos solistas que son estrellas en ascenso y han ganado concursos importantes; los polacos Robert Kwiatkowski, en el Concierto para violín N° 2 de Mozart (22 y 23 de octubre); y Bartosz Koziak, en el Concierto para cello de Schumann (3 y 4 de septiembre, como bonus track en el programa chileno), así como la croata Martina Filjak, quien acaba de actuar en el Carnegie Hall".
Filjak será solista en el Concierto para piano de Schumann que la Sinfónica ofrecerá hoy y mañana en un programa romántico. Con la conducción de Nesterowicz se sumarán las oberturas "Trágica" y "Festival Académico" de Brahms, y "Los Preludios" de Liszt.
"Le pido disculpas a nuestro público por los cambios que tuvimos que hacer en la programación (ver www.teatro.uchile.cl), pero fuimos invitados a uno de los eventos más importantes del año en Chile y Latinoamérica. Estamos orgullosos de dar el concierto de inauguración del Teatro del Lago. En América Latina no existen muchas salas de música tan modernas y bellas como esa", confiesa. Él mismo dirigirá a la orquesta, junto con solistas como el clarinetista y saxofonista Paquito D'Rivera y la soprano Verónica Villarroel, en arreglos de obras de Mozart, Gershwin y Bach, y en la Sinfonía N° 9, "Desde el Nuevo Mundo", de Dvorak (6 y 7 de noviembre).
Antes, eso sí, conmemorarán los 200 años de nuestra República con un megaconcierto gratuito, el 24 y 25 de septiembre: "Francisco Rettig dirigirá a la Sinfónica y al Coro Sinfónico U. de Chile, y solistas, en la Estación Mapocho, en la Novena Sinfonía de Beethoven. No existe nada más adecuado que su bellísimo Cuarto Movimiento y todo lo que representa el goce de la libertad para Chile, que es lo que el país celebra".
Rumores
Michal Nesterowicz responde a los rumores de que la Sinfónica -la más antigua del país- ya no será la orquesta residente del Centro Cultural Gabriela Mistral: "La Orquesta Sinfónica de Chile necesita una nueva sala de conciertos; el Teatro U. de Chile no es adecuado para tocar música sinfónica. Es asombroso lo que está sucediendo en Santiago, con todos estos grandes proyectos de nuevos teatros. Quisiera felicitar a sus gestores, pero también pedirles, en voz alta, que no se olviden de la Orquesta Sinfónica de Chile. No hay muchas orquestas profesionales en Chile, no del mismo peso".


http://diario.elmercurio.com/2010/08/27/actividad_cultural/actividad_cultural/noticias/8C0323CD-8BD5-4B00-B2A5-2CC54DEDEA60.htm?id={8C0323CD-8BD5-4B00-B2A5-2CC54DEDEA60}

domingo, agosto 22, 2010

Patricio Castillo- Travesía - 2009


Después de casi 30 años, el 2009 vio la luz un nuevo disco en solitario de Patricio Castillo.
En esta nueva propuesta Patricio Castillo se hace acompañar por un selecto grupo de músicos, que le entregan la base precisa para recorrer en 10 temas por diversas partes de su vida personal y artística.
En esta sesión escucharemos una selección de este disco, además compartimos una conversación que tuvimos con Patricio Castillo, en donde nos cuenta sobre las razones de esta pausa de 30 años en su trabajo en solitario, los origines de este disco y nos presenta algunas de las canciones de este CD.

Este disco ha tenido una edición limitada en Chile, como conseguirlo?, escuchen el programa y encontraran el contacto.

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Patricio Castillo





Patricio Castillo es un músico fundamental dentro de la historia de la música popular chilena desde los años 60.
Primero integrando el Quilapayún, después en sus colaboraciones con Víctor Jara, Ángel Parra, Los Jaivas, Isabel Parra.

En esta sesión repasaremos las colaboraciones de Patricio Castillo en alguno de estos proyectos, mas escuchando algunos registros de sus discos solistas.
Escucharemos temas de los discos Basta (en donde Patricio Castillo es la voz solista del tema "
La Muralla"), Quilapayún 3 y 4 de Quilapayún; "Canto Libre" y "Manifiesto" de Víctor Jara; "La Ventana" o "Todos Juntos" de Los Jaivas; "Kuncert für Chile" en donde participan varios artistas, "Vientos del Pueblo" de Isabel Parra;
 "Provincias" y "
La Primavera Muerta en el Tejado" discos solistas editados a fines de los 70 en Francia; y "Evening Cocktail" de Aguananá La Banda.



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martes, agosto 17, 2010

Ya, toca: documentales de bolsillo

Entre Barcelona, Santiago y Valparaíso, un número creciente de músicos chilenos está tocando acústico y en la calle para la cámara de este nuevo equipo de realizadores con sede en Cataluña. "Está mucho más avanzada la música chilena que el registro audiovisual que hay al respecto", dicen desde Barcelona.


Un niño en Cataluña se acerca al cantante callejero, por juguetear se pone a imitar el ademán de tocar la guitarra a su lado y ya está: ese cantante es Chinoy y ha ido desde muy lejos a esa plaza de Barcelona, pero ya tiene un público espontáneo para empezar. Y empieza. Empieza a tocar "Hoy no empañemos el agua" tal como queda capturado por la cámara de video de Yatoka.


