El Mercurio
El cantante canadiense, quien actuará en Santiago el próximo viernes, participa actualmente como consultor en una empresa que desarrolla hologramas y prepara un nuevo proyecto musical con los raperos Drake y Tyga.
Por María Paz Contreras
Paul Anka (76) no ha dejado de escribir desde que comenzó su carrera a fines de los 50. Para este año el cantante canadiense prepara un nuevo disco con colaboraciones de su compatriota Drake y del rapero estadounidense Tyga. "Drake escribe maravillosamente; pone mucho sentimiento en sus letras y en la forma que ve las relaciones", dice Anka, al teléfono desde su estudio en Los Angeles, y comenta que acaba de estar con el intérprete de "One dance".
El autor de "Diana", que es considerado entre los 25 compositores más exitosos de todos los tiempos según Billboard, señala que "el hip hop es lo que está manejando la cultura y no creo que reciba el respeto que se merece". Y agrega que la gente joven lo escucha porque hay un mensaje sociológico en sus letras que es lo que las audiencias buscan hoy.
"Estoy constantemente escribiendo. El año pasado hice mucho y tengo mucho material para este proyecto", asegura. Una parte podría presentarla en el concierto que hará el próximo viernes en el Gran Arena Monticello, en lo que será su sexta visita al país.
Su extensa carrera, según afirma, se basa en su capacidad de adaptarse a los nuevos tiempos y a que nunca ha dejado de escribir su propia música. "Escribir es lo más importante. Empecé a los 15 años y ha sido lo mío desde entonces. Todo lo que tengo hoy lo he obtenido por ser compositor".
Su currículum es extenso. Colaboró con artistas como Michael Jackson y Frank Sinatra, además de grabar versiones orquestadas de canciones como "Smell like teen spirit", de Nirvana. Admite que la forma de hacer música ha cambiado desde que él comenzó. "Tyga me enseñó que ya no te sientas a grabar con instrumentos; ahora se trabaja con una computadora". Además, dice que hoy ya no se escribe un disco completo, sino que los artistas solo lanzan singles. "Pero siempre lo principal es la música. Todo comienza por las letras; por eso me dedico a escribir", indica.
Con solo 19 años, Anka llegó a Santiago en agosto de 1960 y una multitud de cerca de cinco mil fanáticos lo esperaban en el aeropuerto. "Mi primera llegada a Chile fue fantástica; afuera de mi hotel estaba lleno de gente. Fue algo parecido a lo que le pasa hoy a Justin Bieber", dice.
Su relación con Chile se vincula además con que él fue quien le puso letra en inglés a la canción francesa "Laisse moi le temps", que él obtuvo el segundo lugar en la competencia del Festival de Viña de 1973. El tema trascendió en la voz de Frank Sinatra como "Let me try again".
El canadiense, quien tiene más de 60 años de trayectoria, cree que una de las razones para seguir vigente es que cuida su salud. "No respeto a los artistas que abusan de su voz y le faltan el respeto al público y al proceso creativo", sostiene.
Futuro de la industria
Tras 17 años de su muerte y para sorpresa de sus fans, Tupac apareció en el escenario del Festival Coachella, junto a Snoop Dogg y Dr. Dre. Para ello se usaron imágenes holográficas del fallecido rapero estadounidense. Otro recordado holograma es el que se empleó en la ceremonia de 2014 de los premios Billboard, que se realizó en Las Vegas, donde el protagonista de ese show fue Michael Jackson, quien murió en 2009. "Recuerdo el holograma de Michael y creo que no está bien logrado. Sé de esa tecnología porque soy parte de una empresa que los desarrolla", comenta.
Paul Anka es consejero junto a Larry King, Jason Bateman y Michael Bublé de la empresa canadiense ARTH Media, que se dedica a desarrollar hologramas. "Me interesó el proyecto porque entiendo que ese es el futuro de la industria; además me encanta el proceso", explica.
El cantante grabó un video promocional en 2014 junto a una versión holográfica de Frank Sinatra. Allí aparecen los músicos cantando "My way", escrita por Anka.
Según el intérprete, "esta es una forma de mostrarles a las generaciones más jóvenes el talento de personas como Jimi Hendrix. Sería genial que ellos pudieran disfrutar de lo que nosotros tuvimos la suerte de ver".
