Versiones digitalizadas de las cintas. Francisco Miranda, jefe de la Mediateca de la U. de Chile, confirma que "son pocos los investigadores que se adentran en el tema de la música mapuche" |
El Mercurio
Hoy, cuando se cumplen 49 años de su muerte , un estudio comprueba la enorme influencia que tuvo en su obra creativa su sistemática investigación de la música tradicional mapuche.
Romina de la Sotta Donoso
Con el libro "La poesía de Violeta Parra" (2013), la académica de la Facultad de Letras UC Paula Miranda reabrió la senda literaria de la genial música. Y ahora decidió profundizar en la huella mapuche que exhibe su obra creativa.
Primero debía responder una pregunta que nadie había contestado: ¿habrá, Violeta Parra, investigado sistemáticamente el canto mapuche, tal como lo hizo con el canto a lo poeta, la cueca y la tonada?
La respuesta estaba en la Mediateca -ex Archivo Sonoro- de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile: en cuatro cintas que la propia artista donó al Instituto de Investigaciones Folclóricas de esa universidad. Son 80 minutos de registros realizados en 1958: 40 cantos en mapudungún, y diálogos entre los cantores y la investigadora. Son la prueba que faltaba.
Ese año, 1958, aclara Paula Miranda, "es el de la eclosión creativa de Violeta Parra, y uno de sus gatillantes es su labor de recopilación de cantos mapuches, la que tuvo mucha influencia en su obra. Influyó a nivel temático, poético y musical en sus canciones y proyectos; pero sobre todo en su visión de mundo: le dará a su arte un sentido de función social y comunitaria".
Es la conclusión de dos años de estudio que realizó con la experta en Educación Intercultural Elisa Loncon, académica de la Facultad de Humanidades Usach y colega suya en el Centro de Estudios Interculturales e Indígenas de la UC, y con Allison Ramay, también de la Facultad de Letras UC. Tuvieron financiamiento del Fondap de Conicyt y en marzo publicarán el libro "Violeta Parra y los cantos mapuche recolectados: ¿qué dice la palabra?" (Ediciones UC).
Aunque este inédito estudio se enfoca en la poesía, podría constituirse como un valioso punto de partida para una profundización musicológica. Todos los registros fueron hechos en visitas de Parra a Lautaro, en 1958; la mayoría, en la casa de su amigo Fernando Teillier, padre del poeta Jorge Teillier.
Elisa Loncon, quien transcribió las letras de las canciones y las tradujo al castellano, confiesa que se emocionó profundamente la primera vez que oyó los audios: "Sentí recibir las voces de mis antepasados, me atrapó la ternura del canto". Propuso entonces ir a buscar a los cantores o sus familias, para agradecerles. "De los siete, encontramos familiares de dos", cuenta. Y destaca que Parra es muy empática con la gente que dialoga: "A veces ella dice palabras mapuche, a veces tararea con ellos, los sigue con la melodía y les dice yo también soy cantora. Entiende la risa mapuche. Algo debe comprender de los textos, pero no los traduce; muy respetuosamente les pide que cuenten de qué trata la canción".
Incluso usaba una expresión muy mapuche: "qué dice la palabra", donde "palabra" es sinónimo de "mensaje".
Allison Ramay aclara que Parra no tiene el acercamiento habitual de los investigadores del siglo XX: "No es rígida. No pretende encajar a la cultura mapuche en categorías preestablecidas. En las grabaciones se destaca su actitud y convicción de la importancia de las historias y los ritos de las personas".
Canto social
Entre los 40 registros estudiados hay cantos tradicionales comunitarios, propios de prácticas como la trilla de la arveja, y cantos improvisados, que relatan experiencias personales. "Abundan los cantos de amor a la familia, el dolor por la pérdida de seres queridos que se van a la otra vida (al bafken ), el amor a la novia, el rapto", detalla Loncon. "Podemos decir con certeza que Violeta encontró en el canto mapuche un sentido particular para su obra", agrega.
Miranda lo confirma: "Con esta interrelación profunda, se convence de que su canto es social, en el sentido de cumplir funciones comunitarias: sanar, aliviar, enamorar, alegrar, hacer dormir 'la guagüita'. Un canto que es su propio canto, y a la vez el de todos".
Canción de cuna
"¿Qué será lo que haré?/ Si te tengo en mis brazos ¿qué encontraremos?/ Duérmete, duerme guagüita./ Qué vamos a encontrar si te tengo embrazo./ Cuando la gente trabaja hace cualquier cosa,/ tejería ¡qué no haría!./ Si te tengo en los brazos ¿qué vamos a sacar?/ Duérmete guagüita, es mejor".