Ya. Toca. Ése es el instinto básico que estimula este equipo de realizadores audiovisuales chilenos, catalanes y vascos con sede en Barcelona. El cantante y guitarrista Chinoy es uno de los nombres más recientes en un desfile que ya llega a quince músicos y grupos chilenos registrados por Yatoka desde noviembre de 2009, tanto en locaciones barcelonesas como santiaguinas.


Los primeros fueron, en este orden, el grupo de cumbia y música para bailar Chico Trujillo y la banda de rock Familea Miranda, ambos en Barcelona en noviembre pasado. Y desde entonces han continuado con el grupo de salsa La Deuda, el grupo de rock Niña con Frenillos, el cantante Andrés Reveco y el músico Materia Prima en Santiago, la cantante y acordeonista Pascuala Ilabaca en Valparaíso y el propio Chinoy, de vuelta en Barcelona. Y hay varios más ya grabados, desde The Ganjas hasta Inti-Illimani.


Yatoka es una videoteca de "documentales de bolsillo" con registros de música en vivo, pero no sobre escenarios tradicionales, sino en emplazamientos urbanos como estaciones de Metro, ferias, museos o plazas y, hasta ahora, con instrumentos acústicos. Sus gestores, que aspiran a subvenciones públicas o privadas para aumentar el registro a treinta nombres, son un equipo formado por el español Daniel Ruiz y los chilenos Nicolás García en dirección, Fabio Castro en el soporte en Internet, el músico Rodrigo Rozas, también conocido como Katafú y guitarrista de la propia Familea Miranda, como productor musical, y los otros integrantes del trío, Rodrigo Gomberoff y José Junnemann, a cargo del sonido.


-Lo bueno de esta forma en que se está haciendo es que es simple: es llevar a nivel audiovisual la misma independencia de estos músicos -dice Nicolás García, santiaguino avencidado en Barcelona desde 1999-. Pero al mismo tiempo nos interesa hacer una especie de catastro de la música chilena, idealmente a partir de un número de cincuenta bandas, un volumen representativo.


-Me ha sorprendido poder reunir a los músicos y que contesten -agrega Katafú, que está radicado en la misma ciudad desde 2006 junto a su grupo, con los que está grabando en paralelo su próximo y cuarto disco-. Me tocó ubicar a DJ Raff, que lo conocía desde cuando tocaba en La Pozze Latina, "¿te acordai de mí, quieres participar?", y así como que nada, toda la gente se ha interesado.


-Para ti además ha sido estar a los dos lados de la cámara. ¿Cómo fue tocar con Familea Miranda pero en versión acústica?

-Era un desafío tocar con guitarra acústica, que casi nunca lo habíamos hecho, y fue raro volver a tocarla desde que tuve clases, con el cancionero de "La Bicicleta" -sonríe-. La había tocado en un lento súper triste que está al final del disco (Ensayo ≠ error, de 2006) y también en algunas guitarras que suenan en la canción de Mission of Burma ("Canción de pelea de la academia", del mismo disco). Y ahora he tenido como un reencuentro con la guitarra de palo.


Que siga siendo casero


García estuvo de regreso en Chile durante el verano pasado, y en esa vuelta registró con su cámara a los citados La Deuda, Reveco, Niña con Frenillos y Materia Prima, además de videos todavía no publicados del grupo de rock psicodélico The Ganjas y del dúo de rock Perrosky. Todo entre enero y marzo.


-O sea tienes imágenes de antes y después del terremoto.

-Grabamos antes y después del terremoto. El video que hicimos con Pascuala Ilabaca fue en marzo. A The Ganjas los grabamos antes.


A su regreso a Barcelona el equipo estuvo atento a registrar además el paso del elenco entre los cantantes Chinoy, Gepe, Pedropiedra y Javiera Mena, quienes visitaron España en mayo. Los tres primeros también quedaron incorporados al menú de videos del sitio.


-¿Cómo elegen a los músicos?

-El criterio que tenemos en general es grabar bandas más o menos conocidas y no tan conocidas. Súper variopinto. Lo que queremos hacer es con una banda más famosa atraer audiencia y descubrir o rescatar bandas nuevas o no tan jóvenes que no tengan tanta difusión.


En Yatoka reconocen además la proliferación de formatos similares, desde iniciativas locales como Indiegente (Indiegente.net), Son de Calle (Sondecalle.cl, antes conocido como Tócame en la calle) o Caviar Lab (Caviarlab.cl) hasta las internacionales Black Cab Sessions o los "conciertos para llevar" acopiados por el realizador francés Vincent Mooon en La Blogothèque.


-Ésos eran los que existían en el momento que agarramos el proyecto -dice García-. Y hemos visto que hay gente haciendo el mismo formato en Noruega, Rusia, Italia, en todos lados, porque es simple. En Chile podría haber diez iniciativas más y sigue habiendo música para hacer. Está mucho más avanzada la música chilena que el registro audiovisual que hay al respecto.


