De la mano del éxito de sus pares coreanos, una multitud de bandas niponas se abre un espacio en la escena artística nacional.
Por Patricio Zenklussen Franco
Si hace un tiempo el fenómeno musical juvenil era el pop proveniente de Corea -conocido popularmente como K-pop-, ahora su origen cruzó el mar para llegar a Japón. Aunque los artistas surcoreanos siguen haciéndose presentes con fuerza en la cartelera del país, la presencia de agrupaciones y solistas japoneses registra un aumento importante.
Esta tendencia evidencia la cercanía cultural que han tenido Chile y Japón desde hace ya varios años. Los recitales son uno de los últimos eventos en ganar fuerza, detrás de ferias y convenciones como la Animé Expo, que se realiza desde 2002.
Jesús Diamantino, académico de la Universidad Adolfo Ibáñez, dicta cursos dedicados a animación y cultura japonesa. A su juicio, esta afinidad nace a partir de la receptividad del público chileno: "En Latinoamérica asimilamos productos culturales foráneos como parte de nuestra dinámica cotidiana, y Chile es uno de los países con mejor recepción en este ámbito"."El vestuario y ciertos clichés de personajes japoneses resultan sumamente atractivos", agrega.
La "Super Japan Expo", evento que tuvo lugar este fin de semana en el Movistar Arena, contó con las actuaciones de Anna Tsuchiya y VAMPS, grandes exponentes del J-rock (rock japonés). Además, se desarrolló un concierto de V ocaloid , mezcla de música y tecnología en la que un personaje animado en una pantalla gigante situada en el escenario interpreta canciones compuestas a través de software .
La variedad de estilos es una característica central de este fenómeno: en un extremo se puede encontrar a bandas como Versailles, intérpretes de metal sinfónico con una fuerte estética gótica, que visitaron el país en septiembre; y en otro, Monoral, dúo de rock alternativo con un sonido cercano al grunge que actuó el sábado pasado. Nobuo Yamada, que estuvo en abril, reproduce las canciones de apertura de series como "Caballeros del Zodíaco"; mientras que Asian Kung-fu Generation -que llegaron a Chile en 2015 y tuvieron que cancelar este año- interpretan punk rock.
Buenos ingresos
A pesar de que localmente la música japonesa es parte de un nicho, la nación asiática tiene una cultura musical muy fuerte. En términos puramente industriales, la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI) sitúa a Japón en el segundo lugar del Top 20 mundial de ingresos a partir de música, solo por detrás de Estados Unidos, y superando ampliamente a otros mercados como Reino Unido y Alemania.
Gonzalo García, CEO de NoiX Entertainment, dice que al país solo llega una parte de las grandes tendencias que hay en Japón. "Lo que aquí se escucha está a la escala del mercado nacional. Si bien hay artistas muy populares que llegan, existen bandas japonesas como Arashi que llenan estadios de 50 mil personas, cuatro veces seguidas", destaca.
En la agenda de próximos conciertos ya hay confirmadas más visitas. El 26 de octubre, la banda de metal extremo Maximum the Hormone actuará en el Teatro La Cúpula; y en enero próximo, la emblemática agrupación de post-rock, Toe, visitará por primera vez el país y se presentará en el Teatro Nescafé de las Artes.
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