Este es un blog que tiene como misión recopilar información o noticias sobre música chilena, la Industria musical y la industria cultural de nuestro país aparecida en diversos medios de comunicación. Por lo tanto los textos son propiedad de los medios y de los periodistas que encabezan cada nota.
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martes, junio 05, 2018
jueves, marzo 22, 2018
Paul Anka: “Mi próximo tributo en Chile tendrá que ser a Peter Rock”
La Tercera
Antes de su regreso a Santiago, el canadiense habla de su vínculo con el ídolo de la Nueva Ola y de su trabajo junto al rapero Drake: “El hip hop mató al rock”, sentencia.
Por Andrés del Real
Con seis décadas de carrera en el cuerpo, Paul Anka no sólo domina a la perfección el escenario, sino también el arte de la reinvención y el factor sorpresa. A tres meses de su regreso a Santiago, con un concierto fijado para el 8 de junio en Arena Monticello, el legendario cantautor canadiense revela de entrada su próxima aventura musical: un próximo sencillo junto a la estrella del hip hop y el R&B Drake.
“El hip hop está impulsando la cultura hoy en día, socialmente hablando. El hip hop mató al rock, ya no hay grandes bandas de rock and roll y eso está bien, porque los tiempos tienen que cambiar”, dice el solista de 76 años, quien cuenta que además trabaja en una colaboración junto al rapero californiano Tyga.
“Estoy en un momento de creatividad y el hip hop es parte de ese proceso”, agrega Anka, siempre versátil y generoso a la hora de compartir su talento compositivo con otras estrellas, como Frank Sinatra o Michael Jackson, o de homenajear a figuras que ya no están, como hizo con Prince en su último paso por Chile, cantando Purple rain.
Para su próximo concierto en el país, el autor de “Diana” planea un nuevo tributo en vivo, enterado del fallecimiento de Peter Rock en 2016 y del particular vínculo que los une. Porque además de telonear a Anka en su ya mítico primer concierto en Santiago, en 1961, el primer registro del cantante chileno-austríaco, aquel single de 1959 que inauguró el rock and roll en la historia discográfica nacional, traía en su lado B un cover de “Something happened”, original del canadiense. “Definitivamente mi próximo tributo en Chile tendrá que ser a Peter Rock”, promete.
– ¿Qué más se puede esperar de su regreso? ¿Habrá también nuevos arreglos para sus clásicos?
– Sí, definitivamente. Siempre trato de llevar algo nuevo cuando regreso a lugares como Chile, que son importantes para mí y a los que voy hace tiempo. Como me es imposible ir para allá cuatro veces al año, siempre intento escuchar al público de allá para saber qué quieren escuchar realmente, y a partir de eso vamos armando los arreglos, decidimos las canciones y evaluamos si incluimos la canción de Michael Jackson [“This is it”] que no tocamos la última vez o los Rock swings [su disco de covers de 2005]. Nunca voy a llegar a decirles, “hola, aquí tienen doce nuevas canciones de las que nunca han escuchado”. Cuando llevas 60 años de música, como es mi caso, tienes que ser muy cuidadoso al seleccionar lo que tu gente quiere escuchar, en especial en Chile, el país de Sudamérica al que más voy.
– Antes de su anterior visita contó sus planes de adaptar sus memorias al cine o a Broadway. ¿Hay novedades con ese proyecto?
– Este es un proyecto grande así que seguimos en conversaciones con distinta gente. Lo que pasa es que en el intertanto las cosas han ido cambiando, la industria del cine ya no es el negocio que solía ser y ahora todo pasa por la televisión, por Netflix, todo el contenido y el dinero se está yendo a ese tipo de plataformas. Sin ir más lejos, mi yerno, que se llama Jason Bateman y es un actor bastante conocido, tiene una serie en Netflix que se llama Ozark, donde está muy involucrado y trabajando en nuevos capítulos. Esa es una posibilidad que me atrae, así como también la de hacer un documental, pero siento que hay solo una oportunidad para hacer esto y hay que tomar la decisión correcta, así que me lo tomo con calma.
– ¿Y le gustaría que Jason Bateman lo interpretara en su película biográfica?
– Bueno, tendría que ser alguien más joven para que me interprete en mi época juvenil, pero el principal problema es que Jason no canta (ríe).
– En su caso, su voz sigue en buena forma. Ahora que muchos de sus colegas han decidido dejar de tocar en vivo, ¿se ve saliendo de gira por varios años más?