-¿Hay diferencias entre esos registros y los de Yatoka?

-Un poco la diferencia con la La Blogothèque es que sí nos interesa que haya una información además de la imagen. Y no tienes que tocar en la calle ni completamente acústico. Es un documental simple, la idea es que casi puedas ver un ensayo de la banda, porque un espectador normal no tiene la posibilidad de ver a la banda en un formato casero. Y parte del proyecto es descontextualizar a los músicos, que la imagen los deje un poco en pelota, crear la intimidad, y estar en otro país es claramente otro contexto.


-¿Van a seguir haciéndolo en Barcelona?

-Hay que definir si hacerlo sólo con músicos chilenos o no, porque en Barcelona las oportunidades de que pase una banda chilena no son muchas -dice Katafú.


-Estamos pensando en armarnos para bajar en verano, en Chile o sólo en Santiago. El proyecto tiene que pasar en Chile, no se puede mantener sólo acá -agrega García-. Queremos grabar en Chile y conseguir alguna manera de que haya un respaldo financiero para esto. No es lo que más importa, pero básicamente para mantenerlo.


-¿En todo caso quedan chilenos allá todavía para grabar? Fiat600, por ejemplo, que es música electrónica.

-Tenemos pendiente un acercamiento con la música electrónica y ver cómo se puede grabar -dice el director-. Nos gustan muchas más cosas, más hip-hop, no queremos que todo suene "folclórico". Nos estamos rompiendo un poco la cabeza para hacer un registro electrónico pero que siga siendo casero.


Chinoy y un amigo: el cantante porteño es uno de los músicos registrados en vivo por la cámara de Yatoka.
Foto: Fotos: Yatoka.org
Chico Trujillo: barrio del Raval, Barcelona, noviembre de 2009.
Familea Miranda: La Cerveteca, barrio Gótico, Barcelona, noviembre de 2009.
La Deuda: barrio Yungay, Santiago, enero de 2010.
Andrés Reveco: Quinta Normal, Santiago, febrero de 2010.
Niña con Frenillos: Parque Forestal, Santiago, marzo de 2010.
Pascuala Ilabaca: Cerro Cárcel, Valparaíso, marzo de 2010.
Materia Prima: Paseo Ahumada, Santiago, marzo de 2010.
Chinoy: barrio Gótico, Barcelona, mayo de 2010.



http://www.emol.com/noticias/todas/detalle/detallenoticias.asp?idnoticia=430893

domingo, agosto 15, 2010

¿Dónde están las raíces de la música chilena del siglo XXI?

ENSAYO Un experimento hidropónico:
¿Dónde están las raíces de la música chilena del siglo XXI?


Escuchar a los cantautores chilenos actuales puede ser algo desconcertante para quien busca raíces folclóricas evidentes en ellos, como se podían encontrar en las generaciones anteriores. El ciclo de Cantautores, Autores y Poetas, de la Universidad Católica, ayuda a preguntarse qué ha pasado con nuestras raíces folclóricas, en una música que ahora empieza a ser llamada, simplemente, folk.  

