El músico de Slayer, nacido en Chile, cuenta que ahora se replantea su futuro luego de la muerte de su compañero de banda y habla de un presente donde quiere pasar más tiempo junto a su familia.
José Vásquez
El rasgo más chileno que mantiene Tom Araya (55), el músico que va al frente de Slayer, es la risa a prueba de cualquier circunstancia. El cantante, que nació el 6 de junio de 1961 en Viña del Mar y que antes de los cinco años continuó su vida en Estados Unidos, suelta carcajadas incluso en las situaciones en las que se quiere poner serio.
El bajista les quita así gravedad a sus palabras, aunque estas deslicen la idea de querer alejarse de los escenarios para compartir más tiempo con su familia, una idea que creció luego de la muerte de su compañero de banda Jeff Hanneman, fallecido en 2013, pero que de todos modos nunca golpea como definitiva. "Ya veremos", dice, con una mezcla de misterio y nostalgia al teléfono desde su hogar en un campo en Texas. "Me gusta vivir acá, donde no hay mucha gente", dice relajado el líder de uno de los emblemas del metal.
Destaca a Trump
Tom Araya no pensó lo que provocaría al postear una foto trucada de Donald Trump junto a Slayer, justo el día en que el nuevo Presidente de Estados Unidos asumía el cargo. "Era solo una broma. Lo hice pensando en que todos se iban a reír, pero al final todos empezaron a llorar", dice el músico que volverá a presentarse en Chile con Slayer el próximo 8 de mayo en el Movistar Arena.
Aunque todavía se ríe de la situación -cuenta que no votó por el republicano-, el bajista sorprende al analizar los primeros meses de Trump como Mandatario: "Es el primer Presidente que ha hecho lo que prometió en campaña. Sobre la inmigración, todo lo que él ha hecho hasta ahora es hacer cumplir las leyes. Prometió crear empleos, y lo está haciendo, reuniéndose con las compañías para que vuelvan a invertir en Estados Unidos. Se puede estar de acuerdo o no con él. Algunos quieren que fracase, pero eso pasa en todos los países, porque todos piensan que lo pueden hacer mejor que el otro tipo".
-¿Qué porcentaje de chileno y estadounidense siente que tiene hoy?
"Es difícil de responder, pero mi corazón está en Chile, porque fue el lugar donde nací. Luego me crié en Estados Unidos con los valores e ideales americanos. Cuando llegamos con mi familia, en nuestra casa, de la puerta para adentro éramos chilenos, pero del otro, como una frontera, empezaba Estados Unidos".
-Su hermana grabará una película sobre la vida de su padre, ministro de iglesia, y la suya. ¿Está involucrado en ese proyecto?
"Odio decirlo así, pero no tengo nada que ver con eso, y no sé qué esperar. Mi hermana me habló de su idea de hacer esto. Su intención era contar la historia de mi padre, pero no sabía que también sería una historia sobre mí".
-Ha deslizado en algunas entrevistas la idea de dejar pronto la música. ¿Eso es real?
"O podría ser también una broma, como la de Trump -dice, riendo-. Llevo un montón de tiempo haciendo esto. Me marcó mucho el que Jeff no disfrutara de su éxito, que no alcanzara a tomarse el tiempo para ver lo que había hecho. Eso me hizo replantearme muchas cosas. Nunca pasé mucho tiempo con mi familia, no vi a mis hijos crecer, solo crecieron, y ahora mi hijo tiene 18 y mi hija 21. No llegué a disfrutar o compartir mucho tiempo con ellos, lo mismo con mi esposa, con quien llevo casi 22 años casado. Por eso he dicho esas cosas: Ya veremos lo que nos depara el futuro".
8 de mayo
Ese es el día en que la banda se presentará en el Movistar Arena.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario