El Mercurio
A través de su canal de YouTube, Keith Richards anunció que su emblemática banda volvería al estudio para grabar su primer disco de material original en 12 años "muy, muy pronto". La banda no publica un disco de canciones nuevas desde "A bigger bang" (2005) y el año pasado editó uno de cover titulado "Blue & lonesome".
Este es un blog que tiene como misión recopilar información o noticias sobre música chilena, la Industria musical y la industria cultural de nuestro país aparecida en diversos medios de comunicación. Por lo tanto los textos son propiedad de los medios y de los periodistas que encabezan cada nota.
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miércoles, julio 26, 2017
lunes, octubre 10, 2016
Los Rolling Stones se rieron de la vejez, tributaron a los Beatles y mostraron un adelanto de su nuevo disco
El Mercurio
Jagger y compañía cerraron la primera noche del Desert Trip con una pirotecnia que también se disparó desde el escenario. Un show eléctrico que incluyó una versión de "Come together" de sus colegas de Liverpool y la presentación de "Ride 'Em on down", que no tocaban hace 54 años y que estará en "Blue & lonesome". Además, se defendieron con ironía ante el calificativo de "Oldchella".
José Vásquez
California La fiesta de la generación dorada del rock terminó su jornada inaugural celebrando con fuegos artificiales. Los Rolling Stones cerraron el primer día del Desert Trip con un show memorable, disparando una inyección eléctrica que ofreció momentos inéditos como la interpretación de "Come together". El cover de los Beatles, una rareza en el recorrido del grupo -que Jagger anunció como "un tema de una desconocida banda beat"-, se leyó también como un desafío para que Paul McCartney, que anoche tomaba la posta dejada por sus colegas, devolviera la gentileza durante su show.
Las postales comienzan a aparecer y timbrar momentos imborrables de esta reunión de viejos estandartes de la música que, según se ha promocionado, se realizará solo "una vez en la vida". Esto ya se inició, independiente de si la voz de "Live and let die" -en su show programado para anoche, a la 1:15 de la mañana hora de Chile- responde interpretando la música de sus compañeros de liga. Cada presentación ha resultado única.
Bob Dylan comenzó todo con un sorpresivo set dedicado principalmente a su repertorio de la década del sesenta, el período en que se convirtió en el faro del resto de sus colegas de cartel. La concesión de Dylan, aunque no fue total, ya que dejó afuera éxitos como "Blowin' in the wind" y "Like a rolling stone", ofreció un cambio radical a lo que venía mostrando en vivo en los últimos años: un repertorio más dedicado a sus últimas obras y la interpretación a su antojo de su catálogo más venerado.
El arisco cantautor -que no realizó ningún comentario durante su presentación- incluso se acercó a la fidelidad de estas grabaciones y olvidó la dureza de su voz, su rúbrica en esta etapa de su carrera, fraseando con claridad, algo que agradeció un público dominado ampliamente por aquellos que fueron jóvenes en Woodstock o crecieron con esas historias.
Fina casa de retiro
Mucho se ha hablado acerca del factor edad de la cita, calificado burlonamente como "Oldchella" -en relación al mismo lugar donde se levanta Coachella, un festival consagrado a las nuevas tendencias-, un tema que Mick Jagger no pudo dejar pasar. Primero, diciendo que no haría chistes sobre eso, para luego dar la bienvenida "a la fina casa de retiro para músicos de Palm Springs".
La ironía le resultó graciosa, ya que a pesar de las arrugas en su rostro, sus 73 años no son un factor para pensar en el retiro aún. Jagger es un maratonista del rock. Incansable, el cantante recorrió innumerables veces de punta a punta todos los rincones de un escenario realmente monumental con unas pantallas gigantes cuyo nombre, quizás, nunca antes se había representado de forma tan literal.
Las guitarras filosas de Keith Richards y Ronnie Wood comenzaron a dialogar fuerte de entrada con "Start me up", encendiendo a un público que por su perfil estaba lejos de explotar como lo hacen los fans en Sudamérica. Los decibeles continuaron altísimos con la atronadora "You got me rocking" y las guitarras volvieron a batirse a duelo en "Out of control", con un Jagger convertido en un torbellino.
De ahí, la banda tiñó de azul su insignia para presentar "Ride 'Em on down", un cover de Jimmy Reed con el que alucinaban a comienzos de los 60, que llevaban 54 años sin interpretar en vivo y que ahora será parte de su próximo álbum "Blue & lonesome", que lanzarán el 2 de diciembre. Un estreno exclusivo para el Desert Trip.
Más adelante, "Gimme shelter" le abrió el camino a Sasha Allen para lograr protagonismo con su desgarradora y desbordante ejecución vocal. Un tema oscuro, donde Jagger termina abrazando por su talento a la corista que se integró a la banda en la gira latina que hicieron este año.
Para el final, el cierre que se ha vuelto habitual en sus últimas presentaciones: la entrada del coro de voces celestiales del USC Chamber Thornton, para "You can't always get what you want" y una versión extendida de "(I can't get no) Satisfaction", para una despedida con una pirotecnia descomunal.
