El Mercurio
El ex integrante de One Direction ya se había presentado junto a la boyband en dos ocasiones en Santiago en 2014.
Por Bárbara Castro
El sonido evoluciona, pero el fanatismo se mantiene intacto. A poco más de un año del lanzamiento de su debut como solista, luego del receso de su banda One Direction a finales de 2015, y a cuatro de las dos presentaciones de la boyband en el Estadio Nacional, Harry Styles volvió a pisar suelo chileno. Esta vez con una propuesta con la que pretendía distanciarse de la imagen de figura pop juvenil, transitando hacia el rock y lo alternativo.
Las fanáticas parecen ser las mismas. La antesala de la cita de anoche en el Movistar Arena estuvo marcada por la rápida venta de entradas, seguidoras apostadas en el aeropuerto y un centenar de ellas agolpadas a las afueras del Hotel Ritz Carlton.
El calentamiento estuvo a cargo de Leon Bridges, figura ascendente del rhythm and blues y el invitado especial escogido para el tramo sudamericano de la gira. Con una propuesta irreverente y llena de baile, contenida a ratos por momentos acústicos, el norteamericano llegó a presentar su segundo álbum de estudio, "Good thing".
A continuación llegó el turno del británico para desplegar en vivo la totalidad de su álbum homónimo. El arranque vino de la mano de su repertorio más rockero con "Only angel". Siempre con guitarra en mano, el complemento llegó con la presentación de dos temas inéditos y versionados de Ariana Grande y Fleetwood Mac. La entrega total por parte de la fanaticada se tradujo en intervenciones con luces, carteles y gritos ensordecedores.
Sin renegar de sus orígenes, Styles se permitió tres canciones de su época en One Direction. El público cantó al unísono "What makes you beautiful", el sencillo con el que la banda saltó a la fama. Un momento solo superado con "Sign of the times", tema que en 2017 sirvió de carta de presentación de una promisoria carrera solista.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario