Como un principio es destacable que se ofrezca un ciclo con este nombre y con esta intención. Los jóvenes músicos nacionales conocen poco de historia musical nacional, o hacen que conocen poco, y una oportunidad como esta logra que las nuevas generaciones de músicos y espectadores se acerquen a los grandes nombres de nuestra música.
El recital comienza a las 21.30, a las 21.15 abren las puertas, se nota poca concurrencia, y comienza una larga proyección de videos, con repetición incluida, de Quique Neira; pasadas las 21.30 los roadies comenzaron a arreglar algunos detalles en el escenario, a las 21.40 comienza un tipo a pegar el programa de canciones en el puesto de cada músico con una parsimonia y un grado tal de ineficiencia que se demoro aproximadamente 10 minutos en pegar 5 listas, las vueltas del tipo en el escenario eran ilógica, recurrentes, con un apostura de “sin mi esto no funciona, etc, etc.
Punto en contra antes de partir: la impuntualidad, y el dejar esos detalles mínimos en el escenario cuando el público ya esta esperando con ansias el anunciado tributo a Patricio Manns, en una de las voces mas interesantes de la actual escena chilena…
Siguen pasando los minutos y cerca de las 21.55 entra la banda en una sala casi llena, y toca un largo medley instrumental de varias canciones de Quique Neira. Quique desde sus inicios ha estado ligado a la música reggae, y en todos estos años lo hemos visto como cada vez mas se interioriza de la filosofía, de la religión que significa este estilo de vida. Sus canciones son optimistas, llenas de amor, de esperanza, con bonitas melodías, interpretadas con precisión por él y sus músicos. Su voz es transparente, de flujo infinito, clara, con buena modulación y dicción; en guitarra nos sorprende, un interprete certero, preciso, y que además da buenos solos en algunas canciones…
No peco si soy sincero, mi presencia en este concierto fue que se iba a hacer un tributo a Patricio Manns, y descubrí un músico de calidad, una buena banda, buenas canciones.
Pero la razón de fondo fue lo que falló, el anunciado tributo a Patricio Manns fueron… 2 canciones: Arriba en la cordillera y Llego Volando, ambas en certeras, precisas e imaginativas versiones reggae… y nada mas… 2 canciones para darle nombre a un concierto… me parece que fue poco… no sé si fue un problema de la producción, del interprete, o no se de que, pero tocar 2 canciones de otro interprete no da para que el concierto se llame “Tributo a…”…
Como tributo… un chiste…
Como un concierto de Quique Neira… bien.
Si quiere ver tributos… no vaya a este ciclo
Si quiere conocer en vivo una banda, con la excusa de escuchar por lo menos un par de temas de aquellos compositores que gusta… vaya a ojos cerrados