El cancionero de la noche
Start me up
You got me rocking
Out of control
Ride 'Em on down
Mixed emotions
Wild horses
It's only rock and roll (but I like it)
Come together
Tumbling dice
Honky tonk women
Slipping away
Little T&A
Midnight rambler
Miss you
Gimme shelter
Sympathy for the devil
Brown sugar
Jumpin' Jack flash
You can't always get what you want
(I can't get no) Satisfaction
Neil Young no transó su consecuencia
La ostentación tecnológica que se impone en el Desert Trip, con su pantalla gigante de dimensiones monumentales, ayer fue cubierta con lienzos a la vieja usanza de los conciertos de rock. Neil Young, que abrió la segunda jornada a las 18:40 horas, no abandonó su discurso ambientalista mostrando una línea editorial en la que le canta a la "madre naturaleza", decorando el escenario con carpas de nativos norteamericanos. Hace unas semanas manifestó su total respaldo a los Sioux, tribu a la que apoya en sus demandas contra la construcción de un oleoducto que pone en peligro sus tierras sagradas. El "agua es vida" promueve tanto en su polera como en las tiendas indias. "After the gold rush", lanzada hace 46 años fue la elegida para abrir una presentación que continuó con "Heart gold", también de los tempranos setenta. Luego de esto, le dio la bienvenida a la banda que lo ha acompañado en esta última temporada, Promise of the Real.
sábado, octubre 08, 2016
Bob Dylan abrió el Desert Trip recordando su repertorio más clásico
El Mercurio
El cantautor, poco dado a las concesiones, inició el festival ante 75 mil personas interpretando temas de hace más de 50 años. El cierre estaba reservado para los Rolling Stones.
José Vásquez
California . Bob Dylan sacudió sus discos y sintonizó con la vibra de la nostalgia que tiñe la mayor reunión de íconos del rock. El Desert Trip, o el "festival del siglo" como se le ha sindicado, abrió de la mejor forma posible: la voz de "Hurricane", poco dado a las concesiones, regalando un repertorio que rememoró su período más clásico.
Apenas unos minutos más tarde de lo programado, casi a las 19:00 horas en Indio, California (23:00 horas de Chile), Dylan, sentado al piano inició transmisiones con "Rainy day women #12 & 35", del álbum "Blonde on blonde", lanzado en 1966. Sorpresa total, con el huraño cantautor incluso acercándose a la fidelidad de las grabaciones originales que en los últimos años ha preferido olvidar, desestructurando en vivo sus propios éxitos.
Generoso, el músico siguió sorprendiendo en la misma tecla con "Don't think twice, It's alright", de 1963, y "Highway 61 revisited", de otra obra fundamental como el disco del mismo nombre del 65. Dylan estaba dispuesto a regalar una noche única como es la promesa que entrega esta cita que se anuncia como irrepetible y que dejaba para el final a los Rolling Stones.
Otoño y verano
Las estaciones funcionan solo como un nombre en Indio, donde el otoño asoma como un espejismo en este literal oasis del desierto. A las dos de la tarde, cuando se abrieron las puertas al público en el Empire Polo Club, 35 grados ya quemaban fuerte. El viaje árido entonces se hizo real. La bienvenida al denominado "Festival del siglo" fue en extremo calurosa, con un ingreso, aunque opacado por los atochamientos que hicieron todo más lento. Calles cerradas en los alrededores del recinto y demoras en la carretera que duplicaron los tiempos de viaje, provocaron que al inicio del show las butacas todavía no estuvieran del todo completas.
Porque en este festival hay asientos y son confortables. A diferencia de las explanadas que dominan estos espectáculos, en el Desert Trip se cubrió el campo con butacas y se levantaron solo para esta ocasión dos tribunas a los costados. La comodidad es la regla a toda prueba, considerando que el público mayoritariamente es adulto y promedia los 50 años.
Las largas caminatas desde el ingreso del recinto eran cambiadas por viajes en "pedicab", unos triciclos-taxi que acercaban a la gente por US$ 10. A unos 200 kilómetros al este de Los Angeles, las miradas del mundo musical se concentraron en el recinto que reúne en un mismo fin de semana también a leyendas del rock como Paul McCartney, Roger Waters, The Who y Neil Young.
Postales rock
Muchas familias se fotografiaban en distintos puntos del club, que funcionaban como imanes de cámaras. Largas filas acaparaban un cuadro gigante con la portada del "Some girls" de los Rolling Stones, el más popular en la entrada. Seguido por uno con The Who.
Los puestos de venta de poleras estaban abarrotados. Había diseños de todas las bandas a un promedio de $33 mil pesos chilenos, y una tienda con las discografías completas de estos artistas saciaba la sed consumista de un público amante de la nostalgia.
Los organizadores también apostaron por transformar el evento en una experiencia sensorial más allá de los seis conciertos. Al interior del recinto se levantó una enorme tienda que funciona como sala de exhibiciones y se instalaron espacios culinarios encabezados por prestigiosos chefs. Ayer comenzó igualmente la instalación de carpas en los recintos delimitados por la organización y donde los fanáticos más fieles pretendían pasar estas tres primeras jornadas del festival, que se repetirá el próximo fin de semana.
