El Mercurio
Fundación de Orquestas se alista para alcanzar el “Everest” de la música clásica.
El viernes 13 y el sábado 14 de enero, cerca de 600 músicos tocarán y cantarán por primera vez en nuestro país la Octava Sinfonía de Mahler y con ello se cerrará en grande la celebración de los 30 años de la Sinfónica Nacional Juvenil. Durante gran parte del 2022 la FOJI ha venido trabajando para sumar apoyos y así concretar este sueño.
Maureen Lennon Zaninovic
Hace tres décadas nació la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil, conjunto estrella de la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles (FOJI), bajo el impulso del recordado Fernando Rosas, Premio Nacional de Música 2006. Estamos hablando de uno de los semilleros de intérpretes más importantes. En 30 años, son cerca de 2.500 músicos los que han pasado por la agrupación. Muchos de los cuales pasaron a formar parte de orquestas profesionales, a desarrollar elogiadas carreras en el extranjero o convertirse en docentes fundamentales para el desarrollo local.
Como broche de oro de celebración, el viernes 13 (20:00 horas) y sábado 14 de enero (17:00 horas), en el Teatro Caupolicán, el conjunto estrella, más músicos invitados, protagonizarán un hito en la historia musical de nuestro país: el estreno de la Octava Sinfonía de Mahler. Las entradas para las dos funciones son gratuitas y desde este jueves se podrá acceder a ellas a través de www.puntoticket.com.
A mediados de junio, Paolo Bortolameolli, director titular de la Sinfónica Nacional Juvenil, confirmaba a “El Mercurio” esta relevante noticia y señalaba que hay mucho entusiasmo en la FOJI con este histórico estreno en Chile. “Es una sinfonía emblemática dentro del repertorio sinfónico universal. La conjugación de fuerzas (gran orquesta sinfónica, dos coros, coro de niños, ocho solistas, etc.) la hacen ser muy compleja de programar y enfrentar. Se ha intentado varias veces acá, pero aún no se ha logrado estrenar. Por eso el peso de esta responsabilidad —que recae en nosotros naturalmente— es maravilloso”.
A pocos días de materializar este sueño, el director ejecutivo de la FOJI, Miguel Farías, se encuentra en una de las modernas salas de TVN, actual sede de esta fundación, y comenta a “Artes y Letras” que el Teatro Caupolicán tiene una capacidad de 5.000 butacas, “pero por la cantidad de músicos convocados decidimos acotar el aforo a 3.500. Igual es un muy buen número si tomamos en cuenta que programamos dos funciones”, dice.
Paolo Bortolameolli rememora que en 2013 debutó con la Orquesta Filarmónica de Santiago justamente en el Teatro Caupolicán y con “La Consagración de la Primavera”, de Stravinsky.
“Emocionante este teatro. Hay como una energía súper especial, porque el Caupolicán convoca a un público más diverso, o sea, viene la gente que es seguidora de la música clásica, pero también hay otro tipo de imaginario colectivo, porque al final de cuentas es un escenario con una parrilla muy variopinta”, dice. El exbecado estrella de la Corporación Amigos del Municipal y de la Fundación Ibáñez Atkinson añade que, además, tiene toda una historia con la música clásica. “Inolvidables fueron los conciertos que protagonizaron ahí la Orquesta Filarmónica de Nueva York dirigida por el legendario Leonard Bernstein. Para mí, en lo personal, es súper bonito y simbólico volver al Caupolicán. Es un edificio grande que invita y alberga, y que no tiene la formalidad de otros espacios más tradicionales”, explica Paolo Bortolameolli.
Una celebración
Estrenar la Octava Sinfonía de Gustav Mahler en Chile es, a juicio del director de la Sinfónica Nacional Juvenil y del propio Miguel Farías, como alcanzar el “Everest” de la música clásica. Un reto indescriptible. “Es increíble, porque estamos convocando a mucha gente. Nosotros pensamos este evento como una gran orquesta juvenil de los 30 años”, afirma Farías, y revela que algunas personas le han preguntado si necesitan refuerzos. “No los necesitamos. Necesitamos que ojalá la mayor gente que ha pasado por la FOJI entienda que este es su cumpleaños también, y eso es lo que nos está pasando: convocamos a 14 coros de todo el país. Tendremos a 600 músicos sobre el escenario. ¡Eso ya es histórico!”.
El director ejecutivo de la FOJI advierte que este proyecto aniversario cuenta con el apoyo económico del gobierno regional. “Tenemos todo el respaldo del gobernador Claudio Orrego, quien está muy comprometido con nosotros. Otro de los primeros entusiasmados fue la Corporación Cultural Universidad de Concepción (Corcudec), que pagó todo para que su coro, uno de los más antiguos y prestigiosos del país (en agosto cumplió 68 años), pudiera cantar en los dos conciertos”, expresa Farías. El autor de la ópera “El Cristo de Elqui” añade que hay muchísimos exintegrantes de la Sinfónica Nacional Juvenil que se sumarán a las filas de este conjunto estrella de la fundación. “No se quieren perder esta posibilidad de formar parte de este acontecimiento. Hay otros que, por agenda, no podrán tocar en enero, pero sí han ido a los ensayos y han vivido la experiencia”.
Paolo Bortolameolli complementa que la gente que está participando “está dando su vida sobre el escenario y los que no pueden sumarse, igual están apoyando, porque realmente entienden que esto es una celebración”. Y se explaya en esta obra. A su juicio, ofrece un texto que es emocionante, porque es una sinfonía muy teatral que habla de la redención y de la sublimación. “Por otra parte, es la obra de Mahler tal vez más reivindicatoria que escribió, con una mirada muy positiva de la vida. Y lo tercero es que a mí no me cabe ninguna duda de que el solo hecho de poder presenciarla en vivo es una experiencia muy única”, concluye Bortolameolli.
Programarse:
Octava Sinfonía de Mahler
Director: Paolo Bortolameolli
Teatro Caupolicán
13 (20:00 horas) y 14 de enero (17:00 horas)
Desde este jueves, se puede acceder a las entradas gratuitas a través de www.puntoticket.com
Más aprontes: Otros proyectos para el 2023
Entre otros adelantos, la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles confirma la grabación de un disco de la Sinfónica Nacional Juvenil bajo la dirección de su titular Paolo Bortolameolli. Él álbum incluirá música latinoamericana y los músicos deberían entrar a estudio hacia fines de año. En los próximos días se dará a conocer la temporada de conciertos 2023 de la FOJI. Serán cinco programas en total en diversos escenarios y en CorpArtes. Junto con ello, en Antofagasta, acaban de lanzar una nueva y moderna imagen corporativa. ¿Hay posibilidades de una gira internacional? “Existen, pero no para el 2023. De todas maneras, nos encantaría una gira”, apunta Miguel Farías, director ejecutivo de la fundación.
Un emocionante documental sobre esta gesta
Gonzalo Saavedra, crítico de música de “El Mercurio” y conductor del espacio “La música que cambió mi vida” de Radio Beethoven, es coproductor y editor periodístico de un documental que recoge todo el proceso que ha significado estrenar esta obra.
Comenta a “Artes y Letras” que este proyecto “busca mostrar la historia de la preparación del concierto más ambicioso que se ha hecho en el país, en el que están involucrados niños, jóvenes y adultos”. Y afirma que la Octava Sinfonía, De los mil (1906), de Gustav Mahler, no se ha tocado nunca en Chile, entre otras cosas, por las fuerzas vocales y orquestales que necesita. “El documental contará la odisea artística que significa reunir a 600 músicos, que se han estado preparando separadamente, y dar vida a esta obra que comienza con la invocación Veni, Creator Spiritus (Ven, Espíritu Creador): los sueños, luchas y esperanzas de los músicos de la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil, más los refuerzos de otros profesionales exintegrantes de ese conjunto, de las más de 400 voces (profesionales y amateurs, incluidos un centenar de niños), de los solistas y del director artístico del proyecto, Paolo Bortolameolli, cuya historia es el hilo conductor de la obra”, expresa.
Saavedra añade que hasta el momento se ha registrado la mayor parte de los arduos ensayos, no exentos de frustración y drama, y se ha entrevistado varias veces a todos los protagonistas involucrados, quienes dan cuenta del entusiasmo de emprender un desafío de estas proporciones, pero también del cúmulo de obstáculos, artísticos, logísticos y políticos, que han aparecido en el camino. “La pieza documental relatará este drama de voluntades y antagonismos, desde el nacimiento de la idea hasta el concierto, ante un público de más de tres mil personas, en el Teatro Caupolicán”, concluye el periodista y académico de la UC.
El director de este documental es Iván Tziboulka, quien confiesa a “Artes y Letras” que este proyecto lo reconectó con sus ancestros griegos, checos y búlgaros. “Todos ellos fueron músicos profesionales. Yo no me hice músico y este documental, a mis 66 años, por primera vez me reconcilió con la música clásica. Ahora estoy maravillado con esta gran empresa quijotesca, como si fuera ‘Zorba, el Griego'”, explica Iván Tziboulka. El profesional continúa con su relato y añade que le impresionó la cantidad de coristas de distintas regiones de Chile que se sumaron a la Octava Sinfonía, “muchos ellos aún estudian en colegios, acompañados de sus profesores y pagándose la micro y los desayunos de su propio bolsillo. Sin ningún tipo de financiamiento. Solo motivados por las ganas de participar en este desafío. Yo capté eso desde el primer momento y me fascinó”, cierra.
Pablo Rosenblatt, productor ejecutivo de este documental, adelanta que lleva varios años de trabajo con Iván Tziboulka, “pero este proyecto tiene algo especial: registra algo único en Chile y como equipo estamos muy comprometidos”, concluye.