Raimundo Flores S.
Espectáculos
El Mercurio
"Macca" se presentó por cuarta vez en el país en un repleto Estadio Nacional, donde desplegó 39 canciones, en un extenso recorrido por su carrera. Entre los asistentes estuvo el Presidente Piñera, quien recibió un saludo del británico.
Equipo que gana, repite, dice la jerga futbolera. Y Paul McCartney, una de las leyendas vivientes más importantes de la música popular, pareciera manejar el término a la perfección después de tantos años de trayectoria, aunque eso signifique que no haya variaciones sustanciales entre el espectáculo que dio anoche en el Estadio Nacional y sus dos visitas anteriores al país en esta última década.
En la antesala del concierto que dio anoche en el Estadio Nacional, mientras un DJ mezclaba música, en las dos pantallas verticales que había en el escenario se deslizaban lentamente imágenes que repasaban la trayectoria del ex-Beatle. El público, integrado por 51 mil personas según cifras de la productora, empezaba a impacientarse pasadas las 21:00. El recinto estaba tan repleto, que algunos asistentes tuvieron que ubicarse en las escaleras.
No tuvieron que esperar demasiado. A las 21:17 las luces se apagaron y McCartney salió a escena, vestido de pantalones negros, camisa rosada, chaqueta de mezclilla y el bajo colgado al pecho. Su banda, que en su núcleo se mantiene constante hace varios años, lo siguió rápidamente a escena y sin mayores preámbulos comenzó la ejecución de "A hard day's night". Hubo algunos problemas de sonido al principio, con un audio bajo y ahogado, poco esperable en un espectáculo de esta índole y que se reflejó en críticas a través de redes sociales de algunos asistentes.
A continuación, McCartney saltó 10 años en el futuro para interpretar "Junior's Farm", canción que estrenó junto a Wings -la banda que formó junto a su fallecida esposa Linda- en 1974. "Tenemos canciones nuevas, antiguas y algunas entremedio", dijo en su primera pausa para hablar al público, resumiendo lo que sería la tónica del show: un recorrido por sus más de 60 años de carrera.
"Hola chilenos y chilenas, bacán vernos de nuevo", había dicho segundos antes, provocando aplausos y risas del público. Su buen humor se tradujo en cada una de sus intervenciones.
El recorrido siguió con canciones de Los Beatles y Wings, y también repasó algo de su último trabajo, "Egypt Station", el título que lo llevó de vuelta al número uno de la lista Hot 200 del Billboard americano. "Who Cares" fue la elegida, una canción que demuestra la vigencia de "Macca", ya que en ella aborda el tema contingente del bullying . El salto entre décadas siguió con "Got to get back in my life" (1966), "Come on to me" (2018) y "Let me roll it" (1973). En esta última, McCartney, con la guitarra entre los brazos, terminó tocando la melodía principal de "Foxy Lady", de Jimi Hendrix.
El músico apenas tomó un respiro entre una canción y otra, y de la guitarra pasó al piano, en el que interpretó "Let 'em in", "My Valentine" -que dedicó a su actual esposa, Nancy Shevell, mientras las pantallas proyectaban imágenes del videoclip que protagonizaron Natalie Portman y Johnny Depp en 2012-, "Nineteen hundreed and eighty five" y "Maybe I'm amazed".
El retroceso temporal más grande lo dio al cantar "In Spite of all the Danger", canción que grabó en 1958 junto a John Lennon y George Harrison, cuando Los Beatles aún se llamaban The Quarry Men.
Compartió con el mandatario
En uno de los momentos más emotivos de la noche, McCartney se acompañó solo de la guitarra acústica para interpretar "Blackbird" -dedicada en 1968 a la lucha por los derechos civiles- y "Here today", canción que le escribió a John Lennon en 1982. Esto quedó de lado cuando el artista aprovechó una de sus intervenciones para destacar la presencia del Presidente Sebastián Piñera, quien asistió junto a algunos integrantes de su gabinete y su familia. "Tenemos invitados especiales hoy. Quiero saludar al Presidente", dijo el ex-Beatle. Una parte del público pifió al mandatario, lo que generó una poco disimulada expresión de sorpresa en McCartney, que acalló a los presentes al seguir con la siguiente canción.
Previo al concierto, Piñera compartió unos momentos con el británico y lo destacó a través de sus redes sociales, donde subió una foto en la que aparece junto a McCartney, su esposa, Cecilia Morel, y dos de sus hijos y nietos. También asistieron al recital los actuales jefes de cartera de Hacienda, Felipe Larraín, y de Economía, José Ramón Valente, los exministros Rodrigo Valdés y José De Gregorio -quien la noche del martes sufrió un portonazo- y el diputado Marcelo Díaz.
Entrada la segunda mitad del show, el repertorio empezó a balancearse levemente a las canciones de Los Beatles, entre las que se destacaron algunas como "Eleanor Rigby", "Being for the benefit of Mr. Kite" y "Ob-la-di, ob-la-da", generando un efusivo recibimiento del público.
Lennon no fue el único homenajeado, porque McCartney también se dio el tiempo de recordar a George Harrison, entonando "Something" al ritmo del ukelele, algo que ya había mostrado en una de sus anteriores visitas.
De vuelta al piano, Sir Paul interpretó "Let it be" y "Live and let die", los éxitos siguieron en la recta final con "Hey Jude" y su karaoke masivo, después del cual McCartney se retiró del escenario.
A su regreso, entró llevando una bandera chilena. "Birthday", "Sgt. Pepper's lonely hearts club band", "Helter Skelter" se sucedieron en un final arrollador, que se desencadenó con un repaso a "Abbey Road" con "Golden slumbers", "Carry that weight" y "The end" y una ronda de fuego artificiales para cerrar la fiesta.
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