Esta noche
Neil Young 18:15 horas (22:15 Chile).
Paul McCartney 21:15 horas (01:15 Chile).
Mañana
The Who 18:15 horas (22:15 Chile).
Roger Waters 21:15 horas (01:15 Chile).
El rock en su máximo esplendor
Desert Trip es el festival del siglo. No cabe duda. Tendrían que pasar otros cien años para volver a ver juntos a músicos del nivel de Bob Dylan, Paul McCartney y The Rolling Stones. Si bien algunos han colaborado en el pasado, esta es la primera vez que coincidirán todos en un mismo escenario. Y la única, porque por sus edades -todos tienen más de 70 años- y agendas es imposible que se reúnan nuevamente. A quienes les gusta criticar dicen: "Se juntaron por plata", pero eso no es cierto, porque ninguno necesita hacer conciertos por dinero. Se juntaron simplemente por el placer de tocar juntos y solo puedo imaginarme cómo será ese reencuentro donde recuerden viejos momentos.
Festivales históricos ha habido muchos: Woodstock (1969), el Concierto para Bangladesh (1971), organizado por George Harrison, y Live 8 (2005), entre otros. Pero creo que este será uno de los más recordados. Es como si Beethoven, Wagner, Bach y Mozart se presentaran en un mismo recital. Esa es la primera comparación que se me viene a la mente.
Aunque se extrañan nombres como Eric Clapton -cuya enfermedad nerviosa le impide tocar la guitarra- o Elton John, un verdadero genio musical, los artistas que estarán en el Desert Trip escribieron la historia del rock y el público que tenga la suerte de verlos vivirá una experiencia inédita.
Bob Dylan set list
"Rainy Day Women #12 & 35"
"Don't Think Twice, It's All Right"
"Highway 61 Revisited"
"It's All Over Now, Baby Blue"
"High Water (for Charley Patton)"
"Simple Twist of Fate"
"Early Roman Kings"
"Love Sick"
"Tangled Up in Blue"
"Lonesome Day Blues"
"Make You Feel My Love"
"Pay in Blood"
"Desolation Row"
"Soon After Midnight"
"Ballad of a Thin Man"
"Masters of War"
Rolling Stones set list
"Start Me Up"
"You Got Me Rocking"
"Out of Control
"Ride 'Em on Down" (Jimmy Reed cover)
"Mixed Emotions"
"Wild Horses"
"It's Only Rock 'n' Roll (but I Like It)"
"Come Together" (Beatles cover)
"Tumbling Dice"
"Honky Tonk Women"
"Slipping Away"
"Little T&A"
"Midnight Rambler"
"Miss You"
"Gimme Shelter"
"Sympathy for the Devil"
"Brown Sugar"
"Jumpin' Jack Flash"
Encore:
"You Can't Always Get What You Want"
"(I Can't Get No) Satisfaction"
viernes, octubre 07, 2016
THE ROLLING STONES ANUNCIAN SU PRIMER ÁLBUM DE ESTUDIO DESDE 2005
La Nación
“Blues & Lonesome” significará el regreso de la legendaria banda británica, el que está previsto para el próximo 2 de diciembre.
La banda británica The Rolling Stones anunció este jueves la publicación el próximo 2 de diciembre de su primer álbum de estudio desde 2005, "Blues & Lonesome", un regreso a las raíces del "blues".
El trabajo, que se grabó en tan solo tres días, refleja la "pasión por la música 'blues' que siempre ha estado en el corazón y el alma" del grupo liderado por Mick Jagger, según un comunicado publicado en su página web.
El grupo había generado una enorme expectación entre sus fans al divulgar en su cuenta de Twitter un enigmático video de diez segundos en el que aparecen sus cuatro componentes reunidos en el estudio de grabación y un segundo mensaje que decía: "TOMORROW. 2PM GMT / 6AM PST / 9AM EST".
REGRESO AL BLUES CON LA AYUDA DE ERIC CLAPTON
Tras meses de especulaciones alimentadas por el propio grupo, a partir de este jueves se puede reservar por adelantado un álbum en el que aparece como invitado especial Eric Clapton, cuya guitarra acompaña a las de Keith Richards y Ronnie Wood en dos temas.
El trabajo se grabó en diciembre de 2015 en el oeste de Londres, cerca de los primeros pubs y locales donde los Stones iniciaron su andadura en los años 60.
El resultado de las tres jornadas que duraron las sesiones de "Blue & Lonesome" es un disco "espontáneo", cuyos temas fueron grabados "en vivo en el estudio", sin pistas dobladas de forma artificial.
Los Stones han retomado algunos de los clásicos del "blues" que versionaron en sus primeros tiempos, incluidos temas de Jimmy Reed, Willie Dixon, Eddie Taylor, Little Walter y Howlin' Wolf.
La lista completa de doce temas que compone el nuevo trabajo incluye títulos como "Just Your Fool", "Commit A Crime", "Blue and Lonesome", "All Of Your Love", "I Gotta Go" y "Everybody Knows About My Good Thing".