Juan Pablo González Universidad Católica de Chile 
En países de alto consumo de música extranjera como el nuestro, los fenómenos de mezcla e hibridación han estado a la orden del día, llegando incluso a afectar el propio concepto de "raíz folclórica", el que ha servido de marco legitimador para las mezclas desarrolladas por los músicos chilenos desde mediados de los años setenta, ampliado tanto el concepto de folclore como el de raíz.
Dentro de la permanente tendencia a incorporar músicas del mundo a nuestra práctica y consumo musical, dos nuevas tendencias en la expansión de las raíces folclóricas marcarán la escena musical local de la primera década del nuevo siglo. La primera y más visible aparece con la llegada de una tercera generación de cantautores, como Francisco Villa, Manuel García, Chinoy, Camila Moreno, Gepe y Nano Stern, entre otros. Sus raíces serán ahora hidropónicas, pues no necesitan de un territorio donde enraizar, más bien se nutren libremente de un folclore globalizado. Con ellos, las raíces comenzarán a ser una opción personal más que colectiva, con redes sociales de opciones personales, que encuentran en la música su manifestación más efectiva para tejer comunidad desde los márgenes sociales y la divergencia.
La segunda tendencia surge de la práctica musical vinculada al teatro. La fuerza de la escena teatral independiente en los años noventa y su interés por el arte circense, el teatro callejero, el pasacalle y el carnaval hicieron que las nuevas compañías privilegiaran la música en vivo en sus montajes. Revivían la comunidad artístico-productiva autónoma de antigua data, ahora apoyada por fondos públicos. La apertura de las compañías teatrales independientes hacia el mundo popular favoreció el desarrollo de grupos musicales al interior de ellas. Nació una gran mezcla de bandas de vientos, orquestas de baile y grupos de rock en agrupaciones como Orquesta de la Memoria, La Patogallina Saunmachin, La Regia Orquesta, Orquesta Tocornal y Banda Conmoción, que lideraron esta tendencia.
El factor gitano
En la nueva escena hidropónica nacional, se sumará la influencia del cine de Emir Kusturica y de The No Smoking Orchestra, con su música unza-unza, mezcla de ritmos gitanos realizada con actitud punk, improvisación de jazz y condena explícita al pop. Los conciertos en Chile de esta orquesta -teloneados por la banda local de raíz gitana La Mano Ajena- causaron fuerte impacto. Ya se han realizado en la capital dos cumbres gitanas, contabilizándose en Santiago y Valparaíso una decena de bandas y DJs que proclaman tener raíces gitanas.
El surgimiento de una supuesta raíz gitana en la práctica musical chilena no puede ser de exclusiva responsabilidad de la globalización de la cultura actual, pues es una influencia de larga data, que viene de las giras de grupos musicales y el cine, gran difusor de música popular en el mundo. Además, la globalización entrega todas las influencias posibles, pasadas y presentes, pero sólo algunas de ellas son escogidas para nutrir hidropónicamente nuestras raíces.
Los músicos de La Orquesta de la Memoria expresan muy bien la libre elección que siempre ha ejercido el músico chileno. Ellos reconocen dos tipos de influencias: las internas, que les llegan a través de su familia y educación, y las que escogen de fuera. En las primeras, buscan adherirse a una tradición popular, que es la de sus padres y abuelos, reivindicando su pertenencia a lo que llaman "las cuatro esquinas" de la música popular: la cumbia, el foxtrot, el tango y el vals peruano. De afuera toman la vertiente unza-unza de la música gitana, con su componente punk, mezclándola con su influencia familiar en lo que denominan un "ritmo de burdel, arrabal y velorio". De este modo, La Orquesta de La Memoria produce una música transversal y mestiza, recurriendo a un pasado de ambientes sórdidos, actualizado mediante la música como acto teatral.
Hay una sensibilidad globalizada más que una cultura globalizada. Y esta sensibilidad alimenta una actitud que permite la expansión de las posibles raíces en el espacio y en el tiempo. Si por un lado está el impacto internacional de la música gitana de Europa del Este, por el otro figura el rescate de los años cincuenta, como el de Buena Vista Social Club. Lo actual, entonces, es recurrir a lo que no lo es.
La expansión espacio-temporal de las raíces se viene realizando bajo el manto legitimador del multiculturalismo posmoderno, expresado desde la industria musical bajo el concepto de world music , que incrementa la pluralidad sonora a la que se exponen tanto auditores como músicos. En suma, estamos ante un regreso a lo local que ahora es a lo Local con mayúscula, donde todas las localidades son una sola y todos los tiempos nos pertenecen.
 Cantautores en la UC
La Universidad Católica ha comenzado su ciclo de Cantautores, Autores y Poetas, en el que se presentan los principales exponentes de la segunda y tercera generación de cantautores nacionales. Estos son conciertos íntimos con algo de conversación, realizados en el Centro de Extensión UC, Alameda 390, los días viernes de agosto, a las 19:30 horas.

sábado, agosto 14, 2010

Quilapayún Carrasco Intimamente.


Sin declaraciones en contra durante la semana, se presentó en Santiago la agrupación dirigida por Eduardo Carrasco para celebrar a su forma los 45 años de vida artística.

Si la agrupación dirigida por Parada celebró los 45 años en un concierto masivo, acá se utilizó la otra cara de la moneda En un recinto en donde la capacidad máxima son 70 personas, y en donde ningún espectador esta más allá de 6 metros del escenario, la intimidad fue el arma fundamental por la cual se movió esta presentación.

Pasadas las 19.20 hrs subió al escenario la agrupación, compuesta por  Eduardo Carrasco, Carlos Quezada, Guillermo García, Ricardo Venegas, Rubén Escudero, Ismael Oddó, Fernando Carrasco, Ricardo Venegas hijo y Danilo Donoso como músico invitado en percusiones. La presentación comenzó con “Plegaria A un labrador”, entregada en una exquisita versión en donde fue fundamental la fuerza de las voces y la precisión en la interpretación.
Después de este tema llegaron las palabras de Ricardo Venegas para agradecer la presencia del público, y para comentarnos que esta presentación precisamente se estaba registrando para una futura emisión por televisión y por una radioemisora local,  además de ser este concierto una muestra de la historia del grupo, además de incorporar algunos temas del último disco…Y fue precisamente por ahí el camino por donde se movió el concierto, con interpretaciones cuidadas, y con un repertorio que cubrió casi todas las décadas de creación del Quilapayún, y varias cosas nuevas.



El segundo tema fue “Canto del cuculí”, interpretado en quenas por Fernando Carrasco y Ricardo Venegas. Posteriormente Eduardo Carrasco presentó el estreno en vivo de “Miren como sonríen” del disco “Solistas”. El siguiente tema también correspondió a este disco, “Manifiesto”, fue entregado por la voz de Carlos Quezada.

A continuación se interpretó “Ventolera” con el charango solista de Fernando Carrasco, siguió “Te Recuerdo Amanda” en la voz de Guillermo García y acompañado en guitarras por Ismael Oddó y Fernando Carrasco.