– Mi forma de verlo es: si lo sigo disfrutando y sintiéndome bien, no veo razón para no continuar en esto. Otros artistas han decidido parar porque no están bien de salud, como Neil Diamond o Elton John, y eso lo entiendo y solidarizo con ellos. Pero en mi caso no estoy pensando en el retiro. Yo vivo el momento, soy un devoto del momento.
Antes de su regreso a Santiago, el canadiense habla de su vínculo con el ídolo de la Nueva Ola y de su trabajo junto al rapero Drake: “El hip hop mató al rock”, sentencia.
Por Andrés del Real
Con seis décadas de carrera en el cuerpo, Paul Anka no sólo domina a la perfección el escenario, sino también el arte de la reinvención y el factor sorpresa. A tres meses de su regreso a Santiago, con un concierto fijado para el 8 de junio en Arena Monticello, el legendario cantautor canadiense revela de entrada su próxima aventura musical: un próximo sencillo junto a la estrella del hip hop y el R&B Drake.
“El hip hop está impulsando la cultura hoy en día, socialmente hablando. El hip hop mató al rock, ya no hay grandes bandas de rock and roll y eso está bien, porque los tiempos tienen que cambiar”, dice el solista de 76 años, quien cuenta que además trabaja en una colaboración junto al rapero californiano Tyga.
“Estoy en un momento de creatividad y el hip hop es parte de ese proceso”, agrega Anka, siempre versátil y generoso a la hora de compartir su talento compositivo con otras estrellas, como Frank Sinatra o Michael Jackson, o de homenajear a figuras que ya no están, como hizo con Prince en su último paso por Chile, cantando Purple rain.
Para su próximo concierto en el país, el autor de “Diana” planea un nuevo tributo en vivo, enterado del fallecimiento de Peter Rock en 2016 y del particular vínculo que los une. Porque además de telonear a Anka en su ya mítico primer concierto en Santiago, en 1961, el primer registro del cantante chileno-austríaco, aquel single de 1959 que inauguró el rock and roll en la historia discográfica nacional, traía en su lado B un cover de “Something happened”, original del canadiense. “Definitivamente mi próximo tributo en Chile tendrá que ser a Peter Rock”, promete.
– ¿Qué más se puede esperar de su regreso? ¿Habrá también nuevos arreglos para sus clásicos?
– Sí, definitivamente. Siempre trato de llevar algo nuevo cuando regreso a lugares como Chile, que son importantes para mí y a los que voy hace tiempo. Como me es imposible ir para allá cuatro veces al año, siempre intento escuchar al público de allá para saber qué quieren escuchar realmente, y a partir de eso vamos armando los arreglos, decidimos las canciones y evaluamos si incluimos la canción de Michael Jackson [“This is it”] que no tocamos la última vez o los Rock swings [su disco de covers de 2005]. Nunca voy a llegar a decirles, “hola, aquí tienen doce nuevas canciones de las que nunca han escuchado”. Cuando llevas 60 años de música, como es mi caso, tienes que ser muy cuidadoso al seleccionar lo que tu gente quiere escuchar, en especial en Chile, el país de Sudamérica al que más voy.
– Antes de su anterior visita contó sus planes de adaptar sus memorias al cine o a Broadway. ¿Hay novedades con ese proyecto?
– Este es un proyecto grande así que seguimos en conversaciones con distinta gente. Lo que pasa es que en el intertanto las cosas han ido cambiando, la industria del cine ya no es el negocio que solía ser y ahora todo pasa por la televisión, por Netflix, todo el contenido y el dinero se está yendo a ese tipo de plataformas. Sin ir más lejos, mi yerno, que se llama Jason Bateman y es un actor bastante conocido, tiene una serie en Netflix que se llama Ozark, donde está muy involucrado y trabajando en nuevos capítulos. Esa es una posibilidad que me atrae, así como también la de hacer un documental, pero siento que hay solo una oportunidad para hacer esto y hay que tomar la decisión correcta, así que me lo tomo con calma.
– ¿Y le gustaría que Jason Bateman lo interpretara en su película biográfica?
– Bueno, tendría que ser alguien más joven para que me interprete en mi época juvenil, pero el principal problema es que Jason no canta (ríe).
– En su caso, su voz sigue en buena forma. Ahora que muchos de sus colegas han decidido dejar de tocar en vivo, ¿se ve saliendo de gira por varios años más?