"Este álbum es un testamento manifiesto de la pureza de su amor por crear música. El 'blues' es, para los Stones, la fuente primordial de todo lo que hacen", señaló Don Was, coproductor del trabajo.
La veterana banda publicó su anterior álbum de estudio en 2005, "A Bigger Bang", aunque incluyó dos temas inéditos en el recopilatorio "Grrrr!", en 2012.
Este viernes, los Stones tienen previsto tocar en Desert Trip, un festival en California en el que comparten cartel con Paul McCartney y el fundador de Pink Floyd Roger Waters.
viernes, septiembre 23, 2016
Mick Jagger: "El español es diferente en todos los países. A mí me dicen que hablo como chileno"
El Mercurio
El cantante recuerda su experiencia en La Habana, lugar que eligieron para cerrar su última gira latinoamericana con un show gratuito. Este espectáculo, registrado como un documental, debuta hoy en los cines del mundo.
Paul Sexton
Mick Jagger habló como chileno, argentino y uruguayo. Aunque el vocalista de los Rolling Stones no domina el idioma, su fluido manejo de la lengua sorprendió en cada parada de su tour americano. El secreto: "Si me preparo, puedo arreglármelas", cuenta el músico, orgulloso de sus resultados.
"Mi hija Jade me halagó un poco a regañadientes. Su español es bastante bueno y me dijo: 'No estuvo mal'. Uno debe hacer el esfuerzo de hablarle a la gente en su propio idioma. Incluso, si uno lo hace mal, no importa. Creo que el público aprecia que uno lo intente. El tema del español es que es diferente en todos los países. Cada uno tiene palabras diferentes, su propia jerga y distinta pronunciación. Alguien me dijo: 'No puedes pronunciarlo así, estás hablando como chileno'. Y yo me quedé como: '¡¿Y qué hay de malo en eso?!'".
Jagger recuerda así su último periplo con los Stones, el que terminó con un multitudinario concierto en Cuba, el pasado 25 de marzo. Un show que se estrenará mundialmente hoy en los cines bajo el título de "Havana moon", registro del director Paul Dugdale y que en Chile se podrá ver en salas de Cinemark y Cine Hoyts.
-"Havana Moon" es un buen guiño a una antigua canción de Chuck Berry...
"Sí, pensé que sería una pequeña referencia divertida. Se me vino a la cabeza cuando estábamos buscando un título, aunque hace mucho tiempo que escuché esa canción. Es una canción realmente temperamental y pensé que funcionaría muy bien".
-¿Con qué se encontró en Cuba?
"La gente conocía a los Beatles y a los Rolling Stones y todo eso, no estaba tan desconectada. Es decir, estaba desconectada, sí, y era difícil recibir cosas, pero en Polonia también era así. La gente recibía cosas si estaba muy interesada. Fuimos a Polonia en 1966 y fue raro. Era un Estado mucho más reprimido que Cuba. Pero si hablamos de lo importante, marzo fue un gran mes para Cuba. El Papa, Obama, Major Lazer y después los Stones, todos fueron allí. Pero habría que preguntarles a los cubanos. No sé si después de eso sienten algo diferente o no. No es un lugar libre, uno todavía no puede decir lo que quiera y todavía están prohibidas las reuniones y el acceso a internet; solo hay un poco en algunos lugares".
-¿El público se comportó de modo diferente a como lo hace la gente en otros países?
"Fueron súper entusiastas y bailaron, parecían saber las canciones y en muchos sentidos se comportaron del mismo modo que el público de otros países de América Latina en los que hemos dado conciertos. No parecía que estuviéramos en otro mundo. Agitaron mucho los teléfonos inteligentes de un lado a otro. A simple vista, su situación parece ser como la nuestra, pero si uno se interioriza, creo que en realidad hay una situación problemática. Pero todos están acostumbrados a eso".
-¿Entonces La Habana le causó una buena impresión?
"Me encantaría volver, fue realmente estupendo y la gente fue maravillosa, muy amable y la música era genial. La historia del lugar también es muy interesante. Es una larga historia y me encantaría explorarla un poco más".
"Festival del siglo"
Los Rolling Stones estarán presentes en el Desert Trip, que se realizará entre el 7 y el 9 octubre. En él participarán también Paul McCartney, Bob Dylan y Roger Waters, entre otros.
