La emblemática voz de radio Futuro tuvo ayer una nueva intervención para recuperar la vista del ojo izquierdo, el único por el que puede ver.
Patricia Cerda F.
Sergio “Pirincho” Cárcamo (74), locutor, comentarista insigne de rock y una de las voces radiales más legendarias del país, confesaba estar nervioso. Ayer, a las 09:30 horas, se sometió por sexta vez a una cirugía que tenía por objetivo mejorar la poca visibilidad que aún le queda en su ojo izquierdo; el derecho lo perdió producto de un glaucoma galopante. “Estoy nervioso, fueron dos días de exámenes. Entiendo que lo que van a hacer es quitarle la presión al ojo y eso podría mejorar la visión”, decía horas antes la voz de Radio Futuro.
Estaba expectante, pero “no demasiado esperanzado”. Ya son más de cinco años en los que ha visitado oftalmólogos que, a su vez, han llevado su caso a congresos internacionales y aún no existe un diagnóstico definitivo. “Tengo todo bueno: nervio óptico, retina, cristalinos. Las otras intervenciones fueron transplantes de córnea, porque empecé a ver nublado y se me fue opacando la córnea… pero seguimos en lo mismo”, comenta.
A “Pirincho” lo que lo motiva es seguir trabajando. Lleva más de dos décadas en radio Futuro, donde conduce de lunes a viernes, de 13:00 a 15:00 horas, el programa “Con la ayuda de mis amigos”. En pandemia lo hace desde la casa de su hijo Camilo, donde está viviendo, porque este lo apoya en el trabajo: “Me abre y me cierra el micrófono, me lee los textos que tengo que memorizar, porque no puedo leerlos, y también me cuenta de los wasaps”, señala.
Su médico tratante le había regalado una lupa oftalmológica de gran aumento, “pero ni con lentes poto de botella ni un telescopio ya puedo ver”, dice el locutor con su humor habitual. Y cuenta que en el wasap tiene a su familia y amigos clasificados por distintos sonidos para saber quién le está escribiendo. “El pobre de mi hijo tiene que contestarlos todos, yo no puedo y me encantaría mejorar eso”, expresa.
Agrega que no ha pensado dejar la radio e incluso se planificó para grabar el programa del día con anticipación. “No, no soy para estar reposando. Mi trabajo me entretiene y me mantiene activo”, afirma. De todas formas, ayer, tras la operación, debió descansar en su casa.
“Me gusta dormir, sueño en colores”
Lo que sí reconoce el locutor es que por su problema a la vista y la pandemia ha comenzado a pensar y a recordar mucho más. De hecho, explica que en materia musical volvió a su infancia. “En mi casa se escuchaba mucha música clásica y es lo que he estado haciendo. Escucho a Beethoven y a Bach, algo que me relaje para pensar o descansar. Me gusta dormir, porque sueño en colores y veo todo muy nítido”, añade.
¿Le cambió mucho la vida con la pandemia? “Va a sonar raro, pero yo he perdido a muchos amigos de infancia y juventud, y además, ahora estoy en Santiago y soy de Viña, así que de repente descubrí que estaba bastante solo y me había vuelto cada vez más ermitaño. Lo que quiero decir es que lo principal que nos entregó la pandemia fue el confinamiento y yo estaba confinado hace mucho tiempo ya”.