martes, abril 09, 2024

Consolidan el gran archivo de Juan Amenábar en la Biblioteca Nacional

El archivo resguarda 50 partituras del catálogo de Juan Amenábar, compositor e ingeniero hidráulico.


 El Mercurio


En 1957 compuso “Los peces”, una obra pionera en el campo de la electroacústica, y décadas después formó el Gabinete Electroacústico para la Música de Arte. Donado por su familia, un cuerpo de sus partituras, cintas magnetofónicas, manuscritos y documentos académicos llegará al Archivo de Música.

IÑIGO DÍAZ

El trajín doméstico en la casa de calle Domingo Bondi incluía todo lo que le puede ocurrir a una familia con niños, salvo que ahí los niños eran parte de una creación. En su estudio, el compositor Juan Amenábar tenía libros, documentos archivados, un piano y el chelo que le perteneció a su padre, y además altavoces, micrófonos y grabadoras. Con todo ello elaboraba su música.


“A veces nos pedía a nosotros que participáramos de sus experimentos con sonido. Hay obras que tienen la voz de mi mamá o de mi hermano Claudio. A mí una vez me pidió que tocara ese chelo. Nosotros ayudábamos a generar el sonido. Desde esa casa surgió absolutamente todo”, cuenta Juan Cristián Amenábar, uno de los cinco hijos del músico e ingeniero hidráulico fallecido en 1999, a los 76 años.


Junto con su hermana, la cantante lírica Magdalena Amenábar, son los impulsores de la donación que esta semana recibirá la Biblioteca Nacional: el archivo definitivo de Juan Amenábar. Consiste en una serie de documentos relacionados con su quehacer creativo, desde el ámbito académico y docente, hasta cartas, programas y recortes de prensa. Pero lo más significativo es un nuevo cuerpo de partituras, que se unirán a las 50 que fueron entregadas por su familia en 2013 como primera etapa de la consolidación del archivo. A ello se añaden los objetos que mejor representan a un músico electroacústico: las cintas magnetofónicas.


“Son unas 20 cintas en sus cajas, debidamente etiquetadas. Como ingeniero, mi papá era muy meticuloso. Hay cintas rotuladas como ‘material base' para tal obra y otras que dicen ‘original' de tal otra. Es material de los años 50, 60 y 70”, dice Juan Cristián Amenábar. “Existe un mundo en este archivo, lleno de apuntes y borradores. Nos ha tomado 25 años investigar ese contenido. La donación no termina aquí. Ya estamos pensando en una tercera etapa de entrega, que incluiría sus tres grabadoras”, agrega.


“Un archivo comprende toda la documentación generada por alguien en el transcurso de sus funciones y tiene un sentido privado. En el caso de Amenábar, este se construyó naturalmente y cuando murió pasó a ser un archivo histórico con acceso público”, señala Cecilia Astudillo, jefa del Archivo de Música, que custodia la documentación de compositores como Alfonso Letelier, Gustavo Becerra y Miguel Letelier, pero también de figuras como Valentín Trujillo, Eduardo Peralta y de los sellos discográficos Alerce y Raíces.


“Amenábar fue el primero que se percató de lo importante que eran estos archivos de los músicos. En 1970, él gestionó que en la biblioteca se creara el Archivo del Compositor, que hoy es nuestro Archivo de Música. A este conjunto de apuntes, cartas, manuscritos, fotografías los llamamos ‘expediente de obra', porque son el registro del proceso creativo de una obra y tienen el valor de la autentificación”, cierra.




Varias partituras, como “Divertimento cordovés” o “Los peces”, requerían papel de hojas desplegables. IÑIGO DÍAZ



El material en custodia incluye valiosos vinilos de época. BIBLIOTECA NACIONAL


viernes, marzo 01, 2024

Marcela Parra y una música hacia el silencio y la palabra



29-02-2024

El Mercurio


“Poetas de Chile” es una serie de seis documentales que cuenta con música de la compositora, cantautora, profesora y también poeta.

IÑIGO DÍAZ

La Marcela Parra (1981) de hace una década es distinta a la actual. En su primer disco, “Astronautas en la playa” (2015), abundaba la palabra poética escrita y cantada a la manera de un trovador. Hoy, esa palabra reaparece en diversas formas, incluso la palabra en completo silencio, algo que ella ya había esbozado en su segundo trabajo, “El sonido no coincide con la imagen” (2019).


“Las metodologías y las herramientas musicales cambiaron para mí porque pasé del canto y la guitarra al trabajo con medios digitales. Es una experimentación que ahora se profundiza en esta obra de cinco partes, una música para imagen, la banda sonora de documentales”, dice Marcela Parra, compositora, autora, profesora universitaria de arte y también poeta: el año pasado publicó el poemario visual “La pescadora de estrellas” (Pez Espiral).


Acaba de lanzar su tercer disco, “Poetas de Chile”, esa obra de varias secciones a la que se refiere y que opera no solo como música incidental, sino como un relato simultáneo y con vida propia. Con composiciones en la estética de la electrónica ambient, acompaña los documentales del mismo nombre producidos por Archipiélago Films y dirigidos por Gerardo Quezada, próximos a estrenarse en canales culturales de TV y plataformas digitales. Son capítulos de 25 minutos, que recorren el imaginario y pensamiento poético de autores como Lionel Lienlaf, Carlos Cociña, Carmen Berenguer o Rosabetty Muñoz, situados en sus propios espacios de vida: la costa lafkenche, la ciudad de Los Ángeles, el corazón de Plaza Italia o un bosque chilote de cielos cubiertos.


“Quise representar esos territorios con collages sonoros, creados por distintos elementos de mi banco de sonido y su modulación a partir de sintetizadores digitales que emulan antiguos aparatos análogos: el Pigment, el Jup-8 o el Buchla. Me he inspirado en compositoras que han utilizado estos sintetizadores de los años 80, como la estadounidense Suzanne Ciani o la italiana Caterina Barbieri”, dice Marcela. “Es interesante representar el silencio, la poesía y la naturaleza a través de las herramientas digitales, porque a la nota y su duración añade la posibilidad de transformación”, agrega.


Marcela Parra integra la Orquesta de Poetas, y su voz aparece en el reciente álbum “Todas voces”, del sello Discos PM, que también edita “Poetas de Chile”. Además de componer, dar clases y ser mediadora en el Palacio Pereira, aparece en otra saga de documentales transmitidos por 13C, “Ellas en la palabra”, donde comparte espacio con mujeres poetas: Verónica Zondek, Margarita Bustos y Roxana Miranda, entre otras.