domingo, noviembre 25, 2012
Contrapunto de Libros: Keith Richards: Vida- Geoff Emerick: El Sonido de Los Beatles
Casa Central
Podría escribirse la historia de la música necesariamente?, se pueden hilar ciertos aspectos que se pasan por alto por cierto… pero hay que tener algo por seguro: la música es vida, y es algo inútil darle la misma importancia al comentario, al estudio o a la critica, que a la importancia que se merece la música. La música vive, y como vida es eterna, casi alcanzando el nivel de los dioses, los comentarios, las criticas y los estudios en cambio son opiniones mortales sobre aspectos divinos, es decir a millones de pies por debajo del ser musical…
Teniendo esto en claro, y además acotando que para poder entender la historia de la música chilena es imprescindible mirar mas allá de las fronteras, podemos dar los pasos necesarios para acercarnos a este par de libros de música inglesa, y se trata sobre dos puntales fundamentales, el libro de Keith Richards (guitarrista de los Rolling Stones) : Vida; y el libro de Geoff Emerick (uno de los principales ingeniero de sonido de The Beatles): Here, there and everywhere, o como se conoce en edición española “El sonido de los Beatles por su ingeniero”; sin duda son rastros y datos de primera mano sobre todo esta proceso musical que comienza en los 50 y que fue revolucionariamente importante en la historia de la música popular a partir de la década del 60; Keith Richard, por cierto que cuenta la historia desde dentro de lo que le tocó vivir toda la carrera de los Rolling. Mientras Emerick cuenta con lujo de detalles los procesos evolutivos del trabajo de Los Beatles durante sus años mas importantes.
Primero que nada, estos libros son casi inencontrables en Chile, y si los busca por ahí el precio es desorbitante, si puede trate de comprarlo a través de Amazon USA, sino tiene tarjeta pídale a un amigo que se los compre, no los dos juntos, pruebe primero con uno. Lo recibe, lo lee. Y después pida al otro, así no se autoexige demasiado, y así también se evita el IVA y los derechos de aduana que pueden multiplicar el precio de los dos libros más allá de lo que tiene estimado.
Primero hay que imaginarse un ambiente de guerra y post guerra en Inglaterra, con todo lo que ello significa; estar preparados para los ataques de las fuerzas alemanas, después del fin de la guerra vivir diariamente con la destrucción de la ciudad que se mantiene por largos años, así también como el racionamiento alimenticio. Sin duda no es un ambiente sicológicamente muy tranquilo; y así también dentro de ese ambiente, las radios en Londres mantenían su tradicional secuencia de música que habían transmitido por décadas, las únicas alternativas que tenían los Ingleses de escuchar música distinta era sintonizar Radio Luxemburgo, que transmitía su señal desde Europa, y que tenía diversos espacios con música norteamericana, esta es la vía bajo la cual el medio inglés se fue influenciando paulatinamente de música Norteaméricana, y algo que descubren estos libros: Podían recibir la música norteamericana puramente en sus oídos sin saber que cara, que rostro, que color de piel tenían los músicos, sin saber cual era la situación de segregación racial que podían tener esos músicos en su propio país, y que grado de difusión tenían allá; los ingleses recibían la música desde la distancia; llegando a pedir directamente singles a los sellos norteamericanos sin intermediarios, y crearon desde la lejanía una recopilación sonora tan completa de la música norteamericana, de tal calidad, que ni los mismos norteamericanos podían lograr con todas sus segregaciones y aislamientos regionales que vivían diariamente; por lo tanto el sonido que llegó a Inglaterra era toda la paleta sonora americana sin limites. Por supuesto que después se percataron del rostro, del fraseo, de los colores de los intérpretes, de los estilos, de la forma de tocar, pero el contacto y el aprendizaje ya estaba instaurado.
Los primeros espacios de encuentro de los interesados en la música eran los colegios, después algunos de una u otra forma entraban a las escuelas de arte, que no eran mas que escuelas técnicas sobre aspectos vinculados al diseño o a la industria publicitaria, pero que permitieron los espacios generacionales para poder compartir y escuchar todas las nuevas propuestas que llegaban de Norteamérica. Fue cosa de tiempo que los jóvenes británicos comenzaran a interpretar esta música, y el espacio natural fue aquellos lugares en que se cobijaban las expresiones del Jazz; ahí cupieron el blues, algunas expresiones de R&B, aunque nunca faltaban aquellos puristas que veían con horror que estas interpretaciones no tenía sincopa, y cómo el blues “diabólicamente” se electrificaba haciendo perder, según su percepción, toda aquella pureza divina de su origen.
De ahí a que los jóvenes pudieran crear sus grupos, tener aceptación en los medios, a que la industria musical se alimentara de estas expresiones o de otros jóvenes que recién salidos de la secundaria querían probar suerte en un sello de grabación, eran cosas que podían ocurrir naturalmente. Se percibe la naturalidad de los pasos, de la vida, algo que sería casi imposible hoy en día en la cual las variables se miden después de evaluar a tantos postulantes, tantos curriculums, tanta experiencia de seguro en una situación similar. Esos milagros hoy no ocurrirían, y tal vez de cuanto nos estamos perdiendo.
Así por un lado un joven comenzó a ser guitarristas de los Rolling, una agrupación que estudiaba con devoción las expresiones del Blues norteamericano, por otro lado un joven de casualidad lo llaman a trabajar en los estudios ubicados en Abbey Road de la EMI; uno se ve arrastrado desde su amor al Blues a las presión por componer, por arrancar de las chicas, y por verse enfrascados en toda esa llamarada que habían abierto poco antes The Beatles. El otro llegó después de algunos meses a estar en la sala de grabación de The Beatles, y con el tiempo llega a romper las estrictas reglas del sello de grabación para probar nuevas experiencias sonoras, nuevos acercamientos, compresiones, experimentación al máximo para sacar provecho a esas grabadoras de 4 pistas con nuevas texturas y sonidos que cambiarían para siempre el mundo del registro sonoro de la música popular.
