Tercer daguerrotipo conocido.
El Instituto Polaco de París dio a conocer el hallazgo, afirmando que se han hecho todas las investigaciones para certificar que realmente es una imagen del pianista y no una pintura que simula ser una foto.
Sorpresa mayúscula en el mundo de la música clásica. Ayer se dio a conocer la existencia de una copia fotográfica de un daguerrotipo, desconocido hasta ahora, que muestra el rostro demacrado del pianista polaco Federico Chopin. Habría sido tomada hacia 1847, dos años antes de su prematura muerte, a los 39 años, por tuberculosis.
El hallazgo fue realizado por el físico suizo Alain Kohler, un amante de la vida y obra del artista, que ha estudiado su biografía al detalle. Kohler estaba en casa de una amiga melómana cuando, en medio de la conversación, notó que en el muro de la sala colgaba una imagen de un personaje decimonónico, de elegante traje, que aún conservaba rasgos de juventud, aunque tenía el semblante sombrío, marcado por la tuberculosis.
Consciente de la relevancia de su posible descubrimiento, Kohler convenció a su amiga de que le permitiera hacer una copia, y llamó a Gilles Bencimon, un periodista de Radio France Internationale, también admirador del famoso pianista, para que lo ayudara a comprobar la autenticidad de la imagen.
La fotografía fue sometida a diversos análisis por especialistas. Compararon el físico del personaje de la foto con otras imágenes de Chopin -la pintura de Eugène Delacroix, por ejemplo, de 1838, muestra un rostro muy similar-; también observaron sus ropas, las proporciones del sujeto y llegaron a la conclusión de que efectivamente era un retrato de Chopin.
Según reseña el Instituto Polaco de París, que ha dado a conocer la noticia, la fotografía sería de 1847 y habría sido tomada en el atelier de Louis-Auguste Bisson. De ese mismo estudio eran los otros dos únicos daguerrotipos conocidos de Chopin, cuyos originales se perdieron en la Segunda Guerra Mundial, aunque quedaron las copias.
Esta no es la primera vez que Kohler descubre algo que le perteneció a Chopin: hace dos años encontró el piano de cola Pleyel N°11265 que el músico utilizó entre 1844 y 1845, cuando vivía en París -en la plaza de Orleans- junto al gran amor de su vida, la escritora George Sand.
Pese a que Chopin no menciona la existencia de daguerrotipos en su correspondencia, su alumna y amiga Jane Stirling hace referencia a unos retratos en una carta que le envió a la hermana del músico, Ludwika Jedrzejewicz: "Dile a la querida mamá que los daguerrotipos son verdaderamente muy feos. No se parecerán para nada a él y a ella".
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