Ya a esta altura del programa el conjunto se notaba bastante suelto, bromeando entre ellos, conversando con el público, escuchando algunos comentarios del respetable; y mostrando cual sería la tónica del repertorio: fuertemente basado en la música popular, dejando afuera cualquier repertorio con influencias de experimentación desarrollado en los 80 y con una cuidada mezcla de canciones que reflejan alegría y fuerza y otras en las cuales se busca la introspección y la calma del auditor. Fue así que se siguió con “Quita Hurpillay” y “Herminda de la Victoria” este último tema correspondiente al repertorio del concierto Homenaje a Víctor Jara que realizaron hace un año, y que saldría en septiembre en formato DVD.

Después de este momento emotivo, llegó el ritmo y el rap al escenario con el músico Jimmy Fernandez que interpretó con bases y apoyado por el Quilapayún los temas “Resistencia” y “Canción del Che”, ambos registros en los cuales colaboró para el disco “Solistas”. Este ambiente festivo continuó con el siguiente tema“Juana la Cubana”; y la calma vino al recordarse la época del exilio con “Mi Patria”, tema en el cual Ismael Oddó interpretó el Piano, y en donde las voces solistas estuvieron a cargo de Carlos Quezada y Guillermo García.

Ya llegando al final del concierto, el repertorio fue siempre hacia arriba, interpretándose el arreglo de Luis Advis para “El aparecido” , tema característico del repertorio de Inti Illimani; La muralla, Canción Final de la Cantata Santa María de Iquique y La Batea con una nueva letra haciendo énfasis en los lapsus linguae que ha tenido el nuevo presidente de Chile.
Tras dejar el escenario el grupo retornó para cerrar en forma emotiva el concierto, al interpretar y dedicar “Canción  Minero” a los 33 mineros que llevan una semana atrapados en una mina al norte de Chile y con los cuales no se ha podido tener ningún tipo de comunicación ni contacto.

Fue un concierto cercano, preciso, tal vez con gusto a poco para una celebración; pero en donde uno puede ver que lo que rescata esta agrupación es lo popular dentro de su música; y en donde todos en la sala se deleitaron de un encuentro entre amigos de tantos años…



publicado originalmente en http://www.cancioneros.com/co.php?NM=1735
Autor de la nota y de las fotografías: Víctor Tapia Herrera.

jueves, agosto 12, 2010

Esta industria es un gran circo

ANITA TIJOUX EN LA CRESTA DE LA OLA

“Esta industria es un gran circo”

Es hija de militantes del MIR, que se exiliaron en Francia tras el golpe de Estado de Pinochet a Salvador Allende en 1973. Tiene sangre indígena y una puesta hip-hopera sugerente. Su disco 1977 había salido el año pasado, pero revivió hace unas semanas cuando Thom Yorke, de Radiohead, seleccionó un tema suyo. Entonces su trabajo llegó al puesto Nº 7 de la Billboard Latin Rhythm Album y explotó en iTunes. “Daniel Viglietti, Chico Buarque, Rubén Blades, Violeta Parra y Víctor Jara eran grandes raperos”, le dice al NO. Acaba de editarse acá.
 Por Yumber Vera Rojas
En 1977 sucedió de todo. Murió Elvis Presley, los Sex Pistols editaron su disco debut, las Madres de Plaza de Mayo marcharon por primera vez frente a la Casa Rosada, se estrenó la miniserie Raíces, Pelé jugó su último partido como profesional y Pinochet decretó la disolución de los partidos políticos en Chile. Ese mismo año, ofrendado por los chinos en su zodíaco al símbolo de la sabiduría, la serpiente, también vio nacer a Anita Tijoux, rapera frontal e impetuosa que convirtió su flamante segundo disco en una maravillosa oda autobiográfica y en uno de los trabajos más impactantes que hayan aparecido en los últimos tiempos en el hip-hop de habla hispana. “Uno llega en la vida a un lugar de formas distintas. Mi manera de acercarme al rap fue bien entretenido, y ese camino define tu personalidad a la hora de hacer arte”, explica la exponente chilena al NO. “Yo empecé a escuchar hip-hop en Francia por el empleo de mi mamá, que era trabajadora social y me llevaba para que la acompañara. Así que decir que me interesé por el género gracias al oficio de mi madre no es la norma. En casa siempre disfrutamos de grandes cantautores a los que considero raperos, pese a que formalmente no lo sean. Y cuando digo esto pienso en Daniel Viglietti, Chico Buarque, Rubén Blades, Violeta Parra y Víctor Jara. De ellos fueron los primeros vinilos que tuve, y constituyeron mi enseñanza musical.”
Mientras la MC trasandina advierte del otro lado de la bocina que se servirá un café para amilanar el frío que tiene contra las cuerdas a los habitantes de Santiago, aprovechemos para repasar rápidamente su historial. Hija de militantes del MIR exiliados en Francia tras el golpe de Estado a Salvador Allende en 1973, Anamaría Merino Tijoux nació en la ciudad de Lille. En el hip-hop se involucró inicialmente como b-girl, y en 1993 se instaló definitivamente en Chile. A mediados de esa década incursionó en la escena del vecino país, primero integrando el combinado Los Gemelos y luego de invitada en el sencillo La medicina de la agrupación Los Tetas. Ese año se sumó a las filas de Makiza, grupo que la inmortalizó en el hip-hop. Tras publicar dos discos con este conjunto, entre ellos el indispensable Aerolíneas Makiza (1999), se tomó un ínterin en París para poner en claro sus ideas. En 2003 volvió al terruño de sus padres para iniciar su proyecto unipersonal, recibiendo al poco tiempo la invitación de Julieta Venegas para cantar el tema Lo que tú me digas, colaboración que reincidió en 2006 con Eres para mí, éxito del disco Limón y sal de la mexicana. Intentó un regreso con Makiza que no prosperó, aunque legó un álbum. Finalmente, su debut en solitario se produjo en 2007 con Kaos. Dos años más tarde llegó 1977, editado por estos días en la Argentina.
Después de disfrutar de un sorbo se pone nuevamente al teléfono y describe su reciente larga duración. “En 1977 me pude permitir realizar un álbum que me gustara. Al momento de empezar a hacerlo estaba convencida de que no le iba a interesar a nadie, salvo a mis seres cercanos. Lo realizamos con mucho cariño, y le tengo afecto”, afirma Tijoux, a pocas horas del derrumbe de la mina que tiene atrapados a 33 mineros chilenos en las cercanías de la localidad de Copiapó. “Los discos forman parte de los procesos emocionales que uno vive. Este trabajo me sirvió para reafirmarme a mí misma. La verdad es que me encanta, y me da lo mismo lo que espere la gente. Yo soy así de intensa, y no hay nada más difícil en la vida que aceptarse como uno es y no pertenecer al canon social que los demás esperan. En mi nueva producción me concentré en lo que quería decir, en las letras fundamentalmente, y me senté a escribir para volver a empaparme de lo que son las rimas, el contenido. Traté de expresar de la mejor manera lo que pensaba. Cuando lo escucho, le encuentro un montón de falencias, y es que uno piensa que podría haberlo hecho mejor. Pero igualmente considero que lo grabamos en un lapso tan corto de tiempo que está bien que haya sido así. Eso es lo bello de la imperfección.”

–En 1977 regresás al hip-hop tras la experiencia de Kaos, en el que te arropaste por el lado más pop del R&B. ¿Por qué?

–Mucha gente siente que hubo un cambio de Kaos a 1977, pero el primer disco significó la ruptura con lo que venía haciendo. No tengo ningún pudor en decir que fue un álbum que grabé porque precisaba ver la manera de conseguir dinero para mantener a mi hijo. Ciertamente es popero, aunque es más fácil defender una postura musical cuando no tienes mayores necesidades económicas. Al momento de nacer Luciano me llegó la oportunidad de realizar Kaos, que lo registré en un lapso de tiempo bastante corto. O hacía eso o era mesera de vuelta. En ese sentido, lo recuerdo con mucho cariño. Me resolvió la vida. Si bien a mucha de la gente que me sigue no le gustó, me da lo mismo. Sé quién soy, y cada uno vive su propio proceso de forma personal.

–Tu nueva producción tuvo un segundo aire a partir de que Thom Yorke comentara en mayo pasado que uno de sus temas favoritos es el que le da título a este trabajo. ¿Cómo recibiste la noticia?

–Antes que nada, a mí me gusta la música. Yo hago hip-hop y el 80 por ciento de lo que escucho tiene que ver con el género, pero en casa también consumo otras cosas. A Thom Yorke siempre lo admiré porque es ese tipo de artista al que le creo sus penas y sus rabias. Le creo porque es imperfecto, me gusta hasta su cara imperfecta. Bajo este punto de vista, estoy superagradecida de que le haya gustado. Por otra parte, siempre supe que era fan del hip-hop, así que no me extraña su elección. No obstante, es triste lo que sucede con la prensa, pues el disco salió en octubre y ahora porque Thom Yorke dijo eso entonces me dan bola. Te apuesto a que si lo hubiera comentado otro, 1977 seguiría pasando desapercibido. ¡Loco, salió el año pasado, y está desde hace siete meses rotando! Eso es triste. Esta industria es un gran circo, y uno forma parte de él. Lo que pasa es que no hay que tomárselo muy en serio.

–Ya es difícil para cualquier persona describirse, pero supongo que debe ser más complicado para un artista cantar sobre sí mismo. Sin embargo, cautiva de 1977, la canción, tu aguda capacidad de síntesis descriptiva. ¿Surgió a partir de la catarsis o de la necesidad de autoafirmación?

–Desde hace tiempo que quería componer un tema autobiográfico, pero no me atrevía porque me parecía egocéntrico. Hasta que llegó el momento. Lo que me gusta de esa biografía en particular es que está llena de anécdotas que no sé si se entienden tanto. Habla de mi nacimiento, de mi infancia, de por qué uno hace lo que hace, y de una forma extremadamente resumida. Son ese tipo de letras que te salen superfluidas, porque hay cosas que te cuestan más escribir y tienes que sentarte, y te da insomnio, y te levantas a las cuatro de la mañana, luego a las siete y no sale. Si se dio así de rápido era porque lo necesitaba. Uno hace lo que hace por necesidad cuasi física y emocional. Si pierdes esa esencia, es mejor ni intentarlo. Escribir es un proceso extraño.