– Mi forma de verlo es: si lo sigo disfrutando y sintiéndome bien, no veo razón para no continuar en esto. Otros artistas han decidido parar porque no están bien de salud, como Neil Diamond o Elton John, y eso lo entiendo y solidarizo con ellos. Pero en mi caso no estoy pensando en el retiro. Yo vivo el momento, soy un devoto del momento.
miércoles, diciembre 20, 2017
Paul Anka, el primer suceso musical que vino a Chile, regresa en 2018
El Mercurio
El cantante, que debutó en el país en 1960, vuelve el 8 de junio con un show dedicado a sus éxitos, donde repasará su carrera en el Sun Monticello.
Por José Vásquez
Fue el primer hito angloparlante en vivo en Chile y provocó un fenómeno solo comparable a la beatlemanía que, incluso, se desataría más tarde. En agosto de 1960, Paul Anka (76) aterrizó en el Aeropuerto de Cerrillos donde era esperado por unas 5 mil personas, según informó "El Mercurio" de la época que, impacientes, casi provocaron el colapso de una de las terrazas del terminal aéreo.
Una postal muy parecida a la que vivirían Lennon y compañía a su llegada a Nueva York en 1964 -y que tuvo un desenlace fundamental en el desarrollo de la historia de la música popular-, y que daría por iniciada una aplaudida relación de encuentros en directo en el país que ya se encamina a cumplir las seis décadas. Una historia que se ha intensificado en los últimos dos lustros, donde incluso el cantante fue parte del Festival de Viña del Mar en 2010.
La carrera de Paul Anka, que según Billboard, se destaca entre los 25 autores más importantes de la industria, sigue vigente en vivo y ya fijó un nuevo regreso a la capital para 2018, con un show de características más íntimas a las entregadas en su última visita del año pasado en el Movistar Arena. El artista, nacido en Canadá, volverá a interpretar un concierto dedicado a los éxitos que grabó y compuso para otros, además de algunos covers , el próximo 8 de junio en el Sun Monticello.
Una cita donde, según sus últimas presentaciones, ha comenzado con indispensables de su repertorio como "You are my destiny", que escribió cuando era un quinceañero y que ha incluido también otros clásicos de la música romántica como "Put your head on my shoulder", "Diana" -su primer suceso-, "She's a lady", que escribió para Tom Jones, su versión de "My Way", que adaptó del tema francés "Comme d'habitude" para la gran interpretación de Frank Sinatra y hasta un homenaje a Prince, con un cover de su icónica "Purple rain".
Las entradas para este concierto están a la venta a través del sistema Ticket Pro, con precios que van desde los $44.000 a los $220.000 y que incluyen un meet & gree t con el artista.
El cantante, que debutó en el país en 1960, vuelve el 8 de junio con un show dedicado a sus éxitos, donde repasará su carrera en el Sun Monticello.
Por José Vásquez
Fue el primer hito angloparlante en vivo en Chile y provocó un fenómeno solo comparable a la beatlemanía que, incluso, se desataría más tarde. En agosto de 1960, Paul Anka (76) aterrizó en el Aeropuerto de Cerrillos donde era esperado por unas 5 mil personas, según informó "El Mercurio" de la época que, impacientes, casi provocaron el colapso de una de las terrazas del terminal aéreo.
Una postal muy parecida a la que vivirían Lennon y compañía a su llegada a Nueva York en 1964 -y que tuvo un desenlace fundamental en el desarrollo de la historia de la música popular-, y que daría por iniciada una aplaudida relación de encuentros en directo en el país que ya se encamina a cumplir las seis décadas. Una historia que se ha intensificado en los últimos dos lustros, donde incluso el cantante fue parte del Festival de Viña del Mar en 2010.
La carrera de Paul Anka, que según Billboard, se destaca entre los 25 autores más importantes de la industria, sigue vigente en vivo y ya fijó un nuevo regreso a la capital para 2018, con un show de características más íntimas a las entregadas en su última visita del año pasado en el Movistar Arena. El artista, nacido en Canadá, volverá a interpretar un concierto dedicado a los éxitos que grabó y compuso para otros, además de algunos covers , el próximo 8 de junio en el Sun Monticello.
