El Mercurio
Expresión devocional con raíces en las postrimerías del siglo XVI.
El CD es un proyecto de Etnomedia e incluye valiosas grabaciones que María Ester Grebe hizo en el Norte Chico en los años 70. Será lanzado mañana en la Fiesta de Andacollo.
Romina de la Sotta Donoso
La devoción hacia la Virgen del Rosario, por parte de los bailes chinos, ha sido fiel y constante. Ellos han sido, durante siglos, la columna vertebral de la Fiesta de Andacollo, que se inicia mañana y a la que asistirán 200 mil personas.
De los 120 bailes religiosos que participan, solo 22 son bailes chinos. Reconocidos por la Unesco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, son una expresión cultural y devocional. Son músicos y bailarines que tocan flautas y percusiones mientras saltan, giran y se agachan en una compleja coreografía, produciendo un sonido de gran riqueza tímbrica.
En Andacollo, los chinos saludarán a la imagen el día 26, como es tradición. "Es lo más importante en las fiestas de santuario, decirle a la Virgen 'Vine, cumplí mi promesa de estar acá'", comenta el antropólogo Rafael Contreras Mühlenbrock. Ese saludo lo conduce el abanderado, quien tiene un gran conocimiento ritual y performático, y domina el canto a lo poeta, en décimas, y la improvisación.
"La palabra le da competencias en el ámbito simbólico y le permite contar la historia de la fiesta y su forma de funcionar. Eso sostiene la memoria a través de las generaciones", apunta Contreras, quien lideró un nuevo proyecto del colectivo de investigadores Etnomedia, cuyo resultado es el disco "Bailes Chinos del Norte de Chile (1972-1977)".
Contreras, su colega Daniel González y el chino Carlos Carvajal catalogaron los registros del Fondo María Ester Grebe del departamento de Antropología de la U. de Chile. La producción del CD la hizo Mauricio Pineda; Alejandro Miranda, el sonido y Diablo Rojo, la gráfica. El disco incluye grabaciones en tres fiestas: de la Virgen del Carmen, en La Tirana, en 1972; de la Virgen del Rosario, en Andacollo, en 1974, y de la Virgen de La Candelaria, en Copiapó, en 1977.
Aparecen toques, cantos y entonaciones del Baile Chino Barrera N° 1 -el más antiguo-, el N° 10 de Coquimbo, el Mixto N° 6 de Copiapó, el N° 8 Andacollino, el Colla Sur de María Elena y el del Santuario de la Candelaria, entre otros.
Igualmente hay entrevistas a Rogelio Ramos, jefe del Baile Barrera N° 1 y pichinga o cacique de Andacollo. "Tengo 60 años sirviendo a la Virgen. Y tengo 70 años de edad", dice. Y confiesa que el cacique "en primer lugar, tiene que ser católico, de fe, de corazón, de lo más íntimo. No vaya a ser un católico de los dientes para afuera. Y tiene que hacer cumplir la fe y la religión".
Su último sucesor fue Hugo Pastén, también jefe del Barrera N° 1, pero murió en marzo. Este domingo se definirá el nuevo cacique de Andacollo.
El CD también incluye al Baile Turbante N° 1 de La Serena, que fundó el obispo en 1752 como contrapeso a los chinos . Los turbantes fueron muy numerosos hasta mediados del siglo XX, pero hoy solo hay dos cofradías.
El disco tuvo apoyo del Fondo de la Música y será presentado a las 18:30 horas de mañana en la Casa Cacical de Andacollo (www.baileschinos.cl).