Las drogas, el alcohol, las jornadas extenuantes de trabajo se mezclan en los libros; las rencillas, las peleas, el trabajo milagroso de hermanos musicales, también queda reflejado después de leer estos voluminosos libros.
En el libro de Keith siempre queda la sensación que su mirada subjetiva de alguna u otra forma mira livianamente todas aquellos exceso de su vida, los mira desde la vejez, y de la experiencia de estar vivo después de todo lo consumido, lo cargado, lo vivido. En sus páginas se saborea de otra forma cierto grado de sabiduría musical, de cómo pudo reinterpretar esas tradicionales cuerdas de la guitarra transpuesta en el rock, de cómo su vida estuvo llena de amores, de drogas, y de una muerte segura.
En las líneas de Emerick, está la visión mas objetiva posible de la intimidad del estudio de grabación de los Beatles, como no hay libros, ni creo que hayan de registros autobiográficos de ninguno de ellos, ni de su productor, las mirada de Emerick, es la mas cercana disponible, y también nos da toda sensibilidad de abrir horizontes, de probar, de entregarse enteramente por el trabajo que amaba, y como ha pesar de todo el grupo de desarmaba ante sus ojos, y como nunca pudo darse cuenta que pronto llegaría el fin de esa historia.
Si el rock puede ser carne de estudio musicológico, pues bien , que otros lo hagan,, creo que eso se lee frecuentemente como una autopsia, en cambio en las paginas de este par de libros hay vida por montones, está la mirada transparente de que todo era posible, y de que a las finales todos eran inmortales, hasta el fin.
Sexo, Drogas, Rock and Roll mirados y contados desde la carne y el alma, vistos con cercanía, con todo el mundo y la vida que eso significa, para poder aprender de donde partimos, en que estamos y hacia donde vamos.
Víctor Tapia
viernes, noviembre 23, 2012
50 años de chicos malos, canciones y Rolling Stones
Wiken- El Mercurio
La banda británica partió siendo una respuesta a los angelicales Beatles: chicos malos con buenas canciones.
Jon Pareles, The New York Times Cincuenta años.
"No puedes escaparte de ese número", dice Keith Richards con una risita por teléfono desde París, donde los Rolling Stones han estado ensayando para sus conciertos en estadio y han tocado en teatros y pequeños clubes. Los Stones, liderados por Mick Jagger y el señor Richards (aunque los otros miembros han cambiado), hicieron su primera presentación en 1962. Y con menos de dos meses restantes de este año aniversario, la maquinaria de conmemoración y promoción se ha puesto en marcha.
Hay conciertos agendados en Londres (25 y 29 de noviembre) y en Newark (13 y 15 de diciembre). Hay documentales, tanto nuevos (en HBO) como viejos (en DVD), así como una completa retrospectiva de películas y videos de los Rolling Stones en el Museo de Arte Moderno de Nueva York desde el 15 de noviembre hasta el 2 de diciembre. Incluso hay dos nuevas canciones que fueron grabadas este año: "Doom and Gloom," una canción de Jagger, y "One More Shot," escrita por Richards.
En cierta manera los Stones han estado haciendo lo mismo por medio siglo: tocando obstinadamente un rock n'roll poco pulido. Es música estadounidense -blues, country, R&B, gospel- modificada por las sensibilidades inglesas y a la vez abandonando el decoro y montando el ritmo de fondo. Sin embargo y en relación a esa música, todo significado concebible ha cambiado.
Lo que una vez fue considerado radical, sin sentido, incluso peligroso, ahora se considera privilegiado y de la vieja escuela. Las canciones que una vez escandalizaron a los padres son ahora clásicos para transmitir a los nietos. "Han recorrido todo el camino desde 'Es demasiado peligroso ir' a que la gente lleve a sus niños" a los conciertos, dice Jagger desde París. "Se transformó en un panorama familiar". Y una banda que una vez fue sinónimo de impulsividad desenfrenada se ha vuelto -a pesar de todas las probabilidades comerciales, culturales y químicas- en un símbolo de estabilidad. Los miembros ahora describen a la banda con una palabra inesperada para los Rolling Stones: disciplina. "Se requiere mucha disciplina para ser un Rolling Stone," dice Richards. "Si bien parece ser caótico, somos un grupo muy disciplinado".
Entrevistado por separado, el guitarrista Ronnie Wood, quien se incorporó a la banda en 1975, está de acuerdo. "Sin importar qué estuviera sucediendo en el exterior, sin importar cuánta fiesta armáramos", dice, "sentíamos una responsabilidad, y todavía la sentimos, de hacer buena música".
La simple familiaridad, a través del paso del tiempo y de las generaciones, es una de las razones por las que la popularidad de los Stones ha perdurado. Sin embargo podría decirse que desde fines de los años 80, cuando se juntaron para grabar "Steel Wheels" y regresaron al circuito de estadios, cada gira y cada álbum ha sido una gran victoria gracias a lo que lograron durante los primeros 20 años.