–Si bien este disco se distingue por su tono autobiográfico, marca distancia de ese egotrip tan usual en el rap. Incluso una canción como Crisis de un MC se ampara en la autocrítica. ¿No es muy riesgoso mostrar tanta vulnerabilidad?

–Decir lo buena que soy en mi forma de vivir y de ver el mundo no tiene ninguna relevancia al momento de hacer una canción. La gente que más me emociona en el ámbito artístico es aquella que es capaz de decir: “Soy un pelotudo”. El egotrip siempre ha sido una tónica dentro del hip-hop. Hay raperos que son unos maestros en eso. A mí me encanta porque muestra en buena medida la manera en que nació el hip-hop. Siempre fui muy amante de los dadaístas, que también son superraperos. Para mí el rap es sinónimo de libertad creativa y de emocionar al escucha, aunque éste no sepa nada acerca del género. Yo podría haber hecho salsa, pero con el hip-hop es con lo que me siento más cercana.

–En Makiza compusiste canciones brillantes con alto contenido político y social. Por eso, ¿a qué se debe tu negativa de mantener estas temáticas en tus producciones en solitario?

–Cuando tienes una postura política ante la vida, no la pierdes. A pesar de que sigo pensando lo mismo que antes, no voy a repetir fórmulas. No sé por qué esperan eso de mí. No soy dirigente, no hago discursos. Hermano, a mí siempre me gustó el rojo, así como el naranja y otros colores. La postura política es algo tan personal y es de por vida, porque uno la lleva en la sangre y en la conciencia de humanidad frente a la sensibilidad de ciertos temas o temáticas del mundo. Todos los que tuvimos una historia política familiar fuerte no nos podemos desligar de ella. Es parte de tu enseñanza, y de cómo te criaron y alimentaron. Aunque eso no implica que tenga que escribirlo en todas mis canciones.

–¿Sos consciente de que te convertiste en una figura representativa para el rap y los jóvenes chilenos?

–Eso es lo más complicado para los que estamos sobre el escenario. La gente busca liderazgo en nosotros y, para serte franca, yo tengo más preguntas que respuestas. Uno es un ser contradictorio también, supongo que forma parte de la naturaleza de todo aquel que crea. Somos seres extremadamente frágiles y eso es lo bonito, porque prefiero un líder que no sabía que lo era. El poder de un orador es gigante, y a veces ni siquiera uno lo cuantifica. Es una tremenda responsabilidad.
Sin siquiera imaginárselo, Anita Tijoux emprendió un viaje sin retorno al ingresar en 1997 en Makiza, cuarteto que, tal como lo refiere su denominación (inspirada en los maquisard, nombre de la resistencia francesa frente a la ocupación nazi en la Segunda Guerra Mundial), se rebeló al establishment de la música pop chilena de fines de los ‘90, ofreciendo un discurso lúcido y consciente, y una exquisita propuesta sonora de bases funk y jazzeras taciturnas. Por eso no es de extrañar que su segundo álbum, Aerolíneas Makiza, sea considerado uno de los mejores trabajos en la historia de la doble hache en español y La rosa de los vientos, uno de los grandes himnos del rap latino. “Cuando empecé en Makiza, yo estaba metiéndome mucho con el freestyle. Ellos me invitaron a ser parte del proyecto, aunque luego me enteré de que no querían a una mujer”, revela la MC de sangre indígena que en junio alcanzó los 33 años. “Nunca fuimos muy amigos, sólo nos reunimos para llevar adelante este emprendimiento. El universo nos juntó, y en términos de personalidad siempre fuimos superdistintos. No me da pudor decirlo, pero la mayoría de las temáticas las puse yo sobre la mesa. Y es que en esa época tenía muchas preguntas en la cabeza, y Makiza fue el resultado de tantas dudas. Uno hace las cosas porque las necesita. No estaba preparada para que me fuera bien, y me abrumé. Me fui literalmente a la mierda. Me dio una depresión que no te la puedo ni explicar.”

–¿Qué te cuestionaste?

–Siempre fui una persona muy frágil, aunque me veo fuerte. Todavía no tengo la respuesta, pero el éxito es un lugar muy solitario, y sobre todo si no es tu objetivo. Cuando se formó el quiebre en Makiza estaba muy deprimida, no sabía si era realmente buena, si estaba perdida en el discurso. Me transformé en un icono, en la rapera que representaba a una generación. Y no hay nada más duro que eso porque uno se convierte en una estatua. La persona que más y mejor me acompañó en este proceso fue mi padre. A él le dije que iba a dejar el grupo y me iba a ir del país, pero me pidió que le explicara las razones. Lo hice, y me preguntó de qué iba a vivir. “De lo que sea”, le respondí. Me fui a Francia y allá trabajé desde conserje hasta de nana. Me las arreglé en términos económicos, y durante esos tres años también resolví las penas que uno tiene. Ahora lo llevo mejor de adulta.

–Considerando que la participación latina ha sido importante en la historia del rap galo, y para muestra están Jerónimo Saer, Sebastián Rocca y la actual estrella de la doble hache en ese país es la franco-argentina Keny Arkana, ¿por qué no decidiste emprender una trayectoria allá?