Una cita donde, según sus últimas presentaciones, ha comenzado con indispensables de su repertorio como "You are my destiny", que escribió cuando era un quinceañero y que ha incluido también otros clásicos de la música romántica como "Put your head on my shoulder", "Diana" -su primer suceso-, "She's a lady", que escribió para Tom Jones, su versión de "My Way", que adaptó del tema francés "Comme d'habitude" para la gran interpretación de Frank Sinatra y hasta un homenaje a Prince, con un cover de su icónica "Purple rain".
Las entradas para este concierto están a la venta a través del sistema Ticket Pro, con precios que van desde los $44.000 a los $220.000 y que incluyen un meet & gree t con el artista.
lunes, agosto 08, 2016
Paul Anka: "El rock no existe, Dylan y McCartney ya no tienen voz, pero las canciones de amor quedarán"
La Tercera
El crooner canadiense habla con La Tercera de su próximo show en Chile, que incluye nuevas versiones de sus clásicos, duetos virtuales y un tributo a Prince. Con 60 años de carrera, analiza la industria actual, revela su fórmula para mantenerse vigente y adelanta planes de nueva música y emprendimientos tecnológicos.
Andrés del Real
Con 75 años recién cumplidos y seis décadas de carrera ininterrumpida, Paul Albert Anka no duda en definirse como un sobreviviente. Un rasgo que surgió tempranamente en la vida del cantante y compositor canadiense, que se sobrepuso al bullying que sufrió en sus años escolares en Ottawa, a causa de su baja estatura y origen libanés; que zafó por casualidad del accidente de avión que terminó con la vida de Buddy Holly y Ritchie Valens, en 1959; que logró continuar con su carrera ante el auge de la Beatlemanía en la década siguiente, y que en los últimos años ha sabido reinventarse y seguir llenando estadios con clásicos inmortales como Diana, My way y Put your head on my shoulder.
“Definitivamente soy un sobreviviente. Llevo mucho tiempo haciendo esto con éxito y he logrado perdurar frente a todas estas modas, constantemente trabajando. En ese sentido, soy un tipo muy agradecido”, dice con la humildad de los grandes el crooner desde Ohio (Estados Unidos), antes de su próxima presentación en Chile a fines de este mes.
Será el retorno de Anka ante su fiel fanaticada local, a la que conoció por primera vez en 1960, en una legendaria visita que figura en los registros como el primer gran concierto en el país, y que dejó como anécdota su fugaz romance con una azafata chilena llamada Jenny. Desde entonces, ha vuelto en tres ocasiones, la última de ellas en 2012 y ante un repleto Movistar Arena, el mismo recinto al que regresará este 31 de agosto con un show de grandes éxitos, duetos virtuales con Frank Sinatra y Michael Jackson, además de una que otra sorpresa.
“Obviamente estarán las grandes canciones que siempre presentamos. Eso sí, cambiamos algunos arreglos y la banda interpreta los clásicos de otra forma. También habrá videos nuevos, canciones en versión dueto y swing, y un tributo a Prince del que no quiero contar mucho para no arruinar la sorpresa”, cuenta el solista, que en algunas de sus últimas actuaciones ha dedicado un pasaje para recordar a su fallecido colega con su propia versión de Purple rain.
¿Guarda buenos recuerdos de sus últimos pasos por Chile, en 2012 y Viña 2010?
Lo que más me queda de esas visitas es la actitud que la gente muestra hacia las canciones que ama, que siempre ha sido la misma. Cada vez que vamos a Chile nos quedamos con la sensación de una pasión muy fuerte. Lo de Viña del Mar también fue increíble, pero lamentablemente lo que más recuerdo fue el terremoto, del que en realidad sólo me enteré cuando ya iba volando de vuelta y el piloto me contó.
Un año después de ese último show en Chile, en 2013, lanzó un álbum de duetos de sus éxitos y su primera autobiografía, My Way: An Autobiography. ¿Fue coincidencia o estaba en un momento en que sintió necesario volver a repasar su trayectoria?
No, afortunadamente sigo con esta extensa y exitosa carrera y aún no siento la necesidad de enfocarme sólo en el pasado. Fueron cosas que siempre estuvieron planeadas de esa forma y que tardaron mucho en terminarse, como toda persona que acumula mucho trabajo. Con el libro, por ejemplo, sabía que tenía que terminarlo para seguir con otros proyectos, porque lo dejé pendiente por años y había mucha gente que lo estaba esperando.
Según relata en My Way, su primera ocupación fue de periodista. La historia pudo haber sido distinta.
Cuando era joven mi padre notó que tenía talento para escribir, de hecho, cuando estaba en el colegio, escribía todo el tiempo y me gané premios haciendo ensayos sobre Gandhi y temas musicales. Eran tiempos distintos, no había tecnología, los medios no eran tan grandes como ahora y como no veía futuro a lo musical estuve un tiempo trabajando en el diario Ottawa Citizen. Pero en realidad estaba buscando, quería juntar mis ahorros y convencer a mi padre de mi amor por la música.
Así terminó grabando Diana, que ya va por los 60 años. Después de todo este tiempo, ¿quedan desafíos pendientes en su carrera?
No sé si desafíos como tal. Estoy en este momento trabajando en un nuevo disco, ya hice este libro que me tomó mucho tiempo... lo que me gustaría ahora es que el libro se convierta en una película, o en una obra de Broadway. Quizás ese es el único objetivo pendiente que me queda. Por ahora, mi principal preocupación es mantenerme saludable y disfrutar a mis hijos. Y en lo profesional, mientras el público me siga pidiendo, seguir cantando, que es lo que me apasiona y lo que me permite hacer lo que me gusta todos los días.
¿Cómo hace para mantener su voz en buen estado? No todos sus coetáneos pueden decir lo mismo.
Es algo para lo que tienes que trabajar constantemente. Uno es como un atleta, no puedes abusar de tu voz, no puedes fumar. Son cosas que aprendí de mi época junto a Frank Sinatra y el “Rat Pack”.
¿Extraña esa época de la industria o las cosas son mejores ahora para un artista?
Como todo, hay cosas mejores y peores. Pero es difícil mantenerse, todo ha cambiado mucho. Como tú y yo sabemos, el rock and roll ya no existe. (Bob) Dylan perdió su voz, (Paul) McCartney perdió su voz -aún cuando es un gran artista- y ahora todo es rap y urbano, todo es sobre el dinero. Pero la música romántica, las canciones de amor, siempre quedarán, porque el amor es la emoción más fuerte.
¿Cuáles son sus planes a futuro? ¿Trabaja en nueva música?
Claro, sigo de gira y estoy componiendo canciones para un disco que pretendo lanzar el próximo año. En paralelo, formé una nueva compañía de tecnología con unos amigos canadienses y unos socios de China, la lanzaremos pronto de manera oficial. Hemos tenido reuniones con gente de Australia, Los Angeles, Hong Kong... es algo que me tiene muy emocionado.
El crooner canadiense habla con La Tercera de su próximo show en Chile, que incluye nuevas versiones de sus clásicos, duetos virtuales y un tributo a Prince. Con 60 años de carrera, analiza la industria actual, revela su fórmula para mantenerse vigente y adelanta planes de nueva música y emprendimientos tecnológicos.
Andrés del Real
Con 75 años recién cumplidos y seis décadas de carrera ininterrumpida, Paul Albert Anka no duda en definirse como un sobreviviente. Un rasgo que surgió tempranamente en la vida del cantante y compositor canadiense, que se sobrepuso al bullying que sufrió en sus años escolares en Ottawa, a causa de su baja estatura y origen libanés; que zafó por casualidad del accidente de avión que terminó con la vida de Buddy Holly y Ritchie Valens, en 1959; que logró continuar con su carrera ante el auge de la Beatlemanía en la década siguiente, y que en los últimos años ha sabido reinventarse y seguir llenando estadios con clásicos inmortales como Diana, My way y Put your head on my shoulder.
“Definitivamente soy un sobreviviente. Llevo mucho tiempo haciendo esto con éxito y he logrado perdurar frente a todas estas modas, constantemente trabajando. En ese sentido, soy un tipo muy agradecido”, dice con la humildad de los grandes el crooner desde Ohio (Estados Unidos), antes de su próxima presentación en Chile a fines de este mes.
Será el retorno de Anka ante su fiel fanaticada local, a la que conoció por primera vez en 1960, en una legendaria visita que figura en los registros como el primer gran concierto en el país, y que dejó como anécdota su fugaz romance con una azafata chilena llamada Jenny. Desde entonces, ha vuelto en tres ocasiones, la última de ellas en 2012 y ante un repleto Movistar Arena, el mismo recinto al que regresará este 31 de agosto con un show de grandes éxitos, duetos virtuales con Frank Sinatra y Michael Jackson, además de una que otra sorpresa.