Para entonces, Jagger y Richards habían forjado un catálogo de grandes canciones, tan diversas como -para empezar- "The Last Time", "(I Can't Get No) Satisfaction", "Ruby Tuesday," "No Expectations", "Honky Tonky Women", "Brown Sugar" y "Gimme Shelter." No hay ingenuidad en las canciones de los Stones; ellas se han mantenido vigentes.
El potencial de la banda para vender es innegable. Los álbumes más recientes de los Stones, cuando logran hacerlos -el último fue "A Bigger Bang," en 2005- han vendido al menos un millón de copias cada uno solamente en Estados Unidos, sin siquiera contener singles particularmente importantes.
"Life," la autobiografía de Richards de 2010, lideró la lista de libros más vendidos del New York Times, y lo merecía, con su franca y caleidoscópica mezcla de sabiduría musical, crónicas de drogas, romance, conflictos, lealtades, ajustes de cuentas e improbable supervivencia. Los Stones siempre agotan las entradas a los estadios. La fascinación continúa.
La nostalgia y las canciones duraderas son parte del atractivo perpetuo de los Stones. También lo son los espectáculos de rock en grandes escenarios en los que ellos fueron pioneros, con suplementos inflables, pirotecnias o tal vez una grúa levantando a Jagger por sobre la multitud. (Ahora Taylor Swift anda en una).
No le hace mal a la venta de entradas que Jagger, de 69 años, todavía sea lo suficientemente ágil para saltar, moverse y contonearse por todo el escenario; cuando Maroon 5 logró un hit con "Moves Like Jagger," las audiencias jóvenes no necesitaron una nota explicativa. En una prometedora visión para sus contemporáneos menos ágiles y sus fanáticos nacidos en los años 60, Jagger tuvo suficiente desorden de estrella de rock para robarles completamente el show a los cantantes de la mitad de su edad en los Premios Grammy de 2011. ("Eso es bastante fácil", dice Jagger desde París. "Si tú estás haciendo un solo número, puedes romperlo todo".) Un video del primer concierto desde 2007, el 25 de octubre en el club Le Trabendo en París, muestra a una banda canosa y desarticulada pero que todavía se atreve.
Sobre el escenario y, muy a menudo, en el estudio, los Rolling Stones mantienen su sonido libre: es practicado y no debe ser confundido con algo caótico, precisamente impreciso. Sobre la batería de Charlie Watts, las dos guitarras de la banda comparten una maraña musical, constantemente entretejiéndose, desenredándose, reconfigurándose. "Siempre estamos deslizándonos entre el ritmo y el liderazgo", dice Richards. "Es una cosa intuitiva, instintiva. No podrías explicarlo".
Don Was, quien produjo "A Bigger Bang" y las dos nuevas canciones de la banda, dice: "Es una bonita conversación la que ellos desarrollan. Keith tomará algo que Charlie toca en los platillos, y lo hará reaccionar de cierta forma, lo cual inspirará a Ronnie a hacer otra cosa. Están constantemente interactuando".
LOS ANTI BEATLES
Pero las canciones y sus aptitudes para el show no explican del todo el enganche que tienen los Stones sobre su audiencia. Poco después de formarse, ellos hicieron una elección tan crucial como sus gustos musicales. Su manager de comienzos de los 60, Andrew Loog Oldham, los instó a convertirse en los "anti-Beatles": el opuesto de la educada, uniforme y limpia banda de rock & pop.
"Al ser Los Beatles tan demasiado limpios, estaban obviamente usando el sombrero blanco", recuerda Richards. "El otro papel a jugar era el de ponerse el sombrero negro. Mientras más nos atacaba la prensa, más te encontrabas a ti mismo en el papel del villano. Y después nos acostumbramos. Era más fácil. En los Stones podías realmente ser tú mismo".
Esa actitud no sólo liberó a los Stones para verse, comportarse y escribir como se les ocurriera, sino también los transformó en arquetipos del rock, viviendo una libertad -y licencia- con que la mayoría de sus fans sólo podía soñar. Por supuesto que antes había habido hombres salvajes del R&B y la rockabilia, y Jagger claramente los estudiaba, pero sus carreras fueron más cortas o mucho menos celebradas. Los Stones, ingleses inadecuados, rompieron con las corrientes convencionales, creando un ejemplo para todo holgazán del rock, talentoso o no, que vino después. Décadas más tarde, en gigantes escenarios y en medio de efectos computacionales, el distante olor a anarquía de los Stones todavía atrae, especialmente porque es acentuado por el ajustado, pero suelto, sonido de la banda, esa forma en que incluso canciones venerables suenan caóticas.
La consecución por parte de los Stones de su arquetipo de forajidos es la línea central de "Crossfire Hurricane," un documental que recorre los primeros 20 años de la banda, de HBO. "Ellos comienzan jugando este rol, ellos se convierten en el rol, y después ese rol casi los mata", dice el director, Brett Morgen. Y finalmente, como dice Jagger en la película, los Stones cambian de ser "la banda que todos odiaban a la banda que todos aman".
"Crossfire Hurricane" recurre a otros documentales más viejos sobre los Stones que ahora se ven sorprendentemente ingenuos. El material más temprano viene de "Charlie Is My Darling," el documental de Peter Whitehead de una caótica gira de los Stones por Irlanda en 1965, que mostró conciertos que a menudo eran finalizados antes de tiempo mientras las audiencias despotricaban contra el escenario; esa película recién ha sido lanzada en DVD, junto con craqueladas presentaciones en vivo de la misma época. Los jóvenes Rolling Stones eran serios, considerados y se divertían con la furia que generaban sus presentaciones. "Éramos niños tan simpáticos, bajo todas las apariencias", recuerda Jagger. "Fue un tiro por la culata para Andrew Oldham: Los Rolling Stones son los rebeldes. Y el tiro por la culata fue bastante intenso, porque nos etiquetaron con esto y fue una profecía auto-realizadora".
La violencia dio paso a la decadencia. Los Stones terminaron una gira por Estados Unidos con el deprimente concierto de 1969 en Altamont, California, donde cuatro personas murieron, y luego se retiraron a los estudios para grabar dos de sus piezas maestras: "Sticky Fingers" y "Exile on Main Street". La racha de grandes álbumes comenzó con "Beggars Banquet" en 1968 y "Let It Bleed" en 1969. Las cámaras los siguieron a las grabaciones de "Exile" -drogados, como cuenta Richards en su libro, con cocaína y heroína- y a una gira en 1972, donde Robert Frank filmó un video rara vez mostrado con un título irreproducible. "Crossfire Hurricane" incluye desinhibidas escenas descartadas de esa filmación, con desnudos casuales y abierto uso de drogas. "Yo era un adicto muy bien adaptado", dice Richards. "Nunca sentí que eso dificultara lo que yo hacía. Pero era raro encontrarse a uno mismo en medio de un experimento que siguió por demasiado tiempo".
No podía durar. Luego de que un arresto en Toronto en 1977 amenazara con dejarlo en prisión y separar a la banda -el mismo que inspiró una de sus mejores canciones, "Before They Take Me Run"-, Richards puso fin a sus hábitos heroinómanos. "Ya no la echo de menos", dice. "Pero sí sueño con ella algunas veces". Le recuerdo que su última canción es "One More Shot." Él responde, "Te puedes inyectar un montón de cosas".
LA RUTINA DEL ROCKSTAR
Después de que Wood se unió a los Stones, la banda tuvo su álbum de mejor venta con "Some Girls" en 1978, quitando terreno al estilo disco y al punk que estaban saliendo de Nueva York. Sin embargo para comienzos de los 80, la camaradería de la banda estaba desapareciendo; "La Tercera Guerra Mundial" es como Richards ha descrito sus roces con Jagger. "Fue una época muy difícil", dice Jagger. "Todos estábamos hartos -un poco aburridos, la verdad. No hay muchas cosas buenas ahí". Jagger, y después Richards, comenzaron bandas propias mientras hacían erráticos álbumes con los Stones.
Pero con "Steel Wheels" en 1989, los Stones reemergieron en su estilo actual: una banda que hace ostentosas megagiras aproximadamente cada cinco años, ligadas a un nuevo álbum o, en este caso, a una compilación de éxitos con dos nuevas canciones (llamado "Grrr!").
"La gente dice 'Ah, es un negocio,"' dice Jagger. "No es realmente el negocio mismo. Es la creación de todo el asunto. Por supuesto que el dinero es parte de eso, pero lo más importante es poner el asunto en marcha, con cientos de personas y toneladas y toneladas de equipos. Es una misión interesante".
Jagger agrega: "Cuando estás en el comienzo de tu carrera, estás en la banda las 24 horas del día. Pero a medida que envejeces ya no quieres hacer eso. Yo creo que la banda está contenta de estar en la banda, y también a la banda le gusta no estar en la banda. Es un buen equilibrio".
Los Stones dicen que en los ensayos en París la moral está alta. "Una vez que se cuelgan las guitarras, están de vuelta", dice Watts. "Lo hemos estado haciendo por tanto tiempo, es lo que hacemos".
La banda está examinando su catálogo, pero Jagger sabe que la audiencia espera los grandes éxitos. "No quiero ser totalmente predecible, lo cual es difícil cuando has estado haciendo algo durante 50 años", dice. "Son los Rolling Stones sobre el escenario. Ya sabes cómo es. Tocan 'Honky Tonk Women.' Tocan 'Satisfaction.' La gente que viene a un show de 50 años espera cierto tipo de predictabilidad".
Richards, por su parte, se declara a sí mismo "impresionado" por la longevidad de la banda: "Hay un cierto pegamento magnético que nos une a todos, que predomina sobre cualquier otra cosa periférica," dice. "Una vez que nos ponemos detrás de nuestros instrumentos, hay algo más grande. La suma es superior a las partes. Sólo hay un sentimiento de que estamos destinados a hacer esto, que tenemos que hacerlo, y nosotros sólo seguimos ese curso".
Jon Pareles, The New York Times.
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