–Porque, como ya te dije, fui nada más que a resolver mis penas...

–¿Cómo te relacionás ahora con el éxito?

–Hace poco fui a Estados Unidos y todo el mundo me decía que no me hiciera expectativas porque iba a ser muy difícil. Pero a estas alturas del partido yo ya no tengo expectativas. Sólo fui a mostrar mi trabajo, y punto. Si lo acogen y lo escuchan, estupendo. Y si no, pues nada. Sin embargo, el disco fue superbién recibido, estoy agradecida. Aunque esto no podría haber pasado si no estuviera en la forma firme en la que me encuentro, porque para mí esto ya es un disfrute.

–Aparte de 1977, que especulo le gustó a Thom Yorke por su evocación a Scott Walker, de quien es gran fan, tu nuevo disco se caracteriza por la usanza de texturas oscuras que acompañan el ensimismamiento lírico. ¿Cómo elegiste las bases?

–Tengo un lado bien oscuro que no me da temor explorarlo, y muchos artistas se abocan a él en términos de tonos. Dos referentes para mí son José James y Flying Lotus (N. del. R: altamente recomendable su más reciente álbum, Cosmo-gramma). Y a mí me encanta porque es un universo donde afloran las emociones. Siempre me sentí cautivada por la tristeza, por eso me gusta tanto Violeta Parra. Es la gran princesa de la pena. Todo tiene que ver con lo que uno es y ha vivido.
Pese a que conceptualmente apuntan hacia lugares diferentes, si en algo coinciden Anita Tijoux y la española Mala Rodríguez, las dos raperas más importantes de habla hispana hoy por hoy, es en la manera de encarar el hip-hop como herramienta de expresión que hace uso privilegiado de la métrica para contar los mismos problemas que padecen los hombres. De tú a tú y sin tabúes. “Eso de la misoginia nunca me tocó”, asegura esta artesana del ritmo, proveniente de una tierra henchida de poetas y poetisas, y que suspendió el primer intento para hacer esta nota porque tuvo que ir a último momento a recoger a su hijo al colegio. “He tratado muchas veces de no poner mayor atención a lo que se merece. Lo que me interesa es seguir adelante con mi música, pues al final de cuentas eso es lo que va a dar de que hablar. Me da lo mismo si es un pene o una vagina, lo que aquí concierne es el contenido, las ganas y el amor. Obviamente, cada uno tiene su sensibilidad. En el momento en que empecé a hacer música, trabajé con puros hombres y fueron ellos los que me incitaron a dedicarme a esto. Así que no podría hablar mal del género porque mi mejor amigo es mi padre, tengo un hijo varón y mi pareja es un hombre. Creo que siempre va haber hombres y mujeres limitados. Dentro de setenta años veremos quién hizo más ruido.”

–Chile tiene la mejor escena de hip-hop de América latina, y en la Argentina están muy atentos a ella y se la respeta. No obstante, te has preocupado por conocerla. ¿Cuándo nació ese interés?

–Junto con mi padre amamos Argentina. Tenemos grandes amigos allá, y conocimos a otros argentinos en Francia, que también eran exiliados. Así que, antes que nada, hay mucho cariño involucrado. Por otra parte, mi relación con el hip-hop argentino se remonta a mucho antes de que Mustafá Yoda formara el colectivo Sudamétrica. Fue cuando tenía el grupo La Organización, con Apolo Novax. Hace 10 años viajamos un colectivo de cinco personas para conocerlos. Y es que me decía: “Tiene que haber hip-hop en la Argentina”. Hablaba con Apolo por mail, y nos gustaba la misma música. Y empezó una amistad a partir de la curiosidad por saber qué sucedía detrás de la Cordillera con nuestros hermanos argentinos. Pasó lo que pasó, nos juntamos y nos hicimos superamigos.

–Desde que asumió Piñera la presidencia, a Chile le pasó de todo. ¿Cómo está el país en este momento?

–Lo que pasa es que Chile es muy extraño. Tengo teorías raras. Siempre pensé que Estados Unidos y la dictadura lograron el objetivo, pues nos convertimos en una nación que consume una tele que no dice nada. Nos tienen embobados para que no pensemos, y el no pensar implica no luchar. Es parte de este cambio político que vivimos con Piñera. Creo que este terremoto que padecimos es también un sismo social. Chile es un país desigualitario en el cual, a partir de Pinochet, se estableció un sistema capitalista en el que estudiar y tener acceso a la salud es un lujo. Y se pretende que seamos aún más capitalistas, y obviamente eso crea una gran brecha social. Aquí sobra fuerza y gente increíble, por eso es triste vivir con esta cosa de sabor a nada. Ahora hay un revuelo mediático por un par de exiliados políticos que llegaron de Cuba, y los llevan a todos los programas de televisión. Pero en la tele nadie habla de lo que sucede en el sur con los mapuches. Así que está esa imagen de “Chile Libertador”, aunque en tu misma tierra están matando la identidad indígena. Si un país como el nuestro no está orgulloso de sus raíces, ¿qué nos espera?