“Obviamente estarán las grandes canciones que siempre presentamos. Eso sí, cambiamos algunos arreglos y la banda interpreta los clásicos de otra forma. También habrá videos nuevos, canciones en versión dueto y swing, y un tributo a Prince del que no quiero contar mucho para no arruinar la sorpresa”, cuenta el solista, que en algunas de sus últimas actuaciones ha dedicado un pasaje para recordar a su fallecido colega con su propia versión de Purple rain.
¿Guarda buenos recuerdos de sus últimos pasos por Chile, en 2012 y Viña 2010?
Lo que más me queda de esas visitas es la actitud que la gente muestra hacia las canciones que ama, que siempre ha sido la misma. Cada vez que vamos a Chile nos quedamos con la sensación de una pasión muy fuerte. Lo de Viña del Mar también fue increíble, pero lamentablemente lo que más recuerdo fue el terremoto, del que en realidad sólo me enteré cuando ya iba volando de vuelta y el piloto me contó.
Un año después de ese último show en Chile, en 2013, lanzó un álbum de duetos de sus éxitos y su primera autobiografía, My Way: An Autobiography. ¿Fue coincidencia o estaba en un momento en que sintió necesario volver a repasar su trayectoria?
No, afortunadamente sigo con esta extensa y exitosa carrera y aún no siento la necesidad de enfocarme sólo en el pasado. Fueron cosas que siempre estuvieron planeadas de esa forma y que tardaron mucho en terminarse, como toda persona que acumula mucho trabajo. Con el libro, por ejemplo, sabía que tenía que terminarlo para seguir con otros proyectos, porque lo dejé pendiente por años y había mucha gente que lo estaba esperando.
Según relata en My Way, su primera ocupación fue de periodista. La historia pudo haber sido distinta.
Cuando era joven mi padre notó que tenía talento para escribir, de hecho, cuando estaba en el colegio, escribía todo el tiempo y me gané premios haciendo ensayos sobre Gandhi y temas musicales. Eran tiempos distintos, no había tecnología, los medios no eran tan grandes como ahora y como no veía futuro a lo musical estuve un tiempo trabajando en el diario Ottawa Citizen. Pero en realidad estaba buscando, quería juntar mis ahorros y convencer a mi padre de mi amor por la música.
Así terminó grabando Diana, que ya va por los 60 años. Después de todo este tiempo, ¿quedan desafíos pendientes en su carrera?
No sé si desafíos como tal. Estoy en este momento trabajando en un nuevo disco, ya hice este libro que me tomó mucho tiempo... lo que me gustaría ahora es que el libro se convierta en una película, o en una obra de Broadway. Quizás ese es el único objetivo pendiente que me queda. Por ahora, mi principal preocupación es mantenerme saludable y disfrutar a mis hijos. Y en lo profesional, mientras el público me siga pidiendo, seguir cantando, que es lo que me apasiona y lo que me permite hacer lo que me gusta todos los días.
¿Cómo hace para mantener su voz en buen estado? No todos sus coetáneos pueden decir lo mismo.
Es algo para lo que tienes que trabajar constantemente. Uno es como un atleta, no puedes abusar de tu voz, no puedes fumar. Son cosas que aprendí de mi época junto a Frank Sinatra y el “Rat Pack”.
¿Extraña esa época de la industria o las cosas son mejores ahora para un artista?
Como todo, hay cosas mejores y peores. Pero es difícil mantenerse, todo ha cambiado mucho. Como tú y yo sabemos, el rock and roll ya no existe. (Bob) Dylan perdió su voz, (Paul) McCartney perdió su voz -aún cuando es un gran artista- y ahora todo es rap y urbano, todo es sobre el dinero. Pero la música romántica, las canciones de amor, siempre quedarán, porque el amor es la emoción más fuerte.
¿Cuáles son sus planes a futuro? ¿Trabaja en nueva música?
Claro, sigo de gira y estoy componiendo canciones para un disco que pretendo lanzar el próximo año. En paralelo, formé una nueva compañía de tecnología con unos amigos canadienses y unos socios de China, la lanzaremos pronto de manera oficial. Hemos tenido reuniones con gente de Australia, Los Angeles, Hong Kong... es algo que me tiene muy emocionado.
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